House avanzó hasta Watson nuevamente y revisó su pulso con un par de dedos en su cuello, sólo le basto un par de segundos para saber la velocidad aún algo anormal del ojiverde. Miraba retadoramente al detective, ojos de fiera acechando a su presa era lo que se podía distinguir... una sonrisa maliciosa se pintó en el rostro de extraño regocijo que traía encima.
-Ya estas mejor, pero la verdad tengo un par de dudas todavía, te daré de alta en unas horas...- Le dijo primero para después agregar de repente -¿Qué? ¿No le has contado?...- Le dijo haciéndose el sorprendido y en un movimiento brusco se dio la media vuelta y caminó hasta él con seriedad.
-No, considero que esas cosas sólo tu decides a quién contárselas ¿No es así? Yo no soy tan idiota como tu. Y ni creas que con esa actitud me intimidas, tócame un pelo y no me tentaré el corazón para romperte la cara.- Le dijo serio sin retroceder ni un solo paso, mirándole a los ojos una vez lo tuvo frente, House acechándole y este mandándolo al carajo con la simple mirada tan poderosa que tenía.
-Pero una vez que el conocimiento se hace público sabiendo que me espías haciendo el amor con Wilson no creo que a Watson le moleste una conversación didáctica-
-¿Holmes? ¿Pero qué diablos...?-
-No Watson, no escuches a este idiota- Le dijo Holmes volteando a mirarlo rápidamente y caminando hasta a él para mirarle a los ojos con más seriedad -Mira la verdad es que...-
-¡La verdad es esa! ¿Por qué negarlo?-
-¡Porque es una putada que lo digas así! ¡Cómo si yo al propósito lo hubiera hecho, yo sólo fui a buscarte para saber cuando te dignarías a atender a Watson, no para espiarte, sin embargo me di cuenta rápidamente porqué demonios no habías hecho nada! ¡Eres un maldito pervertido! ¿Oíste? ¡Eso es lo que eres, estas mal de la cabeza! ¡Y lo peor es que no tengo porque darte explicaciones porque se supone que todo esto ya lo sabes!-
-¡Hey! ¡Hey! Contrólate líder de los liliputienses- Le dijo haciéndose el sorprendido con la reacción de este y empujándolo un poco con la mano para que este retrocediera pegándolo contra la pared violentamente, Holmes tomó el brazo de este y ya iba a quitárselo de encima hábilmente pero una mirada cargada de pasión atrajo su atención dejándole mirando idiotizado aquella mirada...era muy atractivo el follarse a sí mismo...muy muy atractivo...y ahora que las imágenes de un día anterior le atacaban no podía negar que era una cordial invitación que sólo un idiota rechazaría...¡Pero nunca frente a Watson!
-¿Qué diablos buscas con esto? ¿Qué quieres probar?-
-Le gustas a Wilson...-
-... ¿Y eso qué?...-
-¿De verdad no te da ideas?-
-Terribles ideas...que se generan en tu sucia cabeza-
-Ya decía yo que no somos los idiotas que a la gente le gustaría que fuéramos...-- Le comentó ampliando una sonrisa maliciosa -Tengo una proposición que no podrías rechazar por muy imbécil que fueras...-
-No pienso seguirte el juego...- Le musitó mirándole fijamente con esos aires de suficiencia que se cargaba.
-¡Oigan disculpen pero sigo aquí!- Les dijo Watson sentándose en la camilla molesto por verles hablar de algo que no entendía, aunque no podía negar que aquella combinación le ponía... ¡a pensar!....porque el hecho de que se llevaran bien en algún momento en verdad daba miedo de que fueran a crear algún plan para destruir al mundo o algo así. Les miró feo esperando respuesta sin hacer más caso a sus pensamientos disparatados.
Holmes apenas si pudo subir la mirada un poco para ver a Watson y medio deshacerse del hechizo lanzado por el ojiazul -Lo siento Watson...prometo que...- Antes de que pudiera continuar Watson se dobló hacia delante sosteniéndose el estómago como si quisiera vomitar y tosió dolorosamente para después vomitar sangre hacia el piso, el pelinegro no supo cómo pero corrió hasta él sosteniéndole de los hombros para que no fuera a caer de la camilla o algo.
-¡Watson! Tranquilo Watson...tranquilo...- Le decía nervioso mientras este después de eso se quedó con la respiración alterada mirando aquella sangre completamente aterrado
-...Holmes...- Musitó asustado. House se quedó atónito.
-¿¡Qué diablos significa esto House?!- Le gritó Holmes totalmente histérico.
-Que me equivoqué...- Musitó mirando a Watson como ido en sus pensamientos, después miró a Holmes y bajó las cejas ligeramente y se dio la media vuelta caminando hacia la puerta saliendo de allí, Holmes abrazó por atrás al rubio una vez salió el ojiazul y recargó su rostro en el hombro de este dejando escuchar un sollozo dolido -Lo siento mucho...-
Watson se sorprendió al escucharle sufrir así, volteó a verle desconcertado -Holmes...por favor...- Musitó bajando la mirada sintiéndose triste por hacer sufrir tanto al pelinegro por un descuido estúpido de su parte en realidad no tendrían el porqué estar pasando por todo aquello.
(...)
Después de aquello Holmes salió con cigarro en mano del hospital dispuesto a fumar como un loco para intentar calmarse y al llegar a la banca de la entrada una mujer con un precioso vestido elegante y un cabello castaño rizado que le cautivo por un momento de lapso pensativo captó su atención...así era...allí estaba Irene Adler otra vez.
-Buenas noches, querido...- Le saludó subiendo la mirada verde e intensa fijándola en la castaña decaída -¡Pero por Dios adorado mío! Se te ve terrible...- Le dijo levantándose abriendo mucho los preciosos ojos perfectamente maquillados y con sus labios carmín entreabiertos, le tomó las mejillas como acostumbraba para mirarle a los ojos -Lo lamento muchísimo- Le dijo con una mirada triste, aquel compañero de juegos mentales se le veía cada vez más desgastado por tanto sufrimiento.
-No cabe duda que el amor te sienta muy mal en estas ocasiones...- Le dijo suspirando y procediendo a sentarse con la pierna cruzada ofreciéndole sentarse -Eso no te sucedería si me hubieras elegido...- Le comentó según todavía muy triste, pero para intentar animarlo, ambos sabían perfectamente que nada entre ellos se daría nunca ya que los polos iguales se repelían, pero ni así se animó el detective que con la mirada en el piso encendía instintivamente el cigarro y le daba una profunda calada para exhalar el humo con un poco de alivio en su alma gracias a ello y le pasó el cigarro a la castaña que también le dio una elegante caladita dejando el tono carmín de sus labios marcado en el cigarro -Gracias, querido- Le dijo dándoselo nuevamente con sus finos dedos -¿Sabes cómo terminaría todo esto?- Le preguntó de repente arqueándose hacia adelante recargando sus codos en sus rodillas y su barbilla en las palmas de las manos mirándole fijamente con una sonrisa enigmática.
"Por Dios..." Pensó Holmes suspirando y rodando los ojos -¿Hacia dónde quieres llegar con esa pregunta mujer? ¿En qué sentido lo preguntas?-
-No te hagas el tonto conmigo amor, sabes que eso no me gusta...responde-
-Carajo...pues no tengo ni la menor idea ¿Matándolo?-
-Mátalo, pero mátalo de amor querido, si va a morir que se lleve toda tu pasión a la tumba, todo aquello humano que sólo él logró despertar en ti, que esa maldita enfermedad no sea la que le haya matado, que tu sepas que él simplemente murió porque el hecho de ser tan amado aquí te lo arrebató de las manos y el cielo lo quiso para sí sabiendo que lo que debía ser cumplido aquí se cumplió... Ambos sabemos que la casualidad no existe querido, lo sabemos porque conocemos con precisión la naturaleza de las cosas, y las coincidencias no están en nuestro léxico, todo existe y convive entre sí por una razón especifica ¿Estamos de acuerdo en ello?- La chica al hablar hacia ciertos gestitos que le encantaban pero no era eso lo que había captado su atención y le había dejado boquiabierto, sino sus magistrales palabras, ¿Por qué sería que aquella mujer siempre le daba una sacudida y lo ponía en su lugar cada que estaba cayendo en un abismo? El sólo nunca hubiera sido capaz de liberarse de las cadenas sentimentales que ataban su mente pero ella podía hacerlo con cederle solo 5 minutos de su tiempo...
Pero bien decía el dicho "Lo que no hace el diablo, lo hace una mujer." Y si justamente le estaba dando consejos muy atrevidos siendo él, ya que Sherlock Holmes nunca había sido capaz de llevar una relación con nadie, apenas si había tenido que ver unas dos o tres veces con aquella chica...pero era todo lo que había pasado de interesante en su vida...todas las demás personas con las que estuvo en algún momento eran un collage de cuerpos desnudos y rostros borrosos en su mente que sólo habían servido para satisfacer sus necesidades físicas.
"...Pero... ¡Un momento!"
Interrumpió su montón de pensamientos de tajo y entonces surgió una pregunta en su mente que debió estar ahí desde un principio pero que esa mirada verde contra la suya había hecho lo posible para frenar todo lo que se pudiera en aquella habilidosa mente.
-¿Porqué rayos me dices todo esto si ni siquiera te he contado nada de lo que pasa?...-
La castaña dejó escuchar una risa divertida y le dejó ver una amplia sonrisa -Ay Holmes pero qué lento resultaste esta vez...- Le comentó desviando la mirada rodando los ojos traviesa en sus expresiones -¿Qué no acaso somos muy parecidos? Es obvio que yo sé lo que te sucede con solo ver la cara de tonto que traes...- Le comentó volviendo a acariciar una de sus mejillas y deslizar su mano con delicadeza por aquel contorno tomándole la barbilla y atrayéndole a ella besándole primero sólo superficialmente pero este estaba tan dolido que necesitaba saber que aún podía sentir algo...algo diferente al dolor al menos por un momento por lo que profundizó el contacto posando sus manos en los níveos hombros descubiertos que estaban algo fríos por estar a la intemperie, esa sensación era buena pero le dieron ganas de llorar al recordar aquel beso tan intenso que había tenido con Watson, no era lo mismo nunca lo sería, aunque sentía algo no era lo mismo a besar entregándose completamente... Se separó de repente y sollozó abrazándose a la castaña que inmediatamente le abrazó con fuerza contra él cerrando los ojos con una expresión de tristeza también -Ya verás como todo se soluciona cariño...ya lo verás...-
-...Lo amo...- Musitó entre sollozos.
-...Lo sé...y está bien...-
Desde uno de los ventanales unos intensos ojos azules miraban atentos aquella escena intentando saber porqué las cosas habían salido mal... el simple hecho de pensar que fuera Wilson el que estuviera en el lugar de Watson le daba calosfríos...pero a pesar de que no fuera su adorado castaño era como si de alguna manera así fuera y eso le hacía querer apresurar sus pensamientos a una solución que le hiciera sobrevivir, sólo por el simple hecho de sentir que se rescataba a sí mismo rescatando el alma de aquel pelinegro...
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Watson yacía con una mascarilla de oxígeno en la camilla respirando con dificultad intentando dormir, pero era muy difícil hacerlo cuando la muerte te acechaba con tanto ahínco, sus ojos de repente se fijaban en donde normalmente en gran detective Sherlock Holmes estaba sentado leyendo o durmiendo totalmente abatido por el cansancio de su poderosa mente...pero el pelinegro no estaba allí en ese momento. De repente escuchó unos pasos dentro de la habitación e ilusionado miró esperando ver la silueta del detective, pero sólo se desilusionó al ver que era el doctor Wilson.
-Siento que no pudiera irse hoy de aquí...- Comentó sentándose en el sillón mirándole serio -La última vez intenté ayudarlo pero esta vez ya no sé cómo hacerlo...sin embargo quiero que tenga compañía mientras intenta dormir, el pasar y verle solo aquí...bueno no pude soportarlo...lo siento en serio, yo ya estaba muy feliz por ustedes...-
-Gracias...- Le dijo mirándole a los ojos, aunque sentía que ya había perdido la capacidad de sonreír dentro de aquella habitación por lo que sólo se quedó serio, y se quitó la mascarilla de oxígeno dejándosela en el cuello para decir -¿Sabe? No sé porque siento el extraño presentimiento de que usted es el único que me comprendería si alguna vez se me ocurriera contar mi vida diaria, primero pensé que era una locura pero al ver la relación que lleva con el doctor House no me quedó duda alguna...- Le comentó volviéndose a colocar la mascarilla.
-Creo que en parte tienes razón, yo también lo he notado, enserio...- Le comentó sonriendo ligeramente para después mirarlo a los ojos con el ferviente deseo en el pecho que sus castaños ojos transmitían "¿Qué puedo hacer por ti?..."
-Sí, seguro que si...- Le comentó mirándole decaído -¿Puedo pedirte algo?...-
-Lo que sea-
-En el caso de que yo fuera a morir...-
-No digas eso...-
-Es que podría pasar, y lo sabes...así que es mejor considerarlo...quisiera que si muero tu...te vuelvas amigo de Sherlock...sé que será una pesadilla en un principio, pero ya verás que se acostumbrará...necesita alguien que lo cuide y yo he notado lo magnífico que eres con House...por lo que me gustaría que tu hicieras eso por mí... ¿Podrías?... Sé que no nos conocemos casi de nada pero quiero convencerme de que puedo confiar en ti...-
-Sí...sí, lo prometo John...- Le contestó algo serio, a decir verdad le entristecía el considerar aquello pero si ese fuese su último deseo...él iba a cumplirlo a como diera lugar...
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Irene Adler se despidió de Holmes por ese día con el pretexto de que debía ver a alguien pero que volvería más tarde sin falta, el pelinegro vagó un rato fuera del hospital intentando normalizarse para poder intentar entrar con normalidad a ver a Watson, no quería que le viera tan mal, se había prometido no volverse a quebrar como lo había hecho frente a él porque ya no quería preocuparle más...
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Una enfermera castaña lacia entró a la habitación con un tapabocas y unos ojos miel algo artificiales, administró un poco de suero cambiando en que tenía Watson y se retiró tranquilamente, Wilson se había ido y Watson estaba más dormido que nada después de al fin estar al menos un poco más tranquilo...
Holmes entró y miró con amor a Watson...era lo mejor seguir el consejo de Adler...no quería arrepentirse de no haberlo hecho si algo malo sucedía...definitivamente no...