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USAGI CHAN por Whisperyuki

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Notas del capitulo:

Hola ^^.

 

-¿Por qué tengo que acompañarte?- Bufó Draco mientras venía subiendo las escaleras  tras su amigo, apartado a una visible distancia, dejando claro que no quería ser visto junto a esa “cosa” llamada Longbottom.

-Porque Theo lo pidió- El moreno no le prestó mucha atención a la velada rabieta de Draco. Más entretenido era ver  a Longbottom  dando saltitos para subir los escalones, haciendo botar inadvertidamente sus orejas y cola de conejo.

Increíble, incluso para él,  como podía considerarlo “interesante”, cuando no hace ni una semana lo consideraba “inepto e insípido”.

-Que simple.

-Además porque quiero.

El rubio  levantó su aristocrática nariz en un claro signo de desdén- Como puedes querer acercarte al Trío Dorado y peor, a la mesa de los leones.

-Digamos que es una retribución.

-No le debemos nada a Longbottom- chilló enfadado Draco. Bueno, no contaba haberle tomado “prestada” su recordadera en primero, atarle las piernas, burlarse de él en pociones…

-A él no, a Theo.

-¿Disculpa?

-Draco- Blaise paró ya en el último escalón –Usa tu rubia cabeza ¿Cuántas veces le hemos pedido a Theodore algo? Y hablo de solo tú y yo, dejemos a Pansy, Greg y Vince fuera.

Malfoy cruzó sus brazos -Muchas- arqueó su aristocrática ceja- Demasiadas.

- ¿Y Cuántas veces Theo nos ha pedido un favor?

El rubio se puso a hacer memoria, escarbando muy a fondo para encontrar algún recuerdo para rebatir a Blaise –Nunca.

-Eh allí la respuesta- comenzó a caminar por el pasillo, sujetando con firmeza a Neville de la mano- Simplemente es  el pago por todas las veces que le hemos pedido un favor. Por lo menos, a mí,  no me  gusta  deber nada, más aun siendo Theo mi amigo. Y sí con esto puedo disminuir mi deuda, pues bien.

-¿Y decidiste pagar tus favores justamente ahora? ¿Haciendo de niñera de eso?- preguntó mordaz.

-Sí ¿Algún problema? – Oh vamos, que eso no contaba como niñera, no llevaba ni diez minutos cuidándolo.

-Tendremos que acercarnos a los gatitos sí o sí.

-¿Y?

-¿Cómo qué “y”? ¡Nos tenemos que acercar a San Potter, la Sabelotodo y la Comadreja! ¡¿Te parece poco?!- al fin salió lo que incomodaba a Draco.

-Ese es tu problema Draco- rió quedamente –Además, tú eres el que me está acompañando por gusto, yo solo me ofrecí a traerlo, nada de tú y yo. No te he lanzado un Imperio para que me sigas.

-¿Y perderme la cara que podrá el Trío Dorado cuando llegues con su amigo? Ni por todo el oro de Gringotts me lo pierdo.

-Lo que digas Draco, lo que digas.

-No me gusto tu tono de voz.

-Y a mí no me gustan los que se engañan a sí mismo, pero aun así soy tu amigo.

Neville no entendía nada de lo que iban hablando aquellos dos, así que los ignoró y mejor iba jugando a no pisar raya, como le había enseñado Mione,  las cosas de adultos nunca le llamaban la atención.

***************************************************

Theodore entró al Gran Comedor solo. Le había propuesto a Pansy esperarla mientras mandaba las lechuzas para recabar la información que le había pedido, pero esta se negó y lo despachó solo, alegando que tardaría, que era mejor que fuera a desayunar y una sarta de excusas que mejor olvidaría.

Nada más entrar, verificó el lugar que Neville ocupaba en la mesa de los leones y asintió quedamente en conformidad. Comía sentado tranquilamente entre Potter, quien reía,  y Weasley, quien estaba tenso completamente y despachando miradas de odio a la mesa Slytherin, como si le hubieran llenado  la boca de cosas realmente desagradables.

Hubiera rodado los ojos por la actitud del pelirrojo, pero intuía, o mejor dicho sabía, que el causante del renovado odio hacia los verde y plata había sido Draco – Tsk, que crio puede llegar a ser.

-Y bien, ¿Ahora qué te hicieron Potter  y Weasley, Draco?- preguntó mientras se servía una taza de té.

-¿Por qué asumes que soy yo el del problema?- Rezongó Draco, plegando su copia del “Profeta”, desdeñando la rabiosa mirada de la Comadreja.

-Pues veras ¿Quieres que las razones las enumere por orden cronológico o por orden de gravedad? Aunque te advierto que la segunda opción será a mi punto de vista, Draco.-le picó Theo, extrañamente con humor para embromarle - Sí tomamos tu manía de dramatizar las cosas, seguro no terminaría.

El rubio le lanzó una mirada herida por el comentario, disfrazada de fastidio-Nada, no me hicieron nada.

-Eso sí es novedad.

Malfoy clavó sus helados ojos furioso, clara señal de que dejara el asunto por la paz

-Déjalo Theo.- Blaise intervino- Lo que pasó digamos que le ha dejado en estado de shock.- Tal como esperaba, Theodore no mostró ningún interés por el hecho -¿Quieres saber?

-Aunque diga que no, de todos modos lo sabré.

- Potter le dio los buenos días a Draco.-risita- Muy parco, muy formal, y  sin insultos de por medio. Agradeciéndonos por llevar a su amiguito a buen puerto.- Blaise soltó la bomba divertido. Se llevo un trozo de salchicha a la boca, saboreando no solo el pedazo de embutido.

-Eso explica la cara de acritud  de Weasley.

-En efecto, Weasley está así desde entonces. Tan predecible pero a la vez tan ininteligible ese león-se rió Blaise.

Ese comentario no auguraba nada bueno.

-Dime que no estás interesado en Weasley-gimió Draco

-Digamos que las comadrejas resultaron un espécimen interesante de estudio.

-¡Por amor de Merlín, estoy desayunando Blaise!-espetó Draco, asqueado de la sola idea.

-Tú preguntaste.

*********************************************

Nott abrió de nuevo el diario que le mandó el profesor Snape,  mientras bajaba a las mazmorras. Releyó las instrucciones impresas en las primeras hojas, explicándole como debía proceder  y donde.

Jugueteó con las llaves anexas, las paseaba entre sus dedos, regodeándose el tintineo producido. Aunque estaba lejos de la emoción que llegó a imaginar  que sentiría al ser guardián las llaves de uno de los laboratorios de Hogwarts, pudo sentir que parte de sus sueños olvidados se estaba cumpliendo- Aunque solo brevemente.

Un jalón en la parte trasera de su túnica le hizo voltear.

-Theo ¿A dónde vamos?- preguntó Neville, sintiéndose nervioso al ver los oscuros pasillos, como si ese lugar le trajera malos recuerdos.

Eso no lo había pensado.

¿Cómo explicarle que iba a experimentar con él?

Guardó silencio, sin detenerse pare responder, su cerebro trabajando a match tres para crear  una respuesta convincente.

La llave giró dentro de la cerradura, con un sonoro clic resonando en el laboratorio.

La respiración contenida, maravillado el corazón.

Nunca pensó, nunca desde que sus sueños de convertirse en medimago se vieron interrumpidos por los giros tragicómicos de la vida que trabajaría en un lugar así.  Bueno, claramente que ni hace cinco minutos estaba agradecido por tener la oportunidad de trabajar en un laboratorio en forma ¡Pero equipado se quedaba corto para describirlo! Era obvio, pues el lugar de trabajo pertenecía un pocionista reconocido como era el profesor Snape. Nunca se compararía en nada a los laboratorios de prácticas para estudiantes, estos  no contaban con algunos materiales que los expertos usaban de manera cotidiana, comprensible, pero este lugar era como el cielo.

Los nervios de Neville se acrecentaron cuando Theodore se detuvo en la entrada de un lugar que emanaba un olor extraño, como el hospital. Aferrando con más fuerza la parte trasera de la túnica del slytherin,  tímidamente se asomó por un costado para mirar   lo que tenía tan absorto al pelinegro.

-Aaugh- gimió, un escalofrío estremeciendo todo su cuerpo. Ese lugar no le gustaba nada, era oscuro y escasamente iluminado, con repisas llenas de cosas disecadas, viscosas y liquidas. Una repisa especialmente le causo miedo, llena de instrumentos como pinzas, cuchillos y cosas que por más que quisiera saber que eran no podría describirlas.

-Theo- lloriqueó, un recuerdo en su mente punzando- no me gusta este lugar, vámonos.

Ops, el pelinegro se le había olvidado su protegido.

-No podemos Neville, tengo que hacer un trabajo aquí.- Bueno, el momento de la verdad llegó - Tengo que hacer una tarea.

-¡No me gusta este lugar!

-Pues siento que no te guste, pero tengo que trabajar aquí y tú tienes que estar junto a mí.-Explicó con toda la paciencia del mundo.

Los labios de Neville temblaron, augurando un estridente llanto.

-Mira Neville,  como ya te dije, tengo que hacer una tarea y tú serás mi ayudante.

Todo rastro del inminente llanto se borró-¿Ayudante?- Nadie le pedía que fuera su ayudante, siempre lo alejaban alegando que era peligroso para su edad o que estorbaría.

-Ajá- Theodore se percató apenas de lo que había dicho ¿Cómo demonios se le había ocurrido decirle eso? Era un completo error. Neville no era nada  hábil en pociones estando en completo control de si, menos ahora siendo un ser amorfo con mente infantil ¿Pero como retractarse cuando la ilusión y el brillo que desprendía el castaño le cegaban?  Además, esto le facilitaba las cosas y ya no tendría que buscar cómo explicarle algunos porqués.

-¡Entonces empecemos!- Se irguió cual largo era, muy feliz de que Theo le permitiera ayudar, así que se esforzaría mucho por no decepcionarlo.

-Bueno, al mal paso darle prisa-pensó el de lentes- Muy bien, verás Neville, debo encontrar la forma de revertir los efectos de una poción ¿Entiendes?

-¿Qué es revertir?-preguntó.

-Es regresar algo a como estaba anteriormente.-Explicó con paciencia.

-Oooh ¿Y cómo te ayudo?

-Necesito que primero te quites  esa ropa y te pongas esto.-Apareció una conjunto de camiseta, pantalón y pantuflas blancas de algodón.

-Pero sí no es hora de dormir- Replicó, pero aun así tomo la ropa.

-No dormirás Neville. Mira, para hacer mi trabajo, te tomare medidas y algunas muestras, así como lo hacen los medimagos,  por eso necesitas esa ropa.

-Ok.-Bueno, a él no le gustaban los hospitales, sobre todo San Mungo. Pero si con eso ayudaba a Theo lo haría. Se despojó de su uniforme (después de siete minutos de lucha por culpa de sus orejas y cola) quedando solo en ropa interior. Ya comenzaba a colocarse el pantalón cuando fue interrumpido.

-Espera Neville -Theodore sostenía una cámara mágica -Primero tengo que sacarte unas fotos comparativas, así quédate un momento, no tardare.

El conejito asintió, temblando de frío por culpa del lúgubre ambiente.

No pasó desapercibido por el slytherin los temblores del castaño, pero no podía modificar el ambiente so pena de estropear algún material, algo verdaderamente inaceptable. Así que rápidamente saco las fotos para las comparativas del expediente de Neville.

Dejó a un lado la cámara. Con su varita le vistió rápidamente, evitando con ello que se enfermara por estar expuesto al frío.

Lo sentó en una silla transfigurada en camilla. Neville meció sus pies de adelante hacia atrás, expectante.

Según el instructivo, ahora debía  tomar  muestras de sangre y cabello. Complicado.

Los estilos muggles siempre eran dificultosos.

No es  que nunca  lo hubiera hecho. En las múltiples clases con el profesor Snape ya lo había practicado. Algunas muestras debían tomarse de esa forma para evitar el contacto con magia, que se contaminaran con esta y que tuvieran reacciones no deseadas.

Ahora, en este caso esta técnica era imprescindible. Se desconocían muchos detalles de la condición de Neville, debía tomar muestras antes de aplicar hechizos para poder estudiarlas.

De uno de los estantes, tomo  un botiquín, de donde sacó lo necesario para la extracción.   Sus manos enguantadas y la jeringa lista.

Tomo el brazo izquierdo de Neville, atándole una banda alrededor del antebrazo.  Limpió una pequeña zona en el pliegue interno del codo del castaño, quien miraba con recelo aquel instrumento puntiagudo que su amigo sostenía con mucha precaución.

Neville no supo cómo, solo sintió un pinchazo en su brazo, viendo incrédulo como la aguja traspasó su carne, pulsando bajo esta y como el tubo de esa cosa se llenaba de sangre.

Nott retiró la aguja al tener la suficiente sangre para la muestra, quitando la banda y cubriendo la pequeña herida. Dispuso de la sangre, guardando el vial tal como se le había enseñado. Se quito los guantes y los tiró al cesto de basura, además desapareció la jeringa usada.

 Dos lagrimones mancharon las mejillas de Neville, que más que dolor,  la gran  impresión de aquello.

El pelinegro sacó un pañuelo, secando gentilmente aquellas lágrimas-Lo que te hice se llama extracción de sangre, Nev. Así lo hacen los muggles y para este trabajo necesitaba hacerlo así. No te explique que iba a hacerte porque de esa manera te hubiera dolido mucho más ¿Comprendes?

-Sí.-Ligeros puntitos bailaban frente a sus ojos, se sentía ligeramente mareado.

Al percatarse de lo mareado que estaba el gryffindor, Theodore  le tomó de los hombros y le acostó para que se le pasaran las molestias- También necesito un mechón de tu cabello, tomaré solo un poco y de donde no se note ¿De acuerdo?-

Asintió mientras cerraba sus ojos.

Agarró un pequeño mechón de  cabello y lo seccionó, guardándolo en un porta muestras.

 -Ahora te lanzaré unos hechizos para reconocer tu estado físico- Después de sacarle la sangre, sabía que debía explicarle  paso a paso lo que estaba haciéndole, así evitaría asustarlo, estresarlo y que esto interfiriera con los estudios, ya suficiente estrés físico había provocado la extracción. –Puede que sientas cosquillas, pero es normal.- Su mano derecha, sosteniendo su varita,  dibujó una floritura, lanzando un chorro de luz verde pálido que bañó a Neville.

Por algunos minutos, no se oyó nada más que la risa del castaño, causada por culpa  del remolino que se había formado a su alrededor por le hechizo de reconocimiento. 

El torbellino  terminó por concentrarse en una esfera sobre la castaña cabeza. Con otro hechizo pertinente lanzado por parte del pelinegro y todo quedo transcrito en pergamino.

-Listo, por ahora es todo. Puedes bajarte de allí.

De un saltó Neville bajó de la camilla y se abalanzó sobre Theodore-¿Te ayude?-

Una sensación recorrió a Theodore-Mucho- se recompuso raudo, ocultando su desasosiego. -Ahora cámbiate para que me ayudes a clasificar unas cosas.- Lo apartó de sí.

-¡Yeih!-Le encantaba ser ayuda. Así que corrió a cambiarse.

Mientras Neville batallaba a brazo partido por colocarse la ropa apropiadamente dando saltitos, como si estos le facilitaran la tarea; Theo sacaba los ingredientes que usó para su fallida poción, los mismos ingredientes pero en forma óptima.

Se puso a pensar en aquella sensación que le recorría cuando estaba con el castaño. Era la misma sensación que sentía cuando de niño y abrazaba a su fallecida madre al verla después de un largo día con sus tutores. Era sorpresa, alegría, quietud, paz y…

El laboratorio retumbó con el sonido de la camilla cayendo al piso con un Neville encima.

Corrió a ayudar al gryffindor aturdido por el golpe. Le levantó del suelo, lo revisó para constatar que no estuviera herido y se inclinó para atarle las agujetas debidamente, ya que estas habían sido las causantes del destrozo.

-Listo-le miró satisfecho desde el suelo, chocando su mirada rojiza con los brillantes ojos castaños del chico, quien le sonreía agradecido.

Sorpresa, Alegría, Quietud, Paz y Amor.

-¡Por Merlín!

Notas finales:

¿Qué tal? Pobre Nev, le sacaron sangre y antes no se desmayo. Por cierto, esta comprobado que hablar acerca de que te va a doler cuando una inyección hace que te duela en serio.

Y Theo con lo inteligente que es ya reconocio lo que siente por Nev,pero una cosa es reconocer y otra aceptar,muajaja.

Bueno,me retiro.

Quejas,regaños, buenos deseos y comentarios click en review.

PD: GRACIAS POR SU PACIENCIA.

Bye.


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