∞¤∞Capitulo 2∞¤∞
∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞Sostenere il Cielo∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞
∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞∞¤∞¤∞¤∞
En la puerta estaba Reborn y parecía estar buscando algo, el castaño rápidamente se levantó de su asiento frente a Hibari para dirigirse hacia el Arcobaleno.
-Reborn ¿dónde estabas?
-Tu petición está siendo cumplida. – soltó de improviso él bebe frente a él, adquiriendo un rostro serio – Ahora tú has tu parte.
-Tan… ¿tan pronto?- estaba sorprendido, no creía que sería tan rápido. Apenas ayer había tomado la decisión.
-¿Quién crees que soy Dame-Tsuna? -el aire de prepotencia alrededor del niño era palpable -….pero para que pueda ser llevado a cabo de acuerdo al plan debes ir a Italia tú mismo, a llenar el papeleo y asegurar que tu tomaras responsabilidad.
-¡¡Reborn-san, me alegro que llegara!! -interrumpió el peli plata la conversación.
-Esto es genial, con Reborn, lambo e Ipin aquí esto será más divertido -continuo la chica oji miel.
-Kyoko-chan esto ya era divertido…-Haru tenía un puchero.
-Hey… ¡Bienvenido bebe! ¿Quieres algo de sushi? -el sonriente chico pelinegro no se separaba de la barra y seguía cocinando a la vez que pasaba los cuchillos a través del aire de una mano para otra.
-No cabe duda que eres bueno con todas las armas de corto alcance Yamamoto…y si me gustaría algo de Sushi -continuo el Arcobaleno a la vez que recorría la habitación con la mirada, parando justo en la mesa donde anteriormente había estado sentado el castaño -Mmm...Veo que no holgazaneabas tanto como pensé. -dijo a Tsuna a la vez que miraba a Hibari con una sonrisa bastante rara.
-Yo….-intentaba explicar el porqué estaba con Hibari, pero ni el mismo sabia la razón, aunque ahora que lo recordaba -él sabe sobre nuestra conversación en la azotea.
-Eso explica su presencia….-el niño comenzó una caminata hacia Hibari y giro al ver que el castaño permanecía sin moverse- que esperas dame-Tsuna ¡vamos! -y siguió su ruta hacia la mesa de Hibari.
-Pero…-demasiado tarde Reborn ya estaba sentado- uh…-soltó un suspiro, camino y ocupo nuevamente el lugar frente a Hibari teniendo a Reborn a su Derecha.
-¿Qué quieres bebe? -Dijo Hibari ante la nueva presencia en la mesa- ¿acaso quieres pelear? –y saco sus tonfas poniéndolas a la altura de su mentón.
-Pues,…ahora que sacas el tema, siento que debo descargar algo de estrés….-dijo el Arcobaleno con una sonrisa algo burlona a la vez que León se convertía en un arma.
-¡Hye!... ¡tranquilícense! -dijo Tsuna algo nervioso y temeroso de que destruyeran el restaurant del padre de Yamamoto - Mejor… ¿podrías explicar lo que me dijiste hace unos momentos Reborn? -dijo adquiriendo de nuevo la seriedad.
-Eres un aguafiestas Dame-Tsuna,...-comento Reborn poniendo una cara de decepción y deshizo la transformación de león.
-…-Hibari solo se quedó en silencio mostrando su descontento pero extrañamente permaneció sin dirigirle una mirada asesina al castaño por interrumpir su diversión. Reborn podría jurar que en su lugar Tsuna recibía una mirada que decía “entonces te cobrare la pelea a ti después”.
El castaño solo lo miro algo sorprendido y asintió, captando la indirecta.
-Mmm...veo que se llevan mejor - Reborn solo sonrió de lado a lado ante el pequeño sonrojo que apareció en las mejillas de su alumno sin entender el porqué pero sin duda bastante divertido
-Y bien, entonces Reborn…-dijo el castaño intentando cambiar de tema- ¿cuáles fueron las condiciones? – dijo volviendo a su seriedad
Reborn no parecía contento con el hecho de cambiar de tema, pero bueno podía interrogar a su alumno en cualquier momento que se le antojara.
-Como dije tienes que ir a Italia a arreglar todo el papeleo tu….-se detuvo en lo que Gokudera ponía frente a él una bandeja con sushi.
El chico no parecía querer irse ya que permaneció parado al lado de Reborn pero al ver la mirada que este le dirigía con un sutil “Lárgate de aquí, es privado” no hizo más que llenarse de curiosidad pero acatando la orden, se retiró.
-…Continua…-ordeno Hibari.
-…..-Reborn miro al azabache un poco sorprendido por que se interesara en la conversación pero desvió su mirada a su aprendiz y continuo – Bien, quieren que demuestres tu compromiso al adquirir toda la responsabilidad de sus acciones, para eso te quieren en Italia, tú debes llevar a cabo todo este trámite por ti mismo, además debes mínimo ser presentado frente a todas las familias como el próximo en heredar el título de “Jefe Vongola” para así poder demostrar que no traicionaras a tu familia ni a sus aliados.
-Bueno si solo es eso…
-Muchos no están de acuerdo con tu decisión de liberar a Mukuro -interrumpió- incluso el noveno se mostró sorprendido pero decidió apoyarte en tu decisión y gracias a ello fue aceptada. Aun así, eso no quita el hecho de que muchos se opongan – continuo el Arcobaleno, con un semblante cada vez más serio – varias familias siguen oponiéndose a que tu tomes el cargo, además algunos de los que pudieron tener acceso a los recuerdos del futuro comunicaron lo que vieron a el consejo de ancianos y estos temen el no poder controlarte como planeaban, así que han adquirido una actitud hostil a tu ascenso al cargo de jefe,.. Pero creen que con esto de Mukuro, te podrán tener bajo su control aunque sea un poco.
-No permitiré eso…- Interrumpió Hibari con una mirada un tanto enojada.
-Vaya, vaya, nunca pensé que te preocuparías tanto por Tsuna…-inquirió Reborn con una sonrisa maliciosa en su cara.
Tsuna solo se sonrojo ante las palabras de Reborn y desvió la mirada hacia la pared mirando un poco por el costado a Hibari.
-…-Hibari no supo de donde salieron esas palabras pero aun sentía un poco de rabia hacia las personas que intentaban manipular al pequeño castaño, relajo su semblante y continuo – el caballo lo menciono antes, yo al ser el guardián de la nube puedo hacer lo que me plazca, sin estar ligado a esta estúpida familia, solo él,...-dirigió una mirada a Tsuna – puede ordenarme que me involucre en casos de verdadera urgencia, en si la idea de ser mandado me desagrada, no voy a permitir que ahora un montón de ancianos me ordenen lo que debo o no debo hacer.
- “Vaya que está enojado…siquiera se le ocurrió una mejor escusa” - pensó Reborn.
-…Así que Sawada Tsunayoshi…si te dejas manipular y me arrastras contigo en el camino…-dijo Hibari con un semblante sombrío pero calmado - te morderé hasta la muerte.
-…-Tsuna estaba sin palabras, no podía creer la gran amenaza de Hibari, además del hecho de que era de las veces que más lo había oído hablar desde que lo conocía, pero por alguna razón, a pesar de ser una amenaza, sintió un sentimiento de felicidad inundándole y sin poder evitarlo puso una ligera sonrisa en su rostro antes de asentir – No quiero ser mordido hasta la muerte.
Hibari se quedó contemplando esa ligera sonrisa en el rostro del castaño era la primera vez que recibía una de parte de ese chico, siempre habían sido miradas nerviosas, de miedo, de terror, incluso miradas de preocupación, pero ninguna como esa, le gustaban todas las otras reacciones que provocaba en el castaño, pero esta era diferente, se sentía alucinado, como si no se pudiera mover o mejor dicho como si no se quisiera mover. Quería seguir contemplando esa sonrisa todo el tiempo que fuera posible como el cielo que siempre veía desde la azotea de la escuela, esperando que lo envolviera para poder sentirse tranquilo y lograr dormir, con este chico era parecido solo quería que lo envolviera con esa calidez para contemplarlo el resto de su vida.
Reborn observaba todo con una sonrisa pero en su mente analizaba cada gesto de los chicos, ambos habían actuado de la manera que menos se esperaba, Tsuna no había puesto una cara de miedo ante el comentario de “te morderé hasta la muerte” sino que había respondido con una cálida sonrisa hacia Hibari y se había atrevido a mirarlo a los ojos y contestarle. Por su parte Hibari no había respondido enojado ante el comentario de Tsuna y no lo había siquiera ignorado, más bien parecía perdido viendo el rostro de su alumno tal como un animal viendo un coche con grandes y cegadoras luces dirigiéndose hacia él, completamente inmóvil y expectante, algo ocurría, algo fuera de lo normal, algo que intuía ni siquiera ellos mismos se habían dado cuenta pero sin duda el ya comenzaba a hacerse algunas ideas al ver la forma en la que se miraban a los ojos.
-Bueno no creo que debamos preocuparnos por qué te manipulen fácilmente Dame-Tsuna – dijo Reborn interrumpiendo el intercambio visual de los chicos, haciéndolos salir de su sueño y provocando un leve sonrojo en su aprendiz, así como recibiendo una mirada de disgusto por parte de Hibari.
-¿Porque lo dices? -pregunto Tsuna.
-Al igual que hay gente que opone, hay gente que está de tu lado…por obviedad la Familia Cavallone y otras más - una sonrisa apareció en la cara del Arcobaleno – además, Xanxus fue de los primeros en apoyarte después del noveno.
-¿!Xanxus!? – el chico se sobresalto.
Todos en el restaurant voltearon en su dirección, sus guardines con miradas de precaución al escuchar el nombre.
-¡¿Sucede algo decimo?! – se acercó corriendo un peli plata – ¿hizo algo ese gorila?...-Tsuna supuso que se refería a Xanxus y se limitó a negar con la cabeza.
-No,...No te preocupes Gokudera - dijo un poco nervioso – continua disfrutando de la fiesta.
-Decimo, parece que hablan de algo importante y yo como su mano derecha creo que debo estar a su lado – dijo el peli gris poniendo una pose orgullosa.
-Hey…Gokudera, Tsuna nos lo contara después, será mejor que esperes si quieres enterarte de las buenas nuevas, si él no nos ha llamado quiere decir que no es necesario que estemos ahí por el momento -intervino un sonriente Yamamoto, que era el único que parecía entender que no debían inmiscuirse.
-¡Tu cállate! - grito con fuerza – además, si se supone no debemos escuchar porque este si puede – dijo señalando a Hibari, que se limitó a dirigirle una mirada de enojo.
-Gokudera, por favor hablaremos después -dijo Tsuna un poco nervioso, sin duda cuando Gokudera empezaba era casi imposible pararlo.
-Pero…
-¿Qué clase de mano derecha no obedece a su jefe? -comento Reborn dándole un sorbo a la taza de té que tenía a lado.
El chico peli plata agacho la mirada y se retiró con los demás que intentaron consolarlo y decirle que luego podría hablar con Tsuna. Por su parte el castaño lo miro con algo de culpa, Gokudera tenía el derecho a saber pero tendría que esperar a que el mismo estuviera seguro, además la única razón por la que Hibari estaba ahí era porque él estaba enterado de lo que pasaba desde antes.
Tomo asiento nuevamente y giro a ver a Reborn.
-¿Porque Xanxus está de mi lado?, pensé que él se opondría más que nadie -argumento Tsuna, bajando su semblante – él tampoco debe estar de acuerdo con que yo sea el jefe.
-No lo está… - dijo Reborn – en realidad no le agradas –aclaro sonriendo- pero tampoco le agrada el consejo en ancianos de Vongola, fue algo como…
**Flash Back**
-¡¿El mocoso quiere liberar a Rokudo Mukuro?! ¡¡¡Esta loco!!! -gritaba Xanxus a través del monitor de la pantalla.
-Cálmate Xanxus – la voz del noveno llego a través del otro monitor – ¿es cierto eso Reborn?
-Si, hace poco Tsuna comenzó a tomar más enserio esto de ser jefe de la familia, al parecer comprendió que de esta forma podría proteger a sus amigos…no, a su familia -dijo con un semblante de orgullo.
-¡Eso es maravilloso!...sabía que Tsunayoshi lo lograría- su voz se apagó un poco - ¿pero está seguro de esta decisión?
-Es de las pocas veces que lo he visto seguro en la vida, sin duda lo está… - una sonrisa surco el rostro del Arcobaleno – después de todo él también es parte de su familia ahora.
-¡¡Aun así el mocoso está loco!! ¿Acaso no ha oído acerca de lo que el consejo quiere hacer con él? ¡Ya ni siquiera están seguros sobre dejarlo asumir el cargo! – Gritaba con calma pero con visible ira en sus ojos.
-Pensé que eso te haría feliz…-inquirió Reborn sonriendo.
-Nada que alegre a esos ancianos me hace feliz a mí! -dijo con una mirada furiosa – Son uno manipuladores.
-Xanxus, deberías ser más respetuoso con tus mayores...-dijo en noveno algo nervioso.
-Pero tiene razón…además el hecho de que haga un trato con ellos para liberar a Mukuro, hará que este bajo su control -Reborn los miro pensativo.
-Tsunayoshi no es tan débil, su corazón no se doblegara tan fácilmente para actuar en contra de lo que cree….-el noveno se veía seguro pero había algo de duda en sus ojos.
-No debemos permitir que manipulen al mocoso…
Reborn y el noveno vieron a Xanxus sorprendidos.
-Él fue quien me venció…-fijo su mirada en Reborn - no puedo permitir que lo manipulen tan fácilmente, esos ancianos solo buscan sus propias conveniencias, prefiero mil veces que él se vuelva el jefe de los Vongola a que ellos consigan poner en lo alto de Vongola a alguien fácil de manipular y manchar nuestra reputación con tratos sucios.
-Pensé que te desagradaba Tsunayoshi…-el noveno miraba sorprendido a su hijo.
-Quien se convierta en jefe de Vongola, se convertirá en mi líder y en estos momentos…. - hizo una ligera pausa - Él es el único en estos momentos que tiene mi aceptación.
**Fin de Flash Back**
Tsuna estaba en shock después de lo contado por Reborn ¿Xanxus había dicho eso? No, no, no ¡era imposible!... ¿O no?, parecía que al menos confiaba un poco en él y eso en si ya era sorprendente, se sintió feliz de tener apoyo de su lado por parte de gente que realmente no esperaba, pero sin duda lo que más le hacía feliz era percatarse que podía considerar a Xanxus y a los Varia parte de su familia también, aunque lo mejor era no cantar victoria.
Hibari solo se quedó expectante, observo como en los ojos del castaño surgía un brillo de felicidad e inmediatamente después sintió una punzada de enojo surgiendo en su ser ¿Por qué se sentía tan feliz de que ese escuadrón de idiotas estuviera de su lado? Sintió ganas de golpear a ese que se atrevía a causar esa reacción en el chico pero… ¿porque quería golpearlo?. Se sentía confundido consigo mismo, a él que le importaba lo que sintiera el chico castaño, bien, ya no le parecía una molestia como antes pero eso no le daba derecho a causar reacciones extrañas en su persona, de improviso su ira se vio dirigida hacia el castaño frente a él…quien pareció percibirla ya que se encogió ante un escalofrió.
-Bueno, al final la única conclusión es que tienes que ir a Italia la próxima semana. -concluyo Reborn.
- ¿La próxima semana?...-bien si hace un momento no estaba alterado, ahora si ¿Qué le pasaba a Reborn? ¿Por qué tan pronto?
-Tú dijiste, que debería ser lo más pronto posible…-dijo Hibari aun con mala cara poniéndose de parte del Arcobaleno.
-Es verdad Dame-Tsuna, dijiste que querías que estuviera libre lo antes posible así que no te retractes de tus palabras…un jefe debe ser decidido.
-Pero no sabía que tendría que ir a Italia, es muy poco tiempo…-se sentía frustrado pero Reborn tenía razón él lo había querido así en un principio.
-¿Acaso no quieres que lo liberen? –pregunto el Arcobaleno viendo con curiosidad a su alumno.
-…-Es verdad él quería a toda su familia junta, de repente recordó las horribles sensaciones que lo envolvían en la noche, necesitaba el poder para protegerlos a todos y necesitaba a todos junto a él – si quiero…Esta bien, iré a Italia, quiero que Mukuro esté libre lo antes posible – inquirió con voz firme.
Ahí estaba otra vez esa punzada en su pecho y ese sentimiento de enojo innecesario ¿Por qué se esforzaba tanto por liberar al ilusionista? Porque quería tanto tenerlo a su lado como para arriesgar su libertad y hacerse cargo de un montón de personas que siquiera conocía ¿porque se sentía así de enojado por ese simple hecho?…pero había algo raro, Hibari pudo percibir una leve chispa de miedo y dolor en los ojos del chico por un momento, algo le ocurría al herbívoro frente a él. Además aun no sabía el motivo de su repentino cambio de parecer respecto a la decisión de ser jefe, el chico aun ocultaba algo.
-Tienes que ir con todos tus guardianes -aclaro Reborn a Tsuna.
-Eso no sería justo, ellos…me gustaría que disfrutaran por más tiempo de una vida tranquila por un tiempo.
-Es necesario, en cuanto la presentación termine ellos pueden volver por un tiempo más pero por el momento es necesario que se presenten, no podemos presentar solo al futuro jefe, también es necesario que conozcan a los que obtuvieron la aprobación de los guardianes de la primera generación.
Soltó un suspiro, al parecer la próxima sería una de las semanas más difíciles que viviría en su vida, aunque bueno ya había tenido muchas así.
∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞
Este había sido el fin de semana más cansado de su vida y lo peor es que aún no terminaba. Después de la pequeña celebración todos se habían retirado, había sido una fiesta bastante extraña, en primer lugar porque tanto Chrome como Hibari estuvieron presentes y aún más sorprendente también estuvieron Ken y Chikusa (bueno admitámoslo, la presencia de Hibari había sido la más impactante), en segundo lugar fue un total espectáculo ver a Yamamoto preparar sushi, lo preparaba con una maestría casi inigualable y en tercer lugar y las más rara de todas las razones, porque el 70% del tiempo en la fiesta lo paso con Hibari…aunque un 40% había sido culpa de Reborn.
Hace poco que había vuelto a casa, se sentía cansado como si hubiera tenido una larga sesión de entrenamiento con el arcobaleno, tal vez era un cansancio solo mental pero aun así había sido demasiado para un solo día, su cabeza ya no soportaba. Se tumbó en su cama, con tanto cansancio seguramente si podría dormir esa noche, además necesitaba toda su energía para lo que haría al día siguiente, informar a sus guardianes sobre el viaje a Italia. Por lo menos uno para su sorpresa ya había aceptado ir y sabía que solo era por el hecho de que podría pelear con gente fuerte si iba, la verdad aunque la idea lo dejaba un poco dolido, ya estaba acostumbrado, así era Hibari. Bueno, había uno menos. Ya era de madrugada pasadas las doce, así que técnicamente se podría considerar que ya era el día en que tendría que hablar con sus amigos, antes de irse de la fiesta les había pedido que lo fueran a ver por la tarde del día siguiente, lo mejor sería descansar o después no podría decir una sola palabra. Termino de colocarse su pijama y se volvió a tumbar sobre la cama.
-Buenas noches Reborn…- dijo al Arcobaleno junto a la puerta y dejo que sus ojos se cerraran.
-Descansa, Dame-Tsuna…-él bebe lo observaba desde la puerta, a partir de ahora el chico tendría que enfrentar varios retos pero estaba seguro podía lograrlos, aunque no podía evitar preocuparse, sin duda era un chico misterioso que incluso había logrado abrirse lugar en su corazón.
∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞
Los fuertes golpes a la puerta lo despertaron, no había dormido tan bien en semanas y en cierta forma se sintió frustrado por no haber podido dormir más, vio la puerta y dijo un “adelante” tras el cual la puerta se abrió de pronto mostrando a Yamamoto, con Gokudera y Ryohei tras el ¿qué hacían ellos ahí?
-¡Buenos días decimo! -grito Gokudera, deteniéndose a pensar un momento y corrigió – perdón, es decir, buenas tardes.
-¿¿Tardes?? -pregunto un incrédulo Tsuna.
-Yo, Tsuna, son las 5pm tienes suerte de que sea fin de semana -dijo Yamamoto con una de sus sonrisas características – me alegro que por fin hayas podido dormir.
-¡¡es bueno dormir Sawada, ayuda a recuperar fuerzas!! –grito Ryohei desde atrás.
-Mmm...Buenos…buenas tardes a los tres -su mirada seguía media adormilada- ¿¿por cierto que hacen aquí??
-¿Acaso ya no lo recuerdas Dame-Tsuna? -Reborn apareció en la ventana- tú los citaste aquí dame-Tsuna, llevan una hora esperando a que despertaras.
-¡¿eh?! ¡es cierto! – Prácticamente salto de la cama y se paró frente a ellos – lo siento mucho chicos.
-jeje no te preocupes Tsuna…y bien ¿de que querías hablarnos? -Se sentaron alrededor de la mesa del cuarto de Tsuna.
-¿Chrome no ha venido? -pregunto un poco preocupado Tsuna.
-No, parece que ni ella ni Hibari quisieron venir y Lambo se encuentra tomando una siesta en la sala -contesto Ryohei.
-Eso es lo de menos dame-Tsuna, la vaca estúpida no importa y a Chrome la puedes ir a ver luego será mejor que les digas a ellos lo antes posible lo que sucede, también necesitan alistar todo.
-¿¿Alistarnos para que Reborn-san??
-Chicos…yo…-Tsuna se sentía algo raro al decir esto, pero no le quedaba de otra- he decidido convertirme en el décimo jefe de la familia Vongola.
-¡¿Eso es cierto decimo?!...-la alegría se podía ver en el rostro de Gokudera - ¡Eso es maravilloso!...sin duda el décimo será el mejor jefe que se haya visto.
-Además… –continuo – quiero liberar a Mukuro…-dijo a la vez que su rostro adquiría seriedad.
Todos se mantuvieron en silencio y con una mirada expectante, Reborn permaneció en silencio pero con una clara muestra de interés por la reacciones de los chicos.
-¿Estás seguro Sawada? -empezó el peli gris de tez morena.
-Muy seguro –contesto sin titubear.
-Pero decimo, después de todo lo que hizo ¿cree que el merece ser libre? – el peli plata claramente no estaba de acuerdo.
-Sé lo que ha hecho –dijo el castaño con una mirada decidida – pero él también es uno de mis guardianes y por tanto también es parte de nuestra familia.
En los ojos de Gokudera se notó una enorme felicidad nacer, acaso ¿había oído bien? Su amado decimo lo había llamado “Familia” (N.A: no solo a ti….creo que se le subieron los humos a la cabeza y ¿qué quieres decir eso de tu decimo? -__-). Yamamoto se sentía feliz, el ya consideraba a los demás parte importante de su vida y el que Tsuna también lo considerara de esa manera sin duda lo hacía feliz.
-Jeje…si Tsuna esta tan decidido creo que no hay nada que hacer – comenzó Yamamoto – Tienes mi apoyo Tsuna.
-¡¡Por supuesto también el mío Sawada!! -Comenzó el enérgico Ryohei- ¡¡después de todo ahora somos una familia extrema!! (Zai: Cuanta razón tiene….n_n/ N.A: Literal…U_U)
-Yamamoto, oni-san…gracias –dijo Tsuna contento de recibir apoyo de sus guardianes.
-¿Qué hay de ti Gokudera? –pregunto el Arcobaleno desde la ventana, contemplando la inmovilidad del chico peli plata.
-…- Gokudera estaba perdido en sus pensamientos pero al cabo de un rato respondió – si es lo que el décimo quiere, estaré siempre de su lado decimo –dijo con una pose orgullosa.
-Muchas gracias, Gokudera -sin duda esto lo hacía feliz, todo ese tiempo se sentía temerosos de que se pudieran oponer a su decisión y realmente lo animaba el hecho de tenerlos a su lado.
-¿Y para que tenemos que alistarnos? -pregunto Yamamoto mientras veía al bebe sobre la ventana.
-Como condición para la liberación de Mukuro, Tsuna debe ir a Italia a realizar el trámite el mismo, además de que se le presentara como el sucesor y el próximo decimo Vongola oficialmente. - dijo el Arcobaleno bajando de un salto y colocándose sobre la mesa - para eso ustedes deben estar presentes.
-¿Iremos a Italia? -en los ojos de Gokudera se podían ver estrellitas- ¿el décimo por fin vendrá conmigo a Italia? (Zai: No solo contigo!...hay a veces me choca que sea tan egocéntrico!)
-¡¡Cabeza de pulpo no solo va contigo!! (Zai: ¡Amen!...//N.A: Podrías dejar de interrumpir en mi fic?) -grito Ryohei- será algo extremo acompañarte Sawada ¡¡cuenta conmigo!!
-jeje…también conmigo Tsuna, solo debo avisar a mi viejo -contesto con una sonrisa Yamamoto.
-Ah!...¡¡Tsu-kun!! -llamo la madre de Tsuna que pasaba enfrente de la habitación- que bien que has despertado, deberías comer algo, has dormido toda la mañana y parte de la tarde debes estar hambriento -dijo con un tono maternal para después sonreír – los amigos de Tsu-kun también están invitados por supuesto.
El estómago de Tsuna soltó un fuerte gruñido, su madre le acababa de recordar la existencia del alimento y eso había hecho reaccionar a su ya apagado estómago, los demás solo sonrieron y aceptaron la invitación de la madre de Tsuna, se pararon y todos juntos se encaminaron a la cocina.
Reborn se quedó en la habitación viéndolos marchar, Tsuna sin duda ya estaba más relajado pero aún le faltaba algo más y una leve sonrisa surco por el rostro del tutor.
∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞
Estaba caminando a través de los pasillos de la escuela, se sentía realmente aburrido, el fin de semana la escuela estaba vacía en su mayoría, lo que significaba, había menos chicos con los cuales deshacerse de su aburrimiento y descargar sus frustraciones. Entro en la oficina del comité disciplinario, desde ahí podía observar claramente a los estudiantes pertenecientes a los clubs cumplir con sus entrenamientos.
Desde su oficina podría ver si alguien cometía la más mínima falta para poder ir a golpearlo.
Tomo asiento es su silla, el día anterior había sido demasiado estresante pero admitía que había sido su culpa por haberse ido a juntar con esos herbívoros. A pesar de todo no había sido un día por completo desperdiciado, él bebe le había dicho que podría “golpear” a unos cuantos si aceptaba ir al viaje a Italia y por él estaba mejor, ya que la próxima semana comenzarían las vacaciones y necesitaba algo que hacer si no quería perder su tiempo buscando a quien golpear entre los clubs como hacía en estos momentos.
Alzo su vista para ver al cielo tras la ventana, era sin duda maravilloso, tan extenso, bastante relajante, se podía tranquilizar con solo mirarlo…ahora que recordaba el herbívoro había pedido a todos sus guardianes que asistieran a su casa ese día para comunicarles una noticia pero ¿para que ir? el ya conocía la razón por la cual los había llamado, él ya sabía lo que diría y pediría, él ya había dado su respuesta ante esos hechos…sonrió, después de todo él había sido el primero en saberlo…su sonrisa desapareció, pero aun no alcanzaba a entender por qué ese pequeño herbívoro se molestaba tanto en liberar a ese ilusionista que solo causaba tantos problemas, eso le causaba una rabia enorme pero bueno tenía una pelea pendiente con él, así podrían ajustar cuentas.
Por el momento tendría que conformarse con esos chicos que aún estaban en la escuela, sería peligroso ir a casa de Sawada Tsunayoshi nuevamente y salir con una fuerte migraña…se paró y se encamino a la salida, sin duda la próxima semana sería más divertida, al menos para él, una sonrisa oscura surco su rostro y cerró la puerta tras él.
∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞
Ahora que se detenía a pensarlo, últimamente hacia cosas muy locas, eso podía explicar el hecho de que ahora estuviera afuera de Kokuyo Land el solo…por suerte tenía el Consuelo de que por aterrador que fuera, Chrome debía estar ahí, además sin Mukuro en persona en ese lugar no tendría tantos problemas, pero estaba seguro de que tanto Chikusa como Ken no lo dejarían salir igual de bien como entraba. Cruzo los dedos, si todo salía bien y lograba hablar con Mukuro y por algún milagro de la naturaleza salir ileso de la conversación y de ese lugar, podría ser capaz de hacer casi cualquier cosa.
Atravesó la reja que cercaba los límites de Kokuyo Land y después entro al edificio, no podía evitar sentirse nervioso en ese lugar, acaso sus estúpidos miedos no podían dejarlo en paz ni dos minutos!!...entro en la habitación donde sabia podría encontrar a Chrome.
-¡¡Detente Vongola!!
-…”Bien aquí viene”…-se dio la vuelta y encontró a Ken tras de él viéndolo con una feroz mirada – o...hola ken, cuanto tiempo…”Apenas lo vi ayer”.
-¿Qué haces aquí Vongola? -esta vez era Chikusa que se venía aproximando con una mirada menos agresiva pero precavida.
-He venido a ver a Chrome -vaya porque no podía tener una bienvenida normal y en lugar de eso solo lo hacían parecer el peor de los intrusos – está aquí ¿cierto?
-¡En donde este esa niña no es de tu incumbencia Vongola! - una chica de cabellos rojizos y cortos apareció entre Ken y Chikusa.
-¿Quién eres tú? -pregunto Tsuna algo confundido.
-¡¡No puedo creer que ya me hayas olvidado!! -dijo la chica con claro enojo al no ser reconocida – Soy M.M -Tsuna puso un rostro de confusión- ¡¡nos encontramos en la pelea que tuvimos aquí en Kokuyo Land!! -dijo la chica algo exasperada.
-¡ah! Es verdad…-ahora que recordaba era la chica que había enfrentado a Bianchi – bien, ¿y donde esta Chrome? –volvió a preguntar.
-¡aha! ¡¿Porque todo el mundo se preocupa por esa mocosa?! -grito la chica exasperada.
-Jefe…-se oyó una voz muy suave venir del sillón del fondo de la habitación que estaba volteado al lado contrario, al parecer la chica había estado tomando una siesta - ¿Que hace aquí jefe? - dijo mientras tallaba sus ojos con ambas manos.
-¡¡ah!!...¿que no tienes honor?... ¿cómo te atreves a llamar al Vongola, jefe? – seguía gritando M.M.
-mm…yo…-Chrome hablaba entrecortadamente, con varios tartamudeos - Lo siento.
-¡¡No te disculpes!! -volvía a gritar - ¡No sé cómo pueden vivir con ella! – dijo mientras salía de la habitación con un obvio ataque de nervios.
-Me marcho, termina rápido y vete Vongola…-dijo Chikusa saliendo por la puerta tras la chica peli roja.
-…grr…-Ken soltó un gruñido y se fue cerrando la puerta tras el.
Tsuna no pudo evitar que una gotita le apareciera en la frente, ese en definitiva era un lugar de locos,…por el momento tenía que hablar con la única persona cuerda en ese lugar: Chrome.