Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre nicotina y Vicodín por Tierna Kikyo

[Reviews - 57]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Al fin un capítulo más, mil disculpas por la tardanza y espero que como vaya resolviendo el caso junto con Holmes sea de su agrado... tardé mucho en decifrarlo yo misma. 

Dedicado a mi queridísima Karelin~

-…¿Qué diablos pretendes con esto? ¡Ni siquiera estoy tan cachas! Puedes encontrar un millón en la calle mejores que yo- Nuevamente aquel hombre no contestó nada, unos guantes de piel le acallaron.

Había sido mala idea no cubrirle la boca pero quería escucharlo, quería en verdad escuchar su delirio.

House desnudo lucía muy bien atado a aquella silla con los ojos cubiertos, era un crimen perfecto y a decir verdad nadie sospecharía un ápice. Ese maldito de Holmes le había arrebatado al ojiazul la pasión del pecho y él iba a devolvérsela haciéndole ver que de algún modo era especial por ser él y que aunque hubiera alguien más con la misma mente no la utilizaban para lo mismo, juntos serían un perfecto equipo pero lamentablemente los genios no se llevan bien entre ellos, sus excentricidades son demasiadas y no encajan juntas.

La agitada respiración del nefrólogo se pausó en una violenta toma de aire que llenó sus pulmones y le hizo palidecer en un silencioso suspenso, la mirada afilada que sentía sobre él casi podía hacerle caricias con simples ideas lujuriosas que sabía rondaban la cabeza de su victimario mudo, al menos para él, no había dicho ni una sola palabra desde que le había secuestrado así aquella noche de un modo tan perfecto. Nunca supo, a pesar de todos sus métodos para saber de la gente, cómo diablos le había apresado y ni siquiera sabía si era uno solo el que había hecho todo aquello, le habían robado de su casa violentamente.

El aliento de aquel hombre se sintió en su entrepierna, lo cual le llenó de miedo, pero era un miedo morboso… por alguna extraña razón esa situación le ponía, siempre había sido un hombre llevaba las cosas al límite y si iba a morir después de aquello mínimo iba a disfrutarlo por extraño que fuera el sujeto con el que estaba.

-Ahh…- Jadeó sin quejarse más al sentir que aquellas manos le destapaban la boca y se posaban en sus muslos, se arqueó en la silla al sentir la cálida cavidad en su miembro y jadeó nerviosamente intentando tomar aire lo más silencioso posible pero las cosas le estaban saliendo mal, a decir verdad se estaba poniendo duro muy rápido… un momento eso era un milagro, no le había pasado eso después de haberse tirado a Holmes, aquel hombre le había robado todo después de ese encuentro, le había dejado confuso, con contradicciones mentales y sin saber a dónde iba, cada día más perdido, cada día peor de hundido en el lodo y ahora esto: Traducido al lenguaje de House, su salvación.

Aquella boca comenzó a moverse sobre su miembro, lo mordió ligeramente al engullirlo, le recorrió a lametones y mordiditas, se detuvo un momento sobre su glande de forma experta, no supo ni cómo pero ya estaba duro sin siquiera pensarlo, su sangre hervía y la maldición se había largado, la cara del detective pareció salir de sus pensamientos en cuanto aquello sucedía, un alarido extasiado se dio al comenzar a hacer un repetitivo movimiento de sube y baja en su miembro haciéndole adentrarse en aquella cavidad, apretó los ojos bajo la venda que le impedía la vista y su agitada respiración exigía más y más.  Estaba perdido, los dedos enfundados en aquellos guantes presionaron sus pezones, los apretaron, les acariciaron, después aquella cavidad se quitó de donde estaba y una de aquellas manos le suplantó comenzando a moverse con brusquedad sobre su pene, House respiraba arrítmicamente cada vez más anhelante de venirse, su respiración hacía un eco delicioso en ese cuarto de baño donde le habían ocultado desde el día de su secuestro, eso le ponía aún más por enfermo que sonara. Aquella boca mordió uno de los pezones, lo chupó y succionó pasando al otro del mismo modo. –¡Uhn! ¡Mgh!- Contuvo gemidos que estuvieron por escapar, no debía mostrar tanta debilidad pero aquello le hizo temblar de placer, sus facciones se deformaban,  contorsionaban en muecas de placer tan delirante que era imposible ignorarlas, imposible ignorar que le encantaba y que las suposiciones del victimario eran correctas, tal fetiche le gustaba al doctor también…

------------------

-¡Sígueme Watson, es por aquí!- Gritaba Holmes librando a un par de matones en su camino, Holmes sabía muy bien a todo lo que se enfrentaba pero si se lo dijera al rubio seguro que lo ahorcaba por no mencionarlo antes, la misión era peligrosa pero no tan complicada como las que ya habían desempeñado tiempo atrás, él no necesitaba de otros agentes estorbando en su trabajo, tenía suficiente con Watson cubriéndole la espalda. En tiros de puntería extraordinaria el rubio se deshizo de aquellos tipos sin matarlos, claro estaba.

-¡Eureka!-

-¡Exacto!- Respondió el pelinegro que aligeró el paso para finalmente dejar de correr y jadeando de cansancio frenar e inclinarse agarrándose las rodillas e intentando recuperar el aliento, cerró los ojos frunciendo el ceño ligeramente para recuperar el aliento en un par de suspiros profundos para después incorporarse y mirar al ojiclaro. –Escuche, el objetivo está a dos edificios de aquí y con suerte ya no tendremos más de estos tipos tras nosotros- Aclaró mientras seguía el camino señalado e iba apresurando el paso nuevamente hasta correr lo más rápido que daban sus piernas.

-Holmes eso es genial pero… ¡Oh espere!- Corrió tras él dándole alcance y siguiéndole el ritmo de su huída, alerta como el perro fiel en el que se convertía cuando se trataba de cubrir al otro en ese tipo de misiones…

----------------

Iba cada vez más rápido sobre su miembro, House estaba loco de placer, jamás pensó que un secuestro en su caso fuera tan excitante. A pesar de que el secuestrador era mudo o algo parecido, pues no se le había escapado una sola palabra desde que le habían llevado ahí, House de repente tuvo una terrible sensación de quién le tocaba era alguien conocido a pesar de sus precauciones. Estaba por venirse cuando aquel hombre se detuvo al saberlo y le dejó ahí muriéndose de ganas por terminar.

“Ahí está tu pago idiota…”

Se escuchó rechinar de modo molesto la puerta al cerrarse y House sólo se quedó allí con la respiración muy agitada aún ¡No podía creer que le haya hecho tal infamia! La vida era injusta ahora que había logrado algo que pensó que sería imposible después de Holmes. Nada volvió a ser lo mismo cuando se fue, el recordarlo le hacía desear algo que no tenía y su mente tan “positiva” y realista no le permitía disfrutar lo que tantos años de devoción le habían dado. Holmes no era para él porque ambos eran polo iguales, chocaban constantemente. Pero él sentía un terrible deseo por volver a poseerlo, de sólo pensarlo le hervía la sangre y su piel ardía, no estaba seguro si Holmes tuviera el mismo pensamiento…

-¡Oye vuelve aquí cobarde! ¡Termina tu maldito trabajo!- Exigió recordando que tenía la boca libre de esas molestas cosas que le impedían hablar.

No hubo respuesta… o no la que hubiera esperado, la puerta se abrió de golpe y de repente un golpe lo derribó al piso, la voz de un sujeto bastante agitado y frenético. -¿¡CUÁNTO TIENES SIN VER A SHERLOCK HOLMES?!-

House apenas si pudo reponerse del golpe tirado ahí en el piso retorciéndose por el dolor que el brazo en el que había caído le generaba. –¡Agh!- Gruñó intentando calmarse y no demostrar debilidad alguna –Un par de meses…- Contestó fácil y rápido, ¿Pero qué sabía esa persona de Sherlock Holmes? ¿Todo aquello era por conocerlo? Vaya que tenía mala suerte. -¿Porqué? ¿Vas a hacerle una visita?- Preguntó con sarcasmo recibiendo una patada en el rostro como respuesta.

-¡Maldita sea! ¡Ni siquiera contesta tus llamadas! Comienzo a creer que no me serás útil para atraerlo a mi telaraña… ¿Sabes lo malo que es eso verdad? ¿Todavía quieres que se te termine el maldito trabajo?-

House guardó silencio ¿Pero de qué diablos hablaba ese idiota? ¿Pensaba hacerle daño a Holmes? No quería que por su vida miserable acabara la de Holmes, la que sí valía la pena por una que él en lo particular ya tenía tedio de vivir, ¿Cómo hacerle llegar el mensaje de lo que pasaría? ¡Era una maldita trampa! Y lo peor de todo esque sabía que el idiota se sentiría culpable e iría en su búsqueda, daría con él y… lo matarían.

-Vas a hacerle una llamada y si cometes un error ahora mismo te corto el maldito pito, vas a decir lo que te ordene si quieres conservar eso más tiempo ¿¡Comprendes?!- Le dijo aquel hombre tirándose al piso acomodándose contra él para susurrar aquello en su oído en un tono tenebroso, era claro que aquel hombre hablaba en serio, afortunadamente él tenía una clave con Holmes e intentaría utilizarla en ese momento, era como el ajedrez. Un movimiento en falso y todo el juego se iba al carajo…- Tiró de él aquel sujeto para poner en pie la silla en la que House estaba y lo abofeteó al escuchar un quejido de parte de este, se había fracturado el hombro, ahora lo sabía claramente, pero era mejor no quejarse más sino quería enloquecer a ese hombre a que cometiera una locura.

-¡Ni se te ocurra hacer eso al maldito teléfono!- Exclamó el tipo para después abrir lo que sonó como un teléfono móvil –¡Dame el maldito celular de este infeliz!- Le ordenó a alguien ahí… Entonces son dos, más el otro que estaba atendiéndole antes que seguro no estaba entre ese par, el maniaco y el otro.

-Al parecer este celular tiene clave, señor-

-¡La maldita contraseña!- Exigió pateando sin piedad la pierna de House.

-¡AH!- Se quejó abiertamente conteniéndose de hacer más escándalo -5041…- Jadeó ahogado después. Se escuchó que marcaron el número –No más de 3 minutos, vas a decirle lo que te está pasando y que su amiguito James le manda un amistoso saludo, que si no viene por ti esta noche tu cabeza va a rodar. A tu manera, adórnalo como te de la gana porque seguro que es tu última conversación con el detective…- Comentó el tipo, que ahora sabía se llamaba James… y eso le hizo recordar a Wilson ¿Cómo se encontraría ahora? ¿Dónde estaba?... Era un idiota al pensar que podía relacionarse con el detective sin problemas.

El celular fue puesto en el oído ajeno y unas tijeras fueron sonadas en el otro –Sabes muy bien lo que te va a pasar si intentas algo más…- Musitó el tipo mientras aquella cosa daba tono…

¡Tenía las pelotas en juego y esta vez literal! -¿Sí?- Se escuchó del otro lado de la línea, el tipo había puesto el alta voz.

-Holmes, soy House. T-tu amiguito James te manda un amistoso saludo desde aquí.-

-¿Qué? ¿House? ¡¿Pero qué diablos?! ¡Moriarty! ¡Deja ya tus malditos juegos!- La voz agitada del detective en ese momento se hizo más notoria al gritar. Sólo se escuchó una risa maniática y un golpe en el hombro del nefrólogo como indicación de que continuara con el mensaje.

-Voy a darte este mensaje a mi manera. Creo que me gustaría estar entre nicotina y vicodín ahora, mi cabeza va a rodar si no das con la dirección esta misma noche. Así que dile a Wilson que le amo-

Holmes guardó silencio en el teléfono escuchando las risas de Moriarty, lo sabía, sabía que se trataba de ese tipo –Descuida, tendrás vicodín…No te rindas amigo-

El teléfono fue quitado de House y Moriarty se puso al teléfono –Adioooos~-  Canturreó en la bocina colgando el teléfono, 2:59… Casi tres minutos pero había impedido la localización teléfónica si es que éste quisiera usar eso contra él.

-----------------------------------------------

Sherlock se detuvo en medio de la calle y Watson se paró a su lado -¿Qué pasa?...-

-Es una trampa…-

-¿Cómo lo sabes?-

-House y yo somos buenos para transmitir cosas sabes…no quiere que vaya. “Voy a darte este mensaje a mi manera” Es no quisiera que lo supieras pero estoy en problemas, “Creo que me gustaría estar entre nicotina y vicodín ahora” Estar él, no yo, no quiere que vaya ¿Ves?, “Nicotina y vicodín” Es una alerta que inventamos previniendo alguna cosa así, sólo algo de alta importancia daría lugar a esas palabras en la línea… significa muchas cosas pero en este caso… es una maldita trampa de ese idiota, seguro piensa matarlo antes de que lleguemos…- La última frase no la decifraría para Watson porque se le había hecho lo más cruel del asunto “Dile a Wilson que le amo…” Era un sarcasmo, obviamente él sabía lo que estaba pasando porque… estaba implicado en todo aquello ¿Y ahora cómo no mandarlo a la cárcel? Lo de que lo amaba era verdad sin interpretación, por eso mismo no podía señalarlo al despejar el caso, estaba entre la espada y la pared…

-Vamos a tener que pedirle ayuda a Lestrade, ya tengo el lugar, sé exactamente dónde lo tienen…y no es donde pensaba- Decía intentando controlar su respiración.

-¿Y cómo diablos lo sabes?- Preguntó Watson sin poder dejar de mirarle asombrado.

-Porque ya hemos estado allí Watson…-

-¿Un lugar conocido?-

-¿Recuerdas cómo rechinaba la puerta del baño del departamento pasado?...-

-Holmes… a veces me das miedo…- Confesó el rubio con una sonrisa nerviosa apresurándose a tomar un taxi, lo necesitarían para llegar.

-¡Llama a Lestrade!- Exclamó el detective mientras se apresuraba a subir al taxi a lado de Watson –Pide refuerzos y adviértele de que tenga mucho cuidado…-  

Notas finales:

¡¡Reviews reviews!! ¡Que ahora sí planeo terminarlo en este verano! xD Gracias por leerme y su paciencia.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).