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EL SOL, LA LUNA Y UN ECLIPSE II por minamoto

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Notas del capitulo:

Aclaraciones

Mil gracias a quienes han dejado sus reviews, créanme  sus criticas son mana caído del cielo, son motivadores para quienes escribimos y nos hacen muy felices, es cierto Miki es una malvada y se va a aprovechar de las dudas de Yagami, hasta que logre sacar de circulación a Kyo

La mañana había comenzado hermosa, sobre todo porque Ukyo había llegado muy temprano y lo había despertado como solía hacerlo en la isla Saki, brincando en la cama despiadadamente hasta hacerlo reír, Iori no había vuelto a dormir a casa y el castaño se preguntaba como haría para que Ukyo no se diese cuenta de que su padre no estaba presente casi para nada más que para ignorarlo, esos enormes ojos violetas lo miraban con amor y sin perder detalle para luego arrojarse a sus brazos riendo juntos y de forma desenfrenada

 

-¡Papi, papi! Gritaba Ukyo feliz  agitándolo entre las sabanas

-¡Ukyo, bebe, mi bebe!, ¿te divertiste? ¿Me extrañaste?, ¡yo sí, y mucho!

-si Okaachan yo también te extrañe-

 

Ambos estaban sobre excitados, hablando al mismo tiempo; pero aun así se podían entender, ellos se habían separado por tanto tiempo (una semana), Ginevra los miraba feliz y como no le ponían ninguna atención decidió retirarse y dejarlos disfrutar de su reencuentro

-¿mi niño quieres desayunar? -Le preguntaba Kyo con ternura a Ukyo-

 

Ukyo lo miro nuevamente con sus enormes ojos violeta, largamente para después contestarle –si Okaachan ¿me haces unos wafles?-

 

Mientras esperaba a que su papi se cambiara, Ukyo pensaba.

 

Con ninguno de sus padres había logrado esa conexión tan estrecha y resistente, Kyle fue muy importante en su vida, sentó bases firmes y cariñosas, aun a pesar de no tener la salud. Sus enseñanzas habían echado raíces  y Ukyo lo amaba como al padre que no había conocido.

 

Después de eso, su Okaachan jamás había vuelto a llevar a nadie a casa, hasta que apareció Iori, el mismísimo Ukyo se había encargado de acercarlo al ver lo bien que lo trataba, sin obtener nada cambio, ahh pero se había olvidado de alguien si, el odioso de Bryce, el que resulto ser papa de un compañero suyo, tan fastidioso el hijo como el padre, que  intento salir con su castaño padre, alrededor de tres semanas  hasta que se desanimo porque su Okaachan nunca le dio bola

 

Si, el lazo era lo suficientemente fuerte para dejarse de ver por una semana y en menos de cinco minutos restaurar la devoción y el amor

 

Kyo salió del vestidor con un kimono sumamente sencillo y el cabello recogido en una cola de caballo baja, sus ojos antes tristes se encontraban brillantes y llenos de felicidad, le extendió la mano a Ukyo y salieron felices

 

Una vez en la cocina, Ukyo miro curioso los alrededores causándole una sonrisa a Hanny; aprovechando que Ukyo estaba ocupado, Kyo le dio las instrucciones a Hanny para la elaboración de la cena. Desde los bocadillos, las bebidas, ensalada, sopa, plato fuerte y el postre mientras sacaba los ingredientes para el desayuno, Hanny escandalizado trato de evitar que Kyoko san se atendiera sola, de ninguna forma su ama se haría de comer sola, pero eso a Kyo verdaderamente no le importaba y haría lo que quisiera

 

En la cocina, el castaño se movía con total libertad y eficiencia mientras Ukyo lo seguía ayudándolo en las pequeñas cosas que faltaban, una vez listo salieron felices a la terraza a desayunar y aprovechando que habían olvidado la leche y el jugo, Hanny se los llevo a la mesa para inmediatamente volver a la cocina a prepararles la canasta de picnic y comenzar los preparativos para la cena  de esa noche, sorprendido de ver como su ama cambiaba totalmente, con tan solo estar frente a su hijo

 

Más tarde Ukyo y Kyo salieron al jardín trasero buscando un sitio donde hacer su  día de campo seguidos de Tiger y Bunny de forma discreta pero efectiva

 

Una vez instalados, en un claro cercano a un pequeño lago. Kyo se aventuro a indagar  sobre el viaje y los abuelos

 

-         Hijo, ¿cómo te fue en tu viaje de regreso a Osaka?-

-         Muy bien, mis abuelos son muy divertidos y buenos conmigo

-         Qué bueno ¿Y a donde te llevaron esta vez?

-          Me llevaron a conocer algunas de las empresas que voy a dirigir en cuanto crezca y mi abuela me hizo una compota de durazno de unos duraznos que le lleve de su jardín, pero el abuelo Souta… es muy serio y creo que no me quiere mucho…

-         ¿Por qué dices eso? –pregunto el castaño preocupado al ver que la mirada de su pelirrojito se volvía taciturna, esperando a que el niño lo explicara Kyo se quedo callado

-         Bueno… el abuelo Souta le dijo a Iori que no creía que fuese una buena elección para ser su sucesor… por ser tan impulsivo y no haber sido entrenado desde pequeño – el pelirrojito sonaba entre enojado y decepcionado- también dijo que tú eras un mal Okaachan por no haberme educado de la mejor forma, yo le dije que tú eras un buen papa, el mejor porque me cuidaste y me has querido mucho

-         Ukyo, ¿interrumpiste a Souta Yagami?... gracias por defenderme  pero debes entender que los japoneses son muy estrictos y más un clan tan añejo, lleno de restricciones y reglas, tu abuelo es el líder de uno de los clanes más poderosos de todo Japón. –agrego Kyo de forma sombría-

-         Pero nosotros somos japoneses y tu no me educaste así –replico el niño confundido-

-         No te eduque de esa forma, sino de la forma en que yo hubiese querido que mis padres me educaran, además de que si te hubiese tratado de forma estricta, Kyle jamás lo hubiera permitido, ya sabes lo consentidor que era…

 

Al recordar a Kyle y sus ocurrencias, la sonrisa de los dos se amplió tanto que rompieron en carcajadas

 

-¿y mis abuelos eran muy estrictos contigo? –Pregunto curioso el niño

 

El rostro de Kyo se ensombreció –si, tan estrictos que en cuanto contradije sus deseos me echaron de casa, pero eso es algo de lo que hablare contigo cuando crezcas mas, algo que quiero que me expliques ahora, es que es eso de que hubo un incendio en el departamento de Iori  - ahora el turno de palidecer fue el de Ukyo-

  • Emmm bueno, fue un accidente, Iori me dejo dormido en casa, me dejo un sándwich y un vaso de jugo en la cocina…
  • ¿Qué, que, como que te dejo solo en el departamento? -Exclamo Kyo muy molesto-
  • Detente Okaasan, no puedes enojarte con mi papá recuerda que, el no tiene ninguna experiencia de cómo ser un padre, y en parte también fue culpa mía, yo tire el vaso de leche de soya cerca del contacto de la mesita de la sala y no le sequé
  •  Bueno, tratare de no enojarme se que ninguno de ustedes está habituado a funcionar como nieto, abuelo o padre así que será cuestión de tiempo esperar a que se acostumbren

 

El rostro de Kyo estaba muy sombrío, tanto que Ukyo se dio cuenta y buscando distraer el ambiente, tomó las sandalias de madera que Kyo previamente se había quitado para sentarse en el césped, logrando que Kyo aunque con dificultad por el kimono, corriese  tras él.

 

Cerca de ahí, Tiger y Bunny los observaban atentos a cualquier riesgo o movimiento fuera de lugar

-         Ya no entendí Bunny, ¿Yagami san es gay? Inquirió el moreno Tiger

-         No tengo la menor idea, pero si solo se caso con Kyoko san por el niño, puedo entenderlo; ella es muy bella, cuando la vi, por un momento desee ser bi

-         Oye me voy a poner celoso –lo codeo de forma juguetona, el moreno mientras el rubio se aguantaba la risa aparentando indiferencia sin éxito y seguía hablando -ya vi de donde vienen esos impresionantes ojos violetas –comento el rubio conejo-

-         Si, toda la gama de colores de Ukyo chan es de Yagami san, pero la forma de los ojos y los labios son de Kyoko san, ese niño es la amalgama perfecta de ellos, ahora sí creo que es el hijo perdido de Iori san, ¿Notaste el cambio de actitud de la ama Kyoko de ayer a hoy? agrego curioso el moreno

-         Si, ayer parecía un fantasma en pena por la casa, y hoy con el niño está llena de vida y luz, ni siquiera parece la misma mujer.

 

 

Iori llego a la mansión a comer y a ver a Ukyo que para esa hora ya debería haber llegado y cuál sería su sorpresa; que no solo Ukyo no estaba sino que Kyo tampoco estaba. Una atareada Ginevra le informo que madre e hijo habían salido desde temprano con una cesta de picnic rumbo al jardín trasero. Así que se encamino a buscarlos y ahí a escasos veinte pasos estaban los guarda espaldas mirando atentos a su familia, su familia, que bello sonaba esa frase, su familia, una que jamás dejaría ir se decía a sí mismo, mientras volvía a ver al Kyo que había visto en la playa de la isla Saki, alegre, juguetón, levantarse levemente el kimono para correr tras de Ukyo que se reía y se movía de forma brusca y toda loca, hasta que se tropezó y cayó al piso riendo con total delicia mientras, Kyo se dejaba caer y ponía la cabeza sobre el abdomen del pelirrojito que al sentir a Kyo se reía con más ganas, el rostro de Kyo siempre triste, por fin se veía alegre y sonrojado, tan lleno de luz, que el pelirrojo mayor sintió correr los celos por la sangre dejándole un sabor amargo en la boca y un anhelo que no pudo identificar con claridad, en cuanto se encamino para alcanzarlos se dio cuenta claramente el momento en que Kyo lo vio venir, por la forma en que el ágil cuerpo del castaño se tenso, su expresión se puso en blanco y el sonrojo de su rostro le bajo hasta el cuello. Iori se hizo el desentendido y se agacho a besarlo en los labios de forma impersonal y fría, pero al mismo tiempo que el castaño se enderezo para recibir el beso, el kimono se entreabrió ligeramente dándole la oportunidad a Yagami a meter la mano entre la tela y acariciar la piel a su alcance, ocasionándole al castaño una furiosa erección; sin que Ukyo se diese cuenta y con ternura procedió a besar en la cabeza al pelirrojito

 

Kyo se sintió tan confundido  con dicha acción que tuvo que controlar una furiosa erección para después lanzar una mirada contrariada a Iori. Como era posible que aun sabiendo que clase de hombre era Iori aun respondiera a sus caricias, cada célula de su cuerpo ardía con solo mirarlo, como se había ido enamorando de alguien tan cruel  y de tan fácil juicio, tan cruel para tomarlo cada noche y después darle la espalda e ignorarlo, sin embargo había empezado a amarlo a la par que Iori desgarraba su corazón, ahora sabía lo que había sentido el ruiseñor de aquel cuento que leyó en la escuela, Yagami no conocía el alcance de sus  sentimientos y con cada acción lo condenaba a vivir, una vida llena de vergüenza y dolor, por amar a su verdugo aun a pesar de toda la maldad con la que lo trataba

 

Ajeno a todo lo que pasaba por el corazón del castaño, pelirrojo se les unió a la comida y termino jugando futbol americano con un Kyo y los guardaespaldas mientras Kyo los miraba sintiéndose más nervioso que nunca, esperaba poder desempeñar el papel de forma adecuada y creíble de eso dependía pasar el mayor tiempo con su hijo

 

Horas más tarde cuando Iori por fin se había ido, un Kyo apresurado fue a sentarse al tocador, donde encontró una cajita roja con una hermosa peineta con diamantes, perlas y venturita azul; sin dedicatorias ni sentimentalismos, solo la peineta, dos días y el romance se había terminado

 Sobre la cama reposaba el kimono que pronto usaría, en cuanto se lo puso escucho que tocaban a la puerta y al abrir se encontró con una peinadora y maquilladora profesional que lo dejo listo y radiante, para la mascarada, porque asi como el castaño lo veía esta sería una mascarada en la que jugaría el papel de ama de casa feliz y dichosa

 

Vestuario de Kyo para la cena

http://i1219.photobucket.com/albums/dd427/minamoto_00/EstiloOsuberakashi.gifel peinado para la cena

http://i1219.photobucket.com/albums/dd427/minamoto_00/tomesode1.jpg


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