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EL SOL, LA LUNA Y UN ECLIPSE II por minamoto

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Notas del capitulo:

una vez mas, esperemos que les guste, ultimamente he estado nerviosa, debido a que no se si le falte profundidad a la historia o le falte o le sobre, bueno en fin espero que les guste

Capitulo 24 Consecuencias

 

Las semanas se fueron lentas, la rehabilitación de Iori estuvo a cargo de Kyo y a final de cuentas Iori término usando un bastón especial y paso bastantes días en cama siendo apapachado por Kyo, tiempo en el cual  Benimaru llamo un par de veces pero no pudo hablar con Kyoko porque siempre contestaba Apriori, la rubia en confabulación con Miki mantenía a todos los que se acercaban a Kyoko, lo más  lejos posible, aun lejos de Evan que también lo estaba buscando

 

Evan por su parte se había mudado con su amado Hennigan, las cosas se habían complicado  más de la cuenta debido a la vida tan disipada que llevaba el ojiazul y es que a decir verdad era el primero en proclamar que debía sacar provecho de sus atributos y créanme vaya que lo hacía, la mayoría en el “expiación y pecado” sabia lo fácil que era llevarlo a la cama y la noche en que Mizanin se burlo de Hennigan por mantener una relación seria con el ojiazul, su pareja no lo había resistido y habían terminado liándose a golpes y siendo sacados por Paul del antro

 

Esa noche, mientras le curaba los moretones y le ayudaba a bajar la inflamación. Evan entendió que sus actos libertinos habían lastimado a Hennigan de un modo cruel y descuidado y se arrepintió de aquellas palabras que le dijo a Kyo antes de despedirse

 

-Espero que no tenga que volver a hacerlo nunca jamás- dijo Kyo con un tono triste

-Oh vamos Kyo, sé que tu no elegiste esta forma de vida pero si tienes el don grandioso de moverte como si fueses un dios deberías sacarle provecho, yo tengo otros dones –dijo Evan palmeándose las caderas

 

Las lagrimas comenzaron a brotar de los ojos de Evan sin poder detenerlas, a donde quiera que iba lo conocían por libertino y altamente divertido y Hennigan ya estaba pagando el precio, Hennigan lo miro preocupado su pelinegro lloraba mientras le hacia las curaciones, ya se las pagara ese Mizanin por andar de bocón, por Evan le pegaría al que fuera.

-no estés triste, en unos pocos días tendrás a tu reluciente y joven novio de regreso- le dijo el peli castaño sonriente tratando de aligerar las cosas, anda cura a tu papaíto- Evan seco sus ojos para poder ver lo que estaba haciendo pero los suspiros no lo dejaban enfocar

 

-No llores mas bebé, ven dame un besito pero de ladito porque ese tarado me reventó la boca –eso hizo que Evan sollozara mas y se saliera dejando todo botado en un arranque de rabia y se encerrara en el baño, Hennigan se quedo con un palmo de narices

 

En el baño Evan lloraba  sintiendo el peso de sus decisiones, esa noche tenía que romper con Hennigan, su Jho no se merecía una persona tan viciada y menos golpear y ser golpeado por todas las personas que habían compartido cama con él. ¡Demonios! ya una vez había estado en un trío y en un gang bang, cuando por fin salió del baño se encontró con que Hennigan se había ido y había dejado una nota diciéndole que hablarían en la noche, perfecto era ahora o nunca, con pesar recogió todas sus pertenencias del departamento y se preparo.

 

Jhon Hennigan venía de regreso a casa, paso a comprar comida china, aun no sabía exactamente qué era lo que se traía su bomboncito venenoso, pero ya lo averiguaría, precisamente por eso compro la comida china, sabía que Evan comería montones de galletas de la suerte, por ello las mando a rellenar con mensajes divertidos y personales para ellos, ya había tardado muchos años para poder acercarse a ese cuerpecito del pecado para descubrir que era su compañero ideal, que amaba cada porción de piel que ofrecía libremente al mejor postor, que deseaba arrancarles las bolas a cada uno de sus parejas sexuales aunque con eso tuviera que hacer eunucos a más de medio Ámsterdam, lo protegió celosamente, lo miro vivir esa despreocupada vida, rogando porque nada malo le pasara o pescara ninguna enfermedad y ahora que Evan se había dignado a verlo y a estar con él, ni de chiste lo dejaría ir, lo amaba y esta noche quería hacer de su hombre un hombre honesto.

 

Evan se baño y llevo sus pocas pertenencias al salón las puso en la puerta y se preparo, haría el enorme sacrificio de dejarlo ir aun amándolo tanto, no podía seguir viendo a Hennigan peleando con los demonios que el mismo se había echado encima, además esta semana se había estado sintiendo raro, quizás estaba enfermo y de seguro era algo bien grave, algo de su pasado con esas ideas instaladas en su alma se sentó a esperarlo

 

 

En Japón, en una clínica privada…

 

El doctor Yusei empacaba sus cosas con serenidad, desde que había  ayudado a Kyo Mitsunori a tener a su hijo, le habían pasado muchas cosas, entre ellas se había obsesionado con saber más acerca de los donceles y como resultado, el clan Kusanagi le había cerrado todas las puertas habidas y por haber, eso solo había terminado por encender mas el deseo de saber más acerca de esas grandiosas personas que nacían como hombres, podían llevar una vida dentro como las mujeres y prácticamente adoptaban las características femeninas más representativas, como la piel delicada, rasgos andróginos, las caderas anchas y la cintura delicadamente moldeada. Sabía que había más acerca de esas características, lo sabía por sus investigaciones más recientes aunque Japón no era el mejor candidato para conseguir más datos de donceles ya que los japoneses consideraban ese rasgo como una maldición y como resultado la mortandad entre los donceles japoneses era realmente alta, pocos sobrevivían y menos pocos tenían la oportunidad de saber si eran donceles o no y si quería que su investigación diera frutos, tenía que salir de Japón y hacer un largo viaje, estaba enormemente agradecido por haber conocido a Kyo Mitsunori que fue quien le mostro el camino pero su ex familia estaba haciéndole la vida miserable, los Kusanagi era realmente un clan muy poderoso al grado que en cuanto supieron que él era el doctor que le llevaba el control del embarazo, Saysu hizo todo lo posible por sabotear su carrera y manchar su historial, y eso si que el médico no lo permitiría, por algo se había quemado las pestañas, estudiando como un loco para tener el puesto de medicina familiar y tener la  especialidad en oncología y si las investigaciones salían bien, también tendría una especialidad en ginecología de donceles… mmm sonaba mal, quizás podría renombrarla por los donceles- esto último lo dijo mientras salía del hospital resuelto a volver cubierto de gloria :D

 

De regreso a Ámsterdam, Evan le pedía a Hennigan que se sentara en la mesa, Hennigan sin pensarlo tomo la mano de Evan mientras esperaba a que su pelinegro se recuperaba, algo había pasado mientras no estaba para que Evan se encontrara en ese estado

 

-Jho este tiempo contigo ha sido maravilloso, realmente lo he disfrutado mucho pero realmente creo que tenemos que ser sinceros y seguir cada quien nuestros caminos… -dicho esto se levanto y le dio un fuerte abrazo a Hennigan y lo dejo ahí, totalmente sorprendido y confundido mientras Evan recogía sus cosas, escondía su rostro anegado en llanto fingiendo mas entereza de la que estaba lejos de sentir. –perdóname amor, pero amándote como te amo, no puedo hacerte esto…-

 

Hennigan estaba atónito, en la bolsa del pantalón llevaba el anillo con el que le pediría  matrimonio a Evan, creía que el moreno estaba triste porque no le había pedido ser nada formal, pero en vez de eso su gran amor, el niño por el que mataría a más de la mitad de Ámsterdam por fornicar con él,  el hombre que lo tenía hechizado con su ternura, picardía y bondad lo estaba botando, en ese momento todo los sufrimientos por los que había pasado hicieron implosión en su corazón empujándole a un estado de rabia total, sin pensarlo lanzo un grito que sonó mas a un gruñido –No, Tu no te iras de mi lado, yo te amo más que a nada, amo tu sonrisa, tu sencillez, tu cuerpo, yo no puedo vivir sin ti, no lo voy a lograr, por lo que más quieras no me abandones –Hennigan estaba haciendo lo que jamás se imagino que haría, hincado y abrazado a las esbeltas caderas de Evan, lloraba con desesperación sin saber que Evan había roto a llorar y lo ayudo a levantarse

 

-Escucha Jho, no puedes dejar que me apodere de tu vida, las cosas no funcionan de esa forma, necesito irme y tú no puedes tenerme contra mi voluntad –Evan estaba haciendo un esfuerzo por aparentar esa sonrisa deslumbrante y hueca- déjame ir, solo déjame ir- si Hennigan no lo dejaba ir rompería en llanto y hablaría más de la cuenta

 

Hennigan sabía que algo no estaba bien, había observado muy de cerca a Evan y sabia de sobra cuando estaba fingiendo o cuando algo lo molestaba conocía perfectamente su lenguaje corporal, así que decidió seguirle el juego, intempestivamente se seco las lagrimas y lo miro fríamente –Esta bien, te dejare ir, tienes razón tú no puedes ser mi mundo, solo cuídate y si las cosas no salen bien no olvides que cuentas conmigo- y Hennigan salió de la habitación con el corazón hecho pedazos, y Evan salió a la calle no sin antes tomar una galleta de la suerte de la bolsa y salir al frio de la noche llevándose un caparazón vacio sin alma, ni corazón –era lo mejor, se dijo a sí mismo- mientras abría la puerta del departamento –no valgo nada, quien querría un bien usado por otras personas- entro en la casa y siguió llorando mientras se desnudaba y se metía a la ducha para volver a llorar dejando que el agua se llevara todo el dolor de haber dejado ir al amor de su vida.

 

 

En Osaka, mansión Yagami

 

Kyo no se engañaba, sabía perfectamente que este matrimonio no estaba basado en el amor y que si Iori lo toleraba era porque necesitaba tener un heredero, simplemente seguiría el plan que Evan le había ayudado a trazar, comportarse lo más maduro posible y saber que estaba totalmente enamorado de Iori pero no había forma de que este le correspondiera y menos que decidiera hacerle la vida tolerable quizás después del accidente habían llegado a una pequeña tregua y esperaba que el tiempo se fuese lo más rápido posible para poder alejarse de ese odioso pelirrojo y esperaba hacerlo con el corazón lo menos roto posible, sin embargo habían veces en las que se olvidaba y lo miraba con todo el amor que sentía o acariciaba su rojo cabello mientras miraban alguna películas acurrucados y desnudos en el sillón de la recamara o en la cama, se decía a si mismo que Yagami no lo dejaría ir nunca pero no se engañaba en cuanto a conseguir su libertad, pronto quedaría en cinta nuevamente y en el mejor de los casos tendría que renunciar a su último hijo y abandonar la mansión, quizás si lograba convencer al vengativo pelirrojo este le permitiera estar cerca de los niños o peor aun de salir con vida, sabía que no podría llegar a término, el bebe debería nacer antes de los nueve meses ya que el cuerpo de un hombre no estaba hecho para recibir tanto peso.

 

Por su lado Iori estaba cada vez más interesado en Kyo, cada vez necesitaba pasar más tiempo a su lado, ya fuera en la cocina, en la sala, tomando café o en el jardín y porque no, hasta en el dormitorio. Necesitaba más cercanía y calor, pero no se hacía ilusiones, Kyo había sido amordazado con un contrato muy especial, Miki lo había sugerido si Kyo tenía otro hijo mas tendría que renunciar a él y seria libre. Afortunadamente ellos no contratarían una madre sustituta puesto que ya con Ukyo era más que suficiente así que jamás dejaría ir a Kyo, lo necesitaba más que a nada en el mundo, estaba enfebrecido se sentía como un adicto esperando a la siguiente dosis y ahora que Ukyo había salido del mapa, estaba planeando un record de bautizar cada habitación en todas las posiciones que se pudieran encontrar, Kyo había estado tanto tiempo desnudo y con la espalda sobre alguna superficie plana que en ocasiones no podía ni caminar, esos momentos eran los que Iori disfrutaba mas porque entonces llevaba en brazos a su adorado “éclair” a una tina suavemente perfumada de canela y lo bañaba, a veces lo volvía a tomar con suavidad y dulzura otras veces simplemente lo ayudaba a bañarse y se acurrucaba en posición de cucharita acunando su cuerpo, tratando de que Kyo supiera cuanto lo amaba, sin embargo no podía engañarse, vivía en una especie de cielo comprado, Kyo era único para fingir, todo un actor consumado, a veces el castaño le lanzaba una hermosa y deslumbrante sonrisa llena de amor que lograba pararle el corazón hasta que recordaba que todo esto era un truco barato, tan real que casi podía vivir por siempre en esa fantasía.

 

Y es que los días al lado de Kyo eran tan ardientes que siempre lo dejaban con las bolas secas o azules según fuera el caso si estaba con su “éclair” siempre terminaba seco y si no lo tenía cerca, entonces debía resistir hasta poder follarlo apropiadamente, el cuerpo de Kyo merecía ser adorado con pasión y ardor, Kyo estaba tomando una ducha justo en ese momento y el pelirrojo lo podía ver desde la posición privilegiada, cada suave línea, cada musculo firme, aunque esos días había notado que el abdomen perdía definición y se estaba curveando suavemente, además noto cinco moretones a cada lado de las caderas y se dio cuenta que hacían un par de días lo había tomado con tanta fuerza pero se veían muy frescos, de hecho si lo veía detenidamente toda su suave piel tenia rasguños y moretones hechos al calor de la pasión, estaba orgulloso de saber a quién pertenecía ese hermoso espécimen pero al mismo tiempo se propuso ser más cuidadoso sin importar cuánto deseara marcarlo

 

Un mes más tarde Evan miraba un artículo en una clínica en Ámsterdam, un afamado doctor estaba haciendo investigaciones sobre donceles y buscaba casos especiales de donceles, el pelinegro se pondría en contacto para que supiera que habían casos especiales en Ámsterdam, como el de Jeff y Paul que habían perdido un bebe y ahora estaba esperando a otro, se suponía que los donceles no tenían tantas probabilidades de engendrar por segunda ocasión según el artículo pero ahí estaba el bebe de esos dos locos creciendo contra viento y marea en el vientre de Jeff. Lo suyo era ya otro caso, hacían ya dos meses se sentía sumamente enfermo, sin fuerzas, asqueado y buscando comer arcilla, Kelly le había sugerido ir al doctor quizás tenia VIH (Virus de Inmunodeficiencia Adquirida) con la vida tan ligera que había llevado era muy probable que lo tuviera, lo mejor era haber dejado ir a Jho, lo confirmaba en cuanto los síntomas se agravaban y eso lo estaba hundiendo en una depresión muy seria, lo único que lo había sacado había sido la visita de Kelly e Eve que preocupadas por no haberlo visto en todo un mes por el antro, fueron a buscarlo, tocaron y cuando les abrieron se encontraron con un panorama desolador, Evan estaba totalmente borracho, olía como a perro mojado, la barba no le salía pareja pero estaba muy desaliñado, el cabello estaba perdiendo el fino desmechado que Evan pedía cada vez que iba a la peluquería, vestía una enorme playera y unos pantalones que eran como cuatro tallas más grandes que las suyas, la verdad era un conjunto que Jho usaba cuando estaba en casa y que accidentalmente se coló entre sus prendas cuando empaco; ya no olía  como “Jho” pero en ojiazul se negaba a dejar de usarlo.

 

-¿cariño, estas bien? Pregunto Kelly mortificada

-No, “Kell” no estoy bien, creo que tengo VIH y estoy tan asustado que ni siquiera puedo ir al médico para hacerme la jodida prueba, para que si ya no tengo deseos de vivir sin Jo, perdí todo, pero era lo mejor que podía hacer, con la fama que me forje, todos le hacían burla por haberme tomado como pareja, Mizanin se sentía con derecho de burlarse, le dijo a Jho que los demás me decían “Tiro fácil Bourne” y le dijo que había una larga lista de ex amantes que aun querían volverme a ver, yo… lo escuche cuando se lo decía a Jho, me sentí tan humillado y tan poca cosa, no sé cómo ese hombre tan sexy me eligió, la elección no fue la correcta, soy solo un bien dañado, una cara bonita con un cerebro hueco, ni siquiera mi padre me quiso cuando salí del closet, estaba tan enojado y avergonzado, Jho hizo bien en dejarme ir –dijo esto tan apesadumbrado mientras una lagrima resbalaba por su pálida y hundida mejilla

 

Eve no había dicho nada solo escuchaba el soliloquio del dulce Evan, solo lo escucho hasta que el ojiazul se quedo llorando en silencio –Escucha quizás tu “Jho” me cuelgue por revelare esto pero… el no te dejo ir por eso, comprendió que habían demonios con los que debías tratar solo y por eso te dejo ir, él fue quien de hecho nos pidió que viniéramos a verte tuvo miedo de que no quisieras abrirle, o de que algo malo te hubiera pasado, habla de tu miedo con Hennigan, porque te extraña mucho y no tiene ni idea de porque lo dejaste, pero primero lo primero, tienes que hacerte un examen para saber si de verdad tienes VIH y tomar las decisiones competentes, no puedes seguir lastimando a Hennigan ni tampoco a ti, vamos yo te acompañare hoy en día puedes tomar los retrovirales y seguir teniendo una vida lo más normal posible… tenemos que saber la verdad y el avance de tu enfermedad. Pero primero antes que nada tienes que tomar una ducha, y afeitarte, a ti no te va la barba ni el look de indigente.- Eve se rio entre dientes, Evan movió la cabeza en forma negativa pero logro arrebatarle una dulce sonrisa y se dirigió a la cómoda para sacarle una muda decente de ropa, mientras Kelly le preparaba la regadera

 

-Evan, Cariño tienes que desayunar correctamente, estas en los huesos- hablo alarmada Kelly que lo ayudaba sin pudor a quitarse la ropa

 

Más tarde un Evan rasurado, limpio y bien vestido apuntaba la dirección a la cual comunicarse con el doctor de los donceles como le llamaban al Doctor Yusei Amade, un eminente doncelologo que ya comenzaba a forjarse una reputación con sus investigaciones, le acababan de sacar sangre y de mandar a hacer los análisis tendría que esperar todo un mes para saber si estaba enfermo de algo, afortunadamente siempre había usado condón con sus parejas aunque… un par de veces con diferentes parejas,  había despertado y descubierto el olvido del condón. Una vez con un tipo horrible que prefería olvidar y otra vez con su “Jho”, los dos estaban tan calientes que se arrancaron la ropa en la sala y terminaron follando en el sillón sin protección, se dio cuenta por que despertó calientito enredado entre los brazos de Hennigan y con el trasero a rebosar del semen de su papaíto, como Jhon se hacía nombrar, medio en broma medio en serio cada vez que follaban de forma ardiente, era prácticamente lo único que salía de los labios de Jho.

Mientras tanto tendría la oportunidad de volver a la escuela y volcar su interés en las materias, a como diera lugar terminaría la carrera seria un excelente profesor de jardín de niños, escribía la carta cuando sintió una desesperada ansiedad por comer algo, sabia de sobra lo que venía detestaba comer esas horribles barras de arcilla pero, estaba desarrollando un inexplicable deseo por comer tierra y la única manera que encontró para hacerlo de forma segura fue comprándolas en esa tonta tienda naturista, le desagradaba mucho pero la boca se le hacía agua cada vez que pensaba en los ladrillos o en la tierra que barría de su apartamento, en algún lugar había escuchado que el barro se llevaba las toxinas del cuerpo y quizás eso hacía que su cerebro le ordenase comer barro, como fuera cada vez se negaba menos ese placer y si encontraba formas de agregar el barro a su dieta.

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Durante ese mes, Kyo comenzó a sentirse cansado, quizás el alto ritmo al que estaba obligado al seguir a Iori a las giras, aunque lo disfrutaba mucho, no quería alejarse tomaría todo lo que Iori pudiera darle, este fin de semana era imposible parar, Ukyo vendría del internado y de verdad esperaba con ansias ese momento, por fin lo podría ver, no podía descansar aunque la cama estuviera deliciosa, debía ducharse y salir a acompañar a Iori al estudio de grabación, a esa entrevista, después la comida con los ejecutivos, aguantar al tarado ese del baterista que le dice cosas pecaminosas al oído cuando todos están distraídos, si no fuera porque Iori le dijo que era irremplazable por el enorme talento que poseía, inmediatamente le diría a Iori, aunque dudaba que le creyera, aun le pesaba en el alma aquella ocasión en que lo encontró con Benimaru y lo acuso de provocar al rubio. Ya sabía quién iba a perder la batalla.

 

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-mi señora… no ha habido muchas novedades, a Kyoko la han estado buscando dos hombres últimamente, un tal Evan y Benimaru san, no sé si le sirva esa información- la voz de Apriori sonaba entrecortada quizás porque llamaba desde el pasillo principal de la casa y se arriesgaba mucho, Miki sonrió perversa mientras escuchaba todo lo que había hecho ese inútil de Kyo, no había mucho de donde sacar para terminar de hundirlo, quizás podría llenarle la cabeza de ideas de infidelidad, o inclusive forzar una agresión de parte del baterista, sería divertido reavivar la desconfianza de Iori y ver como reaccionaria ante el hecho de que Wade B. estaba caliente por su dulce Kyoko, la sonrisa diabólica de Miki apareció nuevamente, el tiempo de ser feliz de Kyo se estaba terminando.

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Esa mañana Ukyo acababa de llegar, se había ido por una semana y ya había cambios, en primer lugar no entendía ¿porque tenían a su nana Apriori en la casa si ya no les hacía falta?, eso ya lo hablaría con su Okaachan, la última vez que los vio estaban muy separados y ahora se pasaban todo el día juntos, su Okaachan se veía feliz aunque en ocasiones notaba un ligero tinte de dolor, si su Okaasan hacia sufrir a su papi lo iba a pagar. ¬_¬ (sin duda la escuela resulto provechosa para el pequeño pelirrojo)

 

La velada era hermosa, Kyoko vestía su típico kimono a diferencia de Miki que llevaba un hermoso vestido color vino que dejaba parte de sus senos al descubierto pero en los breteles se ajustaba una especie de capa, y dejaba una pierna al descubierto esas interminables y bellas piernas, completaba el atuendo con unos exquisitos Jimmy Choo`s de 15 centímetros y el cabello recogido en un severo moño que la hacía lucir todo menos severa, la forma en que lucía la peli plateada siempre lo hacía sentir muy incómoda. Sabía que cada kimono que portaba había sido bellamente pintado y teñido a mano lo que lo ponía en la  categoría de obra de arte y cada peinado era elaborado por una peinadora especial pero Miki tenía todo lo que él como mujer nunca tendría y al mismo tiempo el odioso Wade B. se veía como el hombre que había sido antes de estrenarse en la maternidad y eso en verdad lo deprimía, como extrañaba a Evan, aquí en Osaka no tenia con quien descargar su alma, ese baterista de quinta ya lo había acorralado un par de veces en el pasillo y otra en el jardín, esta ultima Ukyo lo acababa de rescatar apareciendo de improviso y le lanzo una mirada al ingles que congelaría el mismísimo infierno, eso a Wade no había parecido importarle mucho pero ya se imaginaba lo intimidante que sería cuando creciera y dominara mejor la técnica, su hijo seria un hombre imponente

 

La noche apenas comenzaba, Miki sonreía ante los avances de baterista, Iori estaba tan distraído con los ejecutivos de la casa disquera que no se daba cuenta, nadie se había dado cuenta excepto ese estúpido mocoso de Ukyo que por mas que había mandado a Apriori a distraerlo estaba en todo y protegía a Kyo celosamente, hubo un momento en el que la nana logro distraerlo y las luces se apagaron para la presentación de Iori cuando Kyo venía de camino a la mesa, entonces fue el momento, Wade le salió al paso y lo tomo por la cintura y lo arrincono cerca del baño, en la penumbra Kyo sabía que podía poner fin al acoso pero también le quedaba claro que si jugaba mal sus cartas Iori perdería al baterista ingles, multi premiado y codiciado, con un físico sumamente masculino y bien construido piel clara, ojos azul cielo de mirada picara y labios besables, era que todos y todas querían estar en su cama. Si esas personas supieran que también era un soberbio pagado de sí mismo… Y por otra parte Iori no lo respaldaría, temía al escándalo cuando el pelirrojo lo llamara ramera o putita.

 

-A donde tan solita palomita- le murmuro Wade al oído rozando suavemente la concha con el aliento y los labios que más que gusto le provocaron asco

-Aléjese de mí, señor Barret si mi marido se da cuenta me va a ocasionar un gran problema- hablo Kyo tratando de aparentar esa frialdad que no sentía mientras forcejeaba con las manos de Wade que trataban de escurrirse entre las capas del kimono, a Kyo le entro el pánico, bajo el kimono estaba totalmente desnudo, Iori lo prefería de esa forma. Pero en este momento no le estaba gustando para nada, las cosas se estaban poniendo horribles, una mano de Wade se escurrió hacia su trasero y le apachurro la nalga por encima de la tela, llenándole los ojos de lagrimas, la otra trataba de abrirle el kimono de la parte superior sacándole un hombro, repentinamente cuando se vio perdido, sintió que alguien le retiraba bruscamente al tipo de encima y las luces se encendieron, la vergüenza que sentía no tenia limites ahí estaba contra la pared, semi desnuda y siento fotografiada por los periodistas que cubrían el evento, Yagami arrojo a Wade de un puñetazo contra una mesa y ayudo a Kyo a levantarse y le dio su saco que lo cubrió casi en su totalidad y la cubrió con su cuerpo, pero ahí no termino el ultraje, Wade lejos de atemorizarse, simplemente se limpio la sangre del rostro y exclamo -¡Que, ella lo quería, tu pequeña zorrita me lo estaba rogando!- la voz del baterista se vio acallada cuando Ukyo salió de la nada y ejecuto un barrido al más puro estilo Yagami, lo tiro al suelo y bramo enloquecido -¡Jamás vuelvas a hablar así de mi Okaachan o me veré en la penosa necesidad de reorganizarte la cara, baterista de quinta!- Wade ni siquiera simplemente le sonrió de forma burlona, Ukyo cometió un pequeño error y le dio la espalda, frente a montones de periodistas Wade trato de atacarlo pero Kyoko se adelanto y respondió con un puñetazo que le rompió la nariz dejándosela mas chueca de lo que ya la tenía. -Se lo advertí, señor Wade, aléjese de mi familia- sin embargo Wade no se amedrento y respondió al reto con una bofetada que exploto en la mejilla de Kyoko, Yagami perdió totalmente los estribos y se arrojó a golpear al odioso baterista, nadie tocaría a su chico hasta que Miki intervino haciendo sacar a Wade por tres enormes guardias, mientras Iori y Ukyo corrían a ayudar a Kyoko que aun los miraba atónita, sintiendo como la rabia hervía en su interior amenazando con derramarse a borbotones y hacer surgir un frenesí de odio, aunque lejos de morir de odio, lagrimas resbalaron por los ojos hasta el escote mojándolo  y alarmando a sus dos hombres que lo consolaban, Iori saco un pañuelo y pidió hielos para limpiarle y bajarle el golpe en la mejilla que le había abierto el pómulo y se hinchaba alarmantemente rápido, mientras Ukyo acariciaba suavemente el cabello antes de entregarle el zapato caído en la refriega, las cosas se salieron de control y Kyoko esperaba una reprimenda bastante fuerte, sin embargo no sucedió eso, Iori lo acuno en sus brazos y paso con suavidad el hielo con la servilleta por la herida mejilla y hablo refiriéndose a los periodistas, todos vieron el modo tan desconsiderado en que mi ex baterista Wade B. agredió a mi familia, si alguien hace eco de esto… -la voz de Iori sonó más profunda y cavernosa- personalmente me voy a encargar de terminarlo, la conferencia ha terminado, si les place mañana podemos terminarla solo hablen con mi representante la señorita Miki Takeda y sin más que agregar lo tomo entre sus brazos y salió con Ukyo a su lado.

 

 

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Fallida presentación en Osaka

 

El famoso magnate Iori Yagami convoco a una rueda de prensa para promocionar su nuevo sencillo pero la presentación se estropeo debido a que el baterista de su grupo se trato de propasar con la joya de la corona Yagami, estos ojitos coquetos lo presenciaron todooodo, cuando esperábamos a que Iori apareciera en el escenario, escuchamos quejas y malestar, en cuanto las luces se encendieron nos encontramos con que el famoso baterista Wade Barret sujetaba de forma agresiva a la dulce Kyoko Yagami, esta se revolvía mientras Wade la molestaba y quien sabe que cosas guarras le decía al oído, es bien sabido que a donde va Wade van los problemas, desde su debut con el grupo xpack, ha sido famoso  por destruir cada habitación en la que ha dormido, en donde quiera que se encuentra xpack. Wade hace de las suyas, simplemente hoy se paso, cuando ataco por la espalda a Ukyo, el príncipe del imperio Yagami, defendió a su madre, y no conforme golpeo también a Kyoko, sin duda jamás volverá a trabajar aquí en Japón. Y yo me tendré que esperar hasta mañana para asistir a la rueda de prensa nueva

 

Firma la Demoledora del espectáculo

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Esta es la canción que Iori estaba cantando cuando Wade lo interrumpio

http://youtu.be/VikUg7__BgQ

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Yagami leía la nota que había aparecido en el periódico y sonrió, esa demoledora era brutal y tenía mucha razón, Iori usaría todos sus contactos para acabar con la carrera de Wade, Kyoko había pasado una muy mala noche debido el golpe propinado en el rostro, su amor había pasado parte de la noche vomitando, y con un dolor en la cabeza sumamente intenso y fiebre, cosa que el pelirrojo se encargo de cuidar. Por la mañana se sentía aun mejor

 

Kyoko despertó sintiéndose suavemente acariciada, por todos lados, la besaba con ternura poniendo especial atención en el pómulo lesionado.

 

-“éclair” te sientes tan bien entre mis manos, tu suave piel de seda- las manos de Iori prestaban atención especial en las caderas y la cintura subiendo por los costados, acariciando cada ondulación, lamiendo el ombligo y subiendo hacia los pezones, mordiéndolos y atormentándolos, sobre excitando esas rosadas perlas que ahora se notaban más sensibles que nunca, estos días su hermoso y dulce ángel se notaba mas etéreo y suave que nunca, esto lo atribuyo a que tenían alrededor de una semana sin intimar, estaba comenzando a sacar un sencillo, y tenía poco tiempo para ver a Ukyo y a Kyo, apenas hoy era el primer día libre que tenia y era gracias a todo el problema que había tenido con Wade, Miki había estado muy enojada por haber perdido al mejor baterista que habían conseguido, sin embargo la misma Miki había conseguido resolverlo lanzando una convocatoria para encontrar al adecuado. Pero eso no era lo importante lo importante era sentir como, con cada caricia la respiración y los suspiros de Kyo se acrecentaban, como esos sensibles botoncitos rosados se endurecían mas a medida que los torturaba con mis dedos intercalándolo con los labios, los gemidos de Kyo subieron de tono hasta el punto en que me tenia prendido de los hombros hundiéndome las uñas en la espalda, sabía que me estaba apretando más de la cuenta, rasgando me la piel, esto lejos de apagar mi ardor lo encendía, estaba tan consumido por la pasión que no me di cuenta hasta que levante la mirada y vi el rostro de mi compañero, mantenía los ojos cerrados, hacia el cielo con esa deliciosa boquita de cereza abierta en un grito silencioso, con la piel cubierta de rocío, creí haber mordido más de la cuenta porque un liquido ligeramente dulce salió del pezón de Kyo pero supuse que había sido solo sudor, lo que me pareció más curioso fue que Kyo se viniera solo con que le lamiera los pectorales, mientras lo terminaba de preparar con un dedo inicialmente lleno de lubricante, Kyo gimió suavemente arqueando la espalda mientras lo jodía suavemente, incluso sus caderas se mecían delicadamente, agregue un dedo mas y su dulce voz melodiosa se dejo oír -¡Mas! ¡Follame Hon!- esa voz llena de lujuria y dulzura me estaba llevando al paraíso, mi éclair ahora aceptaba tres dedos y me urgía a penetrarlo inmediatamente, afortunadamente había hecho un buen trabajo y estaba listo, lo tome por las caderas levantando una pierna hasta mi hombro y hundí mi pene hasta la empuñadura en su precioso y candente agujerito, lo apreté contra mi cuerpo, susurre en su oído las cosas más sucias y candentes que pude, -ahhh éclair estas tan apretado y sedoso, como un guante, ahhh tan caliente, estas hecho para mi, eres mio, ¡todo miooooo!... mi muñequito, mi amor, te amo Kyooo, aaaaghh – rugí mientras lo penetraba con toda la fuerza que tenia y miraba su castaño y largo cabello sacudirse con cada embestida, como amaba el vaivén de su cabello.

 

Kyo estaba sumido es un maremágnum de placer, sentía que estaba a punto de explotar, tanto placer no podía ser cierto –si Iori soy tuyo, todo tuyo, follame mas duro, hasta que ya no pueda tener dudas de a quien pertenezco, hasta que olvide todo, ahhhh.

 

Kyo se vino de una forma tan intensa que perdió el conocimiento, con una sonrisa Iori lo vio dormir, era hora de reunirse con la junta de empresas Yagami y no podía retrasarlo por más tiempo, esperaba que Kyo no se haya dado cuenta de su pequeño desvarío, acababa de decirle que lo amaba y eso sin duda haría reír al castaño, estaba loco por su éclair, lástima que él castaño no estuviera enamorado, una triste sonrisa apareció en el rostro del pelirrojo y lo cobijo con la sabana antes de darle un beso en la frente, el cuerpo de Kyo siguió el calor de Yagami y sonrió al sentirlo pero no abrió los ojos, no pudo ver el semblante sombrío con el que había salido Iori

 

Un par de horas más tarde Kyo despertó, sintiéndose positivamente adolorido y en los lugares correctos, ahhh nada como ser jodido toooda la noche, acababa de tener la atención de su pareja y eso lo hacía resplandecer, claro que había escuchado a Iori decirle que lo amaba pero eso solo ponía más clavos a su ataúd, seguramente fue en el calor de la pasión. Sabía perfectamente que Iori no lo amaba, quizás podía disfrutar de las atenciones de Iori mientras las tuviera, por lo pronto tenía que aclarar ese malentendido, no podía creer lo que acababa de pasar la noche pasada, Wade trato de propasarse y Ukyo y Kyo lo habían defendido. Se levanto y tomo la lujosa bata que Iori le había traído de su último viaje a Suiza y sintió escurrir el semen de entre sus perfectas posaderas, eso era todo el tiempo, Iori no tenia limites, era más fácil permanecer desnudo esperándolo que vestirse y acabar desnudo tan pronto como se había vestido, abrió la puerta del baño y se metió a bañar.

 

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La presentación de la noche fue todo un éxito, Iori canto una hermosa balada con la que abrió la rueda de prensa y anuncio que esa sería la melodía con la que abriría la promoción del álbum Distancias, el pelirrojo anuncio que abriría un programa para buscar al baterista que encajara en el estilo de la banda y convoco a los músicos de Japón y de otros países,

 

Kyo estaba en un balcón después de la rueda de prensa mirando a Iori socializar con Ukyo y Miki, el niño la miraba como se mira a una cobra escondida, y se rio entre dientes al menos su hijo sabía perfectamente que clase de basura era Miki Takeda, repentinamente un olor le llamo la atención, un mesero paso con una bandeja de bocadillos y Kyo alargo la mano para tomar algunos, comió uno de carne sellada, y se le revolvió el estomago –yuck-  gimió con desagrado, el otro era de calamar, generalmente no le gustaban los mariscos pero esta noche, lo habían preparado muy rico –mmmm- gimió con placer mientras se llevaba varios a la boca al llevarse el ultimo a medio camino se dio cuenta, estaba otra vez embarazado y todo vino a su mente, los mareos, los vómitos, el cuerpo sensible y este nuevo antojo por el calamar, el aliento del castaño se quedo atravesado y soltó sin pensar el bocadillo

 

En eso Iori venia y tomo en sus manos, la mano de Kyo y la beso, estaban en un balcón lejos de la atención de los periodistas

 

-éclair, no te mortifiques por lo de Wade, yo te creo y te apoyo- le dijo en mientras besaba la palma de la mano y subía a las yemas de los dedos

-Iori… hay algo más de lo que tenemos que hablar…

-éclair este no es el momento, hay alrededor de veinte periodistas pendientes de cada movimiento que hagamos, debemos esperar.

-Pero…

El pelirrojo fue tajante, no admitiría más comentarios, Kyo tendría medio día para planear como decírselo

Mas noche mientras Kyo reposaba cubierto solo por la desnudez del pelirrojo cantante, se acariciaba el vientre con ternura, un hijo, estaba prácticamente seguro, tendría que buscar al doctor Yusei para que realizara los análisis convenientes y así estar seguro de el acontecimiento, una lagrima resbalo por su mejilla, si Iori no entendía se vería obligado a dejar la casa, Iori inconscientemente apresó el frágil y tibio cuerpo contra si, mientras gemía de placer.

Notas finales:

disculpen si no contesto sus reviews, creanme que adoro leerlos nadamas que me falta tiempo


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