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USAGI CHAN por Whisperyuki

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Notas del capitulo:

Hola gente, ¿como han estado? Espero que muy bien. 

Después de meses, actualización. Bueno  lamentablemente mi lap murió (minuto de silencio por favor), también cambie de trabajo y este me absorve más de la cuenta,y lo acepto, la maldita musa se fue de vaga y nomas tuve que traerla a la fuerza de regreso.

 Espero les agrade, nos vemos al final del capitulo.

 

Theodore no era de los que le achacaban a la suerte lo que ocurría en su vida. Para él, todo era acción y reacción, así de simple. Pero últimamente se preguntaba si la muy perra de verdad no existía solo para joderle la vida.

-¡Hey! ¡Sáquenos de aquí! ¡¿Qué acaso no se dan cuenta que nosotros somos víctimas?!-Gritó Ginny, mientras sujetaba los barrotes de la celda y los zarandeaba con fuerza, tratando de llamar la atención de los fastidiados guardias, quienes solo voltearon a verla para lanzarle una aburrida mirada y un gruñido que sonó a algo como “cállate”.

¿Cómo es que había acabado en una celda de detención del Cuerpo de Aurores? Por culpa de Weasley. Al haber tomado la manga del vendedor, habían aparecido un una casucha de mala muerte, donde justamente se estaba llevando una redada por cuenta del Ministerio. De nada valieron las palabras, fueron llevados al Ministerio para ser confinados e interrogados.

La pelirroja pateó un barrote, para luego irse a sentar a un lado de él y cruzarse de brazos, que estaba sentado en la cama de la celda-No te escucharán.- le dijo Theo a la chica, tratando de calmarla, después de todo a él también le estaba provocando dolor de cabeza.

-Oh, ¿en serio? No me había dado cuenta.-Gruñó Ginny, molesta por ser ignorada.

-Es porque estás conmigo.-Explicó Nott tapó su rostro con sus manos, apoyando sus codos en las rodillas.

-¿Y eso qué?

-Oh, vamos Weasley, te creía más inteligente que tu hermano. ¿En serio no te das cuenta? Creen que estas en algo oscuro o siniestro.

Ginny, pestañó, incrédula-¿Solo porque estoy contigo?

-Weasley, esto es el pan de cada día para los que estamos en Slytherin; peor aún a los que somos hijos de Mortífagos reconocidos y encarcelados. Créeme cuando te digo que tu amigo Potter no nos facilitó la existencia.

-¡No es culpa de Harry que sus padres fueran seguidores de ese loco!- explotó Ginny, parándose de golpe, con los puños apretados descansando en sus caderas.

-Y la nuestra tampoco que nuestros padres hayan tomado ese camino, pero ya ves, salimos perdiendo de cualquier modo, aun cuando nosotros tomamos nuestro camino. Malo porque lo hicimos, malo porque no.

La pelirroja miro el rostro cansino de su compañero de celda. Nunca se había puesto a pensar en la carga que debía ser el ser estigmatizado por cosas que nunca hiciste. Molesta, no solo con los tontos prejuiciosos, sino también consigo misma, pisó fuerte hasta llegar a la puerta, patearla y  gritar-¡Idiotas!- Regresó a su lugar, aspiró fuerte y dijo- Me disculpo contigo por haberte juzgado sin saber, perdón.

Theodore estaba sorprendido, miro entre sus manos a Ginny con los ojos muy abiertos- No tienes que hacerlo.

-Lo tengo, si quiero tener mi conciencia tranquila y poder verte a la cara.

Theo suspiró-No es tu culpa, además, ya estoy acostumbrado.

-Los pecados de los padres siempre los pagan los hijos ¿no es así?

La sorpresa del moreno se incrementó, la frase lo describía a la perfección. -A veces es bueno que nadie espere nada de ti, -explayó- así puedes hacer lo que realmente quieres ser. Aunque en mi caso no se aplica.

-¿Y qué quieres ser?-preguntó realmente curiosa Ginny, sentándose a un lado.

-Medimago.- Antes de darse cuenta había soltado ¿Por qué se estaba abriendo con Weasley?

-¿Y porque no lo eres?

-Debo hacerme cargo de los negocios de padre. Puede que sea un idiota y no merezca compasión, pero mucha gente depende de sus negocios, bueno, los que aún quedan a nombre de los Nott. Ya suficiente han tenido que soportar por culpa de padre, para que aparte tengan que quedarse desempleados.- Ginny lucía confundida, así que aclaró- Los trabajadores tuvieron que soportar ser investigados por el Ministerio, para comprobar que no tuvieran nexos con la causa mortífaga.- río amargamente para luego enumerar- Los negocios fueron cerrados para investigación, los trabajadores se quedaron sin empleo de la noche a la mañana sin aviso, sus cuentas se congelaron, no se les permitía viajar, tenían toque de queda y para rematar, al buscar otras formas de sustento se les cerraban las puertas. Habló por muchos cuando digo que fue un alivio que reabrieran sus fuentes de trabajo.

Sabes, soñaba con el día que cumpliría mi mayoría de edad y me largaría de aquí. Viviría como yo quería y no respondería ante nadie, pero no puedo hacerlo, no puedo ser tan egoísta como padre.

Suaves brazos lo rodearon, jalándolo. Se encontró de pronto atrapado en el cálido regazo de la pelirroja, que apoyó su mejilla en la coronilla de chico-Eres maravilloso.

-Eh, Weasley. Agradezco el cumplido, pero no creo que sea el lugar adecuado para esta demostración de afecto.

-Iuck, no te creas tan afortunado,-Ginny soltó a Theodore. No se sintió ofendida, pero notó la incomodidad del chico al contacto - además, ya se de quien preferirías un apapacho.- Oh, Merlín, ella solo bromeó y obtuvo al fin una respuesta inesperada al notar el profundo sonrojo del de lentes.

Ambos callaron, en un silencio amigable. Ginny se acurrucó a su lado, cansada, quedándose dormida al poco. Él dejó su mente vagar.

 

Pasos retumbaron en la celda, ¿cuánto tiempo habría transcurrido? Horas, quizás. Un par de guardias aparecieron, abrieron la puerta y sacaron a Weasley, sendas esposas fueron puestas en sus muñecas para inmovilizarla. La chica estaba horrorizada, él se levantó y trato de alcanzarla y tranquilizarla, no pudo ya que fue reducido dentro de la celda. La puerta fue cerrada en sus narices y la chica  fue sacada de allí.

Largos minutos pasaron, sumándose al tiempo que ya había transcurrido a partir de cuándo los habían traído. Ningún sonido se escuchaba,  aumentando su tensión. Otros aurores aparecieron, repitiendo el proceso. Él no luchó, sabía que no debía hacerlo. Custodiándole, uno a delante y otro atrás, le gruñeron que caminara. Podía sentir la punta de la varita del guardia encajándose en su espalda. Llegaron al elevador y esperaron. Los recuerdos de aquellos días llegaron a Nott. Sentía su cuerpo pesado, su respiración se tornaba poco a poco más lenta conforme el elevador se desplazaba. No de nuevo, rogó por sus adentros.

Al detenerse, un gemido lastimero salió de los labios de Thedore, tan bajo, apenas perceptible. No quería abrir los ojos, los cuales había cerrado. Su cuerpo empezó a temblar. Casi podía ver la escena, el largo corredor, el departamento de Misterios, las pesadas puertas del recinto… la silla de aquel cuarto. Tragó duro, él era fuerte, ya había pasado por esto y salido airoso, podía hacerlo de nuevo. Abrió los ojos. Alivio puro corrió a raudales en su cuerpo al verse en la entrada del departamento de Aurores.

Siguió al tipo de adelante hasta un corredor, lo empujaron dentro de un cuarto blanco, apenas iluminado, una mesa y un par de sillas  eran el único mobiliario. Lo sentaron en la silla de madera que parecía que al menor soplo de viento se derrumbaría.

Espero. Tranquilo, confiado. Un vaso le fue puesto enfrente. Sabía que esperaban de él, no se resistió ¿qué caso tenía? Tomó el vaso con sus manos restringidas y bebió, sin pausas, sin prisas.

Dos pares de ojos lo veían fijamente, estudiándolo.

-¿Sabes porque estás aquí?-preguntó uno, de cabello castaño y muy corto, casi al ras. Este se sentó en la silla libre.

-Sí.

-¿Te estas declarando culpable?- Espetó el otro, un hombre mayor. Su cara surcada de  arrugas se contrajo en un rictus de odio.

-No.

-¡Por el amor de Merlín, Nott!-gruñó el mayor, casi escupiendo su apellido,  palmeó fuertemente su mano en la mesa- ¡Ahórranos todo el teatro!

-Lo intento, pero no puedo ir más allá con sus preguntas capciosas.

Otra palmada en la mesa retumbo con furia por parte del mayor, que se dio la vuelta y camino como león enjaulado.

-Queremos escuchar lo que tienes que decir muchacho.- intervino el de cabellos castaños.

-¿Y qué quiere que le diga?

-La verdad.

-Se la estoy diciendo. Sé porque estoy aquí, porque me encontraron en una casa donde se contrabandean artículos.

-Artículos sancionados y reglamentados por el Ministerio muchacho.

-Artículos de magia oscura- agregó el mayor.

-Miren, mi compañera y yo llegamos allí por accidente. Necesitábamos información relacionada con el  embauco a otra compañera que le hizo el tipo con el que nos encontraron. El tipo trato de escapar, no lo permitimos y terminamos siendo participes de la redada, fin.

Risa resonó en el cuarto. El mayor reía sin asomo de gracia.- ¿Ves cómo nos miente con tal descaro?

-¿Al menos se me permite esa opción? ¿Creen que no sé qué ese vaso tiene Veritaserum?

-Tú.- el hombre de canas se echó sobre de él, su rostro tan cerca que pudo ver sus ojos inyectándose de sangre por la furia- Sabía que eras una serpiente rastrera como tu padre. Sabrá qué cosa oscura estarás utilizando para repeler el Veritaserum.

-¿Entonces acepta que me lo dio a beber?

El dolor punzó su cabeza tan rápido como había caído tras el golpe que conectó su mejilla, un gran morete empezaba a dibujarse en su piel, sus lentes habían volado a través de la habitación.

-¡Maldito bastardo!- gritó el mayor, que se lanzó a un nuevo ataque. La camisa de Theodore fue tomada con tal fuerza que se escuchó como la tela se desgarraba. A pesar de no ver sin sus lentes, el chico mantuvo su vista fija en la borrosa imagen del tipo. No agacharía la cabeza por algo que no hizo.

El golpe nunca llegó. El tipo era contenido por su compañero, que había permanecido impávido hasta ese momento.

Una lucha, una sarta de improperios y juramentos se escuchaban ir y venir. El moreno se irguió, nuevas figuras en la habitación lo desconcertaron.

Tanteó el suelo cercano, buscando sus lentes, que fueron puestos frente a él. Se los puso y alzó la mirada, un anciano frente a si lo dio una sonrisa, la mano que había sujetado los lentes se extendía ofreciéndole ayuda a levantarse, el moreno la aceptó.

-Sabrán que mi cliente presentara cargos por este atropello a sus derechos.

¿Cliente?

-Ese bastardo no tiene derechos ¿O acaso su padre respetó los de las personas que torturó o mató? ¡Mi pobre Lynn está muerta por ese  imbécil!

¿Por qué no le extrañaba la escena? Por el simple hecho que ya había ocurrido, más seguido de lo que a él le gustaría.

La escena era surrealista. De la nada, dos hombres se presentaban ante el esgrimiéndose sus defensores, aurores entrando y quitándole las esposas y mascullando excusas y palabras inconexas. El abogado peleando con ellos y el anciano dirigiéndole una sonrisa que más que amistosa se veía más falsa que un knut de chocolate.

El abogado lo tomó de brazo y lo remolcó fuera del recinto. Hablaba sin parar acerca de las acciones legales a tomar ante la injusticia. Delante, con paso ingrávido desmintiendo sus años iba el mayor. Pronto llegaron a las chimeneas de la red Flu, el mayor desapareció en las llamas verdes, el abogado lo retuvo brevemente mientras explicaba procedimientos a seguir, lo empujó luego y estuvo en Hogwarts en las oficinas del Director. Este estaba tranquilamente de pie, esperándolo, haciéndole unas cortas preguntas, sus delgados y secos dedos tocaron brevemente su herida, murmurando su desaprobación.

Lo  mandó a la enfermería.  Él estaba en automático, bajo las escaleras, pero en lugar de ir con Madame Pomfrey tomó el camino a su Casa.

Quería verlo.

Corrió, corrió importándole un bledo las apariencias, que la gente se le quedara viendo como si fuera un loco. Varios niños de Slytherin se espantaron al verlo doblar la esquina y apostarse en la puerta esperando entrar, ese al que miraban no era Nott, el estoico chico, firme como una piedra.

Paso la sala común, ignorando todo. La puerta de su cuarto azotó con tal fuerza que rebotó cuando entró.

Parpadeó confuso. De pie, en medio de la recámara se encontraba el mismo viejo, imperturbable. Vigilando con ojo de halcón a las dos personas recostadas en la cama de enfrente, durmiendo serenamente.

-Hola Nott.- Ese era Bradbury, quien abrió un ojo y lo saludaba desde su posición, tapando el oído libre de Neville- Disculpa que no te reciba como se debe, pero me costó mucho  que Bunny durmiera.

-¿Qué estás haciendo?-masculló el moreno, sus dientes apretados por el enojo.

-Pues- Joshua lucía totalmente inocente- cuando desapareciste con Weasley fue todo un circo. Pobre Neville, estaba inconsolable, era tan triste verlo así. Llorando tu desaparición, no podía dejarlo así.

Theodore pasaba su mirada de Joshua al anciano. Se estaba formando una idea de lo ocurrido. –No te pedí ayuda Bradbury.

-Oh, lo sé, pero ¿cómo iba a dejar que mi dulce niño llorara por su perro fiel? Era mi responsabilidad consolarlo, aunque eso significara ayudarte a ti.-El rubio contemplo el durmiente niño,  acarició suavemente  la mejilla.

Theodore se acercó amenazante, para ser interceptado por el mayor, que lo detuvo a pasos de la cama. Fulminó con la mirada al anciano, que le devolvió una mirada vacía. Dejó de prestarle atención al hombre y se centró en el rubio-Déjate de esto Bradbury ¿Qué jodido pretendes?

-Vaya, el caballero inglés perdió la paciencia, y yo que pensaba ser benevolente si mostrabas un poco de respeto. En fin.- El rostro del rubio mutó de inocencia a una expresión fría.- Quiero que te pierdas.

-No.- Theodore contestó tajante.

Joshua rio  con burla- Nott, no es una pregunta, es una orden, y como el perro que eres tienes que obedecer. Estorbas.

-No me iré.

-Theo, Theo, mi amigo. En serio creo que el golpe que te dieron te afectó el cerebro. Mi orden esta fuera de toda cuestión. Tú no tienes la decisión en tus manos.

-¿Oh qué?

Joshua sonrió-¿Sabes? Siempre he sentido gran curiosidad el como el sistema de justicia puede ser tan maleable que un abogado puede hundir o redimir a una persona ¿a ti no te parece curioso? Como con términos legales unos simples cargos pueden inflarse hasta llevar a una persona a prisión.

-No te atreverías.- murmuró el pelinegro, sabiendo que rumbo estaba tomando todo esto.

-Si lo haré. Por él haré lo que sea, y si tengo que jugar al abogado del diablo contigo lo haré sin dudar porque lo amo.

-Eso no es amor Bradbury.

-Oh   mi amigo, ¿Qué es el amor después de todo? No eres quien para darme esa lección.

Tanto alboroto terminó por despertar a Neville. Restregó sus ojitos tratando de espantar el sueño, cuando vio a Theodore. Su rostro se llenó de alegría y prácticamente se tiró a los brazos del moreno, quien lo abrazó con fuerza.-Theo, te extrañe.

-Y yo a ti.- Theodore estrechó el abrazo, inundándose en el calor reconfortante del menor.

-Que conmovedor.- Joshua se levantó de la cama, estirándose.

-Gracias por encontrar a Theo, Joshua.-Neville le sonrió al americano.

-Todo por ti, amigo-Joshua se acercó, poniéndose a la altura de Neville, rizó el castaño cabello, sonriéndole. -Y Nott,-se irguió tan alto era, invadiendo el espacio personal del pelinegro, susurrándole al oído- Tienes una semana.

Theo se quedó de pie, abrazando a Neville mientras el rubio se iba de la recámara seguido de su sirviente.

Frente a si, tenía dos caminos. Cualquiera que tomara, estaba seguro que no le iba a gustar el resultado final.

 

Notas finales:

Bien ¿Que les pareció? Esta pobre historia a tardado más de lo debido, ya entramos en la brecha final.

Divagando un poco, no he podido terminar mis otras historias, nomas la mugre musa no quiere cooperar. La tengo encerrada en una jaula a pan y agua hasta que decida trabajar en lo que debe, porque se puso de loca y en lugar de centrarse y continuar con lo debido, se fue por la tangente y comenzo a molestar con una nueva historia de Viktor y Ron, en fin, solo sale el cuerpo de la historia, pero el titulo como lo he peleado y no lo quiere dar ¿Quieren que les platique de que va la historia?

 

En fin, bendit@s por su paciencia, nos veremos en un futuro espero no tan distante, bye bye.


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