-¡Tin, tan! ¡Tin, tan! ¡Tin, taaan!-
Al último teñir de la campana Theodore llegó a la puerta del aula de Aritmancia donde se detuvo momentáneamente. Jadeó disimuladamente para jalar aire, mientras le daba una rápida revisión a su uniforme buscando que algo que delatara su carrera, pero estaba impecable, como siempre. Reacomodó solo sus lentes que habían resbalado ligeramente, sostuvo firmemente la pequeña mano del Gryffindor para luego entrar con toda la seguridad que reunió en ese breve lapso.
-Buenos días profesora Vector- dijo con fría cordialidad al acercarse al escritorio de la maestra- Esto es para usted- dijo sacando de entre su túnica la carta que le escribiera McGonagall. Esperó mientras la maestra leía concienzudamente la misiva, ignorando olímpicamente las miradas para nada disimuladas que les enviaban sus compañeros de aula.
-Todo en orden joven Nott, ya había sido notificada pero nunca esta de más algunos detalles.- Dijo Vector mientras enrollaba el pergamino y se lo devolvía -Pase a su lugar- indicó mientras le daba una rápida mirada al chico conejo, no pudo evitar soltar un suspirito de ternura al ver a la frágil personita.
Theo asintió y se encamino a su pupitre que usaba solo él, ya que nada más había once personas en la clase después de los TIMOS, quedándose para los EXTASIS (1). Ya en su lugar, le indicó a Neville que se sentara en la parte interna del pupitre (la que quedaba junto a la ventana) y él se sentó a su lado, cubriendo completamente la visibilidad del cuerpo del castaño, bueno casi completamente ya que las orejas sobresalían (erguidas por curiosidad) dándole un toque bastante raro al pelinegro.
La profesora empezó a dictar clase, Theodore tomaba nota con mucha atención, apuntando todo lo que consideraba importante y haciendo cálculos mentales. Neville por otra parte miraba con curiosidad infantil a su alrededor ¡Era un lugar grandísimo! El aula era amplia de por sí, pero como había pocas personas tomando la clase, a los ojos del Gry (con una mentalidad de infante) el lugar era monumental. Lo que más le llamaba la atención eran todos esos números escritos en carteles colgados en las paredes, que se mezclaban con unos simbolitos que ya conocía y otros raros que daban más números, era como si los vomitaran (2). Dejó de ver las paredes pues se empezaba a sentir mareado por tanto dígito incomprensible. Aburrido y molesto por entender nada de lo que decía la señora se enfurruño graciosamente y se quedó quietito, tal como su abuela le decía cuando iban a lugares importantes. Su malestar se vio interrumpido cuando una palomita hecha de papel llegó volando por su izquierda y se posó enfrente de él. Estiro su mano para tomarla pero titubeo indeciso ¿Podía tomarla? Miró con aprensión al de lentes sin saber que hacer.
El Slytherin por otro lado, estaba como comúnmente decían los muggles: un ojo al gato y otro al garabato (un dicho bastante irónico en ese momento, por cierto) (3). Desvió por completo la atención de la pizarra y la ubicó en Nev – De seguro es para mi, dámela- dijo.
El castaño asintió enérgicamente, tomó raudo al animalito de papel y lo puso en la palma extendida de Theo, el señor le agradaba y no quería hacerlo enojar. Aun así no pudo evitar estirar su cuello y tratar de ver que es lo que tenía escrito la paloma en su interior.
Theo sonrió de lado, a pesar de la timidez que mostraba Neville, su curiosidad era aun mayor para hacerlo que se acercara, invadiendo su espacio personal - Gryffindor a final de cuentas-pensó. Abrió el papel y comenzó a leer.
-Ya no llegabas Theo, por cierto, verte con eso- Enarcó su ceja por el apelativo por el que se refería a Neville- es extraño ¿Qué harás con él ahora? Atte.: Blaise.-
Tomó su pluma y respondió escribiendo en esa cosa, no iba a gastar pergamino en una niñería.
-Llegue a tiempo que es lo importante; además lo que haga con él no creo que te concierna Blaise. PD: Por cierto, eso se llama Neville- mandó devuelta la paloma con su creador.
Neville por otro lado y después de desistir enterarse que decía el escrito, tenía su barbilla recargada en el pupitre mientras dibujaba circulitos en la madera bastante aburrido. Viendo esto, el pelinegro convirtió algunas de sus plumas en lápices de cera de colores y se los entregó al Gry junto a un pergamino para que se entretuviera dibujando. Cuando pensó que podría retomar su clase, una mariposa que se posó sobre la castaña cabecita de su protegido le hizo darse cuenta que esa clase sería infructuosa.
-Oh Theo ¿Por qué no me dijiste que se veía tan mono? Es tan adorable; además que a su lado te vez tan intimidante y genial ¿Me dejas cuidarlo? Atte.: Pansy –
Rodó sus ojos con fastidio, solo su amiga podía pensar esas cosas. Repitió lo mismo que hizo con la paloma.
-Pansy, lo último que pensé al hacerme cargo de él es que se veía adorable- una vocecita en su cabeza gritó “¡Mentiroso!”, pero la ignoró- Y no, no te dejare atenderlo, es mi responsabilidad, sabrá Merlín para que quieres cuidarlo, no me fió de ti.-
Solo un toque de la pluma sobre el pergamino pudo hacer, cuando devuelta la paloma llegaba a fastidiar.
-¿Neville? No sabía que fueras tan cercano para llamarlo por su nombre de pila Theo ¿Qué sigue? ¿Decirle Nev?- decía la nota, la letra era diferente a la primera y ya sabía de quien era el comentario –Oye, si le vas a escribir, has tu propia paloma Draco- ahora aparecía de nuevo la letra de Blaise – Aunque creo que repito la pregunta ¿De donde salió tanta confianza?-
Hizo una ligerísima mueca con sus labios, apretando con más fuerza de la necesaria su pluma respondió -Le llamo Neville porque es imposible llamarle a un niño de seis años por su apellido sin que se sienta asustado. Además que no se porque les estoy explicando, así que dejen de molestar LUEGO LES EXPLICO- terminó la frase esperando dejar en claro que no respondería nada por el momento. Mando de regreso al animalejo esperando que la profesora no se diera cuenta de ello.
Pansy soltó una risita divertida al ver como los nervios de Theo se empezaban a crispar; para cualquier otra persona su amigo seguía siendo el frío y apático Slytherin del que casi nadie daba importancia, pero para ella (Parte de su circulo de amigos) los ligerísimos cambios que notaba en la postura del pelinegro, sobre todo ese movimientos de acomodar la patilla de sus lentes tras la oreja, le daban a entender que su paciencia empezaba a agotarse, algo nada común ya que él tenía la paciencia mas grande que la chica conociera. Que ella contribuyera a ello al mandar a su mariposa con un nuevo mensaje que decía-Pero Theo, cariño, vas a necesitar ayuda, no podrás tu solo cuidarlo, recuerda que cuatro manos son mejores que solo dos- le divertía sobremanera.
-He dicho que no Pansy, te conozco, algo tramas. Y mucho menos te dejare estar cerca con esa mentalidad de cuatro manos- le respondió.
-Oye Theo ¿Cómo es eso de seis? Sabemos que Longbottom es medio tonto, pero de eso a decir que tiene la mentalidad de un niño de seis- regresó con un nuevo mensaje ahora la paloma, junto a otro mensaje adjunto en su ala - Déjalo Blaise, si Theo dice que es un idiota, es un idiota. Aparte llorón, miedica y león. Esta constatado, no era necesario aclarar ese punto-
Echó a la paloma volar sin siquiera haber contestado y aprovechando que en su vuelo se cruzaba con la mariposa de Pansy en un certero hechizo dio a ambos, estos ardieron en los aires quedando solo cenizas de los infortunados mensajeros. El mensaje era claro “DEJEN DE ESTAR MOLESTANDO” ¡Merlín! Qué daban más guerra que el crío que estaba a su lado; quien estaba recostado completamente sobre el pupitre y manejando con furiosa alegría el lápiz de cera sobre el pergamino. No pudo evitar sonreír entre enternecido y divertido con Nev.
Retomando su clase en santa paz y transcurrido un lapso de tiempo considerado le echo un vistazo por el rabillo del ojo a lo que el castaño dibujaba con mucho entusiasmo y que lo mantenía tan entretenido. Boquiabierto quedó al ver plasmada en la hoja una figura, ese era él, no había ninguna duda; estaba desconcertado, el dibujo era muy fidedigno, algo torpes los trazos, pero era impresionante el realismo con el que estaba trazado.
Y antes de que se diera cuenta la campana volvía a sonar marcando el fin de la clase. Presuroso se levantó después de recoger sus cosas, estuvo apunto de recoger las de Neville cuando se dio cuenta que este ya se encontraba listo, con los crayones apretujados en la bolsa de la túnica y el pergamino fieramente sujeto contra su pecho-Eh ¿Listo?- más que pregunta era afirmación, el Gryffindor asintió, tomándolo de la mano con la manita libre y espero pacientemente que le indicara a donde más iban a ir.
- Te estabas tardando Theo ¿Qué tanto hacías allá adentro?-pregunto Pansy nada mas verlo aparecer, esperandolo sola.
-Estaba recogiendo Pans, nada del otro mundo-contestó pero fue como si le hablara al viento, ya que su amiga estaba acosando a su protegido.
- Neville ¿Verdad? Hola, soy Pansy Parkinson, pero me puedes llamar Pans. He estado contigo desde primero pero nunca habíamos hablado –
Neville estaba atemorizado, así que se escondió tras la espalda de Theo buscando protección de esa señora tan rara.
-Pans, lo asustas, el no te reconoce, ahora es un niño de seis años en su mente por culpa de la poción – instintivamente Theo se interpuso entre Nev, que le sujetaba con fuerza la túnica pidiendo mudamente que no se quitara y su amiga, quien danzaba a su alrededor buscando la oportunidad de interactuar con el chico conejo.
-Aww, que monada-en un ágil movimiento la Slytherin pude franquear el muro en que se había convertido su amigo y apartar al castaño de su refugio, quien no pudo evitar soltar un gemidito ahogado por el susto.
-No te asustes- dijo, provocando todo lo contrario- Oye, soy amiga de ese señor, así que también te voy a cuidar- nada- Aww, mira ten- dijo enseñándole unos dulces de regaliz que sacó de su bolsa -Son para ti pero tenemos que ser amigos-. Pansy se frustró al ver como el castaño temblaba como hoja al viento bastante asustado ante su intento de soborno.
-Que bien Pansy, ahora esta completamente aterrado-dijo Theodore molesto- Ahora apártate antes de que…-Pero sus palabras no fueron escuchadas por Pansy que volvía a la carga.
-¿Qué tienes allí?- la chica señalando el pergamino, acercándose para poder verlo mejor.
Neville en instinto se acuclillo, se hizo bolita y sus orejitas se aplanaron tratando de hacerse pequeño, protegiendo con su cuerpo su preciado dibujo, unas lagrimillas salieron de sus ojitos por el miedo, amenazando con ponerse a llorar.
-He dicho basta- estas palabras retumbaron en un siseo perturbador.
Pansy se quedó estática a solo dos pasos de llegar a la altura del Gryffindor, ahora era ella quien estaba asustada, tragó duro y volteó- Lo siento Theo, no era mi intención. Este, creo que me voy a…a… ¡A la Sala común! Sí, mira que olvide algunas cosas allí, debo recogerlas. Nos vemos- Y salió corriendo despavorida.
Theo le lanzó una mirada helada a la esquina por donde desapareciera su amiga. Después de constatar que esta realmente había huido se acercó a la masa temblorosa que era el Gryffindor- Ya se fue, estate tranquilo- le consoló.
Neville alzó la mirada y vio a un lado, no vio nada, volteó al otro y lo mismo, suspiro aliviado ¡Esa señora le daba mucho miedo! Se levantó y se echó en brazos de Theo buscando consuelo.
El Slytherin se congeló por el gesto y por una extraña razón para él mismo le rodeó con sus brazos y habló dulcemente - Todo esta bien ¿Te asusto mucho?- Nev asintió, mirándolo con sus ojitos acuosos- Lo siento, pero no le debes de temer, ella es mi amiga, solo es algo extraña y un poco alocada, pero es buena persona ¿Le responderás cuando vuelva a hablarte?- la mirada dudosa que le dirigió el castaño le hizo agregar instintivamente- Yo te cuidare-
Hipando y aún temblando Neville sopeso sus posibilidades ¿Theo estaría a su lado? Entonces no había que temer, hace poquito, casi nada le había demostrado que lo cuidaría siempre- Sí- respondió seguro.
-Buen chico- las palabras escaparon de la boca del de lentes mientras le pasaba un pañuelo a Nev.
Neville sonrío triunfante ¡Le dijo que era un buen chico! Todo rastro de lágrimas fue secado a la par que el miedo se iba. Él era un buen chico y se encargaría de seguir siéndolo, todo por su ahora amigo Theo.
-Muy bien, tenemos que ir a la biblioteca-Theo sintió un extraño calambre en su estomago en ese momento, no lo supo descifrar – tengo que hacer unos trabajos y allí puedes seguir dibujando ¿Te parece?-
Neville asintió, tomó la mano del pelinegro y lo siguió dando saltitos de felicidad. Theo solo pudo pensar que al parecer no sería tan malo cuidar de Neville.