El corazón de Pansy latía acelerado- ¡Por Morgana! ¡Eso ha sido espeluznante! ¡Theo se enojó de verdad!- Pasar saliva se le dificultaba por el nudo en su garganta- Solo le he visto una vez así-un escalofrío le recorrió la espalda al recordar esa vez. Tan ensimismada iba pensando que no se fijo en el camino y chocó con alguien, trastrabillo un poco y manoteó al aire buscando donde asirse para no terminar en el suelo.
-Perdona- la suave voz llegó junto con una mano sosteniendo su hombro izquierdo.
-Eh, n-no hay problema- contestó ruborizada hasta percatarse algo tarde de quien era, porque ahora se alejaba de ella rápidamente hasta perderse- ¿Granger? ¿Qué hace aquí?- musitó. No le dio mucha importancia al hecho, después de todo la leona tomaba Aritmancia, era normal que anduviera por esos rumbos- Aunque lo normal es que sea la primera en marcharse- se quedó pensativa -¡Nah!, seguramente se le olvido algo- Total, no era su asunto, mejor iba a su alcoba, ahora sí necesitaba algunas cosas y no solo era excusa para huir de su amigo.
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La biblioteca era un santuario para Theo, claro que su santuario era constantemente profanado por algunos alumnos inconscientes del lugar que pisaban, aunque todo volvía a la normalidad cuando la guardiana del recinto entraba a la carga poniendo todo en su sitio.
-Escucha bien Neville- habló, captando la atención del castaño- A madame Pince no le agrada que hagan ruido en la biblioteca. Puedes seguir dibujando tranquilo aquí, pero si necesitas decirme algo debes hablar muy bajo para no hacerla enojar ¿Entendido?
-Sí- habló el castaño tal como se le pidió.
Se apoderaron de una mesa por los estantes, Neville vació su bolsillo lleno de crayones, se sentó de rodillas sobre la silla y se avocó por completo a seguir trazando y coloreando sobre el pergamino muy en paz. Theo por otro lado dejó con cuidado su tintero, sus rollos y los libros que necesitaba para localizar la información y poder revertir la condición del castaño poniéndose a trabajar.
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-¡¿Qué queee?! – el grito que soltó Ron retumbó con fuerza por toda la torre dejando a más de uno sordo, bueno, se mentiría si dijera que esa reacción no se esperaba de él.
-Tranquilízate- la enérgica voz de la Hermione se escuchó con igual fuerza a pesar de que ella solo alzó la voz.
– Y ahora qué pasa- Pensó Harry al ver una de las interminables discusiones de sus amigos nada más bajar de la habitación -¿Por qué siempre soy el último en enterarme de las cosas? –Palmeó su frente cuando su amiga le contó lo que vio.
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Nada perturbó la tranquilidad del Slytherin por un muy buen rato, salvo uno que otro crayón que rodaba a su lado de la mesa, nada grave y que no se pudiera solucionar simplemente con estirar su mano y ponerlo en su lugar. Paró de escribir cuando de nuevo un lápiz de cera amarillo rodó, lo puso en su lugar y suspiró. Le dio una hojeada a lo que tenía escrito- Maldición- con lo que ahora llevaba podía saber que todo estaba mucho mas complicado de lo que esperaba; no solo hacia falta averiguar que tipo de hechizo le impactó al castaño, sino también la intensidad de este, aparte que tan viejos estaban los materiales con que se hiciera mezcla y un sinfín de más condiciones, y aun así no se explicaba el porque le salieran esas orejas.
Theodore agradeció que ahora que necesitaría todo el tiempo y esfuerzo disponible para solucionar la situación, las clases estuvieran programadas de manera diferente para los aspirantes a los EXTASIS, con una agenda especial que asignaba las clases, distinto al resto del colegiado de Hogwarts. Por ejemplo, en su agenda antes tenía toda la mañana libre, apuntadas tres clases por tomar aparte de la de Artimancia en el transcurso del día; ahora las palabras “Libre” en sus descansos eran sustituidas con las palabras “Investigación especial asignatura: Pociones. UNICO ALUMNO” marcando no solo para él, sino también para los demás profesores que de preferencia se abstuvieran de asignar o tomar investigaciones extras, hasta concluido el tema y en la agenda apareciera “FINALIZADO”. Un método bastante eficaz, que permitía a los profesores no saturar de trabajo extra al alumno (aparte de las tareas regulares) y con ello estos descuidaran su preparación por atender varios proyectos y decreciera su calidad en el aprendizaje, tan necesario ahora que se definía el camino que se quería seguir (1).
-¡Así que aquí estas serpiente rastrera! –
Sus oídos le chillaron quejándose de semejante grito –Por favor, que no sean quienes estoy pensando- se mordió la punta de la lengua para evitar maldecir a la vida, que parecía que a últimas fechas le agarrara contra él y se burlaba en su cara de su existencia.
-Tú- la voz sonaba con rencor.
Un dedo inquisidor le apunto justo en medio de los ojos –Deja vú- pensó.
-¡¿Qué demonios le hiciste a Neville?!-
-Nada de deja vú, todo es cuestión de familia. Gritan igualito, solo porque este tiene la voz más gruesa que su hermana, porque hasta usan las mismas preguntas - Se levantó de sus asiento y encaró a el famoso trío de Oro, que estaban justo enfrente- Buenos días para ti también Weasley ¿A qué debo el honor de tu atención el día de hoy?-
-¡Maldito!- Ron estuvo a punto de saltarle encima cuando fue contenido por el Héroe del grupo.
-Mira Nott, queremos saber que le hiciste a Neville- Habló Harry, con dificultad por el forcejeó con Ron, que no dejaba de intentar zafarse.
-¿Preocupados?- pregunto irónico, ahora entendía porque Draco se metía con la dupla de oro masculina, era bastante fácil sacarlos de sus casillas.
-Ron, contente, este no es el lugar- hablo sabiamente Hermione, aun cuando fue ignorada.
-Pues sí, es nuestro amigo- contestó Harry.
-Claro, tan preocupados por él, que de seguro si Granger no les contará nunca se enterarían que le sucedió- dijo. O vamos, que no se necesitaba ser tan inteligente como para deducir que fue la chica, quien compartía clases con él, la que había ido con la noticia.
-¡A ti que te importa! ¡Y contesta de una buena vez que hiciste!- gritó el pelirrojo cual banshee a punto de vaticinar una muerte (2).
-Chicos…- Hermione habló.
-Mira Weasley, no tengo porque darte explicaciones, en todo caso creo que tu hermana te había contado.-
-¿Ginny? ¿Qué tiene que ver Ginny?- preguntó Harry desconcertado.
-Chicos…- nada, era vilmente ignorada por los tres sacos de testosterona, mejor ella se hacia cargo del asunto.
-No metas a mi hermana en esto Nott-
-No soy yo quien la mete, ella fue quien me metió-
-De seguro la embaucaste, serpiente rastrera-
-Ya te dije que no fui yo- Theo se acomodó sus lentes, joder, que lo estaba aturdiendo ¿Qué no sabía que en los interiores debía modularse la voz?
-Pues explícate-pidió/ordenó Harry, también un poco harto.
-No hay nada que explicar, este lo hechizó para no sé que cosas- volvió Ron a la carga.
Estuvo a punto de soltar un comentario mordaz cuando la bibliotecaria apareció gritando con furia - ¡Fuera, fuera de mi biblioteca! Nunca lo espere de usted señor Nott, esta vetado por una semana. -Theo gimió por esto- ¡Y ustedes por dos!- la bibliotecaria señalo a los leones que estaban sorprendidos, buen esa decisión no la lamentaban mucho, la verdad- ¡Y diez puntos menos por cada uno! ¡Debería darles vergüenza!- y como sombra desapareció.
Theo bufó molesto ¡¿Por qué a él?! -Neville, nos vamos- habló sin girarse, no quería asustar al castaño con la cara de pocos amigos que de seguro tenía.
-No, él se va con nosotros-
-Él esta bajo mi custodia-
-Pero nosotros somos sus amigos-
Ignoró a los leones, ya suficiente le habían fastidiado, se dio la vuelta permitiendo que el campo visual de los leones se despejara, jadeó al encontrarse con la silla vacía en donde estuviera Neville- ¿Pero qué…?-
-¿A dónde se fue?-preguntó Ron.
-Hermione no esta- Harry dijo.
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Un coche traqueteaba por la cuesta del colegio llevando a dos ocupantes en su interior, cansados y malhumorados por el largo ajetreado viaje.
-Mi señor componga esa cara, debería estar agradecido por ser aceptado en este lugar.
-¿Agradecer? Sí claro, otro lugar que solo me abre sus puertas porque las de su cámara en Gringotts se abrieron para recibir el dinero de mis padres-
-Se equivoca, este es un favor que les esta haciendo el Director a sus padres-
-Oh vaya, mejor aun, otro lame botas-
- En esto no puede estar más errado mi señor, el director de esta escuela es Albus Dumbledore, el mejor mago actual-
-No me importa, así sea descendiente de madame Bavlatski es un vejete para mi-
-Es Vavlatsky mi señor-le corrigió.
-Da igual, solo veremos cuanto aguantan antes de que me echen-
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Hermione sabía que ella no era una chica del todo normal en cuestión de gustos, mientras muchas (por no decir la arrasadora mayoría) se preocupaban por maquillajes, chicos y modas, ella estaba más interesada en estudios, calificaciones y derechos civiles. Lo que si no podía negar era su fijación por las cosas tiernas, el único rasgo que podía calificar como “más normal” en el parámetro de gustos.
Y allí sentada bajo el uno de los múltiples arcos de una ventana que fungían como descansos, reía enternecida por las muecas que hacía su amigo al explicarle su versión de la historia.
- Y por eso Theo me cuida-
-Aah, entonces tu abuela le dijo que te cuidara- dijo cuando la historia se desenredara en su cabeza, en parte claro, aun faltaba la versión de Nott.
-Sip, por eso voy a ser un buen niño-
-Tú ya eres un buen niño Nev, solo se tu mismo- Hermione dijo.
Las mejillas del castaño se tiñeron de carmín ¡Qué buena era Mione! Además era muy amable y bonita.
Una mancha negra y verde se vio aparecer por el pasillo, aterrizando junto a el Gryffindor -¡Aquí estas Nev!-
Las orejas de conejo se tensaron, Neville prácticamente voló a esconderse en la espalda de la leona al darse cuenta de quién era. Le había prometido a Theo que le hablaría a la próxima vez de verla, pero es que le daba miedo nada más verla.
Pansy gimoteó en frustración, no era justo, ella le había ofrecido su ayuda a Theo y la había rechazado, pero a Granger si la había dejado cuidar a Nev.
-¿Por qué Theo si te dejó cuidarlo?- hizo una rabieta.
- Primero Parkinson: con esos gritos lo asustas y segundo: él no me dejó, yo traje a Neville aquí- contestó Hermione molesta al escuchar como hablaba de su amigo como un objeto.
-¿Comó te lo robaste?-preguntó interesada.
-Pues…-
//Recuerdo//
-Chicos…- Hermione trataba de hacerse escuchar por los hombres que se enfrascaban en una tonta pelea, mientras ella se vigilaba la reacción atemorizada de Neville. Había visto ciertas actitudes durante la primera clase que llamaron poderosamente su atención, como si su amigo fuera un niño y ahora lo confirmaba; debía tratarlo con cuidado y sacarlo de ese fuego cruzado o el pobre terminaría traumado por tanto grito (y ella sorda).
-No metas a mi hermana en esto Nott- Escuchó la replica de Ron, vaya con estos, en verdad eran tontos. Pasó de ellos, sigilosamente, aunque estos ni en cuenta; se puso a la altura del castaño y llamo su atención- Hola Neville ¿Me recuerdas?- Obviamente este negó, no la recordaba de nada - Mira Nev, soy Hermione, tal vez no te acuerdas de mi pero somos amigos, al igual que esos dos-señalo a Harry y Ron - Ahora ellos y Nott están teniendo una discusión de adultos, vamos a otro lugar para que puedan terminar más rápido ¿Vamos?- extendió su mano- Te traeré de regreso, lo prometo- la palma fue tomada por Neville que asintió deseoso de ayudar a terminar la discusión. Salieron por la puerta grande sin ser notados -¿Quieres chocolate Nev? – Otro asentimiento por parte del castaño; solo bastaron algunas cortas preguntas, respuestas y juegos para entrar en de nuevo en confianza.
//Fin del recuerdo //
- Y así es como llegamos hasta este jardín- terminó de explicar Hermione, tanto las razones y como fue que sucedió.
-¿Así de simple?-
-Así de simple- confirmó la Gry.
-Pero conmigo huye ¿Por qué?- Pansy se enfurruñó.
-Porque eres demasiado agresiva, con un niño debes ser más cautelosa o correrán- Hermione explicó, aunque era bastante raro tener una plática civilizada con la Slytherin, no veía porque no hablar con ella ni ser razonablemente civilizada.
-Granger...-
-¿Sí?-
-¿A dónde se fue Neville?-
-¡Oh Merlín!-