Theodore no pudo evitar que un gemido lastimero escapara de sus labios cuando las notas de un solo de guitarra in crescendo irrumpieron en sus oídos, viajando directamente a su cerebro y arrancándolo sin misericordia alguna de su sueño.
Bufó molesto por ello. Levantó su pecho que se encontraba pegada al colchón de la cama, tomó la cortina del dosel y de un brusco jalón la corrió. Barrió con la mirada la otrora privada habitación para encontrarse con el responsable de su tormento levantando pesas, muy quitado de la pena.
Hizo un mohín de disgusto, entrecerró los ojos aun adormilados e igual que medios ciegos, tanteó en la mesa de noche buscando su reloj, que tomó y revisó la hora ¡¿Las cinco y cincuentaiuno?! -Bradbury- siseó con un el tono helado, que a cualquiera le produciría escalosfríos, pero al parecer al americano le valía un reverendo bledo.
-¿Sí Nott?-Preguntó el rubio de una manera fingidamente inocente.
-¿No crees que es demasiado temprano para que tengas este escándalo?- Preguntó mientras se sentaba en su cama, tratando de espantar el sueño que aun lo llamaba a volverse a recostar y dormir una hora más.
-No puedo dormir, así que decidí ejercitarme- Joshua seguía levantando las pesas que había metido de contrabando al colegio, al igual que aquel aparato reproductor de música muggle alterado, que inexplicablemente subía cada vez más de volumen-Es por el jet lag-
-Y en consecuencia los demás miembros de la casa deben develarse-
-Claro que no. Puse un hechizo silenciador, pero solo de la puerta hacia afuera, como no estoy a compartir habitación, se me olvido aplicarlo en tu cama- Dicho esto, el americano simplemente ignoró al moreno y siguió ejercitándose, ahora haciendo abdominales.
Theo rechinó sus dientes, apartó las sábanas de un empujón y se levantó. Todo su sueño se había esfumado dejándolo muy despierto e irritado. A grandes pasos llegó al baño y se metió azotando la puerta tras sí. Tomaría una ducha que le despejara las ideas y su mal humor. Primero abrió la llave de la regadera y dejó que el agua corriera para templarse, luego se quitó el pijama de fino lino. Divagó mientras entraba ya desnudo al chorro de tibia agua que caía sobre su cabeza, viajando después a través de su cuerpo provocando que su piel se erizara mientras se acostumbraba al cambio de temperatura.
Casi desde el principio Theodore había obtenido la habitación para él solo. Cierto que a diferencia de otras casas Slytherin se caracterizaba por sus amplias habitaciones y que solo se compartían entre dos ocupantes, en consecuencia a ello el número impar de chicos no cuadraba al número de cuartos disponibles, quedando para un afortunado una anhelada habitación. Lo dejaron a la suerte, beneficiándola esta al pelinegro, quedando en conformidad los varones del curso.
Agarró la botella de champú herbal y procedió a lavarse el cabello. En esa habitación vivía en una agradable tranquilidad, rodeado de sus libros, sin compañeros molestos y quejosos por sus hábitos de estudio. Theodore se sentía libre, él no incomodaba a nadie y nadie lo perturbaba, salvo contadas ocasiones en las que interferían sus amigos, pero eran soportables.
Aquella hermosa paz se había roto la noche anterior, cuando al regresar a su casa después de la cena se encontró con la desagradable sorpresa que no solo tendría uno, sino dos compañeros nuevos, el gryffindor y el americano. De Neville lo toleraba, después de todo iban incluidas en sus obligaciones como guardián del chico revisar su comportamiento nocturno y bienestar, además era temporal, pero Bradbury...
La puerta siendo azotada como si la quisieran echar abajo lo trajo de nuevo a la realidad.
-¡Nott! ¡Llevas más de una hora allí adentro! ¡¿Te rompiste la cabeza o qué?! ¡Quiero bañarme!-
Tan ensimismado estaba en pensar, que no se había percatado de su inactividad. Simplemente había recargado sus manos en los azulejos de la regadera y había dejado que el agua corriera libre, enjuagando el champú y llevándose el tiempo.
Rápidamente terminó de asearse, cerró la llave de la regadera y aun escurriendo agua solo agarró y se puso su bata de baño, y una toalla para secar su cabello.
-Todo tuyo Bradbury- abrió la puerta, apostándose a un lado de ella y haciendo un ademán fingidamente servicial invitando a pasar al baño a su compañero.
-Ya era hora Nott- se quejó Joshua mientras se quitaba su camiseta y Theodore salía del baño –Por cierto, diles a los elfos domésticos que deben darle espacio a mis cosas en el baño, está repleto de tus cosas- y de un empujón con el pie la puerta se cerró.
Secando su cuerpo y cabello Theo no podía encontrar otra palabra para describir a Bradbury más que esa simple palabra: Irritante ¿Cómo rayos habían osado meterlo a su habitación? Oh, claro, no era su habitación en términos reales, era la habitación propiedad del colegio y como tal estaba bajo la dirección y supervisión del Director en turno y los jefes de casa.
-Por lo tanto no es tu habitación, recuérdalo- se dijo a sí mismo mientras revolvía su baúl buscando su ropa interior y uniforme. Se quitó la bata dejando solamente la toalla en su cabeza aun húmeda, colocándose los bóxers- Además también tendrás que soportar a Neville- Mientras se vestía, le echó una hojeada a la cama contigua a la suya, vacía. Se suponía que en ella el león debía haber dormido, pero a insistencias de Pansy el castaño se había ido a dormir en la habitación con las chicas en una pijamada. No que lo quisiera haber dejado ir al chico, pero mil veces prefería dejarlo a cuidado de Pansy que dejarlo cerca de Bradbury. Se colocó los calcetines y los zapatos sintiéndose inquieto, desde un principio fue consciente de la manera en como el americano veía a Neville y no se necesitaba ser un genio para saber que Bradbury más Neville en una habitación sumándole una cama no presagiaba nada bueno y esa era otra de las razones por las cuales no quería la presencia del rubio en aquella habitación.
Colocó la ropa húmeda en el cesto donde la recogerían los elfos domésticos y se peinó frente el espejo, revisando que su vestimenta estuviera como siempre impecable. Cuando quedó conforme se puso sus lentes y salió para encontrarse con sus amigos a la Sala Común, con algunos alumnos merodeando por allí, alistándose para ir a desayunar e ir después a clases.
Blaise ya se encontraba sentado en un sofá, leyendo una revista extranjera y a un lado Draco desvenándose la cabeza en algún ejercicio inconcluso.
-Buenos días- saludo, permaneciendo de pie.
-Buen día Theo-respondió Blaise, Draco solo cabeceó en un mudo saludo- ¿Qué tal tu nuevo compañero?
-Sin comentarios-
-Me lo imaginó- opinó Draco que a pesar de estar ocupado, prestaba atención a la conversación
-Pues yo creo que deberías irte con cuidado- Dijo Blaise –No me fió de él-
Era obvio el sentimiento, pensó Theodore. Era una persona nueva en el colegio, era demasiado sospechoso todo ello. ¿Un alumno nuevo? ¿A esas alturas del curso? O peor aún, viendo a detalle los años pasados ni una sola vez, ni una se habían aceptado alumnos nuevos después del inicio de clases, mucho menos extranjeros y más aun a esas alturas de la generación correspondiente. Había algo oculto allí ¿Pero qué?
-Buenos días a todo el mundo-una cantarina voz femenina llegó por la izquierda.
-Buenos días Pansy- respondieron a coro los tres varones.
-Buen día- saludó una voz más bajita.
Esa era Neville que venía tomado de la mano de la pelinegra. Se soltó del agarre de Pansy y corrió a donde Theodore estaba abrazándolo feliz.
-Theo ¡Me divertí mucho! Pansy y sus amigas me trataron muy bien. Aunque al principio querían peinarme y ponerme lazos ¡Pero no quise! Luego jugamos al Snap explosivo, pero este aventaba polvos de colores ¡Gane dos veces y me dieron dulces! También contaron historias de miedo, pero eso no me gusto y me quede dormido-
El Slytherin sonrió amablemente por la cháchara incesante del Neville mientras correspondía el abrazo de manera suave. Revolvió el castaño cabello tratando de controlar la verborrea. En respuesta a aquella caricia Nev refregó sus suaves orejitas contra la mano del moreno, desprendiendo con el movimiento el dulce aroma de almendras; aroma que no le agradó a Theodore. El gryffindor el día anterior no olía así-Mejor dicho, no olía a nada-
-Neville tomó un baño en la noche, al parecer así lo acostumbra- explicó Pansy al ver el ceño fruncido del de anteojos.
-¿En serio?-
-¡Sí! Pansy y yo nos bañamos juntos ¡Fue muy divertido! Estuvimos haciendo burbujas y jugando con la espuma ¡Ah! También dormimos juntos –
-Durmieron ¿Juntos?- El abrazo del sly se ciñó protector sobre el menudo cuerpo.
-Sip-
-Pansy…- siseó Theodore, nada contento con lo relatado, necesitaba una explicación muy buena por parte de su amiga. Pero primero –Neville ¿Por qué no te adelantas al Gran Comedor? De seguro tus amigos te estarán esperando, luego te alcanzo-
-Pero no me sé el camino- respondió con un puchero en los labios el portador de las orejas de conejo. El no era muy bueno recordando cosas, además que el camino que recorrieran en la noche para llegar allí estaba muy oscuro, no lo vio bien y daba muchas vueltas, así como esos laberintos de los cuentos ¡Se iba a perder!
-Por eso irás con Blaise y Draco, ellos te llevaran y te dejaran con Granger, Potter y Weasley-
-Momento ¿Quién dijiste que lo va a llevar?-replicó Draco, ni loco se iba a acercar a la mesa de los leones, mucho menos a San Potter.
-¿No puedes hacerme ese favor?-
-Yo lo llevaré- se ofreció Blaise. Extendió su mano para tomar la de Neville, quien vio inquisidor a Theodore y al ver que estaba conforme con ello, tomó la mano del de ojos aceituna y se dejó llevar fuera de la Sala Común, con un muy molesto Draco detrás de ambos.
-Theo, cariño, no es lo que piensas-Pansý se puso blanca como el papel al verse sola el pelinegro – No me metí con él a propósito. Lo que pasó fue que al prepararle la tina no medimos la temperatura del agua y cuando se quejó que estaba fría me acerque a revisarla, pero no sé cómo se movió que termine empapada. El me invitó a bañarme porque luego me iba a resfriar y yo acepte. Es un niño y te juró que no le hicimos nada- Pansy ya no sabía cómo explicarle a su amigo que ella nunca abusaría de su protegido ¡Ni que estuviera loca para ponerle las manos encima a algo o alguien perteneciente a Theo! Aunque sí se sentía culpable por sentirse atraída por el castaño, no de manera sentimental, claro. Más bien era su parte estética, algo así como cuando no puedes evitar que te guste un lindo peluche o un bello vestido por sus formas.-Hay Merlín-el ceño de Theo se volvía a cada minuto más profundo- ¡Ah! Y eso que durmió conmigo fue porque no tuve corazón para moverlo y…-
-Espera espera espera-Theodore detuvo la explicación de Pansy-Eso no es lo que me molesta Pansy-
-¿Ah no?- la chica suspiró aliviada al saber eso.
-No-
-¿Entonces?-
-No debiste bañarlo sin mi autorización-
-¿Disculpa?-
-Pansy, sabes como Neville terminó así- la chica sintió- Pues bien, mi principal deber es averiguar qué fue lo que provocó ese cambio y que le hubieras bañado no ayuda a saberlo-
-Pero es simple champú-
-Pero tiene ingredientes que no sé como afectaran el metabolismo de Neville ¿Comprendes? –
Pansy asintió, vamos, que no era tan boba como todo mundo pensaba -Lo lamento Theo. Es solo que nunca se me pasó por la cabeza que un simple baño afectaría tu investigación- se disculpó, sintiéndose abatida ¡Vaya ayuda que era!
-No es un reclamo Pansy- Theodore aclaró- Solo te pido que seas prudente si me quieres ayudar a cuidarlo-
El semblante de Pansy cambió a uno de alivio- Oye ¿Te parece que te de la botella? Así podrías estudiar los ingredientes y verificar que no tengan reacciones adversas-
Eso me ayudaría mucho Pans- agradeció-Por cierto, tengo un favor que pedirte-
-Tu di cariño- Pansý respondió solicita.
-Necesito que investigues a Bradbury-
-Dalo por hecho-
Otro error el que la gente caía con demasiada frecuencia, era pensar que Pansy Parkinson era chismosa, Grasso error. Como es bien sabido, la información es poder, y la familia Parkinson por generaciones le daba suma importancia a aquella consigna. Sus redes de información estaban estructuradas de tal manera, que no había lugar en el Mundo Mágico que no hubiera alguien captando información para ellos. Lo mismo aplicaba para esparcir falsos rumores o noticias que ayudaran en los intereses de la familia. Pansy, como toda una Parkinson, tenía acceso a ella e iba aprendiendo el sutil arte de la comunicación, no sin ciertas descalabradas.
Esa era la razón por la que Theo había pedido su ayuda. Estaba seguro que aquella información estaría lista a más tardar a la hora de la comida si lo dejaba en las manos de su amiga.
-Por cierto cariño ¿Crabbe y Goyle?- preguntó Pansy, colgándose de su brazo.
-¿Donde más van a estar esos dos? –respondió.
-Entonces vayamos, muero de hambre- juntos, se encaminaron al Gran comedor.
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Joshua salió de la ducha unos veinte minutos después de haber entrado, alcanzado a ver salir a Nott de la habitación, seguro para reunirse con Neville y sus amigos.
-Neville- Saboreó el nombre del castaño mientras terminaba de secar su cuerpo.
Lo atraía como imán, era una atracción inexplicable, inclusive para él mismo. Joshua acostumbraba a salir con chicos y chicas indistintamente, sí, pero se caracterizaban por ser más bien exuberantes.
No pudo evitar comparar el cuerpo de su última pareja ¿Cómo se llamaba? ¿Brandon? ¿Bruno? ¿Qué más daba? Solo recordaba el espectacular cuerpo del chico, musculatura desarrollada, trasero duro, piernas de infarto; en contraparte el frágil cuerpo de Neville, delgado, suave, trasero tierno y esponjoso, con una piel como durazno, unos labios tentadores, pero sobre todo, una inocencia excitante.
Lo deseaba, no, lo quería. En su vida había deseado muchas cosas: El juguete de moda, la escoba de lujo, el cariño de sus padres; pero nunca había querido algo tan desesperadamente como aquel castaño.
Y para tenerlo debía quitarse algunos estorbos primero.
Sacó de su baúl un espejo al cual le habló.
-Hey viejo, responde-
-Sí joven Joshua ¿En qué le puedo servir?- respondió el viejo Antón, al otro lado del espejo.
-Quiero que investigues a Neville Longbottom y Theodore Nott, pero era para ayer así que apúrate-
-Como ordene amo- el arrugado rostro del mayordomo desapareció, indicando que había ido a cumplir la orden del joven amo.
Joshua botó el espejo sobre la cama y comenzó a ponerse el mustio uniforme.
-Para poder cazar al conejo, debo deshacerme del otro cazador-
Debía deshacerse de Nott a como diera lugar.