CAPITULO 5: REVELANDO EL PASADO
Itachi me beso de una manera tan repentina que mi cuerpo se congelo ante su inesperado contacto.
De una manera suave sus labios se separaron de los míos y me atrajo hacia su cuerpo con un lento movimiento, envolviéndome con sus brazos. Una de sus manos acariciaba mi cabeza de forma reconfortante y la otra se posaba en medio de mi espalda. Mi cabeza quedó recostada en su pecho, mientras que esa tierna caricia me hacia recordar la primera vez que hizo eso para consolarme.
FLASH BACK
Itachi me sostenía de uno de mis brazos mientras me conducía por uno de los pasillos hacia el interior de la casa Uchiha. Mi débil y agotado cuerpo trataba de estar de pie y caminar hacia donde me llevaba, pero me tropezaba cada vez que mis piernas perdían el equilibrio y las fuerzas me abandonaban, haciendo que él cargara con casi todo mi peso.
Abrió una puerta corrediza y me hizo ingresar en el interior. Era una habitación tradicional japonesa con tatami en el piso, grande, amplia y bien iluminada por la luz del día donde se encontraba un futón al medio de ella y cerca de las puertas corredizas que daban hacia un jardín interior.
Itachi me sentó suavemente sobre el futón para luego arrodillarse y estar frente a mí.
Me sentía en una nube, como volando entre un sueño y la realidad. Me debatía conmigo mismo para poder despertar de esta pesadilla que era incapaz de reconocer como realidad. La persona que amaba ya no estaba en este mundo, no estaba conmigo, nunca más podría verla sonreír, contándome alguna anécdota en la azotea del instituto, besarme o decir mi nombre con su suave voz…
- Sasuke pronuncié en un susurro…¡¡¡AHHHH!!!
Grité fuertemente con todo lo que daban mis pulmones, con dolor y estallando en un llanto desesperado y desgarrador como el alma en pedazos que tenía en ese momento.
Me incliné hacia adelante con la mirada agachada y el pelo tapándome el rostro.
Tomé con mi puño la ropa que tenia en mi pecho, juntándola en mi mano. Como si todo el dolor que sufría se centrara en ese punto.
- Cálmate Naruto- dijo con tono preocupado
- Sasuke…no, no- dije mirandolo con dolor.
La mano de Itachi se acercó a mi rostro y deslizo un dedo a lo largo de mi mejilla izquierda, alzó mi rostro lentamente y me besó de una forma tierna. El beso me sorprendió tanto que al principio no reaccioné, hasta que se detuvo y se separó de mí diciendo:
- Paraste de llorar- mientras que una se sus manos pasaba sus dedos sobre mi rostro, impidiendo que las ultimas lagrimas de mis ojos cayeran.
Me sorprendió que con solo el contacto de nuestros labios hiciera que las lágrimas pararan de caer y mi pecho se calmara en una respiración acompasada.
Itachi me miraba seriamente y con preocupación. Se inclino hacia mí y me rodeó con sus brazos, haciendo que mi cabeza descansara en su pecho mientras me acariciaba el cabello.
En ese minuto me sentí a salvo y seguro en su regazo. Me deje llevar por esa sensación y solo por esa vez descansé tranquilo con un sentimiento de alivio y protección que me brindaba.
Luego de unos minutos y un poco más tranquilo por el llanto desenfrenado que había tenido desahogando el dolor de mi corazón me separé de sus brazos, y aún incrédulo por todo lo que estaba pasando me senté de rodillas para estar de frente a su rostro.
- ¡Dime que no es verdad! Dime que es un sueño….por favor- dije mientras le miraba con una cara suplicante, empapada de lágrimas.
- A mi también me gustaría que esto no estuviera pasando Naruto- dijo con una sonrisa nostálgica. A él también le dolía lo sucedido y podía verlo en su rostro.
- Es mi culpa, ¡por mi culpa esta pasando esto!- dije con la voz quebrada.
- No es tu culpa- dijo mirándome con compasión.
- No quise escucharlo, no quise hablar con él, no…- dije sin terminar la frase.
- ¡Naruto para!.. No te culpes- dijo seriamente y mirándome directamente a los ojos.- Quitarse la vida fue decisión de mi hermano y de ninguna persona más.
- Entonces… ¿Por qué hizo algo así?- le dije desesperado, aún sin explicarme la decisión que había tomado Sasuke.
- Supongo que lo hizo para escapar- dijo soltando un suspiro- Pero…Las verdaderas razones que tuvo mi hermano, se fueron con él.
- Supongo… que tienes razón-dije mirando a la nada. Me sentía tan vació en ese momento que todo me daba lo mismo. De ponto todo el cansancio acumulado por los días pasados se hizo presente haciendo que mi cuerpo me pesara y se desplomara de lado.
Itachi me tapó diciendo:
- Puedes descansar en este cuarto todo lo que quieras, nadie te molestará- mientras su mano se paseaba por mi cabello de manera suave y acompasada. Hacía que mi cuerpo se relajara ante su tacto.
No sé en que momento sucedió pero apenas me recosté y cerré los ojos me quedé dormido en un profundo sueño.
FIN FLASH BACK
¿Por qué me hacia recordar ese momento tan doloroso? La aparición del hijo de Sasuke con su mismo nombre y ahora la de su hermano Itachi, solo hacía que volvieran a mi los recuerdos que había enterrado en mi interior.
Me separé de sus brazos poniendo como distancia la extensión de los míos, con mis manos posadas en su pecho y con la mirada puesta en el suelo. Era recuerdos tan dolorosos que los había dejado guardados en el rincón más oscuro de mi memoria para que nunca volvieran a salir… pero a veces el destino depara otras cosas.
Saqué mis manos de su pecho y lo miré a los ojos diciéndole seriamente:
- ¿Por que están aquí?- refiriéndome a él y a su sobrino.
- ¿Aún no lo sabes?- preguntó un poco incrédulo por mi pregunta
- No- dije de manera seria y cortante.
- Por ti Naruto- dijo con un tono resignado y una sonrisa de medio lado.
- ¿Por mí?... ¿Por qué?- pregunté extrañado y con el seño fruncido.
- Porque Sasuke quería conocerte… -dijo meditando un momento y añadió- y yo quería verte una vez más.
Cada vez entendía menos lo que sucedía. Se habian mudado a la cuidad de Konoha porque Itachi quería verme…y su sobrino Sasuke también. Pero aún no era capaz de saber el “por qué de todo”. En ese instante me percaté del alcance de nombre que tenían padre e hijo y le pregunté ansiosamente a Itachi:
- ¿Por qué tu sobrino se llama Sasuke?
Itachi cerró los ojos, medito durante unos segundos, soltó un profundo suspiro, finalmente me miró y respondió:
- Porque ese fue el último deseo de Sakura.
- ¿Su último deseo?- se me atragantaron las palabras- ¿Ella está m…?
- No- dijo antes de que terminara la frase- Pero en muchos sentidos su destino fue peor que la muerte.
- ¿Qué paso con ella?- dije preocupado.
- Fue internada en un psiquiátrico- dijo pausadamente.
- ¿Qué…? ¿Por qué?- dije casi sin voz y sorprendido totalmente.
- Porque no pudo superar la muerte de mi hermano. Eso la trastornó hasta el punto de no reconocer la fantasía de la realidad.
- ¿Desde cuando está ahí?
- Prácticamente desde que mi hermano murió y mi sobrino nació.
- ¿Cómo?- dije sorprendido al saber que había estado ahí todos estos años.
- Es una historia delicada y un poco complicada de contar- dijo como recordando lo sucedido.
- Quiero escucharla- dije decidido.
Lo pensó por unos momentos hasta que respondió.
- Esta bien- dijo resignado ante mi determinación- Siéntate, es mejor que esto lo hablemos con más calma- añadió señalando la mesa de centro y los sillones que estaban ubicados a su alrededor al lado izquierdo de su amplio estudio.
Me senté en uno de los sillones dejando caer todo mi peso, solo entonces me percaté de lo cansado que se encontraba mi cuerpo. Itachi se sentó enfrente mío (separados por la mesa de centro) con los codos apoyados sobre sus rodillas y con las manos entrelazadas.
Tenía la mirada fija, como si tratara de recordar, finalmente me miró y dijo:
- ¿Te acuerdas del día del funeral en donde dormiste en la habitación de visitas?
- Si- dije un poco confundido, al haber recordado lo mismo hace unos momentos antes.
- Poco después de que te quedarás dormido en el cuarto de visitas, recibí una llamada del hospital, diciéndome que Sakura había ingresado con una terrible hemorragia donde estaba en peligro de muerte tanto ella como el bebé, por lo que la había que practicarle una cesaría de manera urgente y necesitaban la autorización de un familiar para intervenirla. Di mi aprobación de inmediato y salí rápidamente de la casa porque necesitaban que firmara la documentación que exime al hospital de lo que sucede en pabellón en caso de una desgracia.
Quede impactado por lo que me estaba contando, pero no dije nada. No quería interrumpir el curso de los hechos que me relataba, así que permanecí en silencio mientras seguía narrándome la historia.
- Cuando llegué al hospital Sakura estaba siendo intervenida y su médico a cargo estaba en pabellón con ella, operándola. Espere nerviosamente durante varias horas, hasta que el medico salió preguntando por lo familiares de Sakura. Le dije que era la única persona más cercana a ella en esos momentos y que cualquier cosa podía contar conmigo. Me miró durante unos momentos preocupado y me dijo que lo acompañara hasta su oficina.
Hizo una pausa por unos segundos y continuó:
- El doctor me hizo pasar a su oficina y se sentó detrás de su escritorio y con toda seguridad me dijo que ella y el bebé están fuera de peligro de muerte. El niño nació prematuro y débil por lo que tendría que estar durante unas semanas en cuidados intensivos y una incubadora para recuperarse. Me alegré de escuchar eso. Pero…eso no era todo. Sakura había ingresado con un cuadro de paranoia acompañado de una depresión. Gritaba que Sasuke no estaba muerto y que debía de ver a su hijo. Fue ella misma quien se hirió y provocó después su hemorragia, que casi le cuesta la vida a ella y a mi sobrino.
Estaba realmente impactado por las cosas graves de las que me enteraba. Seguí escuchando en silencio, mientras más me pesaba y dolía lo sucedido. Itachi suspiró de una manera pesada y continuó:
- Después de una semana el diagnostico del doctor era tajante. Sakura sufría un cuadro de esquizofrenia. Cuando fui a visitarla creyó que era Sasuke y me dijo que su hijo se iba a llamar como su padre. Siguiéndole la corriente se lo prometí, pensando que su alteración de la realidad era solo temporal pero…Sakura nunca se recuperó. Vive en un mundo en donde ella, Sasuke y su hijo son felices, y en donde no existe nadie más. Pero a veces tiene momentos de lucidez, donde recuerda que Sasuke está muerto y donde cree que tú eres el culpable de eso…
Hizo una pequeña pausa y añadió:
- Me siento mal cuando sé que ella solo fue objeto de los errores de mi familia.
Después de escuchar todo lo relatado por Itachi .no supe que decir. Mi garganta se sentía con un nudo al no haber sabido lo que le pasó a Sakura.
Suspiré pesadamente y finalmente dije apenado:
- Pobre de Sakura, nadie se merece que le suceda una cosa así. Terminar en un psiquiátrico… que cruel destino.
Sonrió un poco como si hubiera recordado algo divertido y dijo:
- Después tuve que hacerme cargo de mi sobrino y créeme que no fue nada fácil criarlo.
Me acordé de una de las cosas que más quería saber y le pregunté:
- Tu sobrino… ¿Qué es lo que sabe de su padre y yo?
Hizo una pausa, como meditando por unos segundos y finalmente dijo seriamente:
- Hablémoslo en otra oportunidad.
- Pero… Hay muchas cosas más que quiero preguntarte.
- Y yo estaré aquí para responder todo lo que pueda y necesites, pero no creo que sea prudente que mi sobrino te vea aquí cuando llegue... Pero créeme que sabe más cosas de las que te imaginas.
- ¿Cómo…?
- Te lo diré si vienes nuevamente a visitarme- dijo con una sonrisa ladeada.
- Está bien- dije resignado. Eran demasiadas cosas para un solo día y lo único que deseaba era descansar.
- Hasta pronto Naruto- dijo acercándose a mi y depositando un corto besos sobre mis labios.
- No vuelvas a hacer eso- dijo molesto
- Eres tan lindo que no me resistí- dijo con una sonrisa de autosatisfacción.
Luego su semblante se volvió muy serio y me dijo:
- No te entregaré tan fácilmente a Sasuke. También estoy interesado en ti Naruto.
Di media vuelta y salí rápidamente del despacho sorprendido y un poco molesto por su actitud. Realmente nunca podría entenderlo. ¿Qué pasaría por su cabeza?
Me fui de su casa y llegué en un taxi a la mía. Había sido un día tan largo y agotador, que penas llegué a mi departamento me tiré encima de la cama donde me quedé inmediatamente dormido. En ese momento no quería pensar en nada más.
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