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EL SOL, LA LUNA Y UN ECLIPSE II por minamoto

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Notas del capitulo:

El plan era publicar para principios de noviembre pero pues tuve algunos inconvenientes con el Word debido a eso les puse una imagen de acuerdo a la temporada
http://i1219.photobucket.com/albums/dd427/minamoto_00/fondo3.jpg
esta es la canción que Iori canta en el estudio de grabación: Culpable by Mijares
http://youtu.be/kcuoKE8cZEU
 una vez ma gracias a quienes leen mi fic, espero lo sigan disfrutando.
 
atte Minamoto

pd podrian decirme que tal me han quedado apriori y kiel

Capitulo 26 Culpable
 
Las semanas siguieron pasando cada vez más rápidas, el embarazo de Kyo siguió su camino y en un abrir y cerrar de ojos pasaron dos meses más, las cosas parecían mejorar, en el consultorio de el doctor Yusei le habían informado que volvería alrededor de dos semanas más, solo dos semanas era todo lo que tenía que aguantar para que Iori le creyera.
Su movilidad se dificultaba cada vez mas, con el vientre cada vez más grande resultaba muy complicado andar por la casa y dado que la planta alta tenía unas enormes escaleras, muchas veces Kyo opto por no bajar, para que hacerlo si Iori ni siquiera lo miraba a los ojos y encima ese maldito asistente pegado a su marido día y noche, al parecer era solo cuestión de tiempo para que Iori lo reemplazara con ese candente asistente
Quizás si llegaba a creerle podría lograr que Iori dejara de humillarlo, lo único que quería era volver a sus brazos y formar una familia, una hermosa familia con sus dos hijos, asumiendo que lograse sobrevivir al nacimiento de su segundo bebé. Pensamientos de esa clase lo invadían con cada vez más fuerza sobre todo cuando veía la forma en que Iori y su asistente se miraban o se rozaban, su corazón se desgarraba con cada mirada y gesto que denotaba intimidad.
 
En el internado
La confusión de Ukyo se agrandaba a cada paso que daba por los pasillos del sombrío internado, sus permisos para salir a ver a sus padres habían sido cancelados y aun no sabía quién lo había hecho y para complicarlo más  algunos compañeros comenzaban a hacerle comentarios burlones diciéndole que un tal Kiel era la segunda pareja de su Otousan.
Encima de todo, las veces que Kyoko había ido a verlo se notaba sumamente triste y apagado, ni siquiera le respondía su eterna pregunta acerca de donde estaba su madre, eso estaba mermando su confianza en el castaño
Ukyo Mitsunori tenía una ligera sospecha quizás si Kyo hubiese accedido a decírselo pero con solo recordar la sombría conversación que habían tenido esa tarde, volvía a sentir el peso de las dudas
Ukyo tenía miedo de ser un niño robado, o quizás era hijo de Kyle y no de Kyo aunque eso no explicaba que tuviera el fuego de Iori y el de Kyo, había tantas cosas dudosas que simplemente lo llenaban de miedo, afortunadamente su Okaachan ya le había dicho que pronto hablarían
Esa tarde… 
-Okaachan, que bueno que has venido- dijo el pelirrojito nervioso, mientras notaba que Kyo estaba más pálido y delgado que nunca, su papi lucia extraño, ya no usaba nunca esos pantalones ajustados ni playeras, estaba siempre metido en esos kimonos tan raros y ahora justo estaba usando una especie de bata china y unos pantaloncitos capri que lo hacían lucir tan delicado, eso siempre le había parecido raro, porque Kyo se veía tan delicado si en las fotos  que guardaba tan celosamente de su pasado, siempre se vio mucho más alto y tosco  -cosas raras están pasando, papi necesito que hablemos en mi habitación, alguien podría oírnos – 
Ya en la habitación Kyo se sienta en la cama mientras Ukyo se acerca y lo mira fijamente- papi los compañeros están hablando de Iori, dicen que tiene otro novio, un tipo que va a todos lados con él y que siempre está muy cerca y tocándolo, todos se ríen de mi porque dicen que eres un cornudo. Papa que está pasando, ¿por qué no me quieres decir quién es mi madre? De donde vine, ¿es tan difícil entenderlo? Tengo mucho miedo necesito respuestas papi.
Kyo lo miraba  serio, lanzo un suspiro –Ukyo, lo que tengo que decirte es sumamente peligroso, no sé si estás listo para saber la verdad de tu origen, si te lo digo, necesito que guardes total silencio, que no se lo cuentes a nadie -repentinamente el silencio se quebró cuando se escucharon pasos por el pasillo y una sombra cruzo por la rendija de la puerta, el rostro del castaño, se había puesto aun mas pálido si se podía- pero no aquí, tenemos que hablar donde no haya nadie oyéndonos –murmuro muy bajito mientras lo abrazaba, vendré por ti dentro de dos semanas, mientras tanto hijito, a veces nos tocan cargas muy pesadas  debes ser fuerte y no dejar que te moleste, tu eres mi hijo y Iori no me está engañando con nadie, ese hombre que sale con tu padre en las fotos solo es su secretario siéntete tranquilo bebe, ya verás que esto solo es una prueba, debo irme porque quede en casa con tu padre para comer.
Kyo había sujetado su bolso con tanta fuerza que sus nudillos se habían puesto blancos mientras caminaba apresurado, tenía que hablar con Iori aunque fuera lo último que hiciera, la tranquilidad de Ukyo merecía hacer un último intento, antes de que el doctor Yusei volviera
Ukyo lo vio salir apresurado, cada vez  más delgado y más desesperado, esperaba que lo que le iban a revelar no fuera peor que lo que se estaba imaginando ¿qué significaba ese silencio?, solo tenía que esperar dos semanas…
 
En Ámsterdam 
El doctor  Yusei estaba fascinado, tenía a dos donceles embarazados para comparar datos, por un lado estaba Jeff que tenía tres meses más de embarazo, era su segundo intento porque el primero lo habían perdido por falta de cuidados y ahora estaba esperando nuevamente, a pesar de que se hablaba de que los donceles solo pueden concebir un hijo. por otro lado estaba Evan , esperando su primer bebe, el joven Evan llevo una vida de excesos sexuales y nunca tuvo ninguna alerta sobre ser doncel, justo ahora con su ultima pareja estaba esperando a su primer bebé, necesitaba saber por qué razón su ciclo biológico se había pospuesto hasta este momento. Había pruebas que hacer para descubrir donde estaba el gen para ser doncel.
Sin duda su regreso a Japón tendría que posponerse por un par de semanas.
 
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Evan había estado tratando de localizar a Kyo por cielo mar y tierra, sin embargo no lo encontraba por ningún lado, cada vez que llamaba una mujer insoportable le decía que no estaba y cada carta que escribía no recibía respuesta, algunas regresaban sin abrir y no podía dejar Ámsterdam debido a la condición de su embarazo, estaba bastante delicado con amenaza de aborto, Hennigan estaba totalmente loco comprando, decorando, cumpliendo cada antojo y pocas veces lo dejaba levantarse de entre los cojines que estaban en la cama Queen size desde donde reinaba aburridísimo; era un pequeño precio a pagar si es que quería tener a su dulce pequeñita, si, ya sabían que sería una niña aunque aun no le habían elegido un nombre.
Justo en ese momento Jhon Hennigan entro con platón de barritas de amaranto y barro, sus tres cosas favoritas amaranto, barro y Jhon, no necesariamente en ese orden, Evan lo vio con hambre y lujuria mal contenida, puso la carta que estaba escribiendo para Kyo por un lado y se apresuro a besar a su compañero con toda la pasión. 
 
Osaka, Japón
Apriori se preparaba para salir de vacaciones, Yagami san le había dado un par de semanas para que fuera a visitar a su hermana gemela, Kim y ella eran franco-mexicanas y cuando su hermana se había enamorado de un atractivo japonés no dudo en mudarse a vivir a Japón, ella se había quedado en Francia hasta que le ofrecieron un trabajo como cuidadora y ahí, Miki la había reclutado para espiar a la señora Kyoko y a su hijo interceptando toda clase de correo y bloqueando cualquier acercamiento de personas externas a cualquiera de los dos, incluso entre Kiel y ella habían obtenido la forma de cancelar los permisos de salida de Ukyo; Kiel, era otra historia, desde que la rubia lo había conocido le caía muy mal, el pretencioso hijo de puta se pasaba la vida acosándola, diciéndole que sería su mujer, que habría de tener a sus hijos y que se alejara de todos los hombres porque ya le pertenecía, el moreno era todo un bombón; anchas espaldas, piel blanca como la leche, el rostro cuadrado todo masculinidad, esos hermosos ojos verde la intrigaban , músculos estilizados, nada exagerados, alto, elegante hasta cosmopolita. Y con gusto Apriori habría dormido con él, pero esa maldita presunción era lo que la mantenía lejos de ese hermoso hombre y peor aún, Kiel se jactaba de ser bisexual, recientemente Apriori lo había descubierto besándose con Iori san.
Aquí una imagen de Kiel y otra de Apriori para que se den una idea
http://i1219.photobucket.com/albums/dd427/minamoto_00/kiel.jpg
http://i1219.photobucket.com/albums/dd427/minamoto_00/apriori01.jpg
 
Flashback 
Una noche Apriori tuvo que levantarse en la madrugada a tomar agua, generalmente tenía una jarra junto a  su velador pero esa noche en particular la jarra estaba vacía, la rubia se enfundo en su bata para bajar, acababa de salir de la habitación cuando escucho voces en la escalera, el sonido de tela deslizándose sobre tela, suspiros y jadeos, la joven se puso alerta y camino con mas sigilo.
En las escaleras contra la pared Iori san tenia acorralado a Kiel que tenía una pierna levantada sobre la cadera del pelirrojo; las caderas subían y bajaban frotándose con ardor, estaban envueltos en una serie de besos salvajes, Iori saqueaba con fuerza y lujuria los carnosos labios del ojiverde mientras este gemía contra la boca del pelirrojo con pasión, unos segundos más el pelirrojo le abrió la camisa a Kiel mientras con sus labios recorría a besos, mordiscos y lamidas hasta llegar al cuello, donde succiono con fuerza hasta dejar un vistoso chupetón, Kiel le susurro al oído entre gemidos –Jefe, ahí no, se me va a notar y alguien podría sospechar- Iori hablo suavemente mientras bajaba a chupar justo en la clavícula –¿y aquí está bien?...con gusto te dejare uno en la cadera para probar que me perteneces- Kiel no dijo nada, solo ahogo un suspiro lleno de placer mientras Iori le metía las manos dentro del pantalón y le acariciaba el trasero, el corazón de Apriori golpeo como loco, siempre supo que ese tipo era de lo peor, Kyoko san no le caía nada bien, le parecía insulsa y boba incluso trabajaba para Miki quien solo pensaba en desaparecer a la castaña a como diera lugar, pero no era justo que Iori san le hiciera eso a su esposa, si ya no la quería debería dejarla ir y vivir feliz con quien lo dejara más satisfecho, justo en ese momento el pelirrojo cargo al pelinegro sujetándolo por las nalgas y comenzó a subir las escaleras sin esfuerzo alguno mientras el pelinegro hundía el rostro en la base del cuello de su amante, Apriori se escondió detrás de una columna, Iori san no la vio pero Kiel si, el rostro del secretario se puso pálido primero y después un furioso sonrojo corono esas pálidas mejillas, el corazón de Apriori se termino de romper, en el fondo la rubia tenía la esperanza de que Kiel fuese su alma gemela, un gemido involuntario salió de los labios del pelinegro mientras Iori san ajeno a la chica reía de forma perversa
La hermosa rubia gimió con dolor y término de bajar por las escaleras mientras la pareja entraba a una habitación del segundo piso.
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Apriori suspiro mientras seguía preparando su equipaje, al principio el ojiverde la había dejado en paz un par de días pero después reanudo sus avances con más fuerza, estas vacaciones le servirían para poner tierra de por medio, además de que vería a sus sobrinitos, Kim y su esposo tenían tres hijitos, dos niños: Beda y Bela de una pareja a la que Kim les había alquilado su vientre y que murieron  dejándolos a su cargo y una niñita hermosa Yuriko nacida de forma natural.
Finalmente termino de empacar y bajo por las escaleras. En la sala de estar Kyo caminaba de un lado al otro murmurando cosas que apenas se alcanzaban a escuchar, la castaña  la vio bajar y en su rostro apareció una sonrisa que no alcanzo a llegar a iluminar sus ojos.
-¿Apriori ya te vas a tus vacaciones? Pregunto con la mirada extraviada
-si, Kyoko san, volveré en un par de semanas. Respondió Apriori, mirándola asustada, -¿Kyoko san está bien? La castaña se veía rara, no podía fijar la mirada en ningún lado ni quedarse quieta, frotaba sus manos y murmuraba cosas como, que tenía que decírselo a Iori y que tenía que entender, que Ukyo contaba con ella, repentinamente Kyoko la miro a los ojos y Apriori vio que sus pupilas estaban dilatadas y lo último que dijo fue –estoy bien, me dolía la cabeza tome una botella de agua del mini refrigerador de mi recamara… que tengas un buen viaje, regresa pronto, ten toma una botella para tu viaje- la castaña le extendió la mano ofreciéndole una botella de agua, Apriori la miro confundida pero tomo la botella y salió de la mansión no sin escuchar que Kyoko le decía a su chofer y guardaespaldas Tiger, que la llevara a su destino
Mientras Kyoko volvía a sus cavilaciones y continuaba moviéndose ansioso por el recibidor.
Que cruel giro había dado su vida, hacían dos meses Iori y el estaban disfrutando de una intensa luna de miel y justo ahora tenían metido un inconsciente y sensual asistente, por una parte se sentía sumamente traicionado, su corazón culpaba al asistentillo pero en su cerebro sabía que si Iori no le diera entrada el hombre no estaría calentándole la cama, el corazón le dolía fuertemente porque aunque no los había visto en el fondo ya lo sabía, Iori lo miraba diferente, ni siquiera osaba a tocarlo, se negaba pasar más tiempo a su lado, su mayor temor se había cumplido; su pareja, su Iori quien nunca lo amo ya no lo deseaba
En las oficinas de Iori, el pelirrojo ensayaba una canción mientras Miki y Kiel lo miraban a través del vidrio de la cabina de grabación
-¿Cómo vas con Iori san? pregunto Miki como si hablase del tiempo
-Bien, Miki san, solo tengo un problema, me estoy enamorando de él, no puedo seguir jugando mas, no quiero que me lastime- el rostro de Kiel lucia sumamente sereno, pero su voz se escuchaba torturada
- No seas tonto, te dije que lo entretuvieras, no que te enamoraras de él, si quieres estar con él, tenemos que  deshacernos de esa tonta de Kyoko, ya le deje caer un par de pistas acerca de un psiquiatra que puede ayudar a su mujercita, ahora es tu turno para embaucarlo, menciónale que Kyoko se veía perturbada el otro día todas las piezas caerán en su lugar, ya verás.
Dicho esto Miki salió del estudio mientras Kiel seguía mirando al pelirrojo, la canción que cantaba iba justo con el estado de ánimo de los dos, el moreno estaba muy atraído por Apriori y esta al saber de la relación prohibida se había alejado con más fuerza y por otra parte había terminado enamorándose de Iori, ¿quien decía que ser bisexual era una ventaja?
Justo en ese momento Iori levanto la mirada y le lanzo una hermosa y candente sonrisa que lo hizo derretir, sabía perfectamente lo que significaba, media hora más tarde mientras reposaban a medio vestir en el despacho de Iori semi desnudos en la alfombra, Kiel le dejo caer el comentario como al descuido
-Ayer note algo alterada a Kyoko san, después de que fui a llevarte el contrato del grupo Pro capital- dijo Kiel mientras besaba un pectoral del pelirrojo, Iori guardo silencio unos segundos para después responder
-si, ya van días que lo he visto raro, además esta esa obsesión del bebe, está insistiendo más que nunca, incluso creo que le veo un poco más voluminoso en el abdomen, sospecho que canceló los permisos de Ukyo para ir a la casa los fines de semana, creo que ya es hora de llamar al psiquiatra que me recomendó Miki, temo que se haga daño en su afán por hacer que le crea, cada vez lo siento más lejano
 A Kiel le pareció raro que Iori usara pronombres masculinos y a veces femeninos para Kyoko pero nunca se lo había hecho notar, el estaba para hacerlo feliz y olvidar un poco sus problemas no para hacerlo sentir peor
Vamos, levántate y arréglate un poco que tenemos que ir a casa, Kyoko me espera para comer –le dijo Iori aparentando una calma que estaba lejos de sentir, todo el día sintió una especie de piedra en el alma, la sensación de que algo funesto le esperaba
Kiel lo vio levantarse y recomponerse como se sacude un traje después de caer en algún bache y supo que de alguna manera tenía que alejarse, para Iori no significaba nada excepto una relajación después de un duro día de trabajo, un oasis entre la pena de ver a su esposa perder lentamente la cabeza y manejar los múltiples compromisos y comenzaba a preguntarse si había valido la pena echar a perder su oportunidad con la hermosa Apriori por haberse enredado con Iori.
Más tarde Kiel, Iori y Miki entraban a la mansión para encontrar a un Kyo ansioso, tenso y sumamente depresivo
-Iori tenemos que hablar es sobre Ukyo y el bebe, tienes que saberlo… -le dijo un Kyo con los ojos llenos de lagrimas y al borde del colapso.
Iori solo lo miro con serenidad, lo tomo por un brazo y lo arrastro hacia el despacho, dejando a Miki y Kiel, uno atónito y la otra sonriendo triunfante
Una vez en el despacho el pelirrojo le dijo al castaño -esta es la última vez que te voy a escuchar, ¡vamos, habla!-
Kyo lo miro nervioso, tomo una respiración –como yo, yo, ya te dije estoy embarazado, nno sé de donde vino ese defectillo en mi cuerpo, el doctor Yusei me dijo que aparentemente venia de la endogamia  que existía en mi familia, según me dijo los archivos Kusanagi estaban fuertemente sellados y no se puede investigar más, debes hablar con ese doctor es el único en que confío… -Kyo solloza y una mano temblorosa se seca las lagrimas- él me dijo que el bebe debe nacer antes del séptimo mes, mi cuerpo no está preparado para llevar a término el embarazo, necesito ayuda, ¿me crees?, Ukyo quiere saber de dónde viene y yo tengo miedo de decírselo, sabrá que soy un horrible fenómeno
-No, Kyo no te creo, estas bajo mucho estrés y tu cuerpo reacciona a eso, creo firmemente que todo está en tu cabeza, quizás algo muy malo sucedió, te he presionado mucho y tal vez eso termino por arrojarte a esta maldita fantasía, te quiero…
-Pero no me crees, tengo un vientre para probarlo, tócalo, siente a este bebe para que sepas que es verdad- Kyo extendió la mano y trato de caminar hacia su esposo, Iori lo miro de forma dudosa
-no, amor no puedo tocar tu vientre y fingir que ahí hay un bebe, te quiero Kyo y me duele lo que te está pasando y creo fielmente que esto es culpa mía, ya hable con Miki y Kiel para que me traigan la tarjeta del psiquiatra Micheals- dijo Iori con mucho pesar- descuida Kyo no te voy a dejar solo, estarás bien-
En cuanto dijo esto beso la frente del castaño y salió dejando a Kyo devastado, tenía la mano apoyada en el enorme escritorio, sintiendo como todo le daba vueltas, las lagrimas escurrían sin cesar cayendo libremente en la pulida madera, Miki vio salir a Iori y entro detrás de él, sonrió de forma lobuna y se le acerco –pobre Kyo siempre ignorado, quizás sea hora de tomar medidas drásticas y salir del camino de Yagami san, te dije que no volvieras- dijo burlona mientras le acercaba un abre cartas como al descuido
Kyo la miro salir desolado -quizás era hora de terminar con esta estúpida farsa, Ukyo estará mejor sin mi – tomo el abrecartas y salió del despacho con una especie de nube negra flotando en su cabeza, subió con torpeza las escaleras, todo comenzaba a nublarse, con dificultad llego a su habitación, esa cama donde paso dulces momentos con su pelirrojo y que ahora parecía a una tumba, fría e inerte, se sentó en la cama mientras observaba el pequeño abrecartas lo suficientemente afilado, mientras lo manipulaba se hizo una herida accidentalmente, un corte limpio y profundo en la palma, que inmediatamente comenzó a sangrar, la sangre salió, roja y ligeramente aguada quizás por lo mal que se alimentaba pero con tanto problema no le daba mucha hambre ni sueño y comenzó a ensuciar las blancas sabanas de seda, formando una rosa sangrienta, nuevamente bebió de la botella de agua.
Kyo se veía sumamente triste, en ese momento un flash paso por sus ojos y volvió en sí, al escuchar que Iori subía por las escaleras, inmediatamente escondió la herida amarrando un pañuelo con fuerza a su palma, en cuanto lo vio el deseo nublo su mente, torpemente se enderezo y comenzó a tratar de desnudar a Iori mientras este lo rechazaba con mas pena que otra cosa
-ámame, Iori soy tuyo… bésame demuéstrame cuanto me amas – le dijo Kyo desesperado tratando de desnudarlo –todavía me amas, dímelo por favor-
-no creo que sea el momento, amor, Miki y Kiel están abajo y me están esperando- esas palabras fueron como una bofetada en el rostro para Kyo que se quedo llorando desconsolado, sabía que Kiel era el amante de Iori, esa cercanía era demasiado sospechosa y Miki lo apoyaba, sabía que se iba a vengar por haber vuelto. una lagrima cayo al pañuelo con el que se protegía la herida, el castaño retiro el pañuelo y la sangre volvió a salir, entonces supo lo que Miki había querido decir, tomo el abrecartas con firmeza y se rasgo en dirección contraria la misma palma formando una cruz, mas sangre cayó sobre la sabana, entonces Kyo subió a la cama dejando un reguero de sangre, con el abrecartas rasgo sus muñecas de forma vertical disfrutando de la sensación de ligereza que acudía a su cuerpo conforme pasaba el tiempo, en el limbo Kyo comenzó a cantar una canción para el bebe que no alcanzaría a nacer.
“Duerme” del mago de oz
Duerme, duerme y sueña con ser de tu mejor tesoro el guardián que ni la derrota ni el fracaso te impidan no, ver que mañana otro día seraa ver que mañana otro día seraaa
Lo sentía mucho por ese pequeño bebe pero se negaba a traer a un pobre inocente a un hogar frio y sin amor, sin dudar mas se hizo otra cortada profunda en el muslo y otra en la otra muñeca y sucesivamente se lleno de cortes, pronto comenzó a sentir frio y mucha más paz, los instantes que había pasado con Iori desde esa vez en la cava comenzaron a pasar por sus ojos lo que lo hizo sollozar con más dolor, dejo caer la espalda en la cabecera y soltó el abrecartas, los dedos ya no le respondían, con la ultima fuerza que le quedaba lo volvió a agarrar y trato de abrirse la garganta pero debido a los cortes en las muñecas y la pérdida de sangre ya no le quedaba fuerza para entrar el abrecartas en la yugular, solo rasgo la superficie de la piel y perdió el conocimiento
En el despacho Iori preparaba los últimos contratos, en eso encontró un sobre y al buscar el abrecartas, removió todo el escritorio y recordó que la última persona que había estado en la habitación había sido Kyo así que subió a preguntarle si lo había visto, cuando lo encontró, estaba tendido sobre la cama , la blanca mano, que tantas veces le había hecho mimos, ahora colgaba de la cama goteando sangre a la alfombra, el resto del suave cuerpo con el que había apagado su sed de amor estaba lleno de cortes, descansaba sobre la cama totalmente extendido casi como si durmiera, los ojos que tantas veces lo habían mirado con ternura estaban entrecerrados y de los dulces labios que había besado hasta saciarse, escurría sangre; ese hermoso cabello castaño que le llegaba hasta las caderas estaba esparcido por toda la sabana y el aroma a sangre se mezclaba con el de la canela fresca.
Apriori por su parte llego a casa de su hermana sin contratiempos y puso la botella de agua en la mesa, saco un vaso con hielo y vertió una parte del contenido para beberla apresurada, su cuñado venia entrando y la insto a compartirle un trago de agua de los ricos con los que trabajaba, rieron por un buen rato haciendo bromas acerca de las bebidas de los ricos bastardos y otras cosas, repentinamente se quedaron callados. Apriori comenzó a sentirse mal, ansiosa excitada y sumamente caliente, toda la habitación daba vueltas y entre los caprichosos giros, sintió labios y manos que la acariciaban cubriendo su cuerpo, estaba totalmente ida, respondiendo besos ahogados, lamidas y mordiscos, en otras palabras sexo salvaje y totalmente carnal
Tres horas después, Ariel despertó en la cama con una resaca impresionante ni siquiera se acordaba de nada. Sobándose la cabeza por un momento se asusto, en las sabanas había rastros de sangre, el balcón estaba abierto y en la silla estaba… oh por dios
La expresión de Ariel era de horror, para él había estado teniendo una tarde de lujuria con su muñequita y en la habitación estaba su cuñada, ya no había entendido nada, donde estaba Kim, penosamente bajo de la cama, aun estaba mareado, cuando fue a ver a Apriori se dio cuenta que la rubia estaba totalmente descompuesta, el cabello revuelto, la piel sumamente pálida, los labios hinchados de besos y bajo los ojos sobras grises bajo la línea roja de unos ojos irritados de tanto llorar.
Ariel la abrazo y la consoló hasta que pudo hablar – ¿qué paso Apriori y Kim donde esta? – la chica dejo de sollozar para responderle –Kim no está, nunca vino-
-entonces quien durmió conmigo, si no era Kim- pregunto asustado
-fui yo, Ari o eso creo, no me acuerdo de nada, solo recuerdo que estábamos charlando en la sala, me empecé a sentir mal y después recuerdo estar en la cama con alguien y ahora despierto y me encuentro bajo tu brazos totalmente adolorida y cansada- gimió la rubia desconcertada
-oh dios, creo que ya sabemos que fue lo que pasó, ahora lo más importante es saber porque llegamos a esto- la rubia rompió a sollozar desconsolada –Kim no debe nunca saber lo que paso, la lastimaremos- 
-Creo que debiéramos decírselo algo muy malo paso para que durmiéramos juntos y sería mejor que este al corriente- dijo Ariel asustado pero manteniéndose firme
-me moriré de la vergüenza si le digo algo tan terrible, además no creo que vaya a pasar nada, fue solo una vez y nunca volverá a pasar- agrego la rubia ligeramente más compuesta –me quedare aquí durante mis vacaciones y nunca hablare de lo que paso
Ahora no puedo pensar en nada todo está dando vueltas, quédate Apriori esta es tu casa y aquí vive tu hermana, descansemos y mañana con la cabeza más fría hablaremos, yo tengo un viaje de negocios y espero regresar mañana mismo en la noche.


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