Hoy es mi cumpleaños, y hago nueve años, por lo que ya soy mayor. Además, hace dos semanas se me calló una muela, y dice mi mamá que eso es por que ya soy una mujercita, y debo de estar creciendo muy rápido, por que hay otra muela que también se me mueve.
Haber si consigo crecer rápido, así Roberto dejará a la tonta de Mercedes y será mi novio, que solo sale con ella por que es la chica con el pelo mas largo de la clase, y por eso parece mayor que las demás. Yo le he pedido a mamá que me deje tener el pelo largo, pero me ha dicho que entonces me dará muchos tirones al peinarme, por que mi pelo tiene muchísimos rulos.
Roberto es el chico que me gusta del colegio. Bueno, a mis compañeras también les gusta, pero eso es por que él es el más guapo y el que mejor juega al futbol de toda la clase, así que nos gusta a todas.
Al oír la puerta de la calle salgo de mi cuarto andando de puntillas, seguro que es mi hermano Zeus que ha venido a darme mi regalo. Es mayor que yo, ya tiene diecisiete años, y siempre me regala cosas chulas, algunas veces también me compra golosinas, y me las da si me lavo los dientes y no se lo digo a mamá.
Antes de bajar las escaleras me asomo por la barandilla y al ver que es Zeus, y que viene con sus amigos, me quedo escondida sin hacer ruido. Siempre me regañan por espiar a la gente, pero aunque a veces me castigan, yo lo sigo haciendo. Es que me gusta, y así me entero de muchas cosas que no me quieren decir cuando hablan conmigo.
Veo que se sientan en los sillones del recibidor, están lejos, así que no puedo oírles, por eso bajo mas escalones y me acurruco detrás de la barandilla. Donde estoy ahora si que les escucho.
Está Clara, que es una chica mayor muy simpática, es amiga de mi hermano desde…, desde…, no me acuerdo, bueno, desde hace muchos años. Tiene el pelo castaño claro, pero de bote, por que antes lo tenía negro. Y siempre lleva pendientes largos y de muchos colores, normalmente se los pone del mismo color que las camisetas. Una vez me dio unos de color rosa, pero mamá no me deja ponérmelos para ir a la calle, dice que aún soy muy niña para ellos, auque ahora que tengo nueve años seguro que me deja.
También está Rafa, el mejor amigo de mi hermano. …l es el que más me gusta de todos sus amigos y amigas, por que siempre que me ve me dice que soy muy guapa. Un día le hablé de Roberto, y me dijo que tiene que estar mal de la cabeza por no querer salir conmigo. También me dijo que cuando yo tenga la edad suficiente él mismo saldrá conmigo, si no he conseguido ya que Roberto sea mi novio, claro. La verdad es que aunque es mayor, es más guapo que Roberto. Tiene el pelo despeinado pero le queda guay, y el suyo es realmente de color castaño. Yo sus ojos los veo normales, pero un día le oí a otra amiga de mi hermano decir que eran hipnotizantes, y como yo también los tengo de color marrón, como él, muchas veces digo que mis ojos son hipnotizantes como los suyos, y todo el mundo me sonríe cuando lo digo.
Mi hermano también es muy guapetón, y no lo digo por que se parezca mucho a mí, si no por que lo pienso de verdad. Tiene la cabeza llena de rulos negros, como yo, pero se los corta mucho para que no le piquen el la cara. Y, todas sus amigas piensan que está muy bueno. Se lo conté a mamá, y riéndose me dijo que estaba hecho un Don Juan, aunque no se por que lo dice, el se llama Zeus, por lo que en todo caso sería un Don Zeus.
Me quedo escuchando lo que dicen, y me pongo contenta, por que mi hermano ha dejado una bolsa en el suelo, y dentro de la bolsa veo algo que parece un paquete de color rosa. Es mi regalo, y seguro que están hablando eso. Con suerte me entero de que es antes de que me lo dé, aunque voy ha hacer cara de sorpresa igual.
- De verdad que me gustaría quedarme al cumpleaños de tu hermana, sabes que me encanta la tarta que hace tu madre, pero es que he quedado con Natalia para ir de compras esta tarde. – Es Clara la que dice que no va a quedarse a mi cumple.
- Puedes ir cualquier otro día, y sabes que me harías un favor enorme quedandote. Yo no tengo más remedio que estar aquí, pero si estáis conmigo seguro que se me hace más ameno. – Mi hermano la mira suplicante, aunque parece que no hace efecto.
- Lo siento de verdad, pero es que necesito unos zapatos nuevos. Además, Rafa se queda, así que no vas a estar solo. - ¡Bien, Rafa viene a mi cumple! Si está él, me da igual que se vaya Clara. Aunque tener a una chica mayor en mi fiesta estaría genial.
- Sabes que mi hermana te adora, haz el esfuerzo mujer, que a por unos zapatos puedes ir mañana. – Eso Zeus, convéncela para que se quede. Clara parece pensarselo, mira a mi hermano, y después a Rafa. Luego sonríe y mira otra vez a Zeus.
- Dime que sí a lo que te pedí ayer, y entonces me quedo, ¿Qué me dices? – Clara parece muy contenta de pronto, mientras que Rafa tiene la misma cara de curiosidad que yo… ¿Qué le habrá pedido? Mi hermano la mira serio de repente.
- Lo siento, de verdad, pero sigo pensando que no es buena idea. – Clara ahora parece muy disgustada. Yo diría que incluso parece que vaya a llorar.
- Felicita a tu hermana de mi parte, y… - Mira a mi hermano, se lo piensa un poco y habla de nuevo – Y ya nos veremos. – Sale de casa cerrando la puerta demasiado fuerte. Que raro, ¿Se habrá enfadado por algo?
Mi hermano y Rafa se quedan un rato mirándose en silencio. Hasta que Rafa, que parece algo fuera de lugar decide preguntar por lo que ha pasado.
- ¿Ha que ha venido eso? ¿Qué fue lo que te pidió?
- No es nada.
- Algo tiene que ser cuando se ha ido de esa manera. Parecía triste y cabreada.
- Te estoy diciendo que no es nada. – Mi hermano ahora también parece molesto.
- Cuéntamelo – Rafa le dice eso en el mismo tono en el que mi madre me habla cuando estoy llorando, de forma suave y tranquila.
- ¿En que idioma te tengo que decir que no es nada? – Zeus se levanta de pronto del sillón y coge la bolsa con mi regalo de un tirón.
Yo al ver eso me levanto de mi escondite tras la barandilla, preparándome para correr hasta mi cuarto, para que no se enteren de que les estaba escuchando desde la escalera. Pero me agacho de nuevo, por que Rafa le ha cogido del brazo y le detiene para mirarle de frente.
- Zeus, sabes que a mi puedes contármelo – Al principio mi hermano le mira mal, pero como Rafa no se acobarda, se acaba rindiendo, aflojando los hombros y desviando la mirada al suelo.
- Ayer me pidió de salir, me dijo que le gusto mucho, y que quería intentarlo conmigo. – Ahora Rafa también parece algo triste. – Se ha enfadado por que le dije que no. – Rafa mira a mi hermano con cara rara.
- ¿Le has dicho que no dos veces? ¿Por qué? Es preciosa, además es muy simpática y se que te cae genial. – Zeus se enfada de nuevo. No entiendo por que se están comportado así, están raros. Pero de todas formas esto es muy interesante. Yo tampoco sé por que le ha dicho que no a Clara, siempre pensé que era su novia, pero que aún no nos lo quería decir.
- Si tan estupenda te parece ¿Por qué no sales tú con ella? Se que lo estás deseando. – Rafa también se enfada, lo se por la cara que pone al mirar a mi hermano.
- ¿Y tú que sabes lo que yo quiero? Si no te gusta Clara, allá tú, pero a mi no me metas en esto. – Empieza a darme miedo, se les ve muy enfadados, y se están mirando muy mal, no se que hacer, parece que se vayan a pelear.
- ¿Qué no te meta? Pero si eres tú el que siempre se apunta cuando ella viene a dar una vuelta. ¿De verdad crees que no me he dado cuenta? Además, si le he dicho que no es por ti… - Mi hermano mira a su amigo y tarda unos segundos en seguir hablando - Por que… se que la quieres, y no me quiero meter en medio. A si que deja de gritarme, por que yo no te he hecho nada. Y por una vez en tu vida se un hombre y ten los cojones necesarios para decirle lo que sientes.
- ¿Y de que me sirve tener los cojones para decirte que estoy enamorado de ti? Si se que te vas a reír de mí, y que además dejarás de juntarte conmigo por no ser mas que un asqueroso marica – Rafa empieza a llorar en silencio. No les entiendo, lo que si se es que estoy muy nerviosa, y verlos así me dan ganas de llorar. - ¿Estas contento? Ahora ya puedes correr tras Clara y decirle que si que saldrás con ella, incluso puedes contarle esto y reírte con ella de mí.
Mi hermano deja caer al suelo mi regalo, y puedo oír como algo se rompe. Después coge a Rafa por los brazos. Estoy tan asustada que no puedo ni moverme, con el miedo mi llanto deja de ser silencioso y tengo que sorber los mocos de vez en cuando. Mi hermano me atemoriza, nunca le he visto así… ¿Y si pega a Rafa? ¿Qué puedo hacer yo?
- Rafael, mírame a la cara – …l no le hace caso y sigue llorando. – Por favor, mírame. – Ahora si levanta la cara, y su expresión me pone más triste aún. Tiene muchas lágrimas en los ojos.
Cuando mi hermano tira de él yo cierro los ojos asustada. No quiero ver como le pega, no quiero que mi hermano sea malo, ni tampoco que le haga daño a Rafa, por que él es como otro hermano para mí. Y si empiezan a odiarse no podré verle más.
De pronto me pongo de pié y empiezo a llorar en voz alta. Lo veo todo borroso por las lágrimas, pero más o menos distingo que mi hermano ha atrapado a Rafa con los brazos y ahora este llora más. Al final si que le ha pegado. Tan mal me hace sentir el pensarlo que empiezo a correr escaleras arriba hasta llegar a mi cuarto y tirarme sobre la cama a llorar. No puedo dejar de pensar que mi hermano en el fondo es un mal chico, y me duele que lo sea.
Oigo como Zeus sube las escaleras corriendo, y después oigo su respiración dentro de mi cuarto. Se ha quedado parado en la puerta.
- Eva, ¿Por qué lloras? ¿Estás bien?
- ¡No!, te odio, - intento dejar de llorar, pero no lo consigo – ¡Eres horrible! - Zeus me coge en brazos y me acaricia, pero aunque le dejo que me coja, sigo pensando que es malo.
- ¿Por qué dices eso? Eva, ¿Qué te pasa?– Seguramente es por que estoy llorando, pero me parece que él está temblando.
- ¡Te he visto! ¡He visto lo que has hecho con Rafa! – En ese momento Rafa entra por la puerta y nos mira asustado. ¿Por qué no huye ahora que puede?... ¿Y si… y si ha venido a protegerme pensando que Zeus me pegaría a mi también?
Me despego de mi hermano empujándole contra la cama y corro hacia Rafa con todas mis fuerzas, el cierra los ojos con miedo. Seguramente piensa que mi hermano nos va a pegar a los dos. A si que le abrazo muy fuerte mientras empiezo a llorar de nuevo.
Cuando noto los brazos de Rafa rodearme suavemente, siento como una rabia muy grande me sube por la garganta, me giro y miro a mi hermano con odio.
- ¿Por qué has hecho eso? ¿Por qué eres tan malo? ¡Ya nunca te voy a querer! – Mi hermano me mira y una lágrima se le escapa de los ojos. Al ver eso, la rabia desaparece como por arte de magia de mi cabeza, y miro a mi hermano asustada de lo que le he dicho. – Yo… yo… - Empiezo de nuevo a llorar. – Te sigo queriendo hermanito, pero no quiero que le pegues a Rafa, a él también le quiero mucho.
- ¿Pegarle? Pero… yo no le he pegado – Zeus se acerca mas a nosotros y sin querer doy un respingo del susto.
- Te he visto. – Rafa se agacha detrás de mí para ponerse a mi altura.
- Eva, preciosa, tu hermano no me ha pegado. – Le miro intrigada, yo he visto como lo hacía – Lo que tu hermano ha hecho a sido… - Rafa mira a mi hermano con desconfianza, y luego me mira a mi de nuevo – Tu hermano y yo nos hemos besado.
- Pero… yo lo he visto, él te agarraba y luego… - Miro a Rafa, y veo que se pone rojo como un tomate, luego giro la cabeza y miro a mi hermano, que parece asustado, pero también se le está escapando una sonrisa muy rara. - ¿De verdad os habéis besado?
- Si… - Es mi hermano el que responde, pero lo hace con voz baja.
- ¿Entonces todavía os queréis?
- Si, nos queremos mucho – Esta vez Zeus lo dice más alto, y Rafa hace algo rarísimo, sonríe mucho, pero también se le caen las lágrimas.
- Zeus… ¿De verdad Clara no es tu novia? – Mi hermano abre mucho los ojos, y por eso me doy cuenta de que he metido la pata, ahora se va ha dar cuenta de que les he escuchado mucho rato.
- No, ella no es mi novia. – Ahora más calmado, se acerca a Rafa y a mí y también se agacha un poco para quedar a mi altura.
- Pues entonces quiero que tú y Rafa os hagáis novios ahora mismo. – Rafa hace un ruido como de asombro al oírme - Por que si os queréis como novios no podéis discutir ni gritaros como antes. Los novios tienen que darse abrazos y besos, y ser muy buenos amigos, y se tienen que dar regalos, y ayudarse con los deberes. – Me quedo callada al oír como mi hermano se ríe, extiende los brazos y nos coge a mi y a Rafa a la vez.
- ¿Sabes que enana? Te voy ha hacer caso. ¿Sabes? Eres una niña muy lista, se nota que ya tienes nueve años.
Yo estiro los brazos y me acurruco entre los dos. Estoy muy contenta, ahora ya no se pelearán, y además Zeus me ha dicho que se nota que soy más mayor.
Entonces recuerdo mi regalo y me separo de ellos un poco enfadada.
- Zeus, se que has roto mi regalo, vas a tener que comprarme otro.
- No se ha roto, solamente se ha desordenado, toma – Rafa saca la bolsa con el paquete de detrás de su espalda y me la da. – Yo miro el paquete desconfiada, sé que oí como algo se rompía. – Vamos, ábrelo.
Rompo el papel rosa, y me encuentro con un maletín enorme de Hanna Montana con brillantes y estrellitas, lo abro y se desparraman en el suelo unos cuantos rotuladores de colores y un par de lapiceros, seguramente fue eso lo que sonó ha roto. Al mirarlo bien por dentro veo que hay un montón de colores de los que no vienen en las cajas de ceras normales, está el dorado, el color carne, el rosa oscuro, y además también están en rotu y en lápiz. Mis compañeros de clase se van a morir de la envidia.
Tanto me gusta mi regalo que le doy a mi hermano y a Rafa un beso a cada uno. Luego recojo los rotuladores y lo lapiceros que se cayeron y me voy hasta mi escritorio para meterlos en su sitio del estuche.
- ¿Entonces que? ¿Te gusta? – Zeus me mira sonriente.
- ¡Me encanta!, Nadie en mi clase tiene estos colores. – Los dos se ríen al escucharme.
Rafa se me acerca, mete la mano en la bandolera que siempre lleva puesta y saca un paquete pequeño envuelto con papel de color azul con dibujitos de gatitos.
- Y este regalo es de mi parte. – Cojo la cajita y le quito el papel, dentro hay una cajita de Barbie – Ábrela, que tu regalo está dentro.
La abro y veo una cadena plateada con una “E” rosa colgando, en la letra hay diamantes blancos y corazones de diamantes rosas, es muy, pero que muy bonita.
- ¡Tiene diamantes rosas! – Saco la cadena y se la enseño a mi hermano - ¡Y es la letra de mi nombre! – Me acerco más a Zeus y le tiendo mi cadena - ¡Pónmela! – …l me la abrocha acariciándome el pelo.
- Te queda perfecta, pareces una estrella de cine. Dale las gracias a Rafa por el regalo.
- ¡Muchas gracias Rafa! Estoy muy feliz de que salgas con mi hermano, por que te quiero mucho. Y como yo voy a salir con Roberto, no voy a poder ser tu novia. Pero si sales con mi hermano, eres de la familia igual.
- Eva ¿Sabes una cosa? Ese collar hace juego con tus pendieres rosas. ¿Por qué no vas al cuarto de mamá y los coges? – Yo le miro sin saber si hacerle caso, aún no le he pedido permiso a mamá para ponérmelos, y ella los guarda en su joyero. – Si ves que te va ha regañar, dile que te lo he dicho yo. Además, recuerda que mamá te deja ponértelos en casa, y tu cumpleaños lo vamos a celebrar aquí en casa, por eso no vas a hacer nada malo. - ¡Es verdad!, no lo había pensado.
Salgo de mi cuarto sonriendo sin parar, voy a estar guapísima en mi fiesta de cumpleaños.
Cuando casi llego al dormitorio de mi madre, una risita que viene de dentro de mi cuarto me llama la atención, así que antes de nada, vuelvo hacia atras andando de puntillas, y me asomo a la puerta. Mi hermano y Rafa se están dando un beso en la boca y se están abrazando muy fuerte. A mi me da vergüenza eso, por lo que dejo de mirarles y me encamino de nuevo a por mis pendientes.
Me alegro mucho de que me hayan hecho caso. Pero... esto no se lo voy ha decir a mamá, ni a nadie, por que Zeus siempre me ha guardado el secreto de que a mi me gusta Roberto, y yo le quiero guardar este secreto a él. Además, eso es lo que hacen las chicas mayores, no se chiban de los secretos, ni siquiera a sus madres.
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