Suspirar, suspirar.
Era lo que había estado haciendo en la última hora, absorto, sentado en el escritorio del laboratorio, mientras sostenía la pluma encima del pergamino y fingía escribir su informe.
-¡Theo!
Sobresaltado, hizo una enorme y horrible raya en el pergamino. Hizo una mueca, y mientras rebuscaba el corrector mágico entre el enorme lío que era la mesa y borraba el estropicio, le respondió bruscamente a la fémina que lo había asustado- ¿Qué pasa, Pansy?
-Poco. Llevó hablándote desde hace mil años y me ignoras.- La pelinegra desestimo la áspera pregunta; mejor centrarse en cosas más importantes que el mal humor que en los últimos días arrastraba Theo. Acercó una silla y se sentó frente a su amigo- Traigo lo que me pediste.-Revolvió entre el bolsillo oculto de su túnica y saco un rollo atado, que le extendió al interesado. Theodore amagó tomarlo, cuando el rollo fue retirado de forma casual - Sabes Theo, has estado de mal humor últimamente ¿Lo has notado?
Theo frunció el ceño -No- hizo otro intento por agarrar el pergamino, pero de igual manera no pudo tomarlo ya que Pansy volvió a esquivarlo, negándole la pieza. –No me dejaras en paz hasta que te lo diga ¿Verdad?
-Mmm, sí, algo así- la pelinegra jugueteó con el rollo, girándolo entre sus dedos.
La risa cristalina de Neville retumbó por el laboratorio, mientras daba saltitos de felicidad al saberse victorioso del juego que compartía con Luna, la única de sus amigos que se adentraba en territorio Slytherin sin sentirse ofendida por las miradas recelosas y los sarcasmos de las serpientes. Ambos slytherins voltearon y vieron al chico, Theodore con gran intensidad, como si con ello pudiera descifrar sus sentimientos.
-Aaahh- Pansy saltó en comprensión de aquello que estaba tan profundamente a Theodore molestando-Comprendo, comprendo.-Bajó la voz, con una gran sonrisa por compartir el secreto develado -Estás enamorado.
-No, tú no comprendes nada- Las palabras de su amiga lo irritaron demasiado ¿Cómo podía comprender ella lo que para él era imposible? Para él, el amor no era solo sentir y ya; porque existían diferentes tipos y razones de amar.
Había amor platónico, romántico, fraternal, filial, impuesto, tormentoso, altruista, pasional, soñador, compulsivo, obsesivo, desinteresado, cruel, doloroso, espiritual, carnal, obsceno, caprichoso, misterioso, interesado… y un largo muy largo etcétera.
Por ejemplo: amaba un buen libro por su argumento, un pedazo de tarta por su sabor. Amaba el relicario que le dio su madre antes de morir porque era un lazo que trascendía la muerte; las gafas que Pansy insistió en regalarle argumentado que le quedaban mejor. Amaba a Pansy y sus locuras, a Draco y su terquedad, a Blaise y sus modos excéntricos, a Crabe y Goyle por su fidelidad. Amaba a su difunta madre porque fue eso, una madre incondicional. Amaba a su padre a pesar de sus ideologías y errores, pero ¿Y a Neville? ¿Qué tipo de amor sentía por el chico? ¿Eran simples instintos de protección? Él no se veía como un macho protector ¿Qué era? Hasta hace nada era eso: nada. Si un fuera por su condición, Theodore hubiera pasado su existencia sin importarle, ¿o acaso era por su condición? ¿Eso que convertía a Theodore? ¿Un pedófilo? ¿Un zoófilo? ¿Un pezoofilo?
Gracias Pansy, por echarle más sal a la herida.
-Oh vamos Theo. -Pansy sonrió, adivinando lo que de seguro su amigo estaba pensando. Acarició el brazo del pelinegro, confortándolo- Sé lo que estás pensando y te diré que no encontraras una respuesta lógica, inclusive una correcta.
-Basta ya. No quiero hablar del tema ¿Está claro?- Theodore dio por zanjado el tema, negándose a continuar con ello, o si no, pasaría horas sentado allí desojando margaritas. Tomó el pergamino de la mano de Pansy. Tomó su varita y lanzó un hechizo silenciador, el tema que tratarían podría ser delicado y debía llevarse con discreción -¿Lo has leído?
-Ok, ok. Y no.-Pansy asintió, para luego ponerse seria.- Tardó más tiempo del que creía.- Refiriéndose a la investigación descrita en el pergamino- Joshua es un pez gordo en el mundo mágico estadounidense. Desciende de Mary Bradbury, así que ya te imaginaras.
-¿Mary Bradbury? ¿Esa Mary Bradbury?
-Ajá. . Nadie quiere meterse en líos con la familia Bradbury por hablar de más ¿Sabes?
Mary Bradbury* fue una bruja respetable y adinerada entre la comunidad mágica británica y norteamericana. Fue tristemente célebre por el infortunado caso de los juicios de Salem, donde por un descuido suyo fue acusada de brujería y pacto con el demonio. Fue la única de los enjuiciados que pudo fugarse, salvando su vida gracias a sus poderes. Su historia fue utilizada muchas veces en los círculos pro pureza de sangre para señalar la barbaridad de los muggles y justificar sus tendencias.
Con dicho anticipo, Theodore se apresuró a desenvolver el rollo y leer en voz alta, para que su amiga escuchara. -Veamos. Joshua Bradbury, nacido el veinte de diciembre de mil…blabla. Estatura metro ochenta, peso… ¿Coeficiente intelectual? ¿Por qué esta esto aquí?- preguntó exasperado, a él no le interesaba para nada la medida del zapato de Bradbury.
-Te recuerdo que es información recabada para mí, querido.- Pansy le explicó con paciencia, aunque una sonrisita burlona se le escapó.
-Bien, pasemos a lo verdaderamente importante.- Ignoró eso y siguió. – Tuvo muchas niñeras, todas renunciaron diciendo que era un niño hiperactivo e incontrolable. Educación con múltiples tutores hasta que entró a Salem. –Qué ironía pensó Theo. El centro educativo norteamericano estaba asentado en esa ciudad.- Lo expulsaron a los trece por múltiples incidentes que lo involucraban. -Frunció el ceño al ver lo siguiente-Merlín, esto es largo.
-¿Qué?- Pregunto Pansy.
-Cincuenta centímetros describiendo los incidentes y expulsiones de diferentes escuelas americanas, es demasiado. Solo para citar unos: uso indebido de pociones estimulantes, duelos no autorizados, mal uso de hechizos, daño intencional a la propiedad, fugas…
-Wow, un chico problema.
-Más que eso. –Descarto momentáneamente los cincuenta centímetros.- Estuvo recluido en una institución mental. Su estancia fue por una condena, en lugar de la prisión fue mutada a permanencia en la institución, hasta que los medimagos lo consideraran conveniente. Fue hace seis meses.
-¿Qué hizo?- Pansy se inquietó.
-No lo especifica. Tu fuente dice que los padres pagaron bien para que los archivos del caso se guardaran con mucho recelo, no ha podido introducir a las oficinas donde guardan la información.
La pelinegra se puso muy nerviosa- ¿Dumbledore lo sabrá?
Theodore bufó-Por supuesto que lo sabe.
-Joshua no me daba mucha confianza. Me parecía extraño su llegada.- confesó Pansy- Ahora con esto, en definitiva, debemos cuidarnos las espaldas.
-Dímelo a mí. Lo tengo en mi habitación.- Y peor, está interesado en Neville.
-¿Qué haremos?
- Esto no debe saberlo nadie más que nosotros.-refiriéndose a su círculo de amigos- Sí alguien más lo sabe y lo va ventilando por ahí, podría ser peligroso.
-Comprendo. – Vaya que podía serlo. No sabían cómo reaccionaría el rubio, podía ponerse violento.
-Además Pansy, dile a tu contacto que deje de buscar por unos días. No creo que se arriesgue a que lo descubran, pero no está de más que evite encender las alarmas y que se le complique más aun la búsqueda. Será poco tiempo, necesitamos saber que ocurrió.
La chica asintió, debían extremar precauciones. No era tonta, había notado el desmedido interés que el rubio tenía por Neville y el marcado desagrado disfrazado que le mostraba a Theodore. Sí fueran otras circunstancias simplemente ignorarían a Joshua; ahora, con esa información no lo podía dejar pasar, sus temores estaban justificados.- Bien, entonces debo mandar algunas lechuzas- Dijo mientras se levantaba- Por cierto Theo, sobre el tema anterior…
-Pansy…-El chico dijo en tono de advertencia, mientras quitaba el hechizo a su alrededor, guardándose el rollo en su túnica para estudiarlo después a profundidad en privado.
-Solo una cosa más.- La chica acunó la mejilla de su amigo, depositando un beso.-Solo déjate llevar.- Pansy se alejó y salió rumbo a le lechucería tranquila. Ella confiaba especialmente en el sentido de Theodore, si tan solo sus otros amigos fueran tan comprensivos.
-Solo déjate llevar- Las palabras comenzaron a punzar en su cerebro como agujas, Theodore pellizcó el puente de su nariz con la yema de sus dedos queriendo tranquilizarse, pero no lo logró.
Esto le estaba sobrepasando con creces.
-Bien, ahora hay que agregarle a la lista de preocupaciones un adolescente psicópata enamorado e influyente, simplemente genial.
Luna y Neville se acercaron, ambos ya cansados de jugar. Mientras Neville se sentaba y se ponía a sacar su set para dibujar, Luna, de pie a un costado de Neville, veía fijamente al pelinegro.
-Pareces como si tu cabeza fuera a estallar.-señaló.
-Realmente Lovegood, no me siento muy bien.
Luna revolvió dentro de su bolsillo, sacando una cajita de madera que desprendía un dulce aroma a fresas. La abrió y le ofreció su contenido a Theodore, quien parpadeó un poco, aun no se acostumbraba a la familiaridad con la que era tratado ahora por la ravenclaw, más había descubierto que la rubia se daba a querer y se podía hablar fácilmente con ella, claro, siempre y cuando no fuera uno de esos temas estrafalarios que la chica acostumbraba.
-Vamos, estoy seguro que te ayudara.-Instó Luna, sus ojos azules brillando.
Extendió su mano, no muy seguro de lo que fuera a tener la caja. Se quedó un poco sorprendido cuando palpó algo fresco y desigual -¿Fresas?
-Sí- Luna se sentó a su lado tranquila, como si llevar fresas frescas en el bolsillo fuera muy normal –Sirven para quitar el dolor de cabeza.- Le dio fresas a Neville, que comía feliz- ¿O eres alérgico?
-En lo absoluto.- Theo se encogió de hombros, que más daba. Se llevó a la boca la jugosa frutilla, suspirando de gusto al tragarla.
-¿Mejor? –Luna dejó la cajita al alcance de todos.
-Sí, gracias.- Realmente mucho mejor. El pelinegro terminó la fruta y se puso de nuevo a redactar el informe. Bufó molesto cuando la idea que iba a escribir no la pudo concluir porque necesitaba compararla con los datos de un rollo. Cuando jaló el pergamino de la pirámide donde tenía varios, algunos rodaron por toda la mesa, cayendo al piso.
-Sí estás muy atareado podrías pedirle a alguien más que te ayude.- Luna se inclinó y se puso a ayudar al chico, que también se puso a recoger.
Frustrado, Theodore le confesó – No sé cómo continuar. He desglosado los ingredientes de la poción, sus efectos según su estado y los que sucederían con la mezcla de las hierbas que Neville llevaba ese día según la…señorita Weasley. –Suspiró - También los posibles hechizos que pudieron golpearlo pero nada. No encuentro ni una pista, nada, es como andar en círculos.
-Debes tomar un descanso.-Luna, desde el piso le convino.
-No puedo, cada día que pasa le afecta a Neville, quien sabe lo que podría pasar.
-Sí fueras a Hogsmade tal vez podrías despejarte y ver las cosas de otra forma.
-Eso sería bueno, pero aún falta para la siguiente salida.-Hey, tal vez Lovegood tenía razón. Debía tranquilizarse un poco y agrandar su enfoque.
-No mucho, es esté sábado.-aclaró Luna.
Se Incorporó, sosteniendo los rollos en su regazo, viéndola incrédulo -¿Qué? ¿En serio?- Realmente en estas semanas el tiempo se le había ido como agua.
Luna asintió con la cabeza, en silencio-Deberías llevar a Neville, seguro le gustará ver el pueblo ¿Te gustaría Neville?
Neville alzó la vista de su dibujo, centrando por primera vez sus castaños ojos en Theodore y Luna-Sí, me gustaría mucho. La abuela me dijo la otra vez que me traería, pero la llamaron del hospital porque…-El recuerdo de ese día puso muy triste al castaño, que agachó su rostro mientras sus labios temblaban.
Eso era extraño ¿Qué había pasado esa vez? Theodore para disipar la tristeza de Neville le revolvió el cabello con su mano libre- Entonces iremos este sábado temprano ¿Te parece?
-¡Sí!-Neville se puso tan feliz, que empezó a decir un montón de cosas que podrían hacer.
-Ahora que lo pienso, la última vez que fuimos compre mi Jackalope.-Luna recordó, dándose ligeros golpecitos despreocupados con su dedo en la barbilla.
Jackalope.
Por supuesto ¿Cómo Theodore había olvidado eso?–Lovegood ¿Qué le pasó a tu conejo?-Tanta emoción fue por encontrar una nueva pista, que dejó caer todos los pergaminos para tomar los hombros de la chica, expectante.
-Jackalope-Corrigió Luna-Pues…ese mismo día se me perdió….mmm…ese día no hubo tormenta ¿Qué le habrá pasado?
Ante esa información, la cabeza de Theodore bullía en ideas.-Por supuesto, eso podría ser lo que me falta ¡Es tan obvio! Ese día las dos estaban discutiendo por el conejo, seguramente tenía un hechizo…-Soltó a Luna, se sentó al escritorio y se puso a murmurar y escribir frenéticamente, olvidándose de lo demás-La centinodia es usada para la poción multijugos, esta potencia los cambios, no había contado con el pelo del animal, esto cambia todo. Tal vez…de alguna forma…debo conseguir uno de esos conejos…
-Jackalope-volvió a corregirlo Luna, que se puso a recoger de nuevo el tiradero de pergaminos.
-Lovegood-paró de escribir- ¿Me podrías decir donde compraste tu mascota?
-Claro, aunque no fue en ninguno de los locales del pueblo. Fue a un señor de un puesto callejero, y tenía solo tres, a lo mejor los vendió todos.
-No importa Lovegood.- El hombre debía saber algo, seguro.
Luna se encogió de hombros, no tenía ningún problema con decirle a Nott como encontrar al hombre.
Theodore asentía mientras escuchaba atento y asentía a las descripciones de la ravenclaw.
-Esta es una de las muchas formar de amar ¿No es así? Primero Neville.
-Primero él, solo él.
Después de todo, Pansy tenía razón, no encontraría una respuesta que le satisficiera.
Solo se dejaría llevar.