Paseaba por el extenso campo que formaba parte de la universidad a la que asistía, meditabundo, ya que ese sueño se había ido prolongando durante todos estos días ya no sabia a que se debía tanta insistencia en aquel sueño, era un tanto confuso pues no podía ver a la persona que le hablaba en el y a la vez lo lastimaba.
“¿Que será… acaso intentara decirme algo… acaso puede legar a pasar?” Eran algunas de las cosas que por su mente pasaban, pero fuese lo que fuese lo único seguro era que no quería seguir teniendo ese sueño.
-Hermano ¿Estas bien?
De pronto salió de su ensimismamiento para ver a su hermana al lado suyo, ¿Cuándo llego? Es algo que no sabía, pues no la había sentido.
-¿eh?... Lina si estoy bien, solo estaba paseando por aquí.
-Pero estas muy distraído.
-No es nada, solo pensaba.
-Si tu lo dices, en fin ¿me acompañas a la biblioteca? Es que no quiero estar sola y necesito que me ayudes.
-Esta bien vamos- Pero en un momento le pareció ver algo moverse entre los arbustos.
-¿Que pasa?
-Nada… vamos- Pero un mal presentimiento se adueño de él.
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Hace una hora aproximadamente que lo estaba observando, adoraba cada gesto, cada movimiento de ese chico, era una obsesión para él, lo quería con él en todo momento. Cuando noto que el joven sospechaba de que hubiera alguien se tuvo que esconder, pero al ver que se iba con esa chica que sabia que era su hermana y única familia, saco su celular para realizar una llamada importante.
-Radamanthys
-Si señor.
-Estén listos lo haremos hoy mismo.
-Entendido lo esperamos donde acordamos.
-Acuérdense que no esta solo, esa niña va con él.
-¿Qué haremos con ella?
-Hagan lo que crean necesario, ella no me interesa- Dijo con un tono frío.
-Entendido- y luego la llamada fue cortada. Él había decidido que ese chico seria suyo ese mismo día, ya no podía esperar.
-Ya pronto te tendré en mis manos y nunca te dejare ir, ¡Nunca!- Dijo para luego irse hacia la biblioteca en donde lo vigilaría para saber en que momento actuar.
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Kanon iba en dirección a la biblioteca a visitar a uno de sus tantas “Parejas”. Este era un chico que asistía a la universidad de la ciudad, sabia muy bien que este tenia favoritismo por la lectura y que siempre pasaba sus ratos libres en la biblioteca. Shiryu era el nombre del joven al que iba a ver. Pero antes de llegar, paro en seco al ver a aquel joven del que siempre le hablaba su hermano, era muy cierto todo lo que decía sobre el, aquel chico tenía una hermosura semejante a la de un ángel pero con un aire misterioso, por eso lo llamaba “Ángel de alas Negras”.
Se había quedado engatusado mirándolo, pero a la vez le daba algo de pena, tristeza al saber que le pasaría ese mismo día.
-Pobre chico, te vez tan tranquilo y alegre, tan ajeno a lo que te sucederá- Se decía a si mismo al momento de que su celular suena.
-¿Qué quieres Saga?- dijo en un tono de irónico, lo había estado llamando cada dos minutos por lo mismo.
-¿Lo viste ya?
-Si lo acabo de ver entrar a la biblioteca, no fastidies mas quieres.
-Ya cállate, ahora espera a que salga.
-Ahh no, eso no… yo me largo.
-Ni lo sueñes. Te quedaras allí por que sino…
-Esta bien, ya no fastidies me quedare- “Maldita sea” Pensó.
-Bien, en cuanto lo veas salir le avisas a Rada ¿ok?
-Si, si adiós- demonios tendré que quedarme aquí. Guardo su teléfono es su saco, ahora no podrá ir a ver a Shiryu, no mientras el chico estuviera allí adentro.
-Mmmm Hades… Hades… Hades… hermoso nombre para un ángel, nunca olvidare tu nombre- Dijo y sonrió, no era solo por que ese nombre lo venga oyendo de la boca de su hermano desde que lo conociera, sino que realmente seria difícil de olvidar.