Cap.-2 Aceptando responsabilidades
Había pasado un mes desde la última pelea de Shuishi con su “novio-productor”, y eso se estaba haciendo una costumbre cada vez mas seguida, aunque había prometido que aquella sería la última escena de celos que armaría (por lo menos delante de él…) a tan escasos 5 meses del “evento” aquello parecía estar yéndose a pique.
Y para colmo, Eiri (el chico, no el grande) no le ayudaba en nada, y parecía que le pagaban para ser un mocoso malcriado, y estaba seguro de que era aconsejado por el otro mocoso malcriado (si, el grande)
- ¡¡¡¡¡Eiriiiiiiiii!!!!! ¡Por favor, ya es muy tarde y no vas a llegar temprano a la escuela y la maestra me va a regañar a miiiii!!!! ¡¡¡¡¡Eiriiiiiiii!!!!!
- Mmmmgmfggfhhjfhf
- No te entiendo nada….- mientras, revolvía y empujaba el pequeño bulto rubio, para pararlo a como diera lugar.
- No estoy diciendo nada, no quiero ir a la escuela, quiero quedarme a dormir- y se envolvió en las sabanas, dispuesto a seguir ignorando los gritos del cantante.
- ¡aaahhh no, eso si que no, si tú no te levantas yo también voy a llegar tarde, y K me va regañar! – y comenzó a hacer puchero con amenaza de llanto…
- ¡Pues no quiero! ¡no voy! ¡no voy! ¡y no voy! – otra amenaza de llanto, pero esta iba acompañada de un almohadazo.
- ¡Yume-san, Yume-saaaaaan! ¡Eiri no se quiere levantar! – en medio de gritos, llanto y berrinches por parte de los dos, Shuishi le gritaba a alguien que permanecía impasible en la cocina y en espera de entrar en acción.
- Por todos los cielos, que todas las mañanas van a ser lo mismo…
- ¡¡¡¡YUMEEEEEEE!!!!
- ¡Ahí voy por el amor de dios, déjense de tanto grito!!!!
Yume Mizuno era una encantadora mujer de no más de cuarenta años, con cabello negro siempre recogido en un pulcro chongo, con su 1.60 y sus amables ojos negros, era la voz dominante en el pequeño hogar del cantante, la habían contratado cuando Ei-chan era un bebé, para que ayudara al atolondrado cantante (más bien para la paz mental
y bienestar de Yuki de que los 2 iban a estar vivos y completos cuando el no pudiera estar presente…) y desde entonces se había vuelto indispensable, y cuando el matrimonio se separó decidió, junto con el escritor por supuesto, quedarse con Shuihi y cuidarlos, amaba a sus niños mas que a nada en el mundo y haría cualquier cosa por protegerlos.
- ¿¿se puede saber que rayos pasa aquí?? La escena no podía ser mas caótica, Shuishi llorando por que el niño no se quería levantar y el supuesto niño
- enrollado en la cama dispuesto a no salir.
- Muy bien, Eiri, tienes 5 min para salir de ahí, vestirte y bajar a la cocina o de lo contrario me veré en la penosa necesidad de agarrarlos a golpes a los dos, no puede ser posible que a estas alturas sigas haciendo berrinche como niño chiquito, y tu – dirigiéndose a un lloroso Shuishi – o te comportas como el hombre de 27 años que supuestamente eres o yo misma hablara con tu madre para que venga y se encargue de terminar de criarte, por que lo que es mi paciencia la están agotando…
Dicho esto, les lanzo una mirada fulminante que basto para que el pequeño saliera corriendo hacia el baño, sabía cuando podía con Yume-san y esa no era una de esas ocasiones.
- ¿Sabes que lo esta haciendo a propósito, verdad?
- Si
- Es su manera de llamar la atención y de decirte que no esta de acuerdo
- Pues que se ponga en la fila, porque no es el primero…
- Ni será el último, pero si debe de ser el más importante
- ¿Estas diciendo que no me importa lo que mi hijo siente?, te recuerdo que si estoy haciendo esto es precisamente por el, quiero darle estabilidad y seguridad
- ¿Te estas refiriendo a el… o a ti? Porque entonces déjame recordarte a ti, que tiene a dos padres que lo aman y le brindan toda la confianza y seguridad que necesita…
- Si, ¿hasta cuando? ¿hasta cuando crees tú que Eiri va a seguir con su disposición de padre de familia? Si no lo hizo cuando estábamos juntos menos ahora, en cualquier momento se enamora de alguien más, tiene mas hijos y se olvida completamente de nosotros, yo no voy a esperar a que…
- Eso más bien me parece que son TUS miedos, no los de Ei-chan, el no tiene la culpa de que seas inmaduro, inseguro y un reverendo idiota que tiene la solución en sus manos pero su estupido orgullo no se lo permite, acepta que también tu cometiste errores y enfréntalos
- No todo fue mi culpa…
- Pero también tuviste tu parte, si, Eiri es un insensible egoísta, pero tú no eres monedita de oro, ahora prefieres irte por el camino fácil en vez de hacer lo que verdaderamente es lo correcto.
- ¿Y según tu, que es lo correcto?
- No esperes que te de todas las respuestas y te solucione la vida, tu sabrás que hacer con tu vida, lo único que te puedo decir es que de todo esto, el mas afectado es Ei-chan y si tú y el otro idota no se pueden dar cuenta de eso, entonces estamos jodidos…
- ¡Sabes que jamás haría algo que lastimara a Eiri!
- No, concientemente, pero ponte a pensar en que basas tus decisiones, tal vez te lleves una sorpresa… y no te preocupes, yo lo llevare a la escuela, apúrate que se te va a hacer tarde a ti también.
- Pensé que no ibas a solucionarme nada…
- No te emociones, lo que no quiero es que tu psicópata manager venga y me arruine otra vez la puerta… - Yume salió a corretear a Eiri dejando a Shuishi pensativo, ella sabía que a pesar de todo, terminaría haciendo lo que su corazón le dictara, solo esperaba que su corazón no fuera tan necio como el.
La mañana había amanecido húmeda y fría, pero a pesar del clima, el cantante había decidido caminar hacia el trabajo, si de todas maneras iba a llegar tarde, pues entonces iba a disfrutarlo, así aprovechaba para meditar todo lo que Yume le había dicho, la mujer era verdaderamente un dolor de cabeza, pero solo ella se atrevía a decirle sus verdades tanto al cantante como al escritor, y en ese momento Shuishi necesitaba despejar su mente y el trayecto a pie hacia el edificio de NG siempre le había ayudado a relajarse, pero en ese momento ni la caminata ni la época le estaba funcionando.
Diciembre siempre fue un mes favorito para Shuishi, la navidad, los regalos y las fiestas lo ilusionaban tanto, que constantemente tanto Hiro como Yuki tenían que calmarlo (Hiro con palabras y Yuki con besos…) por lo desbordante que se ponía, pero ahora, diciembre no parecía tan luminoso como todos los años, no sabía si era por las presiones de Seguchi-san por terminar el disco antes de fin de año, o porque cada día que pasaba era un día menos para su tan esperada, sonada y anunciada boda y lo problemas que eso llevaba.
La boda, la sola mención del dichoso evento le ponía lo pelos de punta, y no porque no lo ilusionara… ¡por supuesto que estaba ilusionado! Quien no lo estaría, su considerado “prometido” (aún le costaba trabajo referirse a Tomoe con tal título) había contratado a un ejercito de planificadores y a ayudantes para que el no tuviera que preocuparse por nada, todo lo tenía solucionado y eso no lo emocionaba en absoluto, nadie le consulto el color de las flores, el diseño de las invitaciones, es mas ni siquiera el sabor del pastel, o lo que servirían en el menú, y para rematar tanto Tomoe como K, incluido Thoma, habían hecho un circo de publicidad con algo que a el le parecía tan íntimo, ruedas de prensa, entrevistas y artículos en revistas de chismes fue solo el principio, ahora todo Japón sabía la fecha, la hora, el lugar y hasta lo que iban a comer… ¡y todo sin consultarlo a él! ¡a él que era uno de los principales protagonistas! Esa era una de las razones por la cual su stress había llegado a límites insospechados que ni el mismo sabía que existían, había vuelto a discutir con Ichi-san (por enésima vez) y si no fuera porque ya todo estaba listo y pagado, en ese momento mandaba todo al diablo.
No bien había puesto un pie dentro del edificio, cuando fue recibido por una bala… y no necesitaba ser adivino para saber su procedencia.
- you are late, again, dame una buena explicación o en este instante tendrás un lindo agujero en tu hueca cabecita, my little Pink boy…
- ¡Pero K, nos dejaste salir hasta las 3 am! ¿de verdad esperabas que me presentara a las 8 am?
- Tus compañeros estaban aquí puntuales, Mr. Tomoe aseguro que estarías a la hora exacta, ¿debo pensar que no lo viste?
- ¡Exacto! Por si no te has dado cuenta, no vivo con el y no maneja mi horario, aunque eso quisiera, además tengo otras responsabilidades que cumplir ¿porqué nadie quiere entenderlo?
- ¿Será porque tu sentido de la responsabilidad siempre ha sido inexistente? – un disparo más, ahora dirigido hacia los pies, hizo que Shuishi chillara mientras brincaba de un lado a otro, K se divertía con el como si de un patito de feria se tratara…
- ¡¡¡¡¡¡K!!!!!
- What? I don`t understand anything…
- K, basta por favor, si sigues así nos quedamos sin vocalista, sin vocalista no hay disco y sin disco no hay dinero y sin dinero Seguchi nos corre… - un muy avergonzado Hiro había salido en auxilio de su amigo, ver a esos dos en realidad daba pena.
- Tu argumento me convence my dear Hiroshi, solo por esta vez lo perdono, pero la próxima… - y una risa maniática termino la oración dejando a los 2 amigos con los nervios de punta.
- ¡Now, a trabajar o también hoy nos quedamos hasta la madrugada!
Los dos integrantes de Bad Luck salieron como alma que lleva el diablo hacia el estudio de grabación, sin esperar a que su manager se arrepintiera y en verdad matara al cantante, mientras se dirigían hacia el 4º. Piso, Hiro noto el semblante de Shuishi en verdad decaído, conocía a su mejor amigo como la palma de su mano, no en balde eran años de conocerlo y últimamente Shuishi no era el mismo, hacía ya demasiado tiempo que el alegre, explosivo y desbordante carácter de Shuishi difícilmente se dejaba ver, ahora, un Shuishi pensativo, triste y hasta deprimido era lo que generalmente aparecía por la puerta todas las mañanas, aunque el cantante siempre tenia una sonrisa en los labios y trataba de convencer a todos que todo estaba bien, Hiro sabía que eso era falso, algo lo tenía en ese estado y el sabía perfectamente que era ese “algo” e iba a hacer que Shuishi hablara o el se dejaría de llamar Hiroshi.
- Oye, Shu ¿te pasa algo?
- ¡Claro que no! No se porque dices eso, yo estoy perfectamente ¿Por qué no habría de estarlo?
- Eso mismo quisiera saberlo, tu tienes algo y no me lo quieres decir, ni parece que fuera tu mejor amigo, ya no me tienes confianza…
- ¡Hirooooooo! No empieces, en verdad no tengo nada, todos me preguntan lo mismo, no se de donde sacan esas ideas.
- Será porque desde hace tiempo no eres el mismo, no gritas, ni haces escandalo, es mas ya no juegas con Sakuma-san, o inclusive con Eiri, ¿Cuándo fue la ultima vez que saltaste, jugaste y te divertiste?
- Hiro, no soy un niño, no puedo seguir haciendo ese tipo de cosas, tengo que comportarme como el adulto que se supone que soy…
- No me salgas con esas tonterías, eso nunca te importo
- Pero ahora si, no se porque no puedes entenderlo, todos se quejaban de lo fastidioso y escandaloso que era, pues bien, ya cambie, ahora cual es el problema
- Que tu “cambio” tiene que ver con cierto productor, no porque en verdad lo hayas decidido
- ¡Y dale con lo mismo, Hiro, Tomoe no tiene nada que ver! Algún día tenía que madurar, ahora, que haya sido con el, pues por algo será, a lo mejor es lo que necesitaba para seguir adelante…
- ¡Eso ni tu mismo te la crees! A mi no me vas a convencer con tus historias de amor y superación, te conozco perfectamente Shuishi Shindo y no amas a Tomoe, no con la misma intensidad con la que sigues amando a Yuki y no me importa que sigas diciéndome lo contrario, yo se lo que sientes y lo que pasa por tu cabezota, te engañaras a ti mismo, pero a mi no, pero esta bien, sigue con tu teatro, pon tu cara de “soy feliz, todo esta bien” y muérete solo con tu dolor si eso es lo que en verdad quieres.
Hiro miro de reojo al pequeño cantante que iba junto a el, le había dicho cosas que sabía que lo lastimarían, y que en cualquier momento se soltaría a llorar, pero estaba seguro que solo así reaccionaría y se abriría con el.
- Hiro, yo… no, no quiero que pienses eso de mi… yo…- grandes lágrimas salían de sus hermosos ojos amatista, pensaba que podía engañar a todos, a Hiro incluido, pero no, estaba llegando a su límite y el pelirrojo se estaba dando cuenta de eso.
- Tonto Shu-chan, sabes que te quiero, mas que a mi guitarra y eso es mucho decir, puedes contar conmigo para lo que sea, si quieres gritar, gritare contigo, si quieres huir te acompañare hasta el fin del mundo si tu quieres, solo no me dejes fuera, pequeño idiota, y háblame, sabes que te escuchare.
Shuishi se abrazo de Hiro como cuando eran niños, cuando iban a la escuela y se escondía detrás de él para que los bravucones no siguieran molestándolo, no siguió llorando, pero si se sintió reconfortado, Hiroshi Nakano tenía razón, el estaría para Shuishi Shindo, así como Shuishi estaría para Hiroshi.
- ¿Ahora si vas a hablar?
- Aaaaahhhhh, Hiroooooo, es que ya no se que estoy haciendo, pensé que aceptar la propuesta de Tomoe era lo que necesitaba para poner orden en mi vida, y créeme, al principio fue así, pero después todo se me salió de las manos, no digo que Tomoe sea un maldito y me trate mal o a Eiri, o que no me quiera, pero es tan, tan, tan…
- ¿Controlador, manipulador, posesivo, sofocante…?
- ¡Hiro! No tanto como controlador, pero esa manía que tiene de querer saber hasta la hora en la que voy al baño, y luego sus absurdos celos hacia Yuki…
- Mmmmm no creo que sean absurdo ni infundados…
- ¡Claro que sí! Digo, Yuki es, fue el amor de vida, si, pero eso se acabó, no voy a seguir llorando por el, y luego esta Eiri, que no lo acepta.
- Eso es obvio, Shuishi, Ei-chan adora a Yuki y viceversa, por supuesto que no va estar de acuerdo a que otro hombre venga y tome el lugar que se supone es el de su padre.
- Pero ya he hablado con el, le he explicado de mil maneras que no va a dejar de verlo, pero no funciona, se sigue comportando como un malcriado y tampoco voy a castigarlo porque en parte tiene razón ¿Ves ahora cual es mi problema?
- Pues si, pero no es algo como para que te cortes las venas, ya veras que con el tiempo todo se compone, además después de la boda…
- ¡Y eso ni me lo menciones! Eso es otra cosa que me tiene con los nervios de punta, ¡Por Dios! Mas de 250 invitados y ni siquiera conozco a mas de la mitad, yo quería algo mas pequeño, mas, mas, mas íntimo, pero ¡no! Tenían que meter su cuchara K y Seguchi y armaron un alboroto y a mi nadie me pregunto…
- Y por eso discutieron ayer…
- Si por eso ¿a poco te diste cuenta?
- Shuishi, todo NG se dio cuenta, por si no lo has notado, cuando te enojas el volumen de tu voz sube a niveles inusitados
- ¡……!
- Pero no te preocupes estoy seguro que pronto lo solucionaras, de eso no tengo la menor duda…
Shuishi siguió quejandose hasta que llegaron a la puerta del estudio, ahí estaba esperándolos Suguru, junto con la persona a quien menos quería ver en ese momento.
- Buenos días
-¡¡Buenos días!! – Suguru y Tomoe contestaron al unísono, y ambos se quedaron mirando detenidamente al cantante que obviamente trataba de ignorar al productor.
- Eeeeeehhhh… pues…. Bueno, ya fueron muchos retrasos, pero ahora que ya estoy aquí ¡Juro que no me moveré hasta que terminemos, o si no que me parta un rayo!
Shuishi se escondió bajo su máscara de entusiasmo y enseguida se puso a trabajar, Tomoe se dio cuenta de esta acción, había aprendido a reconocer las actitudes y los cambios de humor del cantante y estaba seguro que ese no era un buen momento para buscar una reconciliación, así que dejo trabajar tranquilamente al grupo y decidió buscar un mejor momento para acercarse al el.
- Esta bien, que les parece si vemos el arreglo de la cancion 12, el final no me convenció mucho…
Shuishi le agradeció con la mirada el que haya dejado su asunto personal para después, así la mañana transcurrió tranquilamente, a mediodía pararon para hacer un descanso, los arreglos finales para el disco ya estaban casi listos así que no había motivo para que no se relajaran un momento.
- ¡aaaahhhh! Estos hombres nos van matar de tanto trabajo ¿Por qué no bajamos a la cafetería por un refresco, Shuishi, Suguru?
- Si de veras que lo necesito, vienes Shuishi…
- Aja…
- Shu?
- Aja…
- Déjalo Fujisaki, esta concentrado, y es muy raro que este en ese estado, mejor lo dejamos así ¿no crees?
- Si, tienes razón, Shuishi te traemos algo ¿vale?
- Aja…
Y se fueron dejando al cantante ensimismado en sus pensamientos. Para cuando este reaccionó se encontraba en el estudio totalmente solo
- Vaya par de amigos, mira que dejarme aquí…
Se estiro para desperezarse y aprovecho el momento de quietud para reflexionar acerca de las conversaciones que había tenido en la mañana, tanto Hiro como Yume, le habían dicho cosas que el ya sabía pero que se había negado a aceptar, no había querido comparar su relación actual con la anterior, pero el hecho de que por mas que lo intentara todos sus pensamientos recaían hacia cierto rubio escritor lo tenía de muy mal humor.
- ¿Por qué? ¿Por qué aun después de todo este tiempo me sigues doliendo tanto?
Recordó en todo lo que había vivido en esos 9 años desde que conoció a Yuki esa noche en el parque, se habían casado inmediatamente después de regresar de Nueva York, después de dos años de pleitos, reconciliaciones y un sin número de problemas habían decidido estar juntos para toda vida, casi enseguida después tuvieron a Ei-chan, jamás se arrepentiría de eso, su hijo era lo mejor que le había pasado en la vida, pero siempre había pensado que si hubieran esperado un poco más de tiempo tal vez las cosas hubieran salido de forma diferente.
Al inicio todo fue amor y felicidad, habían formado la familia que tanto habían añorado, pero pasados los primeros años, volvieron a caer en la rutina a la que estaban acostumbrados, solo que ya no eran ellos dos solos, había alguien más que había que tomar en cuenta, pero ninguno de los dos pareció percatarse de ello.
- ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Por qué tuvimos que llegar hasta esta situación…?
Shuishi trataba de recordar en que momento el hogar que habían formado se convirtió en un campo de batalla, cuando las tardes de juegos y paseos se convirtieron en pleitos y discusiones, y no fue la falta de amor, al contrario, se amaban igual o más que al principio, pero dejaron que los problemas pudieran más que el cariño y recordó un incidente que ocurrió años atrás…
**** Flashback****
Se acercaba el cumpleaños número 2 de Ei-chan y Shuishi se estaba esmerando por preparar una gran fiesta, y estaba molesto con el rubio por el poco interés que este mostraba…
- ¡Yukiii! Te estoy hablando, tengo horas hablandote y no me estas poniendo atención, parece como si no te importara…
- Si lo que tu digas…
- ¡Veeeeees! No me estas haciendo caso, te interesa mas tu cochina laptop que tu familia, me puedo morir en este momento y tu ni por enterado…
- No te preocupes no tengo tanta suerte… no ves que estoy ocupado, tengo mucho trabajo atrasado y tu no estas ayudando en nada, así que por favor, podemos dejar esta “conversación” para otro momento – Eiri en verdad estaba estresado, desde hace tres días que su editora lo estaba presionando y el llevaba dos noches sin poder escribir siquiera un párrafo decente, encima tenía al baka encima de el con la dichosa fiesta, que dicho sea de paso a el importaba un comino, su paciencia estaba por agotarse y su mal humor a punto de explotar – estoy a punto de vomitar sangre y tu vocecita retumba en mi cabeza, así que se bueno y vete a molestar a Yume-san, estoy seguro que ella si te va a hacer caso.
- ¡Pero Yume no es el padre de Ei-chan! Y por lo visto a ti no te interesa el título…
- No empieces…
- Es que no se que te pasa, últimamente parece como si no existiéramos, te encierras en el estudio y te olvidas de todo, te estoy pidiendo que me ayudes con los preparativos y me ignoras
- Para empezar la dichosa fiesta fue tu idea, yo te dije que no y te importo un carajo y de todas maneras lo estas haciendo, así que no me vengas con que te ayude, porque desde un principio mi opinión ni siquiera la tomaste en cuenta, siempre ha hecho tu santa voluntad… mira, no quiero seguir discutiendo esto, déjame por un momento en paz ¿quieres? Después seguimos hablando…
- ¡Claro! ¡Lo mismo de siempre, tu eres el que siempre “sufre” y yo el idiota que termina arruinándolo todo! Pues entérate que no te necesito para nada yo puedo solo, por lo visto esa va a ser la historia de mi vida, por que a ti solo te interesa una cosa: tú y nadie mas que tú.
- ¡Deja de decir estupideces! ¡Y no me salgas con tu actitud de mártir porque eso ya no te funciona, mejor lárgate con tu drama a otra parte y déjame en paz de una buena vez!
- No te preocupes, a parir de ahora no volveré a molestarte para nada más, y por la fiesta ni te preocupes, es más ni siquiera tienes porque asistir, en verdad no será necesario – salió llorando del estudio y dejando a Eiri aun más fastidiado de lo que ya estaba, no fue tras el y el cantante no regresó y así dejaron que una simple tontería se hiciera algo más grande.
Y Suhishi cumplió su promesa, después de la discusión no volvió a dirigirle la palabra al rubio y este ni siquiera se preocupo por darle ni los buenos días, y por supuesto no se presentó en la fiesta, no hubo perdón ni reconciliaciones, dejaron pasar el problema como si nunca hubiera existido y cada uno se monto en su orgullo y a no querer ceder en pedir perdón…
**** Fin del flashback****
Ahora a cuatro años después, Shuishi pensaba que eso había sido una reverenda idiotez, pero en ese momento su orgullo pudo más, quiso demostrarle al escritor que podía hacer las cosas sin el y comenzó a ignorarlo, grave error, llegaron a un punto en que ninguno de los dos tomaba en cuenta al otro, fue entonces que la palabra “separación” empezó a formar parte de sus discusiones, Shuishi pensaba que el estar siempre discutiendo y peleando a la larga iba lastimar, ya no a ellos, sino a Ei-chan, el constante pelear ya no estaba resultando sano y antes de que afectara lo que más quería en este mundo, su hijo, decidió que dejar a Yuki era la mejor solución, aunque eso partiera su corazón en dos.
Quien de los dos sugirió el divorcio, no lo recordaba, y eso ya no parecía importante, lo importante fue lo que después tuvo que vivir, cuando Eiri se mudo a un departamento y el se quedo solo con Ei-chan y Yume en esa casa que había sido el hogar de su familia, los días en los que tenía que fingir que había madurado y que tomaba las cosas con tranquilidad, y las noches que pasó llorando y extrañando al que había sido su amor, su vida y su todo, el ser fuerte para Ei-chan no había sido para nada fácil, pero por el y solo por el, había salido adelante y superado ese trago amargo, o eso había creído.
El primer año fue horrible, pero después las cosas volvieron a tomar su curso, Yuki estaba al pendiente de ellos, y se preocupaba de que nada les faltara, era como si el haberse separado lo hubiera hecho reflexionar y valorar lo que tenía, fue entonces cuando Shuihi empezó a sentir que tal vez y solo tal vez, pudieran tener una segunda oportunidad , el todavía amaba a su Yuki, siempre lo haría, de eso estaba seguro, ahora solo faltaba asegurarse de que el también sentía lo mismo, y en eso estaba maquinando un plan, cuando ocurrió algo que lo devolvió a la realidad de una horrible manera…
****Flashback****
Había estado quedándose hasta muy tarde en NG grabando el nuevo sencillo, Yume se había ido a ver a su hermana enferma y el no tenía quién cuidara a Eiri, entonces recordó que le rubio le había dicho que le hablara para cuando necesitara algo, cualquier cosa, sin importar la hora, e iba a aprovechar eso, marco el celular y lo siguiente que pasó lo dejo en un completo estado de shock.
-moshi, moshi…- Una desconocida voz femenina contesto la llamada dejando al cantante helado, ¿Desde cuando Yuki dejaba que alguien mas contestara su celular? O mejor dicho… ¿Desde cuando UNA MUJER contesta el celular de Yuki?
- Heeeeee, perdón es que… busco a Yuki…
- Ahhhh!!! Eiri-san se esta bañando, pero no se preocupe yo le puedo dar el recado…
- Pues… bueno… no es importante… yo solo… - Shuishi no podía hablar, tenía un nudo en la garganta y un dolor en el corazón que no lo dejaba articular palabra alguna, ¿Quién rayos era esa mujer que contestaba tan familiarmente?- pues… mire, solo dígale que hablo… Shuishi…
- ¡Es usted Shindo-san! No se preocupe yo le diré a Eiri en cuanto salga que le hable, no ocurrió algo malo, ¿verdad?
- No, no, yo solo… necesitaba hablar con el…
- Esta bien, yo misma me encargare de que le marque, fue un placer hablar con usted, ya se que no esta bien que lo diga pero soy una gran fan suya, cielos Eiri me matará si se entera que le dije esto…
- No… no te preocupes… yo no le diré nada… bueno… tengo que colgar…
- Esta bien, ¡¡¡¡ Byeeee!!!!
Y colgó dejando a un Shuishi lloroso, confundido y con un miedo horrible…
****fin del flasback****
Shuishi lloraba cada vez que lo recordaba porque eso marcaba el fin de toda una vida de ilusiones. Después conoció a la dueña de esa voz, y eso solo le sirvió para sentirse miserable, Misato (así se llamaba esa gran fan suya…) había sido una chica adorable, estudiaba periodismo, era bella, inteligente e independiente, todo lo que el no tenía, y el hecho de que Yuki hubiera tenido el detalle de presentársela solo significaba una cosa: Iba en serio con aquella mujer.
Y aquí es donde entro el carácter débil e inseguro que tanto odiaba Shuishi de si mismo, se sentía solo y menospreciado, era como si le hubiera caído un balde de agua fría, Yuki había podido encontrar en otra persona todo lo que el no pudo darle, y aunque tiempo después Yuki terminó esa relación, tan intempestivamente como empezó y por supuesto sin dar explicación alguna, eso solo había servido para que Shuishi abriera los ojos a una realidad que el mismo se estaba negando a enfrentar: Yuki ya no era suyo, el podía andar con quien se le viniera en gana y el ya no podía hacer nada, y lo que es peor, podía formar otra familia y tanto el como Eiri pasarían a formar parte del pasado del novelista.
Fue ahí donde Tomoe entró en escena, había tomado el lugar de Sakano-san meses atrás (el que se haya enamorado de una modelo que Rage le había presentado, haya huido con ella a Nueva York y ahora formara parte de XMR, dejó a todos con la boca abierta…) y desde un principio mostró interés en Shuishi, pero este no había hecho caso alguno, hasta que una noche el productor lo encontró llorando en uno de los baños y fue ahí donde descubrió el punto débil del cantante.
Shuishi estaba emocionalmente débil e inseguro, necesitaba sentirse amado y protegido, y Tomoe le dio todo aquello que estaba buscando, lo cuido y lo consoló, estuvo al pendiente de él y no lo dejó solo, y poco a poco se fue ganando la confianza y el cariño del cantante, y para cuando se dieron cuenta ya estaban “enamorados” y comprometidos, no todos estaban de acuerdo… mas bien NADIE estaba convencido del repentino amor de Shuishi, pero el ya había elegido y nadie lo iba a hacer cambiar de opinión.
En eso se encontraba meditando, cuando un ruido lo saco de sus pensamientos, giro hacía la puerta y se encontró con el ramo de rosas rojas más grande que el hubiera visto jamás.
- Tomoe… - una sonrisa melancólica se formó en sus hermosos labios, ese era su “novio”, tan considerado, siempre tratando de quedar bien con el, esos detalles eran los que tanto había deseado… ¿entonces porque no lo emocionaban como debería?- No… te hubieras molestado, no era necesario…
- Claro que si, ayer me porte como un idiota, y no me gusta que estés enojado conmigo
- Yo tambien me porte como un tonto, no debí alterarme de ese modo, pero es que nada esta saliendo como yo quería…
- Shuishi…
- … tu has estado tomando todas las decisiones y no me consultas nada, y luego K esta diciendo tonterías de un operativo de no se que…
- Shuishi…
- … y eso de televisarlo, ¡televisarlo, por Dios! Seguro fue idea de Seguchi-san, por que solo a el se le ocurre ese tipo de cosas como si fuera un espectáculo, o un circo, o un mmmmgggmmmm….
Fue silenciado con un beso, el hombre mayor también había aprendido que esa era la única forma efectiva de callarlo, Shuishi se abandonó en ese beso tratando de que las sensaciones que en ese momento estaba sintiendo fueran lo suficientemente fuertes para calmar a su afligido corazón.
- Todo lo que hago es para que tú no te preocupes de nada, lo único que quiero es que seas feliz, pero no lo estoy consiguiendo ¿verdad?
- No digo que no sea feliz, solo que no es necesario que te esfuerces demasiado…
- Claro que es necesario, quiero que entiendas una cosa, nada, absolutamente nada es suficientemente bueno para ti, quiero que conmigo te sientas seguro y amado
- Y así me siento, de verdad, yo…
- Si, pero no lo suficiente ¿cierto? ¿crees que no me he dado cuenta de lo triste que has estado últimamente?
- ¡…!
- No soy tonto Shuishi, se que nunca vas a llegar a amarme como lo amaste a el, pero espero que llegues a quererme tan solo una minima parte de lo que yo te quiero a ti, pero si eso va ser motivo de estés tan triste, entonces no lo quiero…
- To… mo… e…
- Si nuestro compromiso es lo que te esta poniendo de ese modo, si no estas totalmente seguro de que estar conmigo es lo que realmente quieres, aun estamos a tiempo de detenerlo todo, ya te lo dije y te lo repetiré hasta que lo grabes en tu memoria, para mí, tu felicidad es lo más importante, y si eso significa que tenga que dejarte ir, entonces eso es lo que hare…
Para cuando Tomoe termino de decir esas palabras, grandes lágrimas caian de los bellos ojos del cantante, ese era el momento justo para gritar todo lo que traía adentro, para aclarar sus dudas, sus confusiones y sobre todo para poner fin de una vez por todas a la agonía en la que se encontraba, pero al alzar la vista y verse reflejado en esos grandes y transparentes ojos verdes que lo miraban esperanzado, un gran sentimiento de culpa golpeo a su corazón, lo había utilizado para salir de su depresión, lo había usado como paño de lagrimas y ahora quería botarlo como pañuelo desechable solo porqué no podía olvidar al idiota que era el amor de su vida, no, el no era así, el no podía hacer eso, había tomado una decisión y la iba cumplir a como diera lugar.
- Yo… quiero… estar contigo… quiero… casarme contigo…
- No sabes lo feliz que me haces con esas palabras…
Y nuevamente lo beso, pero este era diferente, era mas apasionado, mas posesivo, exploró con su lengua la boca del cantante, como si con esto intentara marcarlo como suyo, Shuishi trató de responderle con la misma intensidad, se dejó llevar hasta quedar aprisionado contra la pared, se aferró a su espalda mientras el castaño metía una mano por debajo de su camisa y con la otra trataba de quitar el molesto cinturón que no le permitía desabrocharle el pantalón, los movimientos eran cada vez mas intensos, mas desesperados, Tomoe gimió sobre la boca del cantante y esto fue suficiente para que una alarma sonara en el cerebro se Shuishi y como pudo trato de detenerlo.
- Es…pe…ra, por… favor…
- Shu…
- Recuerda… la promesa… - De mala gana, el castaño lo soltó y mentalmente se maldijo por dejarse llevar por las “ocurrencias” de su adorado prometido.
- Si, si, la dichosa “promesa”, no es que me este quejando… pero… nada de sexo… ¡hasta la boda…! No te parece ¿exagerado?
- ¡No! Es… es… ¡romántico! ¿no crees? Así cuando el gran día llegue, será como si fuera la primera vez y lo disfrutaremos más ¿no es genial? – grandes y soñadores ojos de cachorrito trataban de convencer al pobre y “entusiasmado” hombre que tenía enfrente. Si, había sido una idea estúpida, pero había estado tan confundido y tan desesperado que fue lo único que se le ocurrió para ver si así ponía su mente en orden de una vez por todas…
- Si claro, si tu lo dices… bueno ya tenemos casi todo listo ¿Qué te parece si no escapamos y te llevo a un lugar bonito para comer?
- Pero le prometí a Eiri que comería con el…
- Pues entonces pasamos por el y lo llevamos a ese lugar que tanto le gusta y le compramos su “cajita”.
- ¡Si, yo también quiero una! Gracias…
- No tienes porque darlas, solo recuerda que te amo…
- Yo también… te… amo…
Y salió de la mano de su aun prometido, mientras trataba de recordar cuando se había vuelto tan buen mentiroso… aquellos iban a ser los cinco meses mas largos de toda su vida…