Llegó Holmes a Princetone Plainsboro y lo primero que hizo antes que mirar a los policías que le informarían del caso fue correr a la oficina de Wilson y mirar como estaba, a pesar de que su relación no era muy buena sabía que él mejor que nadie podría explicarle lo que había sucedido.
Había visto la llamada perdida de House esa mañana y con la llamada de Lestrade sólo confirmó sus sospechas de que estaba en aprietos muy graves como para atreverse a llamarle en la noche a un horario en el que ya debería estar en casa y no en el hospital porque sabía que en su tiempo de descanso no le hubiera llamado; Lamentablemente le había tomado por sorpresa y digamos que estaba bastante ocupado para haber contestado…ese era el único contra de su relación con Watson, varias veces ya había descuidado su trabajo por estar con él. Por eso se negaba a enamorarse por que el que sirve a dos amos siempre le queda mal a alguno.
Abrió la puerta de la oficina y le encontró sentado en su escritorio con ambas manos cubriéndose el rostro, debía estar destrozado por lo que había pasado, que no sabía exactamente qué pero tenía una o dos sospechas, le encantaría equivocarse en lo que pensaba pero lamentablemente…siempre tenía razón.
-Wilson…- Le habló bajando la mirada castaña para no mirarle a los ojos, sabía que su mirada le recordaría a House y no quería que le doliera más de lo que ya le dolía.
-Vete- Le dijo sin más.
-Por favor, necesito que me digas qué fue lo que sucedió entre tu y House horas antes del incidente…- De repente una brusca entrada a la oficina sorprendió a ambos.
-¡Holmes! ¿Qué diablos haces aquí?- Dijo Watson asomándose a confirmar si estaba ahí, al ver a Wilson hizo una mueca de susto y se salió –Bien, yo hablaré con el personal- Informó desde afuera antes de cerrar la puerta.
-¿Porqué habría de suceder algo?- Le preguntó el castaño evitando su mirada también, porque era obvio que sabía que si Holmes le miraba detectaría su mentira, aún así lamentablemente por el tono de su voz lo hizo.
-Tu dime ¿Porqué?-
-No voy a decírtelo…-
-Bien, entonces me voy. No tengo porqué resolver este caso si al principal afectado no le interesa- Dijo dándose la media vuelta dispuesto a irse.
-¡Espera…!- Le frenó poniéndose de pie bruscamente de su escritorio -¿Porqué diablos tendría relevancia?-
-Los datos que parecen insignificantes siempre resultan ser los más importantes- Le contestó volteando a mirarle.
-¿Vas a contarme?-
-Peleamos porque…hemos tenido problemas en… tu sabes en la intimidad…-
-¿Porqué?-
-Problemas de erección… yo intenté apoyarlo todo lo que pude pero finalmente me mandó al carajo cuando intenté buscar soluciones, me enojé por su actitud y terminamos en una riña bastante fuerte, tal vez le dije una o dos cosas que no debí pero la verdad es que me hizo enojar mucho.- Confesó mirando a otro lado, le avergonzaba contárselo a ese tipo que le caía tan mal pero finalmente si necesitaba saberlo ahí tenía su respuesta.
Holmes escuchó seriamente y suspiró –Entonces supongo que la depresión enfrentada era muy fuerte, así que debió de buscar soluciones…- Dijo mientras caminaba al pasillo ensimismándose en lo que este le había dicho.
-¿Qué pasó?- Preguntó Watson que le dio alcance en el pasillo separándose de los policías que investigaban sin importarle nada que estuvieran hablando con él.
-Tuvieron problemas íntimos…-
-No quiero saber entonces- Contestó Watson rápidamente.
-¿Qué tienen estos idiotas?- Le preguntó acercándose a su oído casi a susurrarlo para que no le oyeran, si se ofendían tendría problemas y era mejor trabajar con aquello lo más rápido posible.
-Pues ya sacaron muchas conclusiones, como sabes House desapareció ayer después de la muerte de una mujer que intentó apoyar para salvar su pierna en ese accidente y al parecer se fue en muy mal estado psicológico a su departamento, en este momento han encontrado aquí que ya había dejado el vicodín tal y como lo marcaban sus estándares en esa clínica mental pero ayer llegó directo a uno de sus escondites de vicodín y debió tomar bastante de esa cosa pues encontraron vomito en la alfombra… Suponen que salió en ese estado, cualquier cosa pudo haberle pasado así pero ya han llamado a todos lados para preguntar por alguien que hayan recibido en estas últimas horas y nada.-
-¿¡Qué?! Es obvio que no es así…- Dijo corriendo al auto de Watson para subirse rápidamente y arrancar sin siquiera interesarse más en el rubio que se quedó ahí mirándole mientras se iba.
“Maldita sea! Sé que algo no está bien… Maldito House ¿Porqué tenían que llamarme a mí para tu caso…? Un caso tan sencillo… ¿Lo habías querido así? ¡Es una locura!”
Daba vueltas y vueltas en la cabeza o mismo, no era posible que le llamaran para una estupidez como esa. Llegó a la dirección del departamento y bajó seriamente observando a todos lados, había dos o tres sospechosos por ahí rondando la zona pero disimuló el no haberlos visto.
Al entrar encontró toda la descripción de Watson, pero los policías ilusos no conocían los secretos del nefrólogo con problemas de ambito sexual. Llegó directo a buscar la computadora, tal vez haya investigado algo ahí, tal vez pensó necesario volver al vicio que al parecer antes de dejar no le había causado ningún problema en esas áreas de su vida obviamente más importantes que lo demás, podía entrar en la mente ajena con facilidad porque él lo hubiera razonado de alguna manera así, encontró varias medicinas, revistas de investigación médica que abarcaban ese tipo de temas pero nada de la maquina ¿Se la habría llevado también?...
Al quitar el sillón de su lugar encontró una nota con apariencia sucia y maltratada, como si se hubiera revolcado en el piso varias veces. La nota decía una palabra solamente:
INGENUO
Holmes levantó la mirada a la ventana, y al asomarse entonces encontró señales de lucha y el bastón roto de House atorado en esta ¿Pero como es que estos idiotas no se dieran cuenta de ello? -Maldito servicio de investigación policíaca…- Musitó mientras miraba fijamente el bastón desglosando varias teorías.
Giró sobre sí para dirigirse al baño que estaba lleno de los cristales del espejo roto y los miró fijamente notando que había un ligero olor a cloro ahí dentro, la ventana del baño estaba abierta por lo que quien había estado ahí intentó eliminar este aroma de ahí, venía de la tina de baño, se acercó con un destello de emoción en la mirada castaña y descubrió tenues rastros de sangre que no había alcanzado a enjuagarse en el filo de la tina, casi invisible a cualquier persona, pero él no era cualquiera. Tomó la muestra secando la sangre con un pañuelo para investigar el ADN, estaba seguro de que la sangre era de House pero debía tener pruebas de sus teorías para las exageraciones del FBI, rodó los ojos al darse cuenta que uno de lo cristales se había ido dentro de la taza de baño y levantó la tapa dándose cuenta de más rastros de sangre lo cual lo hizo alarmarse, siguió recorriendo el lugar aquí y allá encontrándose con varios rastros que iban armando mentalmente la escena del crimen.
Finalmente tomó las llaves del auto y se fue tristemente después de haber analizado varias teorías de acuerdo a las pistas encontradas Sabía lo que había pasado, y lo peor es que nunca se equivocaba, miró a ambas esquinas de la calle y logró vislumbrar a un tipo que le esperaba en una esquina ¿Estaría armado? ¿Pero en qué cojones se había metido House para todo esto?... Idiota.
Caminó como si nada hacia el tipo y antes de llegar echó a correr tacleándolo haciendo que cayera al piso con él, este intentó sacar el arma pero Holmes lo inmovilizó hábilmente quitándole el arma y apuntándole con ella –Alto idiota!!- Le dijo pero entonces escuchó algo que le hizo perder toda confianza en sí mismo.
-¡¡¡SHERLOOOCK!!!- La voz de Watson resonó desgarradora en ecos en aquella calle seguida de un portazo de auto y el sonido de un disparo que culminó en un intenso dolor en el hombro del detective.
-¡Agh!- Gruño intentando no quejarse y siguió sosteniendo el arma con la mano buena escuchando un disparo más que por el sonido sabía perfectamente que era de parte del arma de su John. Le buscó con la mirada intentando no descuidar al tipo al que le apuntaba y este acudió a él corriendo notoriamente preocupado.
-¿Estas bien?...Déjame ver eso- Le dijo apresurado pero Holmes negó –No, ¿Trajiste las esposas? – Le dijo intentando hacerle reaccionar, ya después podrían preocuparse después de arrestar a ese par de bribones, uno que estaba tirado con una herida de bala a media banqueta y el otro que tenía Holmes inmovilizado.
Watson entendió inmediatamente y sacó unas del bolsillo de Holmes y las que él traía arrestando a ambos tipos y jalándolos a su auto para meterlos a la fuerza con un poco de ayuda del pelinegro que cerró la portezuela del auto y luego se quejó –mghm…diablos…- Dijo suspirando y tomándose el hombro con la otra mano.
-Permíteme…- Le dijo retirando su mano y besándola un par de veces –Te he dicho que no vengas solo- Comentó buscándole la mirada lleno de preocupación y mostrándose muy serio ante eso -¿Y si te hubieran matado?...¿Qué es lo que pretendes que yo hiciera si ti?...-
Holmes se sumergió por un momento en aquellos ojos y una tenue sonrisa se dibujó en su rostro –Lo siento…- Dijo con sinceridad, no lo había pensado, era raro ahora tener a alguien dependiendo de él y viceversa. Tendría que acostumbrarse a ello porque Watson estaba loco por él y ahora podía detectarlo en aquella mirada seria llena de preocupación, le hubiera besado de no ser que Watson comenzó a presionar la herida para detectar donde estaba la bala, ¡Según él! Sabía muy bien que tenía que vengarse del trauma de algún modo –¡¡Agh!! ¡¡Watson!!- Se quejó haciendo una mueca de dolor y respirando profundamente.
-Tienes suerte de que no fuera una bala expansiva, eres un tonto- Le dijo sonriendo de lado y caminando a abrir la cajuela para sacar el botiquín, le importaba poco llenarse de sangre, tenía que detener aquel fluído o Holmes estaría en peligro. Hizo una seña a Lestrade para que se fuera con el auto, sin reprochar se fue ya que a decir verdad no quería que esos idiotas se quedaran a ver el show del dolor de su Holmes. Al notar que ya estaban lo bastante lejos prosiguió.
Tuvo que sacar la bala aunque notaba el dolor contenido en las expresiones de Holmes, no se quejaba de lo que le hacía pero sabía que le dolía por alguna razón, incluso él mismo podía sentir aquella sensación en su misma alma, le besó para distraerle mientras por fin oía la bala caer al piso, se separó para tratar la herida mientras Holmes le miró ensimismado en sus pensamientos, ahora que esa bala estaba fuera podía pensar con más claridad ¡Pero si estaba en bandeja de plata su investigación! Sabía dónde estaba House… Lo peor es que no era muy agradable ese hecho ahora que casi tenía todas las piezas del rompecabezas…
-¿Qué pasa Holmes?- Preguntó Watson al terminar de curarle y ver que ni se inmutaba.
-Sé lo que pasó…- Respondió serio en un tono neutral.
-¿Sigue vivo?-
-No lo sé…-