Neville se puso calladito y sentadito a comerse su chocolate, mientras su amiga estaba hablando con esa muchacha tan rara, que viéndola bien no se veía tan mala y aterradora, menos haciendo esa muecas tan graciosas. Le dio un gran bocado a su golosina terminándosela, haberle explicado a Mione como quedó a cuidado de Theo le abrió el apetito, se lamió sus labios y dedos borrando los rastros de chocolate y bostezó ¡Que aburrido era cuando los mayores se ponían a platicar! Miró a las chicas que estaban perdidas en su mundo y luego paseó su mirada por todo alrededor, quedando su atención atrapada por una mariposa que revoloteaba cerca, era muy bonita, sus colores tintineaban cambiando conforme batía sus alas al vuelo. Estiró su mano intentando atraparla para verla mejor, pero esta giró en el aire impidiendo su captura, alejándose de él.
Vio el camino por donde la mariposa se fuera y se puso a meditar sobre sí seguirla era buena idea o no. No quería alejarse, le daba algo de miedo, pero por otro lado el insecto alado no estaba tan lejos, podía correr, atraparla y regresar sin perder de vista a Mione (que seguía platicando) sip, eso haría. Travieso se puso a perseguirla sin darse cuenta que se estaba alejando de más.
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Las zancadas que daba Theodore eran enormes, sus pisadas firmes retumbaban en las paredes formando un eco bastante macabro -No tengo nada en contra de Granger, pero me va a escuchar, como se atreve a tomarse esas libertades, es su amigo pero esta ahora bajo mi cuidado- Pensó mientras abría una puerta de un aula vacía y se asomaba dentro verificando que no estuvieran allí. Contó hasta cien tratando de recobrar la paciencia, aunque esta era vuelta a poner a prueba al escuchar la cháchara incesante de los dos leones que venían a su lado, con los que había fumando momentáneamente la pipa de la paz (o mejor dicho ellos con él)
-¿A dónde crees que se irían?- preguntó Harry a su pelirrojo amigo.
-No sé, Hermione siempre corre a la biblioteca cuando no quiere que la encontremos, pero venimos de allí ¿Tal vez a la cocina?- contestó Ron.
-Tal vez fueron a los jardines.- propuso Theodore.
-Sí, puede ser- asintió Harry.
-Hey tú ¿Cómo supones eso?- espetó Ron.
No contestó ¿Qué no le podía llamar como la gente civilizada? –Tsk ¿Qué modales les enseñaron a este y su hermana en su casa?-
-Te estoy hablando-
-Mira Weasley, no te pido que seas amable conmigo, se que no soy de tu agrado, pero en lo consiguiente te agradecería que te dirigieras a mi no como Theodore, eso sería mucho pedir, pero si como Nott-
-Yo no estaría tan orgulloso de llevar el apellido de un…- La replica del pelirrojo fue cortada por un codazo de Harry que le dio directamente en el estómago, sacándole todo el aire y evitando que hablara de más.
Harry más que nadie sabía lo tedioso que llegaba a ser comparado con tu progenitor, a él personalmente le llegaba a dar algo de corte (Sobre todo cuando medio mundo sabe más sobre tu padre que tú mismo) y llego a darle vergüenza un tiempo al enterarse de las trastadas que hacía con su padrino. Al caso, de seguro a Nott no le agradaba ser comparado con su padre, deduciéndolo por la mueca de disgusto que puso. Pobre, era feo vivir con el estigma de los errores de tus antecesores y te juzgaran injustamente por ellos (cof cof Snape cof cof) Sonrío, ya sentía cierta simpatía por el Slytherin.
Theodore por otro lado rechinaba sus dientes aguantándose las ganas de hacer tostadas de comadreja – Draco, como siento haberte juzgado sin saber- pidió mentalmente disculpas a su amigo por llamarlo infantil al pelearse con Weasley y Potter. Solo tenía cerca de diez minutos junto a ellos y su mano zumbaba deseosa de hechizarlos, más al Weasley que a Potter, debía ser justo. Sus ansias de hacerle probar al pelirrojo su maestría en el manejo de su varita fueron cortadas cuando al doblar una esquina a la izquierda chocó con las dos terceras partes de su problema.
-¡Theo!- esa era su amiga que prácticamente se le lanzó encima, con un gesto de alivio y pesar en sus facciones.
-Pansy, lo lamento pero en este momento no tengo tiempo para escuchar tus problemas acerca del color de tu maquillaje-
-Nott…-
La voz quebrada de Granger llamó su atención. Dirigió su mirada a la chica que se retorcía las manos con angustia.
-Granger ¿Dónde esta Neville?- pregunto con fría calma.
-Ese es el problema Theo- No temiendo por su integridad Pansy contestó por ella, después de todo quien lo había perdido era la castaña –Pobre, tuvo una buena vida, creo- sintió pena por la leona, no era bueno ser miembro de la lista negra de su amigo.
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Un chico americano, alto, de complexión media y fuerte, piel apiñonada, ojos azules acerados, de cabello rubio oscuro y corto estiraba sus ateridos músculos que clamaban por alivio después de viajar en el coche, había estado sentado en esa cosa desde las siete y treinta, sin contar el viaje en avión de New York hasta Glasgow (1).
-¿No pudimos simplemente aparecernos o tomar un traslador? – se quejó.
-Mi señor, recuerde que tiene una restricción para ambas cosas, de gracias que no le han prohibido viajar-
-Hmpf- se acomodó su ropa, arrugada por el largo viaje. No que le importara como se veía, pero le haría el favor a las chicas y chicos ingleses de deleitarlos con su persona y quizás, solo quizás tener una que otra aventura antes de que lo corrieran.
- Recuerde que esta es su última oportunidad de redimirse, de lo contrario no solo no podrá viajar por métodos mágicos, le restringirán su magia y sus padres no…-
-Sí, sí, lo que digas- el chico le dio la espalda y comenzó a caminar desenfadado por la orilla del que suponía era el jardín frontal.
-¿A dónde cree que va mi señor Joshua? Debe presentarse en la dirección, pero primero quítese esa cosa de la ceja- le reconvino el anciano.
-Se llama piercing Antón y no me lo quitare, Sí le van a hacer el favor a mis padres de recibirme aquí, que me reciban completo- contestó malhumorado- Además quiero estirar las piernas, así que espérame aquí o ve tu a la dirección, te presentas por mí y luego me buscas para darme mis horarios-
-Lo esperare aquí, solo no tarde mucho, recuerde que es de mala educación dejar esperando a las personas-
-Como quieras, solo no te quejes después- esto se oyó apenas pues la distancia entre ambos hombres ya era considerable.
-Ojala este lugar logre componerlo mi señor- dijo el anciano mayordomo con pesar.
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Neville caminaba por los amplios pasillos, viendo con admiración al castillo, nuevo para sus ojos infantiles. La parte por donde andaba era muy bonita y luminosa y se podía ver los verdes terrenos de la escuela; casi se le había olvidado por que andaba caminando solo por allí hasta que percibió parada en la barda a la mariposa multicolor. Despacio, muy despacio se acercó hasta estar una corta distancia de su presa, se agazapó alistándose para atraparla y saltó con sus manos formando un cuenco para contenerla, pero no contó con su cuerpo desarrollado, ni su fuerza de adolescente y el impulso que tomó fue mucho más fuerte que el que debiera, terminó saltando sobre el muro cayendo, cayendo…
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Que lugar mas monótono, lo que llevaba allí eran los minutos mas hastiosos de su vida, por donde mirara solo se distinguía piedra gris y terreno agreste, ni un rastro de más civilización o un alma ¿Qué pretendían sus padres al enviarlo allí? Matarlo del aburrimiento, seguro.
No le alcanzó el tiempo para nada cuando se sintió empujado al piso por algo desde arriba, solo distinguió unos ojos castaños llenos de miedo y luego oscuridad.
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-¿Nada?- preguntó con voz sombría el pelinegro Slytherin al reunirse con parte del extraño grupo de búsqueda de Neville en las escaleras por el Gran Comedor.
-Nada- dijo Pansy con la misma actitud sombría de su amigo- El colegio es muy grande, sin contar con los terrenos y el Bosque Prohibido- un escalofrío le recorrió ante el pensamiento del castaño perdido en la inmensidad del bosque, solo y asustado, con quien sabe que cosas y animales peligrosos acechándolo.
-Y si lo buscamos en los invernaderos, tal vez este allá- propuso nerviosa Hermione.
-Ya busque allí y nada -
-¿Y el campo de Quidditch?-
-Tus amigos fueron allá y tampoco está-
-¿Y donde están ellos ahora?- Preguntó Hermione al no verlos.
-Dijeron que irían a su torre a buscar no se qué cosa – volvió a responder Pansy de mala leche. - Esto es tu culpa Granger- le acusó.
-¿Qué?- dijo la castaña con voz estrangulada.
-Si hubieras tenido más cuidado con él, esto no hubiera pasado-
-Tú estabas conmigo-
-Pero yo no fui quien me lo robe- - dijo con suficiencia Pansy. En un abrir y cerrar de ojos, ambas chicas se pusieron a discutir a viva voz.
Theo estaba sentado en uno de los escalones, con los codos sobre sus rodillas, las manos entrecruzadas y su mentón apoyado en ellas, tratando de recordar algo importante ¿Pero qué?-Sí tan solo guardaran silencio por un momento, sus gritos no me dejan pensar-
-Hola Nott, tienes cara de confusión, parece que los torposoplos entraron a tu cerebro y ya te afectaron-
- - No se que sea eso Lovegood y no me interesa- dijo con disimulado fastidiado –Y tengo cara de confusión porque no me dejan pensar con esos gritos que profieren - señalo a las culpables.
-Ah, una reunión con tus amigos y los de Neville, no me invitaste, que mal ¿Y donde esta Nev?-
-No es una reunión- explicó cansino – Y Neville se perdió-
-¿Y ya lo buscaste?-
-Sí, lo estuve buscando, pero no esta en ningún lado, y te agradecería que me dejaras a solas para poder pensar que hacer-
-Vaya ¿Has intentado un hechizo localizador? – Luna ignoró el amable pedido y siguió a su lado como si nada.
Theodore se levantó como impulsado por un resorte, saco su varita y lanzó el hechizo- Gracias Lovegood- y salió disparado siguiendo el rastro del hechizo.
-De nada- Luna agitó su mano despidiendo al pelinegro – Parece que se llevan bien- comentó al mirar con sus ojos soñadores a las chicas que seguían discutiendo, ganándose una mirada furibunda y otra incrédula por su comentario.
-Solo la Loony podría decir eso- dijo Pansy.
-¡No la llames así!- le regaño Hermione, volviéndose a enfrascar en su pelea, pasando de largo que Nott ya no estaba junto a ellas.
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-Hijo de su…- Fueron los gentiles pensamientos de un rubio al momento de regresar de la inconciencia que le cayera junto con un bulto que aun sentía encima -Cuando despierte, el mal nacido que me hizo esto deseara no haberse topado con Joshua Bradbury- juró rabioso tomándose su cabeza con la mano derecha para mitigar (infructuosamente) el dolor de su cabeza provocado al chocar esta con el suelo- Quítate de encima ¿Crees que no pe…?- su diatriba quedó suspendida al momento de abrir bien sus ojos y toparse con sus contrapartes castaños, que lo miraban temerosos y aliviados.
-¿Estas bien?- una dulce voz preguntó en un susurro apenas audible.
El rubio pestañeó confundido por lo que miraba-Mierda, no sabía que el jet lag (2) incluyera alucinaciones, nunca me había pasado- Incorporó solo la mitad de su cuerpo apoyándose en su codo, viendo fijamente al chico que estaba sobre de él – Es de verdad, no estoy alucinando ¿Qué hace disfrazado de conejo ?Lo detalló a conciencia, no debía tener más de trece, era delgado, tenía una piel blanca que se veía muy suave y los ojos y cabellos castaños.
-¿Estas bien?- Neville volvió a preguntar, el muchacho que estaba bajo suyo, le había amortiguado la caída y se había lastimado de seguro- ¿Te duele mucho?-preguntó angustiado, tomando con delicadeza la rubia cabeza entre sus manos.
La acción tomó por sorpresa a Joshua, sus ojos se abrieron como platos al momento de sentir su cabeza sujetada con cuidado, un grave sonrojo cundió en sus mejillas cuando el chico depositó un suave beso en su frente.
-Listo, así ya no te dolerá- Neville hizo lo que recordaba su tía abuela hacia cuando se lastimaba, le daba un beso para que se fuera el dolor, esperaba que funcionara.
El corazón del americano latió desbocado y su respiración se detuvo cuando una sonrisa de genuina inocencia y alivio le fue dedicada. Cuando le conocían no lo trataban bien, solo hasta después de enterarse de que familia provenía las alabanzas y zalamerías llegaban; pero ahora un lindo y tierno niño (que estaba seguro desconocía su origen) venía y se preocupaba realmente por él, esos ojos no podían mentir. Una bandada de mariposas se apoderó de su estómago, quiso hablar pero todo lo que salió de su boca fue un –Aaugh- con esto sintió como el castaño daba un bote sobre él, seguro asustado porque su remedio falló. Sin dudarlo extendió sus brazos estrechando la fina cintura y atrajo el pequeño cuerpo al suyo – Me duele mucho-
-Entonces vamos a la enfermería- Neville estaba realmente acongojado, por su culpa el muchacho se había lastimado, sus ojos se aguaron por el miedo y comenzó a hipar amenazando con comenzar a llorar.
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Theodore caminaba apresurado siguiendo el halo de luz que le marcaba el camino de su varita a Neville, podía sentir que faltaba poco para encontrarlo, pudo divisar un par de orejas y al fin respiró con alivio, aunque fue pronto para cantar victoria al encontrarlo entre los brazos de un perfecto desconocido.
-Neville- llamó.
El castaño volteó reconociendo la voz de quien lo llamaba, mostrando su semblante compungido.
El pelinegro estaba que echaba chispas en contra de ese tipo, pero se contuvo, se acercó completamente a los dos que estaban sobre el pasto, con cuidado tomo a Neville de las axilas y lo levantó de aquel sujeto- Me tenías preocupado, no debes hacer eso ¿Entendido?- le riño suave, el Gryffindor solo asintió agachando sus orejitas –No lo vuelas a hacer ¿Qué hacías?- le dio unas palmaditas en la cabeza diciéndole mudamente que no estaba enojado (al menos con él), solo preocupado.
-Estaba con Mione, pero me aburrí y luego me puse a seguir una mariposa, pero me caí encima de él cuando la quise atrapar- contesto entre hipidos – Hay que llevarlo con Poppy para que lo revise-
-¿Y quien es usted? No tengo el honor de conocerle señor- siseó Theodore mirando despectivo al extraño.
- No me conoce porque soy nuevo, soy Joshua Bradbury- se presentó el rubio ¿Y ustedes?-
-El es Neville Longbottom y yo soy Theodore Nott – respondió Theo poniendo tras suyo a Neville, la mirada que le dirigía ese tipo no presagiaba nada bueno -¿Necesita que lo escoltemos a la enfermería?-
-Oh, no se preocupe por mí, no tengo que ir a la enfermería a que me revise “Poppy”, es una cosa de nada- Joshua contestó en el mismo tono que usara Theo, sonriendo entre divertido y molesto por las acciones del pelinegro – Debo ir a otro lugar antes que nada-
-Entonces nos retiramos, una disculpa por lo sucedido joven Bradbury y un placer conocerlo- dijo con fría cortesía, luego tomó la mano de Neville, se dio la vuelta y comenzó a caminar al castillo- Debemos decirles a tus amigos y Pansy que estas bien, estaban preocupados-
Neville solo asintió en acuerdo mientras caminaba a un lado de Theo, se giró rápidamente y agitó su mano en despedida al rubio que seguía en el suelo, para volver a prestarle atención al Slytherin.
Joshua respondió el gesto del castaño de igual manera y le vio entrar al castillo. Echó su cuerpo hacia atrás recostándose en la hierba, usando sus brazos cruzados como almohada. Se quedó allí un buen rato mirando las nubes pasar, pensando que ya tenía una razón para quedarse en ese lugar tan aburrido.