Capitulo 8 La historia de un guerrero
Kyo estuvo ausente toda la mañana se sentía fracturado, dolido muy lastimado; su pasado regresaba para golpearlo una y otra vez, no era suficiente sentirse un fenómeno al poder dar a luz, encima debía volver a sentir las caricias de Yagami y recordar que no podía volver a intimar con su demonio purpura sin temor a volver a quedarse embarazado y imaginar la mirada de asco cuando le confesase su secreto y supiera que clase de monstruo había resultado ser y eso, eso si que no podría soportarlo –Kyo anduvo por toda la casa como autómata cuando le pareció escuchar la voz de su hijo y disimuladamente se asomo por la ventana; lo que vio le sorprendió mucho y ala vez le dolió afuera estaba Iori con Ukyo, el mayor no quiso subir y solo lo encamino eso definitivamente le pario el alma e hizo que los ojos se le llenaran de lagrimas, con la mano temblorosa se seco apresuradamente antes de que Ukyo le viera, el pequeño justo en ese momento entraba
-Hola papi- saludo gustoso el pelirrojito, la sonrisa se le borro cuando vio a Kyo con los ojos irritados y un gesto de tristeza- ¿que tienes papi?
-n-n-nnada solo me duele la cabeza –contesto Kyo –solo necesito recostarme un poco ¿tienes hambre?
-no ahora solo quiero hacer mi tarea y jugar, Iori me invito una rebanada de pastel de frambuesa
-Ukyo te dije que nada de dulces antes de comer-
-oh papi no te molestes solo tenia muchas ganas de comer pastel - miró Ukyo con esa sonrisita que Kyo ya se imaginaba era la marca registrada del pelirrojo mayor-
Kyo ya no le respondió solo le sonrió suavemente, algo forzado pero no lo suficiente como para que Ukyo lo notara y se retiro a la habitación que había sido de Kyle a llorar como hacia tiempo que no lloraba; tardo alrededor de un par de horas en serenarse dado que cada vez que sentía su alma aliviarse, en su cabeza aparecía esa mirada tan fría y dura que Iori le había dedicado antes de despedirse, porque si le había hecho algo tan intimo como una mamada, porque si había vencido la timidez para tocarlo e incluso el mismo pelirrojo le había dado una manoseada marca Yagami antes de salir del baño, porque esa mirada glacial e indiferente porque ni siquiera quiso despedirse o siquiera tocarle y con ese pensamiento sintiéndose peor que un leproso volvió a gemir y a derramar ardientes lagrimas
Pasada media hora Ukyo fue a verlo y lo encontró dormido así que salió dela habitación en silencio, no se imaginaba lo que estaba pasando pero le preocupaba ver a su papi tan mal, en eso se oye que tocan ala puerta, Ukyo va a abrir y se encuentra con el portero que le comenta que su tío el señor pelirrojo le dejo unas hamburguesas
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Mientras caminaba rumbo al hotel la molestia por el “asunto Kyle” ya había comenzado a ceder, después de todo ni siquiera lo había visto desde su llegada, ni siquiera lo conocia (a Kyle) y además Kyo y Ukyo se conducían sin rendirle cuentas a nadie pero una cosa si sabia; ese tal Kyle tiene todo lo que el quiere tener y el muy tonto no lo aprovecha, eso si resultaba lamentable y precisamente por eso se los quitaría, así que para en un restaurant y compra algunas hamburguesas y pedirle al portero que se las suba
Esa madrugada ya estaba todo listo dejaría que Kyo lo viera durante el acto, y después ala salida le haría saber que no iba a permitir que su heredero tuviera un padre stripper y que tendría que intervenir
Las luces se apagan Iori estaba a una distancia razonable entre el escenario y la salida; los reflectores se encienden y alumbran al ángel vestido con unos ligeros bikers blancos con bordados en oro, un chaleco y su antifaz dorado haciendo juego y su castaño cabello amarrado solo de la parte mas baja en las puntas (si han visto a Drew Mcintyre de la wwe se darán una idea de cómo se ve el cabello de Kyo) el ángel hace una reverencia y acto seguido del techo baja un trapecio el ángel se pone una especie de talco y se agarra del trapecio que comienza a elevarse mientras los primeros acordes de la melodía UNDERNEATH YOUR CLOTHES by Shakira suenan Kyo se deja caer, se cuelga de mil maneras todas provocativas al mismo tiempo que se acariciaba y movía como se de un momento a otro se fuese a romper; Kyo expresaba ese dolor tan inmenso y secreto muy a su manera
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Pensamiento de Iori
Esa noche Kyo estaba haciendo un acto sumamente sensual, sin duda esas caderas me ponían como moto y el hecho de que tras ese chaleco se alcanzaran a ver las areolas del pecho, suave sin vello alguno y ese abdomen planito y bien marcado, esos brazos elásticos y fuertes, lo suficiente como para sostenerse del trapecio y volver a subir, una y otra ves, una y otra vez ¡oh pero en que pienso! La verdad se veía tan sensual tan andrógino, tan bello y ala vez tan frágil que por un momento me sentí como una bestia por tratarlo de forma tan indiferente, sin embargo las cartas ya estaban echadas y no iba a quedarme parado esperando a nada así que caminaba resuelto entre la gente hasta la plataforma cuando sentí claramente que alguien ponía su mano en mi espalda y me detuve para encarar a idiota que estaba evitando mi cita con el destino para encontrarme con esos conocidos y picaros ojos grises -otra vez mi acosador personal-me digo a mi mismo con fastidio -Hola Yagami, ¿admirando a mi ángel?- me dice el ojigris el comentario me toma desprevenido y aunque siento molestia por la forma en que remarca que es su ángel, se que no lo esta diciendo con malicia mas bien con diversión y ya que el se quiere divertir yo le respondo sarcástico –si, es un bocadito envidiable y se ve que le gusta el lodo-
El rostro del ojigris se pone mas blanco de lo que ya es pero se repone rápidamente y contraataca –los ángeles suelen enlodarse a causa de los demonios- eso si me dolió aunque no se lo demuestro y me vuelvo a hacer la pregunta: que demonio enlodo a un ángel como ese, mientras le miraba balancearse suavemente hasta quedar colgado solo con las piernas y ondear ese cabello castaño al vacio, en eso algo cae de su cabello un broche con una luna de cristales swarovski un detalle muy delicado, me agacho a recogerlo y el ojigris solo espera a que me incorpore para tomarme de la mano y sacarme de ahí, a lo que atino a decirle –oye espera tengo algo que hacer- el me sonríe y hace que me de un vuelco en el estomago ¿porque no puedo negarme a acompañarlo? –su respuesta me produce escalofríos- ¿acaso esperas que te deje provocarle un accidente a tan bello ángel?- esa respuesta me hace sentir tan tonto, y me hace darme cuenta que es verdad, si me hubiese mostrado ante Kyo mientras hacia un acto tan riesgoso pude provocarle un accidente fatal- mientras me quedo pensando, el sigue sacándome hacia la salida y hacia el frio de la noche
-vamos te contare mi historia mientras dejas que tu cerebro se enfrié –me mira risueño mientras saco un cigarro para calmarme y me siento en un banco para mirarle con mas detenimiento, el cabello es pelirrojo obscuro ligeramente ondulado con una diadema, la piel blanca de un blanco casi espectral, salpicada de pecas mas visibles en la nariz esos ojos grises picaros y divertidos, los labios carnosos y rojos se curvan en una sonrisa suave que me llena de paz, luce el traje que le había visto la otra vez color crema, camisa blanca, corbata gris. Esa vez pensó que brillaba por la luz negra con la que adornaban el lugar pero ahora ala luz natural de la luna el desconocido irradiaba una paz impresionante
-ok como noto tu disposición a escucharme te contare:
Mi mama vino a Japón en un viaje escolar estaba orgullosa por haberse ganado ese premio hasta que una noche al salir de un curso conoció a mi padre, fue amor a primera vista y al poco tiempo se casaron, mi madre era una jovencita soñadora que ignoraba las costumbres japonesas que son muy rígidas en cuanto al comportamiento de sus mujeres y la crianza de sus hijos, ella salió huyendo a Irlanda lugar donde yo naci
Mi infancia fue tranquila, mama me adoraba y cuidaba mucho, jamás se volvió a casar siempre dijo que yo era su único tesoro , nada me faltaba excepto el saber de donde había venido mi otra parte de la herencia, como notaras mi físico es totalmente Irlandés pero mi sangre japonesa no me dejaba tranquila, deseaba saber quien había sido mi padre y aunque tuve muchas peleas mientras crecía con mama por mi deseo de saber, en cuanto cumplí los 21 años me embarque a Japón.
Mama me dijo que odiaba a mi padre y que no quería volver a saber nada de el y que si yo me iba automáticamente seria desheredado y considerado un… como decirlo traidor a mi sangre, porque ellos (mi madre y mis abuelos) me habían acogido en la familia haciendo caso omiso a que la mitad de mi sangre era japonesa y que ahora les estaba dando la espalda, mama trato de evitar que viniera a Japón montones de veces me lo dijo con lagrimas, con amenazas y por poco hasta con golpes pero en mi corazón lo único que quería era ver de donde venia así que me fui. –el rostro de Kyle se muestra soñador y nostálgico -
Cuando llegue a Japón lo primero que hice fue ir ala dirección que estaba en la ultima carta de mi padre y ahí me informaron que mi padre había muerto hacían ya diez años y que me había dejado una pequeña fortuna, pero que el resto de la familia de mi padre no quería ni verme, eso me lo informo mi abuela que estaba en esa casa y me miraba con cierto desprecio, me dijo que le daba pena ver que los genes de mi padre se habían desperdiciado en mi y que afortunadamente cinco años de que mi madre lo abandonara, el se había vuelto a casar con una jovencita japonesa de buena familia que le había dado dos hijos que ahora estaban siendo educados para dirigir las empresas y por ultimo me entrego una carta de el que fuera mi padre. En la que me decía que después de que mi madre se fuera el la había buscado por cielo mar y tierra, ahora entendía porque tanta reserva de mi madre a hacer vida publica y porque vivíamos apartados del mundo. Me dijo que a través de un investigador privado había descubierto que existía yo pero que no había logrado conocerme y que como su hora se acercaba dejaba listo para que pudiera hacer uso de una pequeña fortuna nada despreciable y de su apellido que era Mitsunori que me había amado aun sin conocerme y que siempre estaría en su corazón. Con este sentimiento decidí quedarme en Japón y aprender todo lo que respectaba a este bello país.
Seis años después conocí a una bella japonesita llamada Aiko Mitsuki de la que me enamore perdidamente, duramos seis años de novios no por mi gusto yo deseaba hacerla mi esposa desde que la vi por primera vez, mas ella estaba temerosa de lo que dijeran sus padres “un gaijin robándose a su niñita” fuimos novios durante tres años hasta que un día me sentí mal comencé a tener unos extraños dolores en el estomago y fui a hacerme unos análisis que me detectaron cáncer de estomago en etapa media, ahí comenzó pase un largo año recibiendo quimioterapia y con Aiko apoyándome
Mi enfermedad no significaba nada hasta esa navidad en la que Aiko me dio la noticia, no podía seguir conmigo, tenia miedo de ver como iría degenerando mi enfermedad y de no poder luchar contra ella.
En este punto del relato el rostro del ojigris se mostraba sereno pero serio, lo que tenia sumamente sorprendido a Iori era la tranquilidad con la que narraba todas las puñaladas que había recibido en su vida y encima la de esa vieja mendiga todo cuanto le estaba contando era perturbador pero se obligo a poner atención
Esa navidad Aiko mi dulce noviecita, la que me había dicho que estaría conmigo siempre, que lucharía contra su familia por mi; me estaba dejando, al primer signo de problemas; eso si fue doloroso su temor de perderme era más grande que el amor, Aiko me estaba hundiendo en una espiral de dolor que no me dejaba respirar.
Comencé mi año solo pero con mas fuerzas que nunca aunque conforme pasaban los años, mi salud se deterioraba los días trascurrían lentos pero estaba empeñado en luchar; dinero no me faltaba pero si me faltaba mi familia
En esos años intente contactar a mi madre o a alguno de mis abuelos pero las cartas me regresaban sin abrir. Cinco años para un corazón valiente pasan pronto pero ese quinto año no veía avances mi persona no era lo que era antes y estaba perdiendo la fe.
Me encontraba en la sala de un hospital esperando mi reunión de apoyo cuando vi a un bello ángel envuelto en holgadas ropas sentado frente a mi, me acerque y le hice platica, algo me decía que el necesitaría apoyo y no me equivoque, ese bello ángel estaba solo al principio crei que estaba ahí por lo mismo que yo, pero el tiempo me mostro que no era así
El destino y el ángel me mostraron que la vida estaba llena de milagros y nos quedamos juntos para darnos apoyo y amor
Desde que lo vi supe que cambiaria nuestra vida y así fue, fueron años de felicidad y ternura Ukyo es y será mi máximo orgullo, pero el destino me tenia reservada una ultima sorpresa y he tenido que emprender un viaje muy largo y dejarlos solos, mi tiempo se acaba… así que debo retirarme, Iori por favor cuida de ellos creo que esta será de las ultimas veces que nos veamos
Dicho esto el ojigris se levando de la banca en la que estaban sentados dejando a un Iori Yagami mirando al suelo, mas confundido que nunca, como ese hombre sabia su nombre y de buenas a primeras llegaba y le decía que no podía seguir cuidando de esa pequeña familia, en cuanto busco con la mirada al ojigris se quedo helado, ahí cerca no había ningún rastro del otro pelirrojo entonces vio la hora y ya eran las dos de la madrugada el ángel de fuego ya se había ido
La cabeza del ojivioleta daba vueltas, toda la información que el ojigris le estaba taladrando el cerebro, el esposo de Kyo había sido heterosexual antes de conocerlo y aparentemente había amado ala mujer mucho al grado de resentir su abandono y el pelirrojito ¿de donde había salido?, ¿quien había sido su madre?, acaso por esa razón ¿lo habían desterrado? Y encima el pequeño era pelirrojo como ese tal Kyle y tiene el fuego de los Kusanagi, además de ese cambio físico en el Kusanagi digo el Mitsunori, ahí había gato encerrado, algo le olía realmente mal.
Y así, mas confundido que nunca emprendió el regreso, ya pronto podría ver a su pelirrojito heredero, la cara que pondrían sus padres y los lideres del clan Kusanagi cuando supieran que su heredero maneja el fuego dorado, lo de sus padres lo dejaría para el final, en cuanto supieran que planea adoptar se volverán locos pero de felicidad ya se daban por perdido lo de ser abuelos, desde que supieron lo de la orientación sexual del pelirrojo mayor dieron por perdido el sueño de ser abuelos
Así pensando llego a su habitación y se dio una ducha para dormir tranquilo
Lejos de ahí un castaño ya estaba dormido, profundamente; soñando con el momento en que su demonio pelirrojo se enteraría que Ukyo era su hijo, su verdadero y orgulloso heredero