Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

THE CURSE possesions por Betsa

[Reviews - 47]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

YEIII AQUI TOY AQUI TOY jaja

y no cumpli con lo de subir a las 9 ._. comprendanme estoy enfemita T.T

bueno no contare aqui mis problemas con la gripe y otras cosas jaja aqui les traigo un nuevo capi de este loco fic

la verdad disfrute bastante escribir este capi jeje ya sabran porque, se los prometi no? n:3

Este en especial quiero dedicarselo a una personita que he llegado a adorar mucho mucho y mas que eso nwn

por supuesto el capi para Kmi Lee mi niña bonita mosha, eres muy especial nena y lo sabes ^^

Asi tambien por supuesto para todas las personitas que leyeron y siguen mi fic, son un amor y agradezco todos sus review, gracias a ustedes sigo escribiendo.

Y ahora sin mas FIC! owo

CAPÍTULO 2

A NEW ADVENTURE: JUST MARRIED

 

Mello

 

Es increíble como algunas cosas pueden cambiar de manera tan drástica e incomprensible en tu vida... al menos para mí así fue; toda mi vida había sido de total soledad, y no soledad en cuanto a estar solo físicamente, creo yo que a muchos les pasa, esa sensación de estar constantemente rodeado de personas para finalmente a pesar de este hecho sentirse completamente solo; y así es, mi vida era un constante día a día sin ningún tipo de vinculo o lazo que me uniera a ninguna persona en particular, e irónicamente la única persona con excepción a esta regla se encontraba lejos de mi desde hacía ya mucho tiempo, hablo por supuesto de la persona más importante en mi vida, mi madre.

Y fue precisamente a partir de su muerte que la soledad rodeó mi vida fundiéndose con mi rutina, y bueno tampoco mi naturaleza ayudó mucho en ese aspecto, realmente me parece que era mucho mejor no establecer ese tipo de lazos por bien de los demás, me hacían más fácil el no lastimarlos o por el contrario... lastimarlos sin que me doliera...

Si... lo admito fui un desgraciado, fui de lo peor que este mundo haya concebido jamás, aprovechándome de lo que era capaz de hacer para conseguir algo de dinero y arrasando con cualquier persona que en mi camino se atravesara, ya fuera consciente o inconscientemente, llevaba en mis manos la vida de tantas personas, mismas con la que jugué sin divertirme en verdad.

Al final eso me dejó con una sensación de vacío, total y absoluto vacio...

 Tenía todo el dinero que necesitaba por supuesto, cualquier cosa que pidiera se me daría, ya fuera por miedo o simpatía de mi propio jefe, Demegawa, todo lo conseguía, fue así que obtuve esa hermosa moto que fue único motivo de alegría por un tiempo pero que finalmente terminó siendo lo mismo que todo lo material que tenia... vacio...

Pero no todo fue vacio... no... a esa sensación muy pronto le siguió otra con mucha más fuerza y mucha más presencia en cada día de mi vida, LA CULPA... y es que mi madre a pesar de haber estado poco conmigo no crió un desgraciado, crió a un hombre de bien basándose siempre en eso que aun era presente en mi vida pero que yo al descarrilar mi camino había dejado de lado, Dios...

Ella siempre hablaba de Dios y su perdón, mismo que jamás creí merecer; pero al igual que el recuerdo de mi madre la sensación de estar constantemente en pecado, como decía ella, no se esfumaba, seguí ahí, siempre jodiéndome la existencia y haciéndome sentir la peor mierda del mundo, lo peor que existiera, alguien que no merecía siquiera pedir indulgencia o tranquilidad y así el infierno se expandió por mi vida, quemando mi existencia muchísimo antes del real momento en que hubiera de morir y arder de verdad como sabia merecía.

Pero al final ella tenía razón, y no sé cómo fue que no le creí; ese Dios del que ella me hablaba siempre estuvo conmigo, pero a diferencia de cómo creen algunos no se presento como aparición a ayudarme, no... mando a mi vida un ángel, sí un ángel pelirrojo, y junto a ese ángel descubrí que a pesar de todo lo que yo mismo creía de mi, aun tenía mucho más que dar y aportar a este mundo, aun tenía la oportunidad de crear esos lazos a los que siempre huí, y de esa manera hacer a un lado la soledad que amargaba mi existencia, aun podía cambiar de rumbo y elegir algo distinto, , nunca es tarde para empezar de nuevo.

Por eso increíble como las cosas en tu vida pueden cambiar tanto, en realidad está en nuestras manos hacerlo, elegir lo que esté bien, lo que te de tranquilidad y te haga feliz, yo lo elegí a él... a mi pelirrojo, a mi amigo, mi amante, mi perro como le suelo decir, y ahora más recientemente mi esposo... ¿cuándo carajos yo me creí estar casado? ¡Y más con un hombre! De verdad que todavía lo pienso y se me hace increíble, después de todo lo que pasé yo veía mi vida terminada, sin esperanzas y de repente tengo un futuro al que ir con él a mi lado, y seguiré adelante a pesar de todo, y claro, siempre agradeciendo esta segunda oportunidad, al Dios de mi madre, a ella por su guía y a esas difuntas personas que aun Matt y yo seguimos amando.

 

oooOOOoooOOOooo

 

El chico rubio se encontraba sentado en el sofá recorriendo con los ojos azulados de un lado a otro las páginas del álbum de fotografías, mientras perdido en sus pensamientos recordaba todos aquellos acontecimientos que apenas hace muy poco les habían atormentado; no sabía exactamente porque se había puesto a ver aquellas fotos, se había negado tanto a que le tomaran siquiera una el día de la boda pero claro nada que no se pudiera negociar con una dotación de chocolates para un año, regalo de bodas de Matt por supuesto;  y ahora ahí estaba sonriendo como idiota al ver a ese chico de ojos esmeralda vestido en su traje de gala color negro junto a ese conocido rubio que vestía un traje no menos elegante del mismo color, ambos se tomaban de la mano y sonreían, cualquiera diría que era una escena sumamente romántica, al menos eso si no le prestabas demasiada atención y te dabas cuenta que en realidad la sonrisa de Matt estaba algo forzada, ya que el rubio apretaba con demasiada fuerza esa mano que sostenía, mientras su sonrisa era en realidad un tanto malévola, y es que había accedido a dejar que le tomaran las fotos pero no dijo que le haría el rato agradable.

 

-¡Mello, ya llegué! - escuchó la puerta abrirse y luego la voz del pelirrojo al entrar en el departamento, inmediatamente dejó de lado el álbum escondiéndolo bajo un cojín.

-¿Mello estas en casa? - preguntó el chico una vez más al no recibir respuesta.

-Estoy en la sala - respondió secamente una vez que escondió el mentado álbum, no quería que le descubriera viéndolas y menos sonriendo como marica al hacerlo, tomó un chocolate y empezó a mordisquearlo mientras cruzaba la pierna y se acomodaba en el sofá justo entonces entró el pelirrojo.

- Vaya aquí estas, uff... ha sido un día de locos pero tengo buenas noticias - se acercó y se sentó junto al rubio - pero antes dime, ¿como estas? ¿Qué tal tu día amor?

-Ya te dije que dejes de llamarme así - respondió con cierto hastío y un leve tono de advertencia.

-Pero que va si adoras que te diga así... AMOR - puso énfasis en la palabra y se acercó a abrazar a su "esposo" que de inmediato le puso una mano en la cara alejándolo de él lo más que pudo.

-¡No sé de dónde carajos sacas que eso me gusta pero ni creas que te voy a dejar que te pases de listo perro! - Matt rió quitándose la mano de la cara para poder hablar.

- Hey pero sabes que tampoco me gusta que me llames así amor- entonces sonrió divertido y Mello no pudo evitar quedarse un momento prendado en esa sonrisa, como adoraba esa sonrisa, sin embargo cuando se descubrió mirándolo se volteó instantáneamente alejándose de él y  ocultando un leve sonrojo con lo que Matt rió mas sonoramente.

- ¿Ves? ¡Te lo dije! - siguió riendo buscándole el rostro al rubio - te encanta que te diga a amor por eso siempre te sonrojas.

-¡Ya te he dicho que no me gusta! Y deja de insistir con eso o me harás enojar de verdad - se volteó de nuevo y comenzó a mordisquear el chocolate - Y a todo esto cuales eran las buenas noticias - cambiando de tema...

-Bien bien ya entendí - se rindió Matt sentándose en el sofá con los brazos extendidos en el respaldo - bueno pues te agradará saber que por fin alguien me ha contactado de una empresa prestigiosa y tuve una cita de trabajo esta tarde, empezaré a partir de mañana.

-¡Vaya ya era hora! - exclamó - ya te habías tardado en encontrar empleo perro.

-Bueno tú podrías ayudarme buscando uno - replicó el pelirrojo sin cambiar su posición.

-Ni hablar, eso lo haré solo cuando tu hayas encontrado uno, fue tu culpa que casi nos hemos quedado sin dinero después de comprar el apartamento que querías  y con todo el innecesario rollo de la boda.

-Mello no hables así - suspiró - sabes que era algo que yo deseaba mucho.

-Pero sabes que no necesito ese tipo de estupideces para que sepas que quiero estar contigo - contestó muy seguro pero con cierto tono tímido volteando hacia otra parte siguiendo mordisqueando su chocolate, sin embargo no vio venir que Matt se le lanzaba encima recostándolo en el sofá y tomándole las muñecas repentinamente, con lo que sin poder evitarlo tiró el chocolate.

-¡Matt idiota! Tiraste mi chocolate

-¿Es eso cierto? - preguntó de repente con un brillo extraño en sus verdes ojos.

-¿De qué hablas? ¡Suéltame! - resopló molesto el rubio.

-Solo quiero que me lo digas, anda dilo, di que quieres estar conmigo porque me amas - soltó emocionado y juguetón aquel pelirrojo.

-No digas idioteces, eso ya lo sabes ¡Suéltame de una puta vez!

-¿Seguro? - ¡Mierda! Matt se había acercado demasiado y su cálido aliento le chocó en la cara, aún así se volteó evitándolo.

-No empieces con eso que no te va a funcionar - dijo ya no tan seguro de sí.

-Oh ¿es eso un reto Mihael? - preguntó mirándole con sorna a la vez que se acercaba esta vez cerca de su oído - me gustan los retos...- susurró esto justo debajo de su oído dejando sentir ese suave aliento en su cuello con lo que inevitablemente el rubio se estremeció ¡Demonios! Le haría perder el control... eso si le dejaba tener el control...

Al sentirse en desventaja por la posición Mello tomó por sorpresa a su amante empujándolo fuera para hacerlo caer justo al lado del sofá, con un golpe sordo que seguro le dolió en la espalda; el pelirrojo se quejó pero casi de inmediato el rubio se posó sobre él atrapándolo con sus piernas a cada lado de sus caderas y colocando sus manos una a cada lado de su cabeza, le miró triunfante y se dejó caer sobre el bien formado cuerpo del sorprendido Matt para en un instante siguiente atrapar sus labios en un ferviente beso, profundizándolo al acto y siendo correspondido casi de inmediato debido a la sorpresa. Pero así como inició así mismo lo terminó el mismo rubio separándose con la respiración ligeramente acelerada.

-Mira quien tiene el control ahora perro - se burló.

-Tomaré eso como que si me amas - rió sin moverse de donde estaba.

-Vaya que eres un cursi - volteó los ojos aún sonriendo burlón.

-Tal vez... pero es solo porque te amo - una vez más esa puta sonrisa, como le hacía derretir, ¡carajo! Pues si no hay remedio...

-Y... yo te amo a ti...Mail... - al pronunciar esas palabas totalmente rendido ante esa sonrisa, el aludido no pudo evitar ensanchar su expresión y abrazar tiernamente a su esposo por la cintura.

-Y yo a ti Mihael.

Una vez más se fundieron en un beso, de nuevo iniciado por el rubio orgulloso, pero esta vez ese beso aunque apasionado no se volvió rápido, ferviente y lujurioso, era de esos pocos besos que ambos podían disfrutar tan solo determinadas veces cuando en su momento de expresarse amor en su bizarra forma, se daban cuenta que no podían vivir el uno sin el otro. Era una sensación que Mello ya había experimentado en los últimos meses una y otra vez, pero que seguía haciéndole sentir diferente cada vez, que seguía causándole adicción y dependencia, era cuando se daba cuenta que ni su más grande el vicio, el chocolate, llegaría a igualar los besos de Matt, nada en el mundo podía, y lo mejor él era suyo... después de tanto al fin lo era, se pertenecían el uno al otro.

Sus lenguas se entrelazaron suavemente acariciándose con cautela, sus labios se entreabrían dándose paso y entremezclando sus respiraciones que empezaban a agitarse en medio de la falta de aire que el beso les producía, se separaron un segundo y siguieron besándose cada vez un poco más rápido pero sin dejar de lado esa parte en que se demostraban que eso era mucho más que solo deseo; Mello acarició suavemente la mejilla de Matt mientras este le acariciaba la espalda despacio, metiéndose de tanto en tanto entre el negro chaleco de piel que tanto le gustaba; pronto aquella mano se dirigió al cierre frente al chaleco y bajando lentamente logró desabrocharlo pero sin quitárselo del todo.

Mello se dejaba hacer pero no se quedaba atrás, deteniéndose un momento y apoyándose de nuevo en las rodillas jaló hacia arriba la polera de Matt y solo hasta que se la pudo quitar regresó a su lugar entre los brazos de este. Sus torsos se rozaron haciendo sentir la calidez de cada uno mezclándose en una, el beso continuaba sin que quisieran despegarse y cada vez el corazón les latía con mayor fuerza al ir avanzando en las ya tan conocidas pero siempre nuevas sensaciones.

Mello dirigió una de sus manos hacia el costado de su amante y suavemente lo recorrió con la yema de los dedos sintiendo como se empezaba a llenar ligeramente de un poco de sudor. El otro le imitó pero eligiendo la espalda de su amado para acariciarla lentamente y bajando poco a poco hasta llegar a tocar muy suavemente ese bien formado trasero por sobre el cuero negro.

Pero no era suficiente, ente beso y beso sus respiraciones se volvían más forzadas, y más que respirar jadeaban en los labios del otro, Mello mordía muy suavemente los labios del pelirrojo que gustoso al sentirlo gemía ligeramente ante la excitación que le producía. Muy pronto las suaves caricias se fueron hacia otras zonas, no solo acariciando Mello el costado sino ahora deleitándose con todo el pecho de Matt subiendo y bajando sus manos tocando toda la extensión de los suaves pero firmes músculos. Así mismo no se conformó Matt con esos roces, sino que atrayéndolo completamente hacia sí desde la cintura, le hizo rozar completamente la sudorosa piel de sus pechos así como una no tan ligera excitación que podían sentir a través de la ropa. Le hizo besarle más profundamente al atraerlo desde su rubia nuca y la otra mano como desesperada recorría arriba y abajo los costados, la espalda y se detenía en su trasero para esta vez apretarlo con fuerza excitándole todavía mucho más.

Después de aquella danza erótica que mantenían en el suelo, finalmente la necesidad de respirar les ganó haciéndoles separarse completamente por un instante, se miraron fijamente jadeando fuerte y seguidamente sobre sus rostros. El pelirrojo sonrió acariciando la mejilla de su rubio suavemente, haciéndole saber que ante todo le amaba y este totalmente sonrojado ante todo el acto seguía intentando acompasar su respiración.

-¿Y qué esperas? - soltó repentinamente haciendo que el chico pelirrojo bajo de él arqueara una ceja sin comprender - no te hagas el tonto perro, ¿qué esperas para hacerme tuyo?

Dándose una bofetada mental por no comprender de inmediato se levantó quedando aún sentado sobre la alfombra, con una mano acercó su rostro una vez más al de Mello demandando sus labios y con la otra se ayudó a levantarse atrayéndolo con él. Cuidadosamente lo cargó en brazos a lo que él otro no se negó, y se dirigió sin dejar de besarle hacia la habitación, sin embargo al pasar por la cocina el rubio rompió el contacto repentinamente.

 

-Espera.... ¿hacia dónde me llevas? - preguntó respirando entrecortado.

- A la habitación por supuesto - contestó Matt con cierto tono de confusión.

- No, espera bájame.

- Pero creí que habías dicho...-  sin entender muy bien por qué, lo bajó mientras empezaba a quejarse.

-Shhh... - le acalló el otro con un dedo una vez estuvo parado frente a él, se acercó mirándolo con deseo y volvió a besarle esta vez jalando la hebilla de su pantalón y haciéndose hacia atrás atrayéndolo con él.

Pronto Matt se dio cuenta que era lo que quería, Mello le llevaba justo hacia la barra de la cocina donde solían desayunar, no hacía falta ser genio para saber lo que pasaba por la mente pervertida de su rubio esposo, y una vez más como solían hacerlo antes en sus mejores misiones, sus mentes se volvieron una en un plan más que estaba dispuesto a llevar a cabo. Respondió el beso de su amado que ahora le mantenía atrapado con las manos detrás de su cuello y el pelirrojo de nueva cuenta llevó esta vez ambas manos a su espalda desnuda, acariciando desde sus hombros y hasta llegar lentamente a su glúteos que esta vez levantó fuerte y repentinamente, cargando así a Mello y haciéndole colocar sus piernas alrededor de su cintura.

Le llevó hasta la barra donde primero le hizo sentarse, tiró al diablo el pan tostado, los platos, la jalea de fresa y  todo lo que había sobre esta siendo ayudado por el desesperado chico que también tiraba a diestra y siniestra lo que fuera que les estorbaba, recostándose luego y sintiendo el frío del mosaico en la espalda. El mayor se colocó sobre él y gateó hasta encontrar de nueva cuenta esos labios ya rozados por el contacto.

Sin despegarse comenzó a desabrochar ese cinturón negro para luego hacer lo mismo con el pantalón de cuero del mismo color, el otro ayudando un poco levantó las caderas para hacer más fácil el que le quitaran la prenda, y así a su vez el rubio sin quedarse atrás desabrochó el pantalón del pelirrojo que terminó de quitárselo él mismo. Así quedaron ambos en ropa interior besándose con pasión desesperada y rozándose por sobre la ropa sus despiertas masculinidades, sintiendo ahora que una ligera humedad les rogaba por darle más atención a esas partes y así lo hizo.

Fue Mello el primer travieso en llevar su mano al miembro del otro, que entre el mismo beso gimió ligeramente al sentir esa mano colarse por debajo de su poca ropa, le acarició por toda la extensión sin llevar demasiada prisa y deteniéndose para prestarle más atención con su pulgar a la húmeda punta. Sin poder evitarlo siguió gimiendo y jadeando en los labios del rubio que le estaba tocando, mientras este sonreía divertido sabiendo que le hacía gemir de aquella manera que le resultaba tan jodidamente sexy.

Pronto Matt no aguantó mucho más y al igual que en esas ocasiones en que Mello le provocaba, cambió la atmosfera para convertir aquello en algo mucho más agresivo. Repentinamente dirigió su mano hacia la ropa interior negra del provocador y en un solo tirón la rompió bruscamente, solo para un momento después voltearlo con salvajismo ocasionando un fuerte jadeo que el rubio dejó escapar al verse sorprendido, tomó su cadera entre sus manos y la subió ligeramente sin embargo antes de acercar su miembro demasiado a la entrada de su esposo se detuvo.

-¿Quieres que lo haga amor? - susurró pegando su pecho a la espalda de Mello y acercándose a su oído.

-Sa...sabes que quiero que lo hagas - contestó el otro jadeante y sintiendo esa necesidad de Matt en cada nervio de su cuerpo.

No hubo mayor respuesta en forma de palabras, pero al momento siguiente el pelirrojo acercó la punta a su destino ocasionando un escalofrió que recorrió la espalda de su amado, poco a poco y siendo muy cuidadoso comenzó a penetrar lentamente, con lo que unos pequeños pero sonoros gritos salían de entre los labios del otro que apretaba y arañaba el mosaico con fuerza intentando mitigar el dolor que le partía en mil pedazos.

No tuvo que pasar demasiado para que finalmente el miembro del mayor estuviera enteramente dentro de su otra mitad, conjuntando así lo que realmente eran, uno solo.  Mello seguía conteniéndose y respirando entrecortadamente de tanto en tanto, mientras el otro hacía lo mismo intentando contener las ganas de embestirle salvajemente, no quería lastimarle.

-Mmm... Sí Matt... Hmm... - Mello comenzó a servirse él mismo moviendo las caderas hacia atrás y hacia adelante, causando un ronco sonido proveniente de la garganta del otro que le observaba completamente excitado y desbordando deseo en cada gota de sudor.

No pudo contenerse más y sus manos se dirigieron a las caderas de su rubio y sexy amante, entrando una y otra vez, esta vez a una velocidad mucho más severa. El otro completamente embelesado por las fuertes manos que le sostenían se dejaba ir y venir una y otra vez, empezando a sentir como el otro llegaba cada vez más y más profundo. Pudo sentir como en un momento algo dentro de él comenzaba a viajar por cada partícula, nervio y músculo de su cuerpo que ardía como si al rojo vivo se encontrara, la increíble sensación comenzaba desde algún punto en su vientre y se esparcía por todas partes. Hizo hacia atrás la cabeza poniendo los ojos en blanco al dejarse ir, gimiendo cada vez con más fuerza al compás del excitante y creciente éxtasis que ya le embargaba.

Fue cuestión de segundos para que aquellos fuertes gemidos, se convirtieran en un creciente grito de placer que retumbó contra las paredes de la cocina, como el eco del orgasmo que ya sentía venir junto con una oleada espesa de la esencia de Matt, que le llenó al mismo tiempo que un grito fuerte, ronco y varonil le hizo saber que también había llegado al punto máximo de placer, cayendo ambos exhaustos sobre la barra de la que todavía goteaba un poco de jalea de fresa que se había derramado entre todo el desastre.

 

oooOOOoooOOOooo

 

Matt se desperezó y bostezó largamente antes de sentarse en la orilla de la cama, se sentía sumamente cansado, afuera todavía no amanecía del todo y sentía unas ganas incontenibles de regresar a la cama y seguir durmiendo tranquilamente junto a su esposo amado. Miró la hora en el reloj junto a la cabecera, las siete con quince de la mañana, debía apresurarse y bañarse ya que entraría a su primer día.

Se dirigió al closet y tomó una toalla y una muda de ropa, entró al baño y se duchó sin demorarse demasiado. Apenas logró arreglarse medio decentemente, un pantalón de vestir y una camisa con cuello sport, unos tenis color negros y listo, eso sí, sin despegarse de sus amados lentes. El cabello también debía lucir medianamente presentable, tomó el peine y con algo de Gel para el cabello comenzó a peinarlo hacia atrás. Una última mirada al espejo fue suficiente, se veía bien y presentable si no formal. Al pasar de nuevo por la habitación observó a Mello aún dormir tranquilamente abrazando la almohada, sonrió y se acercó dejando un solo beso cuidadosamente sobre su frente. Luego tomó entre sus manos una de las hojitas para los recados de la libreta junto a la cama, escribió una rápida nota y la dejó bajo el acostumbrado chocolate.

Antes de salir tomó las llaves del auto que recién habían comprado con los ahorros de ambos y es que no eran tontos, tenían cuentas en distintos bancos con identificaciones falsas, en ellos habían depositado dinero suficiente desde esos entonces en que aún Aizawa les pagaba, por ello establecerse y tener todo lo que tenían no había sido del todo difícil.

El pelirrojo volvió a bostezar una vez más antes de salir del departamento, bajó por las escaleras con el propósito de despertarse del todo, fue desde el tercer piso hasta la planta baja y una vez en el estacionamiento tomó el control desactivando la alarma para poder entrar en el auto color rojo que tanto le había rogado a Mello para poder comprarlo. Los asientos de cuero eran extremadamente cómodos y el sonido que le había instalado era increíble, alcanzaba altas velocidades en unos cuantos segundos, un precioso Ferrari sin duda.

Encendió el auto y salió del estacionamiento acelerando hacia la autopista, no se le hacía tarde aún pero debía apresurarse si quería llegar bien. Manejaba cauteloso pero disfrutando del suave rugir del motor al acelerar, amaba ese carro, claro, no tanto como a su marido. Ahora que lo pensaba todo iba de maravilla, después de las cosas increíbles que habían pasado ya parecía justo y necesario que empezaran a pasarla bien, y justo ahora se sentía más feliz que nunca. Un nuevo apartamento, coche nuevo, matrimonio nuevo, vida nueva, la moto nueva de Mello había que decirlo, le hacía feliz, y ahora por supuesto un prometedor trabajo nuevo, todo iba perfectamente.

 

Apenas había conducido cinco minutos, en el horizonte comenzaba a verse ya los primeros rayos del sol cuando de repente notó que ya no había ningún auto en la autopista "que raro", sin embargo no le dio importancia y continuó, incluso aprovechó el hecho para aumentar la velocidad y llegar más pronto, más no se esperaba lo que estaba más adelante.

Repentinamente una barrera de 6 autos negros se extendía ante él solo unos metros más adelante, al ser tomado por sorpresa presionó el freno tan pronto como pudo, derrapando el auto que coleteó y dio una vuelta de 360 ° en el pavimento antes de frenar bruscamente a tan solo unos metros de la barrera.

Tan repentino había sido tremendo enfrenón que estaba seguro que mas de algo se había lastimado, eso sin incluir la repentina tortícolis que le había hecho llevarse automáticamente la mano hacia la zona del cuello sobándola insistente debido al dolor.

No paso ni un minuto cuando ya veía venir desde aquellos autos a todo un grupo de hombres vestidos en trajes negros y lente oscuro, apuntaban sus armas mientras se acercaban corriendo y gritando cosas como "mantén las manos donde pueda verlas". Sin embargo no hizo mayor caso, a pesar de estar totalmente confundido; primeramente no se movió ni un poco, ni levantó las manos, ni bajó del auto en posición de rendirse, primero analizó la situación, encontrándola por demás extraña pero en parte familiar. Finalmente no necesitó ni siquiera del minuto completo para saber qué hacer, no sabía que tenían entre manos esos tipos pero no iba a quedarse a averiguarlo.

Espero a que los tipos se acercaran solo un poco más y con cuidado de que no le vieran en el momento en que se movía, volvió a acelerar el auto con intensión de escapar y aunque notó como algunas balas pasaban peligrosamente cerca le dio poca importancia dedicándose de momento solo a salir de ahí.

 Matt aceleraba en dirección opuesta a la de antes dirigiéndose de nueva cuenta a las avenidas más concurridas de la ciudad, solo un momento después escuchó el sonido de los autos que iban tras de él acelerando tanto como lo hacía su Ferrari. Aun estaba confundido y bastante a decir verdad, pero la repentina adrenalina en su cuerpo le estaba dando no solo mayores y mejores reflejos ante la situación, sino que a pesar del peligro le embargo una sensación que hacía tiempo no tenía... la emoción de una persecución. Sonrió de medio lado sin poder evitarlo y mirando por el retrovisor a sus perseguidores aceleró el auto tanto como la maquina daba para sí.

-Como en los viejos tiempos...

 

CONTINUARÁ...

 

Notas finales:

CHAN CHAN CHAN xD jeje sigo con mis intentos de musica de suspenso xD

bueno como lo dijo Matt COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS >w< apoco no es emocionante?

la verdad me encantaria saber que pensaron del lemon, ya saben que no soy mucho de escribir estas cosas y publicar asi que su opinion me viene genial nwn

Gracias de antemano por leer y por reviews jeje BESOS

AH SI! casi lo olvido, hoy es 19 asi que que tal si subo por el dia 29 aprox n.n digo 12 dias es mucho xD dejemoslo en 10 pero claro de haber reviews claro que subiré antes, como ya les dije los capis estan listo al menos unos cuantos

GRACIAS DE NUEVO Y SALUDOSSSSSSS XAOOOO


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).