Al día siguiente Holmes estaba fuera del hospital fumando un cigarrillo con nervios, aquellas imágenes de House y Wilson en su mente le atacaban sin poder dejarle tranquilo, lo único positivo del asunto de estar en ese lugar de locos es que Watson ya había amanecido mejor y en un par de horas de observación le darían de alta, al fin le había curado aquel pervertido, sin embargo dudaba mucho que alguien más hubiese podido resolver aquel caso con tal "eficacia" por que a pesar de la ligera tardanza pudo curarle en tres días...bueno, con ese cuatro, pero el mérito estaba hecho a pesar de que él había tenido que intervenir en la resolución. Entró al hospital una vez dio la última calada a su cigarro tirándole al pavimento y pisándole con la suela de su zapato. Mientras caminaba por el pasillo encontró a Wilson y no encontró donde meter la cara al verlo, ya no podía mirarle con seriedad después de lo que había visto. Le saludo de lejos y se siguió caminando cosa que se le hizo rara al castaño sin embargo le tomó poca importancia.
Llegó hasta donde Watson pero no le encontró dentro de la camilla como siempre sino que esta estaba vacía y se escuchaba la regadera del cuarto de baño, Holmes caminó hasta aquella puerta -Watson... ¿Estas bien, ya?- Le preguntó dándose cuenta después que era una idiotez su pregunta ya que eso el rubio no podía saberlo, pero bueno, si no se sintiera mejor no hubiera podido levantarse a bañarse por si mismo...
-¿Holmes?- Preguntó primero y se asomó un poco por la cortinita de la regadera -¡Oh! Vaya pensé que se tardaría más en regresar lo siento...- Le comentó sonriéndole y volviéndose a meter a la regadera -Ya casi termino, me dijeron que podré irme en dos horas de aquí si los últimos estudios que me mandaron hacer son normales.- Le comentó alegremente. Holmes perdía la mirada en las inciertas formas de Watson a través de aquella cortinita de plástico, se recargó en la pared logrando mirar en una rendija apenas un poco pero con aquello le era suficiente "...Watson..." Pensó sin querer sonrojándose un poco...apenas si tenía recuerdos de las noches de sexo que pasaban después de haber tomado varias copas, sólo así podían concebir lo que sentían, de alguna manera...pero después de haber visto a aquel par de médicos él quería ser igual de libre que ellos, se daba cuenta que quería tener algo que ver con su adorado Watson.
-Oye Holmes ¿De casualidad no has sabido nada de Mary? Mi asistente de trabajo, la enfermera Mornstan, no sé si la recuerdes, de vez en cuando te hablo de ella aunque normalmente no estas muy atento cuando te hablo de ello...-
-Oh si, si la recuerdo un poco. No la verdad es que no he sabido nada de ella...que raro pensé que tu estado le preocuparía...- Le comentó haciéndose una carita de desconcierto...
****************************** FLASH BACK ************************************
Segundo día después de la hospitalización de John Watson, departamento 221B...
Holmes había ido a recoger algo de ropa y comida para pasar la noche en el hospital mientras coordinaba la compra de un boleto a Tombuctú con su tarjeta de crédito, sabía que llamaría su rival más sagrada (Aunque ella no supiera nada de su puesto en la lista de ‘Enemigos de Holmes'). Se mentalizó para contestar el teléfono y empezó a trabajar en su mente para en algún momento poder dejar oír en el teléfono una reacción anormal en él. Contestó serio y sombrío, una emoción no muy alejada de lo que ahora sentía, solo que algo exagerado para alguien como él.
-¿Si?...-
-¿Señor Holmes?- Contestó la voz femenina que él esperaba...Mary Morstan tenía ya todo un archivo en el papeleo de Holmes como una persona peligrosa para la relación que llevaban él y Watson por lo que se encargaba de sabotearla cada que tenía tiempo libre para que no pudiese cumplir su cometido de lograr algo formal con John. Ya habían salido varias veces pero todas habían fallado gracias a su maravillosa mente.
-¡Señorita Mornstan! ¡Sabía que tenía que llamar!- Exclamó Holmes denotando esperanza en sus palabras -Yo esperaba su llamada, ¡sé que usted podrá acompañarme con John!-
-¿Acompañarle? ¿A dónde? ¿Dónde está John? Por favor Holmes tenga la bondad de explicarme, estoy muy preocupada por él...- Dijo la mujer intentando ser fuerte, evidentemente si se sentía mal por no saber de John pero "Lo siento querida, es mío..." Pensó Holmes en sus adentros maliciosos.
-Él...- La voz de Holmes se quebró en un sollozo.
Mary se alarmó mucho ya que lo que más recordaba de las descripciones hechas por Watson de su compañero de departamento eran "El es el hombre más frío que has conocido nunca..." Y el escucharle así le hizo querer volar en busca de Watson -¿¡Qué?! ¿¡Qué pasa Holmes!?-
-Pasa que lo van a medicar en Tombuctú porque aquí no tienen la cura de su grave enfermedad...es una enfermedad extraña de África y solo allá saben de su tratamiento...-
-¡No! ¡No puede ser!- Exclamó la mujer desesperada en el teléfono -¿Si...puedo ir contigo?...Por favor...-
-¡Claro que si! ¡Oh Mary!...eres un ángel... Solo que yo tengo que partir de emergencia hacia donde Watson en una hora exacta, pero no te preocupes ya he reservado un boleto para ti, en el vuelo de mañana a las 8 de la mañana...sabía que te interesarías por mi amigo...gracias... espero que si puedas tomar el boleto que te he comprado, te he mandado un correo electrónico con la información del boleto, Watson está registrado allá como Julian Winchester, pero es el juego de letras "J" "W" descuida...-
-Muchas gracias señor Holmes mañana llegaré con ustedes...no se preocupe, trate de tener calma...todo saldrá bien se lo aseguro...-
-De nada...Gracias Mary...- Le dijo aún desconsolado en la bocina, al fin la chica colgó el teléfono y el pudo limpiarse las falsas lágrimas, una enorme sonrisa maliciosa se extendió en su rostro al colgar el teléfono también, había caído redondita a la trampa...no podía creer que esas cosas fueran tan sencillas.
Precisamente la historia de aquel hombre que había mencionado existía y tenía un caso muy parecido al de Watson solo que con aquella enfermedad rara y realmente le habían tenido que llevar allá...eso se lo había informado su hermano Mycroft Holmes sin querer en una llamada, él era el que se encontraba allá en investigación de aquel extraño caso, más no él pero las cosas coincidían magníficamente para un rato de confusión y juego entre Mycroft y Mary. Suspiró y tomó las cosas que había reunido para llevar al hospital y como si nada salió del departamento.
"Porcentajes: 10% más de confianza con Mycroft, confianza con Mary Morstan nula al darse cuenta de la trampa, autodefensa de mí durante 3 meses seguidos, recelo inconsciente con Watson con una duración de 5 meses y medio. Posibilidad de tenerle de rival en el futuro neutralizada..."
***************************** FIN DEL FLASH BACK ******************************
-Humm ya veo...bueno llegando al trabajo le explicaré mi ausencia, seguro que quiso dejarme reponerme de ello, ¿Si me pasa la toalla que está en la silla por favor?...- Le comentó primero desconcertado y luego educadamente.
-Sin duda...- Le contestó rápidamente tomando la toalla y abriendo la cortina para dársela intentando no mirarle, Watson recibió la toalla pero sonrió al notar su supuesta timidez de mirarle desnudo, tomó la toalla con todo y la mano del detective y le jaló dentro de la regadera que ya estaba cerrada.
-¿Pasa algo...?- Preguntó dubitativo pero de repente... -¡Ah!- En un instante ya estaba dentro del baño con Watson.
-¿Por qué se comporta así?- Le preguntó Watson buscándole la mirada, Holmes no pudo evitar recorrerle con una mirada rápidamente para después mirarle a los ojos.
-¡Watson! ¡¿Qué demonios significa est...- Un beso detuvo lo que intentaba decir el pelinegro que sorprendido le correspondió primero algo tenso y finalmente relajándose ante las manos húmedas de Watson abrazándole de la cintura pegándole a él, suspiró empezando a besarle con más soltura -mgh...- Apenas si pudo mantener la fuerza de las piernas al empezar a ser envuelto por la magnifica sensación de John Watson besándole nuevamente después de casi un año de haberse tocado... Siguieron el juego de aquel erótico beso hasta que el aire se terminó y entonces se separaron agitados, Holmes no podía controlar lo que sentía, su corazón latía en su pecho con tal estruendo muy dentro suyo que pensó en quedarse sordo o en que de repente fuera a salirse de su pecho, su respiración entrecortada no le permitía decir palabra y sus pensamientos estaban tan revueltos dentro de su cabeza que le costó darse cuenta de toda la situación tal y como estaba. Miró a los ojos al rubio con la duda marcada en ellos...pero aún sin poder decir nada, suspiró y se abrazó con fuerza a su cuello deteniéndose ligeramente en sus puntas para poder hacerlo con más libertad mientras cerraba los ojos con fuerza, Watson se había quedado serio y callado durante ese momento pero al sentirle abrazarle con tal necesidad jadeó abrazándole con fuerza contra él también cerrando los ojos.
-Es un idiota...me preocupó muchísimo...- Le musitó apenas audible al ojiverde.
-Lo siento...lo siento mucho...- Musitó del mismo modo recargando su cabeza contra la de este con gran necesidad por sentirle. -También siento que las cosas hayan sido así...lo siento muchísimo...- Admitió bajito.
-Si usted quiere a ese doctor no me importa...solo quiero que este vivo y que...sea feliz aunque me cueste aceptarlo pero...si usted muere yo también tendría que hacerlo... ¿No lo entiende?... ¡no puedo funcionar sin usted!...- Le contestó Holmes con una voz baja y ahogada en sentimientos que no sabía distinguir en ese momento.
-¡No Holmes! ¡Yo nunca podría quererle como a usted!... Me atraía porque...me miraba como usted...me cuestionaba como usted...pero no es lo mismo a tenerle conmigo...nunca sería igual...- Le confesó sin poder soltarse de aquel abrazo tan necesario, le besó el cuello con la suavidad con la que un pétalo de flor roza sobre la piel, con cautela y adoración...y después intentó soltarle pero Holmes apenas viéndose un poco separado de Watson se lanzó a sus brazos buscando aquel calor nuevamente -No...- Musitó apenas como un niño pequeño asustado -Lo quiero...¡Lo quiero muchísimo!...- Admitió mientras volvía a abrazarle con fuerza.
-Yo también Holmes... - Le musitó al oído besándolo después con una sonrisita irónica en los labios abrazándole cuidadosamente, quedándose así unos minutos. Después se rió bajito.
-Holmes, me gusta mucho abrazarle pero...tengo que vestirme...- Le musitó al oído con un tonito convenenciero para que le entendiera, enseguida Holmes se separó de él.
-¡Oh! ¡Lo siento! Es verdad...- Se apartó de su camino mirando que ya tenía la toalla en la mano por lo que se cubrió con ella a pesar de ay no tener mucho caso ya que con aquel abrazo se había secado un poco, se puso una se esas pequeñas batas de paciente, sólo que esta ya era una nueva y limpia. Eso le hacía sentir de maravilla por que había sido como si la enfermedad de hubiese ido con aquella prenda y aquel baño tan reconfortante, volvió a meterse bajo la sabana cómodamente y Holmes se había quedado pasmado en el baño por un momento reorganizando sus ideas, se dio cuenta que aquel abrazo le había dejado temblando de emoción y felicidad y que estuvo apunto de llorar en algún momento pero nada fuera de lo común...pudo arreglarlo con un poco de orden mental, pero definitivamente el rubio le afectaba gravemente el cerebro.
Después de un rato salió del baño algo contrariado pero al fin más satisfecho con lo que había entre ellos, aunque el haberle visto desnudo a decir verdad le había traído ideas como las que había visto hacia un día anterior con aquel idiota de House...rodó los ojos con cierto fastidio al recordarlo, al parecer a pesar de no tener intención alguna de molestar ese mal nacido siempre lograba fastidiarle...
Se acercó a la camilla y se quedó mirando por un momento a Watson.
-¿Se encuentra bien?...- Preguntó Watson mirándole tan serio pero este sólo se limitó a asentir dedicándole una tenue sonrisa y después se inclinó en un grácil movimiento a darle un beso en la frente para después sentarse en aquel sillón que ya había resultado tan cómodo a pesar de todo.
-Sabía a cigarro...- Le comentó Watson con una sonrisa cómplice mirando al detective sugerentemente.
-¿Ah si?- Le preguntó divertido haciéndose el desentendido.
-No se haga tonto, ha estado fumando como un compulsivo enfermo desde que estoy aquí ¿cierto?- Lo miró reprendiéndolo con la simple mirada pero este enseguida negó con la cabeza.
-No, no, usted se equivoca, solamente me acabé una caja de parches de nicotina en estos días, por lo que por eso es que hoy me vi en la necesidad de fumar un cigarro ya que no había más parches- Le explicó con suficiencia.
-Ohh ¿Entonces se supone que debería considerar mejor esa solución?-
-Yo no hice esa sugerencia, solo le explico que no he fumado por aquí hasta hoy...-
-humm...-
-¡Vouyer fan numero uno!- Dijo House al entrar, el pelinegro desvió la mirada al ojiazul contrariado de aquellas palabras ¿Pero acaso si se había dado cuenta?...vaya, había superado sus expectativas.
-Ese soy yo, ¿Trae buenas noticias al menos?-
-¿Trae condones? porque no pienso follármelo así podría contagiarme el SIDA-
-Ya quisiera...no es usted digno de tal cosa...-
-Bien pasando a temas bonitos, la verdad es que los estudios salieron con la normalidad esperada así que ya pueden irse cuando quieran, aunque la verdad dudo que quieras hacer eso Holmes...-
-¿Y que debería impedírmelo, doctor House?...-
-Oh...yo me arrepentiría de hacer esa pregunta...-
Watson muy independientemente de alegrarse de que le hayan dado de alta miraba a House y Holmes algo contrariado ¿De qué diablos se decían tanta cosa?...