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EL SOL, LA LUNA Y UN ECLIPSE II por minamoto

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Capitulo 16 Meet The Yagami`s


 


Osaka, Japón


 


Ukyo estaba un poco asustado por viajar, por primera vez sin su papi y aunque se le daba muy bien mostrarse frio (Na: herencia Yagami) la única pista de que estaba mortalmente nervioso, era la intensidad con la que retorcía un pañuelito, que acostumbraba llevar en el bolsillo del pantalón.


Yagami lo noto y en un gesto que nunca se les hubiese ocurrido a sus detractores, acaricio, en forma circular, la espalda de su niñito para confortarlo


 


-no tengas miedo, Ukyo, pronto volveremos a ver a tu Papi, este solo es un viaje para que conozcas a mis papas, ellos serán tus abuelos, lo que yo quiero hacer, es darte mi apellido, al darte mi apellido muchas cosas serán tuyas, yo te quiero mucho y sé perfectamente que mis padres te van adorar


 


El rostro de Ukyo se relajo y por fin esbozo una sonrisa, algo tímida pero al final de cuentas, una sonrisa, al mirar ese gesto tan limpio, Yagami sintió como el corazón se embargaba de una agridulce sensación, dulce al ver a su hermoso hijito y agria al saber que el padre del niño era tan cruel como para jugar con el corazón de los dos pelirrojos, repentinamente un bostezo escapo de los labios del pequeño cortándole el hilo de los pensamientos.


 


-¿Estas cansado?... -Pregunto Iori-


-Si, ya tengo sueño –dijo el niño con una expresión adormilada-


-Ven, hay una habitación atrás, este es el avión del clan Yagami… bueno mas bien mi avión, en él me traslado cuando hago negocios para el clan o cuando no quiero llamar la atención, como tú sabes, soy cantante y el segundo al mando del imperio Yagami


Iori lo llevaba de la mano sin dificultad y le ayudaba sacar el pijama de la mochila y también le ayudaba a ponérsela


-Iori ¿que es el imperio Yagami?


-Bueno –dijo el pelirrojo metiéndolo ala cama y cobijándolo- los Yagami tenemos bastante dinero metido en muchos negocios, tenemos Hoteles, Líneas de ropa, Restaurantes, Casas discográficas. Entre otras empresas


-¡Son muchas empresas!  –Dijo el niño sorprendido para luego agregar- ¿Nada mas por eso me darás tu apellido?


-No, hijo, te adore desde el primer día en que te vi defendiendo a ese niñito y quiero que me llames papá de ahora en adelante –declaro Iori con orgullo y ala vez algo de timidez- pero eso por ahora no es importante, mejor descansa y yo te avisaré cuando lleguemos.


 


Ukyo lo miro mas relajado y procedió a acurrucarse para lanzar un bostezo que lo dejo plácidamente dormido, una vez que el niño se durmió, Iori volvió a su asiento para retomar su revisión de contratos, ya se había distanciado bastante de todas sus responsabilidades y ahora tenia que aceptar y dar algunas ordenes para terminar de decorar la casa, aunque ya la vería en cuanto volviese


 


 


Esa noche mientras dormitaba frente a su laptop a Iori le pareció escuchar un gemido ahogado que le pareció similar a aquella noche, en que Ukyo se despertó por esa horrible pesadilla, al entrar se encontró a Ukyo envuelto en fuego Kusanagi, las sabanas comenzaban a quemarse y si no lo despertaba el avión tendría que hacer una parada de emergencia consumido por las llamas, así que se acerco al durmiente pequeño y lo zarandeo suavemente tratando de despertarlo, pero el pequeño simplemente no podía abrir los ojos, lo único que murmuraba eran las palabras que ya había oído con anterioridad; aquella vez que Ukyo tuvo esa pesadilla, repentinamente el fuego se avivo mas y en el, Iori pudo distinguir claramente trazas de el poder Yagami, era impresionante al grado que iba ese niño consumiría el avión entero y al ver el riesgo no tuvo mas elección que arrojarle parte del contenido de una botella que estaba en una mesilla, Ukyo al sentir el agua despertó bruscamente llamando a su papi, Iori rápidamente lo acuno contra su cuerpo y le retiro el agua que sobraba, cosa que el pequeño agradeció profundamente para volver a quedarse profundamente dormido


 


Horas más tarde


 


El viaje a casa de los abuelos fue sencillo, Ukyo ya se había despertado y se mostraba mas sereno mientras caminaba un paso detrás del pelirrojo mayor, Iori le hizo un comentario a Ukyo


 


-Hijo, me gustaría que nos llamases a mí y a tu papi de otra forma. ¿Crees que puedas?


El niño lo miro de forma interrogante y pregunto –¿de que forma quieres que les diga?


-a tu papi, Okaachan y a mi, llámame Otousan –el niño asintió-


 


En cuanto Yua hubo salido a ver a su hijo que caminaba por el sendero orgulloso no pudo sino quedarse de una sola pieza cuando vio que detrás de su hijo, venia un pequeño pelirrojito tomado de su mano


 


El niño resultaba ser totalmente idéntico a su hijo, en una forma escalofriante, el pelirrojito lo miraba de forma orgullosa pero aun bajo esa actitud  reservada se podía percibir la energía corriendo por sus venas, energía Yagami mezclada con Kusanagi, ante tal revelación, Yua no pudo sino ahogar un gemido -Ese niño es hijo de su Iori, lo que terminaba por hacerla… abuela- se dijo a si misma mientras una sonrisa radiante aparecía en su rostro.


 


Con su habitual serenidad y dulce sonrisa se acerco a recibirlos


 


-Hijo, Bienvenidos… y este caballerito, ¿quien es? –pregunto Yua sonriente


-Okaasan, este es mi hijo, ha venido para que lo conozcan. Ella es mi Okaasan –le dijo Iori con mucha solemnidad a Ukyo, el pequeño salió de atrás de Iori con orgullo y miro a Yua. Y con una expresión tímida pregunto: ¿ella será mi abuelita?


 


Iori no pudo sino carraspear incomodo, no creyó que Ukyo fuese a hacer una pregunta tan directa, ala cual por cierto Yua sonrió con ternura y le respondió instintivamente


 


-Si Ukyo yo seré tu abuelita, ¿esta bien que te llame Ukyo? ¿O prefieres otro nombre? –pregunto Yua con ternura


-Así esta bien, me gusta que me digan Ukyo


-Pasemos ala sala, tu padre vendrá en media hora, mientras comeremos postres que hice para darles la bienvenida –dijo la dulce Yua mientras Iori le daba el brazo educadamente, cosa que a Ukyo no le paso desapercibido-


 


En la sala. El pequeño se mostro muy educado y tímido al menos mientras comían los postres mientras Yua y Iori charlaban de los pormenores de la boda


 


-Hijo ¿y siempre que vas a hacer con el padre de Ukyo? –Preguntó Yua con duda-


Me voy a casar y adoptare a Ukyo, ahora que ya lo conoces ¿has visto porque me tiene loco?


-         Si, ese niño es adorable –agrego Yua enternecida-


 


Repentinamente escucharon un ruido suave que los hizo voltear, hacia la puerta que daba al jardín. Ukyo quería abrir la puerta que daba al jardín y Yua se levanto para abrirle. El pequeño la miro agradecido y volteo a ver a Iori esperando que, este le diera el ansiado permiso para pasear por el jardín, Iori por su lado no entendió lo que el niño esperaba y se quedo mirándolo de forma interrogante


 


Fueron unos pocos segundos pero a Yua le causo mucha gracia ver que Iori no tenia ni la mas mínima idea de la forma en que ese niño estaba educado, así que opto por intervenir agregando


-Iori, Ukyo quiere que le des permiso para salir- el pelirrojo mayor la miró interrogante, solo por una milésima de segundo para luego responder: 


-Ahhh, si… puedes salir, solo ten cuidado. Dijo entre Iori resuelto y distraído


-Gracias papá y abuelita- respondió Ukyo sabiendo perfectamente agradecerle a su abuelita por la ayuda


 


El pequeño salió corriendo, feliz de la vida mientras lograba arrancar una sonrisa a los dos adultos


 


-¿Es un poco impulsivo verdad? Pregunto Iori


-Es un niño, Iori, tú eras similar a esa edad – dijo Yua sin saber que ese  comentario tan desafortunado traería malos recuerdos a su hijo único, recuerdos de la estricta educación recibida, la forma en que Souta ahogo la espontaneidad de su único hijo; cargándolo de responsabilidades que no debía tener ningún niño de cuatro años y lo único que pudo hacer fue hacer otra pregunta para distraer la atención del pelirrojo mayor- ¿Entonces te vas a casar con el padre? Pregunto Yua expectante, esta pregunta saco del sopor al hombre y este por fin pudo responder:


 


-Si, sin dudarlo, el niño me tiene loco desde el primer día que lo vi, sentí como si fuese una pieza faltante de mi vida, y el hecho de que el padre sea atractivo es solo un plus


 


Ante tal forma de pensar Yua solo podía menear la cabeza de forma negativa, cuando Iori razonaba de esa forma no había poder humano que lo hiciera cambiar de idea y generalmente esos razonamientos solo llegaban a un resultado, la mayoría de las veces desastroso, mientras tanto se mantendría como mera espectadora, en lo que respectaba ala relación de los adultos pero protegería a su nieto a como diese lugar, nadie se metería con su sangre, -¡ese niño es su nieto!- Se lo gritaba el corazón, tanto tiempo perdido, cuidando plantas, pintando cuadros insubstanciales y tontos; cuando pudiera estar consintiendo a su único nieto, uno que ni siquiera creyó llegar a tener.


 


Afuera en el jardín


 


Ukyo  curioseaba feliz de la vida, esa casa bonita, con el jardín mas grande que había visto, lleno de flores de muchos colores, arboles, algunos frutales, estatuas de gente envuelta en sabanas con muchas banquitas y a lo lejos podía ver una piscina, así que se encamino a refrescarse. En el trayecto pudo ver un árbol que estaba cargado de duraznos así que tuvo una maravillosa idea, cortaría algunos para su abuelita y como los mejores estaba en las ramas más altas… así que comenzó a subir entre las ramas con suficiente agilidad


 


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Media hora después


 


El sol, resplandecía en su punto más alto lo que provocaba que Ukyo sudara copiosamente así que opto por bajar y quitarse la sudadera para no batallar más


 


Por su parte Souta llegaba alas rejas de la mansión en su flamante limusina, que con paso lento se adentro por los jardines. Mientras el líder del clan, que, miraba ausente por la ventana, preocupado por ese niño al que su hijo pensaba adoptar, cuando algo le llamo la atención. Un destello rojo en su árbol de duraznos favorito, así que pidió al chofer que parase para averiguar que cosa pudiera ser, el chofer de la limosina lo miro alarmado


 


-Souta san… no vaya, ahora llamo a seguridad para que ellos investiguen…


-Tonterías, Suichi yo puedo hacerlo, por algo soy la cabeza del clan Yagami – dijo Souta restándole importancia al asunto mientras caminaba-


 


Y sin esperar a nada Souta siguió avanzando hasta llegar al pie del árbol. En las ramas más altas, se encontraba un chiquillo pelirrojo de unos seis o siete años desprendiendo duraznos que caían alegremente en el pasto y a juzgar por los diez o doce frutos que estaban en la hierba y la sudadera azul cielo, totalmente café de tierra ya llevaba un buen rato ahí subido. El pelirrojo mayor se acerco con cautela para poder verle el rostro pero su acción resultaba inútil ya que el menor estaba muy concentrado en tomar un durazno enorme y maduro apenas iba a hablarle al niño cuando el alboroto que genero su chofer urgiendo a los de la seguridad a apresurarse, el escándalo que Suichi estaba haciendo, alerto al niño que sin pensarlo, soltó la rama de la que estaba sostenido;  aterrizando en los brazos de Souta, el pequeño se había quedado con los ojos cerrados esperando la dolorosa caída pero esta nunca llegó, en su lugar supo que había caído en algo blando que lo sostenía, y cuando por fin se animo a abrir los ojos vi que un hombre pelirrojo un poco canoso lo llevaba caminando a la casa, en buen problema se me metería cuando Iori se diese cuenta de su descuido y encima no había conseguido los duraznos para su abuelita


 


Souta lo miraba extrañado, ¿de quien seria ese niño?, era seguro que llevaba la sangre Yagami pero hasta ahora no sabia de ningún niño Yagami que estuviese de visita, un relámpago paso por su mente, quizás este niño era el que Iori pensaba adoptar si fuese así, este niño resultaba ser inaceptable, un Yagami no andaba haciendo ese tipo de papelitos, subido en un árbol.


 


Justo en ese momento llego ala casa por la puerta donde había salido Ukyo anteriormente, el rostro de Iori en cuanto vio a su padre con el niño en brazos aunque también pudo notar el gesto adusto en el rostro de su progenitor, Souta se acerco a Iori y le entrego el pequeño en sus brazos, Ukyo, al sentir el cambio de brazos abrió los ojos bruscamente dejando deslumbrados a los abuelos; ninguno de ellos había visto unos ojos mas violetas desde que Iori nació, sin embargo Souta no estaba convencido y mas después de ver que Ukyo en cuanto vio a Iori exclamó, atropelladamente –Papá, perdón por haberme alejado tanto pero vi unos duraznos muy bonitos y se los quería traer al mi abuelita pero se me quedaron- Iori lo bajo con descuido, cosa que al niño no pareció importarle


 


-Hijo, no seas travieso, mira aquí esta tu sudadera y los duraznos. Los trajo Suichi, dale las gracias


-Gracias Suichi- gimio el pelirrojito avergonzado, en respuesta el aludido hizo una reverencia y se retiro


 


Mientras el rostro del pelirrojito se iluminaba de una forma tan dulce, agrego arrodillándose a envolver los duraznos en la sudadera para cargarlos todos


-Abuelita, mira te he traído unos duraznos, espero que te gusten


 


Yua rompiendo la pose de cabeza de la familia, sonrió y se agacho a recogerlos, cosa que a Souta le molesto todavía más y perdiendo la paciencia dijo en voz alta con una frialdad a toda regla -Un Yagami, jamás pide perdón, ni muestra emoción. Este niño no esta ala altura de el clan Yagami- hablo con voz cruel, el Yagami mas viejo y  sin inmutarse sostuvo un duelo de miradas con el menor


-no digas eso, Okaachan me educo muy bien, me hizo un niño feliz y nadie dirá cosas feas de mi Okaachan – dijo el niño con fiereza interrumpiendo a mas viejo con los enormes ojos violetas achicados con una fiera expresión


 


Iori quiso rebatirlo, pero era verdad Ukyo estaba educado de una forma muy libre, ya antes había notado que Kyo le permitía muchas libertades las cuales, ya se encargaría de cambiar y le enseñaría a comportarse como el futuro líder de un clan respetable, todo un magnate cosmopolita –por cierto se dijo a si mismo- tendría también que  enseñarle a controlar esos arrebatos de carácter


 


Souta lo miraba sorprendido, confundido, ese mocoso lo estaba enfrentando y su hijo ni siquiera había hablado para reprender al menor así que viéndose en desventaja opto por retirarse al estudio murmurando cosas inconexas acerca de la dudosa lealtad de su heredero  


 


Ukyo al notar que el mayor se iba solo pudo respirar con tranquilidad, sin duda su abuelita le gustaba más todavía, era una lastima que su abuelo no lo quisiera pero podía conformarse con su abuelita que lo miraba con ternura y guiaba a la cocina a dejar los duraznos y a comer alguna golosina para distraerlo, sin duda Iori tendría una pelea con su padre… el niño tuvo que olvidarse de los problemas de su Otousan para no preocupar a su abuelita


 


Mientras tanto en el despacho


 


Souta entro dando un portazo y Iori le siguió con serenidad


 


¿En que estabas pensando?, Iori ese niño no sirve para ser tu heredero –bramo Souta descompuesto-


-Padre, no te atrevas a hablar de esa forma de mi hijo, eres mi padre y te respeto, pero el es mi hijo y tiene un poder enorme, es un digno hijo de un Yagami, se que le falta entrenamiento pero no permitiré que nadie ponga en duda su capacidad ni potencial


-entonces si tanto confías en su potencial, no tendrás reparo en que lo entrene personalmente –dejo caer como al descuido Souta esperando a  ver la reacción-


-No tengo, ningún reparo en que tú lo hagas confío plenamente en que sabrás guiarlo pero te pediré que en diplomacia lo entrene mi madre y para comenzar deberé hacerlo yo, para que el no sienta tanto el cambio, Ukyo ha vivido una vida libre de responsabilidades, su padre después de verse abandonado por el clan Kusanagi decidió criarlo lo mas libre que se pudo, aunque te agradara saber que lo entreno para poder defenderse apropiadamente


-Pues sigo dudando de su poder, pero le voy a dar una oportunidad porque tu eres la  futura cabeza del clan


-Ukyo posee un ánimo y carácter muy especial, es protector y considerado pero al mismo tiempo tiene un fuego interno indomable y destructor, ya que no ha crecido dentro de la rigidez del clan, se que le falta moderar su carácter pero en parte fue eso lo que me conquisto, ¿ya te dije como lo encontré?... caminaba por la isla Saki cuando sentí algo especial y al mirar vi un kínder, ahí estaba Ukyo defendiendo a otro niño de un abusón, el niño le sacaba una cabeza fácilmente y era bastante gordo pero mi hijo no se amilanaba incluso invoco el fuego Kusanagi


-Jum, tu lo invocaste a los cinco años –intervino Souta con presunción-


-Exacto, a los cinco años y después de un entrenamiento salvaje, pero el, con un entrenamiento suave la obtuvo un año después, ¿no te parece relevante?


-Tal vez, tengas razón, confiare en ti, ¿has hablado con Kyo del porque lo expulsaron del clan?


-No, pero ese hecho parece lastimarlo mucho, no quiere hablar ni si quiera de sus propios amigos, quiero darle algo de tiempo pues ya una vez lo asuste y perdí a mi hijo por largos y angustiosos meses


-Esta bien, solo me gustaría saber, que fue lo que impulso al clan a desprenderse de su heredero más prometedor y de la forma mas indigna.


-Hay algo mas… necesito que se queden la siguiente semana con Ukyo, en lo que voy por su padre… y hay algo mas… me voy a casar con el padre para acceder al niño, tú sabes que entre Kyo y yo hay historia, me costara mantener un matrimonio de apariencia así que será una boda relámpago en Ámsterdam, para hacerme de la custodia del niño lo mas pronto posible


-Souta lanzo un suspiro de rendición- hazte cargo esta semana para acostumbrarlo y ya veremos, se que Yua esta muy emocionada con su recién adquirido nieto y tendré que soportar una de sus llamadas de atención en cuanto a mi proceder


-Ok, debo irme porque mañana tengo una rueda de prensa a primera hora y no hemos llegado al apartamento, te veré el fin de semana para traer a Ukyo


 


En la cocina Yua y Ukyo preparaban una compota de durazno, Yua esperaba el momento para hacerle unas cuentas preguntas al niño, Ukyo era una maravilla, divertido, alegre y cariñosos justo como hubiese sido su hijo si Souta no se empeñase en educarlo “adecuadamente”, bueno había que admitir que Iori siempre había sido seco y parco al hablar o actuar pero estaba claro que si alguna actitud chispeante había habido, su amado esposo se había encargado de apagar con sus miles de deberes y reglas, miraba sorprendida como Ukyo casi se metía completo ala cacerola, así que se acerco riendo a besarle en la frente, el pequeño la miro sorprendido pero su  respuesta fue mas sorprendente, sonrió dulce y le regalo un abrazo que termino por derretir la poca resistencia que le quedaba


-siempre quise tener una abuelita, cuando los otros niños contaban de los suyos, papi siempre me tenia muy mimado pero también me preguntaba donde estaba el resto de mi familia. Una vez nos toco hacer un árbol genealógico y yo no tuve a nadie para poner, solo a papi Kyo y a papá Kyle –Yua lo miraba enternecida y de vez en cuando lo volvía apretar entre sus brazos, con eso esperaba que Ukyo sintiera lo mucho que lo quería y en ese momento, como cuando te arrancas una curita, de forma rápida y eficaz lanzo la bomba


-  Ukyo, ¿extrañas a tu mamá?


-el niño la miro y con grandes manoteos y expresiones comenzó a hablar- No, nunca supe quien era mi mamá, papi digo Okaachan no habla de ella, me ha dicho que  cuando sea mas grande, y entienda mejor, me dirá quien es mi madre


-¿Por qué le dices Okaachan a tu papi? –Pregunto curiosa Yua, era extraño a pesar de que es la primera vez que esta con Ukyo han conectado instantáneamente-


-Iori me pidió que le dijera Okaachan a mi papi y a él Otousan y me gusta mucho como se oye pero todavía no me acostumbro.


-mmmm, ¿y donde viviste hasta ahora?


-naci en Osaka. Pero mi pap, Okaachan y papá Kyle me llevaron a vivir a una isla porque Kyle estaba enfermo y la ciudad le hacia mal


-¿Papá Kyle?


-si, papá Kyle, era un buen amigo de Okaachan desde antes que yo naciera, juntos me criaron, era de Irlanda y siempre me hacia comida y dulces irlandeses también me contaba cuentos de su tierra, el me dijo de su… muerte, pero me dijo que seria como un viaje al que se tenia que ir y que un día dentro de muchos años nos volveríamos a ver


-¿ya murió Kyle?


-si pero prefiero pensar como el me dijo que esta en un viaje, se fue cuando vivíamos en la isla y me pidió que cuidase de mi Okaachan y que confiase en su juicio… aun no entiendo que es un juicio pero en cuanto lo sepa, lo voy a hacer –dijo el pelirrojito con resolución lo que ocasiono que Yua rompiera a reír e inmediatamente le explicara-


-el juicio es la capacidad de tomar decisiones, Kyle te decía que no tuvieras duda de las decisiones que toma tu Okaachan


-ahhh, bueno aun soy pequeño para dudar de mi Okaachan, no tengo duda de que me quiere y busca lo mejor para mi


 


Cuando entro Iori, el niño estaba feliz de la vida jugando con la cuchara con la que habían estado mezclando la compota, su abuelita si le gustaba, incluso le había dejado lamer la cuchara y la olla, aunque a Iori le pareció muy tierno verlo lleno de jarabe, lo miro severamente y lo mando a lavarse mientras Yua les empacaba dos tarros de compota para que se los llevasen


-Madre, ya he decidido que Ukyo se educara en casa ala antigua usanza, esta semana lo entrenare yo, en modales y artes marciales, aunque no creo que exista algún conflicto, Kyo ya lo estaba entrenando y por lo que he visto el chico es bueno


-Iori. Este niño ha sufrido mucho, no lo maltrates pues ve en ti a una figura muy importante –replico Yua, dejando a el pelirrojo mayor boquiabierto, ¿en que momento su Okaasan había aceptado a Ukyo?


 


Unos minutos después Ukyo volvía completamente mojado de las mangas y el pecho, la cara de Iori era un poema, ¿como demonios se había mojado tanto y en tan poco tiempo?


-Ukyo, vámonos para que te cambies


-Perdón, Otousan, el lavabo estaba muy alto y resbale en la tina


-Toma hijo, les he puesto dos tarros de compota de la que hicimos mi nieto y yo para que las coman como postre


-Gracias abuelita, dijo Ukyo sin esperar a que Iori tomase los tarros, este arrebato no le hubiese gustado nada a Souta observo Iori, y la mirada que el adulto le lanzo al menor o hizo que el niño devolviese el tarro a su abuelita y le ofreciera una disculpa, la matriarca de la casa recibió la disculpa lo mas formal que pudo, ante la exagerada reverencia que el menor hizo y los acompaño ala salida, no sin antes ir a despedirse de Souta


 


El niño se despidió tímido y tenso pero al mismo tiempo amable, ya en camino Iori le paso una mano por el hombro y quiso saber sus opiniones


 


-Y bien, ¿que te han parecido mis padres?


-mi abuelita me ha gustado mucho, me dejo hacer compota con ella y lamer la cuchara, ella me gusta mucho, me abrazo y ¡también le gustan los duraznos igual que a mi! Pero mi abuelo… -en este punto el pelirrojito agacho el rostro y se ensombreció- el abuelo no me quiere, no cree que yo sea capaz de ser tu heredero


-Mi padre, ahora tu abuelo es un hombre muy difícil, orgulloso de su linaje y de ser un Yagami altivo y tu forma tan libre de ser lo pone nervioso, pero le demostraremos que eres capaz de ser el mejor heredero, por esta semana nos quedaremos en un apartamento que tengo en la ciudad, pronto podremos ir ala casa que compre para que vivamos los tres


-¿con muchos arboles? –Preguntó excitado Ukyo abriendo exageradamente sus violetas  orbes- ¿de duraznos? -agregó-


Veré que puedo hacer, porque ya había plantado cerezos pero supongo que habrá espacio para algunos de durazno


-¡Yupiiii! Brincó Ukyo


 


Iori no pudo sino sonreír, la iba a tener bastante difícil entre entrenar a Ukyo y con el nuevo álbum que estaban preparando para lanzar, para cuando llegaron al lujoso edificio en el que llevaba ya viviendo casi ocho años, y justo como le gustaba vivir. En el penthouse y a todo lujo, pero la parte mas difícil seria, lograr que Miki Takeda aceptase a Ukyo… se dijo a si mismo antes de meterse a bañar


 


Lejos de ahí… en la mansión Yagami


 


Souta acababa de entrar ala habitación donde Yua acostumbraba pintar. Ella estaba impecablemente vestida con un kimono rosado, lleno de flores de sakura, los anillos. Símbolo de su lugar en el clan, reposaban en una mesilla, ella se limpio las manos y se acerco, para hacerle una caricia en el rostro, ajado por los años


 


-Souta, no seas tan severo con el pequeño…


-No se que es lo que mas me molesta, si ese niño que dudo que sepa lo que es una responsabilidad como la de ser un heredero o que mi hijo este “deslumbrado” por un niño al que apenas conoce, tengo miedo, Yua, no soy inmortal y temo que mi hijo no sea capaz de lidiar con la responsabilidad de ser la cabeza del clan o peor aun que le deje el mando a un joven irresponsable que no tiene ni idea de lo que es ser un hombre de negocios, tu lo viste, no tiene ni idea –Souta se desplomo en el sillón, demostrando una debilidad que solo Yua podía ver


-amor mío, no te tortures, por algo que escapa a tu control, tu sabes muy bien cuan infeliz fue nuestro hijo con toda esa pesada carga acerca de su destino… dijo la pelirroja hincándose, sin preocuparse de que su costoso kimono tocase el suelo pero Souta le interrumpió con ternura-


-sabes… siempre me he preguntado como haces para pintar esos hermosos cuadros sin que una gota manche tu persona, eres una mujer hermosa y me considero bendecido porque hayan concertado nuestro matrimonio y a pesar de todas las penurias que tuvimos que pasar para darme cuenta que tengo la dicha de ser tu comparsa y de saber que me amas


-Y así es, a mi también me tomo algún tiempo darme cuenta de que por tu soberbia y la mía estábamos destruyendo a nuestra familia, ahora, una oportunidad de redimirnos ha llegado, en forma de ese niñito, escúchame bien amor mío,  Ukyo Mitsunori, es hijo de nuestro hijo, es el nieto que nunca creímos que tendríamos, desde aquella noche en que Iori nos anuncio sus preferencias sexuales, no me preguntes como, pero se que ese pequeño es nuestro nieto, me lo dice el corazón –


-Souta lanzo largo suspiro, jamás podría dejar de sentir amor por esa dulce mujer que se quedo a su lado aun en los tiempos mas difíciles  como consiguiente jamás podría negarle nada- Esta bien, lo intentare, le daré una oportunidad a este niño-


 


En cuanto Souta termino de hablar, la sonrisa de Yua se extendió por su rostro como la llegada de un amanecer en el horizonte y sin pensarlo, se puso de puntitas para darle un bezo en la comisura de la boca, uno que Souta atrapo con los labios y correspondió con ternura


 


Mientras tanto Ukyo estaba acostado en la cama de su padre, mirando las fotos que había tomado de la casa de sus abuelos, hasta quedarse dormido. Para cuando Iori regreso del baño, encontró dormido al pequeño ala mitad de la cama así que no tuvo mas remedio que ir a dormir ala sala.


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