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EL SOL, LA LUNA Y UN ECLIPSE II por minamoto

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Notas del capitulo:

Hola, lamento haber estado tan despegada de el foro pero la verdad mi musa estaba extraviada y pues ahora que regreso me permitio agarrar el hilo, espero que este chap le cyste y que sea lo bastante grande, espero tambien que de aqui en adelante la cosa sera mas fluida y pueda terminar la historia con dignidad y estilo, si ya conocen la cancio de circo pop Nadie,  escuchenla creo que va con el capitulo

Capitulo 28 Nadie te ayuda a limpiar despues de la fiesta

Nadie Circo pop

Iori caminaba por los escalones del internado en el que su amado hijo adoptivo se encontraba; preparándose para ser el líder que todo Yagami envidiaría, acababa de volver de una gira forzada a la que Miki no pudo acompañarlo y a Kiel no lo había visto desde ese día en que Kyo había caído enfermo, aunque dudaba que el pelinegro quisiera volver a verlo, después  de haberlo plantado para su cita de amor. Para cuando pudo ir a la recamara donde acostumbraban encontrarse, se topó con un desastre y tuvo que mandar a limpiar todo el reguero de pétalos, las copas llenas de champagne y los aperitivos; la noche había resultado ser un fracaso y entre todas las desgracias termino por descubrir que aun a pesar de todo lo que ese maldito Kyo le había hecho, aun lo amaba, ni siquiera el paso por la cama de Kiel podría pisotear el intenso y apasionado amor que sentía por ese estafador y menos aun destruir lo que sentía por su futuro heredero y ya era hora de que Ukyo supiera lo que estaba pasando con su padre

Entro, solicito una entrevista con su hijo y mientras lo esperaba caminaba nervioso, no se imaginaba en qué estado encontraría al niño, estaba consciente que lo había abandonado por largos meses, en los que no se había parado por el internado ni por error, tenía el estomago hecho nudos con solo imaginar la bienvenida que su niñito le daría, en cuanto lo vio entrar noto algo raro, esa mirada llena de calidez que Ukyo normalmente tenia estaba opaca y dolorida, el pelirrojo al mirarlo sintió culpa, cuando se apodero de Kyo y Ukyo no creyó que fuese a ser tanto trabajo, el tener una familia y hasta ahora se daba cuenta que les había echado a perder la vida, antes tenían carencias y Kyo bailaba en un tugurio de mala muerte pero el niño era feliz porque tenía a su padre para darle el amor que necesitara y ahora Kyo ni siquiera podía levantar un dedo y en ese momento justo el peso de lo que había hecho cayó sobre sus hombros, tenía que corregir esos terribles errores

Hijo, te he echado mucho de menos –dijo el pelirrojo extendiéndole los brazos. El pelirrojito lo miro renuente pero le permitió que lo abrazara y continuo en silencio, su niño se notaba frio y se comportaba totalmente como su padre quería que hiciera, ahora entendía porque ya no había tenido más problemas con el líder del clan Yagami, el niño dulce e impulsivo que había conocido en la isla Saki se había ido.

-Hola Padre- respondió con gravedad Ukyo – ¿Y mi Papá, donde esta?

Iori tragó saliva y comenzó su discurso- Escucha Ukyo, desde que te fuiste han pasado algunas cosas bastante difíciles… Tu padre tuvo un accidente y se cortó, después de eso ha estado sumamente nervioso y ha tenido que ser medicado, entonces con tu papi fuera de servicio aquí estoy yo para cuidar de ti

El rostro de Ukyo se transfiguro en uno lleno de preocupación – ¡¿Porque nadie me lo dijo?!, yo debo estar a su lado, la última vez que vino me dijo que tenía algo que decirme, algo como un secreto muy importante según me dijo y que era importante que lo supiera, también me dijo que hablaría contigo de mi estancia aquí, ¡¿qué demonios está pasando con mi papi?!

Por fin Iori reconocía esa chispa de rebeldía que lo había llevado a enamorarse de esa pequeña familia –Escucha hijo, no te avise lo que estaba pasando porque no quería que te distrajeras de tus estudios, entre más te concentres más pronto volverías a casa y le traerás alegría a tu papi, lamento no haberte avisado, quería que cuando tomaras el mando de las empresas lo hicieras si presiones y hasta que estuvieras listo respondieras a tus obligaciones- agrego el pelirrojo mayor- y por favor, llámame Papá o Iori pero no padre, me haces sentir como si fuera mi padre.

-Si Iori, lo hare aunque no será fácil, me has abandonado en este maldito internado del demonio y todo sin información, la última vez que vino mi papi me dijo que tenía cosas muy importantes que decirme y que eran respecto a mi origen- agrego confundido y triste Ukyo

-Kyoko no ha estado totalmente en sus cabales desde hacen algunos meses, tuvo una crisis y ha estado medicado, antes de todo este desastre me dijo que si no le creía debía hablar con un tal Evan que podría explicarme todo.

-¿El tío Evan? Pregunto Ukyo dudoso

-¿Que sabe el tal tío Evan de los asuntos de tu papi? Gruño sin pensar el pelirrojo mayor

- Cuando llegamos  Ámsterdam, Papi y yo no conocíamos a nadie ni siquiera teníamos en donde vivir,

-¿Entonces porque se fueron así?, sin medir las consecuencias ni siquiera me avisaron-  interrumpió el pelirrojo mayor, a lo que el niño lo miro con fastidio por unos segundos con una mirada fría y hastiada de: “¿me vas a interrumpir otra vez?” a lo que Iori respondió con una mirada de “ok termina de hablar”

Unos días antes de irnos acabábamos de llegar a la casa en la isla, todo parecía normal hasta al día siguiente cuando me levante encontré a mi papi con los ojos rojos e hinchados, me imagino que de tanto llorar y todas nuestras cosas empacadas, papi solo me dijo que una mujer le había dicho que era tu prometida y nada más. Pero un día estaba dormido en Ámsterdam y le oí contarle a Evan toda la historia, una mujer peli plateada guapa y muy elegante le había dicho que era tu prometida y que ya no me necesitaban, que ella le daría los hijos que quisiera tener y que yo siempre seria un bastardo que terminaría arrinconado en una finca en la campiña, le dio dinero y le dijo que conocía el secreto de mi papi y que si para cuando tu volvieras estábamos ahí todavía se encargaría de que me alejaran de mi papi y que jamás me volvería a ver que terminaría en un manicomio y yo en un orfanato, mi papi le pidió ayuda a su jefe para poder salir de la isla y el señor Yoshi lo envió a Ámsterdam, mientras esperábamos a que nos atendiera el nuevo jefe. El tío Evan fue quien se encargo de entrenar a mi papi para meserear y también nos recibió en su casa hasta que pudimos rentar la casa en la que vivíamos

El pelirrojo mayor estaba totalmente pálido y sin palabras, ahora todo caía en su lugar, esa zorra de de Miki lo había estado manipulando para que volviera a trabajar, alejando a su familia, ahora se imaginaba lo que el pobre de Kyo había sentido al verse amenazado y humillado

-Tío Evan sabe más cosas porque ellos eran casi como hermanos, papi apoyo a Tío Evan para que estudiara el bachillerato y la carrera y también para que se le declarara a su novio- agrego el pelirrojito –Hennigan es el novio de el Tío Evan y también es muy divertido, siempre está haciendo bromas y travesuras

Iori lo miraba atónito y totalmente mudo extendió sus brazos, Ukyo lo miro con una dulce sonrisa pero corrió a sus brazos para reconciliarse con su padre.

-Ukyo espero me logres perdonar, no soy perfecto pero los quiero a los dos, he cometido graves errores y te pido que me esperes solo un poco más, debo hacer un viaje para terminar de convencerme y perdonarme  por todos esos malditos errores que he cometido, saldremos de esta cariño y seremos una verdadera familia, la que tú necesitas mi niño, mientras regreso  siéntete tranquilo tu papi está muy bien cuidado, estudia con muchas ganas y prepárate para ser mi orgulloso sucesor aunque en el fondo se que ya lo eres, volveré pronto, te amo hijo de mi corazón. –beso sus cabellos y lo apretó contra su pecho con todo el amor que sentía por ese hermoso niño, quizás Kyo lo había robado, quizás si era hijo de ambos pero la verdad no importaba porque en el fondo tenia a dos padres que lo amaban y harían hasta lo imposible por amarlo y cuidarlo, uno bailaría en un tugurio de mala muerte por alimentarlo y el otro abandonaría un concierto de miles de millones de dólares para estar con él, lo volvió a abrazar y le pidió un poco mas de calma

El pelirrojito lo miro con una dulce sonrisa y asintió solo por unos minutos porque entonces cambio su expresión a una totalmente fría y seca y termino de decir

-         Que así sea papá entiendo que nunca hayas tenido niños y que no sepas que hacer conmigo pero reconozco que me quieres y también a mi papi, se que lo harás mejor la próxima vez pero si  le haces daño a mi papi ya verás lo que te va a pasar, por algo soy un Yagami Mitsunori- La mirada del pelirrojito era tan acerada que prácticamente lo estaba traspasando, Iori lejos de sentirse agredido o amenazado se rio en su interior, su hijito era altamente protector, realmente  todo un Yagami

Lentamente la coraza que Iori había forjado a su alrededor se iba desgajando, dejando a un Iori cansado y desprotegido, con los sentimientos a flor de piel y la culpa llenando cada rincón obscuro de su alma, entonces lo supo amaba a Ukyo y a Kyo aun a pesar de todo y si quería liberar su alma de las dudas tendría que buscar a Evan, para terminar de descubrir la verdad, tal vez Kyo tenía razón afortunadamente aun conservaba la tarjeta que aquella noche le había dado ese sexy pelinegro, que por cierto de recordar la forma en que se le había insinuado aun se llenaba de celos pensar en que Kyo había tenido la atención del pelinegro, también se obligaba a recordar que según Ukyo, Evan ya tenía una pareja llamada Hennigan, después de esto volvió a abrazar a su hijito se despidió y salió rogando porque aun pudiera rescatar a su familia

 

Mientras caminaba hacia su auto acompañado de sus actuales guardaespaldas Tiger y Bunny se topo con una vendedora de flores, una linda chiquilla vendía ramitos de rosas rojas, se detuvo y le compro dos, aun recordaba cuando vivían en la isla y a diario le compraba ramos de flores a su amor -suspiro- cuanto extrañaba a su dulce castaño, si tan solo Miki no se hubiera entrometido todo seguiría de buena forma y quizás el pobre de Kyo hubiera terminado deschavetado, pero en ese momento no pudo pensar de otra forma creyó que lo habían abandonado, monto en cólera e hizo lo único que se le pudo ocurrir en ese momento, vengarse.

Con esos tristes pensamientos llego a la casa, la desazón que sentía no le abandonaba a ninguna hora y decidió encaminarse a el único lugar que sabía que lograba apaciguarle; la habitación de Kyoko, aquella que había preparado para el bebe según él esperaba.

Su castaño estaba como siempre, sentado frente a la ventana mientras Ginevra le cepillaba el larguísimo y sedoso cabello, Kyo miraba totalmente ausente hacia el jardín al tiempo que acariciaba su vientre y tarareaba una dulce canción, la única que le había oído cantar desde que había caído en ese maldito sopor: “Duerme de el mago de oz” , el médico le había asegurado que la medicación para Kyo eran calmantes suaves y que la razón por la que el castaño estaba así era por otra razón pero de una forma u otra Kyo siempre estaba en la luna, Iori se acerco y  le acaricio los labios con los pétalos de una rosa siguió bajando por la mejilla hasta llegar a el oído y de ahí la deslizo por el cuello hasta llegar a el valle entre los pectorales, el cuerpo de su adorado Kyo había cambiado drásticamente y cada vez más, la piel parecía mucho más delicada al grado de que a veces por algún movimiento brusco aparecían desgarres, el cabello estaba tan largo que prácticamente llegaba debajo de las nalgas y siempre estaba trenzado, Ginevra se encargaba de eso porque lo único que el castaño hacia por iniciativa propia además de cantar y acariciar su vientre era cuando llegaba la noche, cepillar su pelo de forma interminable, algunas veces Iori lo escuchaba sollozar en la obscuridad, entonces lo tomaba entre sus brazos y lo acunaba consolándolo hasta que Kyo se quedaba dormido, el cuerpo estaba también bastante cambiado, lentamente se había terminado por afinar mas piernas mas esbeltas, cintura mucho más breve y esa deliciosa espalda tan delicada incluso las facciones eran aun más delicadas si se podía, lo único que parecía aumentar era el vientre que cada vez estaba tan grande, que lo hacía dudar y si de verdad Kyo estaba esperando un hijo suyo, seria hermoso, por fin terminarían  todas sus sospechas y zozobras. Ahora entendía la razón por la cual el castaño había huido de la isla y no le alcanzaría el resto de su vida para pedirle perdón por haberlo tratado como basura.

El pelirrojo se inclino hacia la mejilla de Kyo para aspirar ese dulce aroma a canela y susurrarle en el oído los planes que tenia “buscar a Evan y al doctor” y entonces de forma fugaz en el rostro de Kyo le pareció ver una luz de razón, pero solo había resultado de forma fugaz porque así como apareció, se había ido sin dejar rastro de que Kyo estuviera escuchando, a unos pasos y mirando atentamente estaba la enfermera que Miki había contratado para mantener a Kyo sedado, ayudada por el doctor Micheals, la peli plateada se estaba encargando de mantener drogada a la adorable esposa de Iori, el pelirrojo se enderezo y con dulzura le dio un beso en la coronilla al castaño para proceder a retirarse dejándolo sumido en la obscuridad de las drogas.


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