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Dones por maxi anime

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Notas del capitulo:

Hola a todos lectores:

Les traigo el capítulo final para que lo lean, con un final algo gracioso porque quería darle un final inesperado, después de todo en el capítulo anterior ya se había terminado todo. Quizás algunos tenían la intriga de que paso con Hades, porque permitió todo y eso, bueno  he aquí la respuesta.

Gracias a todos los que me animaron con los Reviews, a pesar de estar mal de salud leer sus comentarios me ha animado a seguir escribiendo y poder terminar este fic, es posible que este fic sea el último con mpreg, al menos por ahora, pero no el ultimo fic de mi autoría en esta categoría y verán muchos más en el trascurso de este año.

La oscuridad de aquel terrible lugar hacia hasta las mismas almas temblar, desolación a cada paso, sufrimiento, dolor y todo lo que uno se podía imaginar que pertenecía a los castigos por aquellos pecados cometidos en vida. La tristeza que estaba concentrada en el ambiente apenas se sentía en aquel castillo, donde el dios del inframundo permanecía sentado en su trono en otra de sus tantas reuniones con sus tres jueces, los dioses gemelos,  Pandora y su esposa.

Del techo de aquella construcción mitológica, las estrellas de cada constelación brillaban incandescentemente y como todos los meses una esfera de gran tamaño, asemejándose a la luna caía del techo para permitir ver los sucesos en la tierra.

-Santuario de Athena- dijo el dios del averno y una imagen nítida se visualizó.

-Señor, todos los meses ve lo que pasa en el santuario- interrumpió el ritual mensual el dios de la muerte- ¿Por qué tanto interés?

-Es importante para mí, saber si ciertas decisiones fueron las correctas- contesto mirando a su esposa.

-Decisiones correctas, no debió darles otra  oportunidad de vida.

-No, Minos, ellos se la han ganado, todos y cada uno- refuto- Quería saber porque, porque Athena tenía tanta fe, tanto sacrificio, miles de guerras llevadas a cabo por la misma causa ¿Por qué defender a la humanidad que nos has despreciado? La humanidad demostró estar corrompida,  se lastiman unos a otros, no tienen piedad ni resentimiento de sus acciones,  ¿Por qué luchar para salvarla? He ahí, el porqué.

-No lo entiendo- exclamo Aiacos.

-Déjenme mostrarles- acoto haciendo que la gran esfera se centrara en Milo de escorpio- Un antes y un después, Milo de Escorpio, Violento y apasionado, un santo que se regocija, entusiasma y a la vez se enardece  del dolor.

-Explique señor- pidió Hypnos.

-Antes de morir, como santo fue ejemplar, pero como humano, como ser humano pertenecía a la humanidad corrompida, joven e impulsivo, llevado  por sus deseos- en aquella esfera comenzaron  a verse imágenes de Milo en un pasado, en bares, en fiestas, disfrutando de su vida a no más poder- cumplía sus caprichos con sus ojos cerrados, sin impórtales cuantos lastimara a su paso, en los pueblos era reconocido como seductor de Elite, tenía amantes distintos cada noche ¿Merecía volver a la vida este hombre?

-No- dijeron todos menos Perséfone.

-Aun así, Atenea hablo por él, según ella, debía darle una oportunidad, que la nobleza de su espíritu necesitaba aflorar- explico- Él era la muestra clara de la humanidad cambiante, pero yo no lo veía así, milenios atrás, Zeus me obligo a revivir a los santos y yo, decidí quitarle sentidos para que ellos sufrieran de esa segunda oportunidad, por primera vez, lo que hice dio sus frutos ahora, Milo de escorpio, cambio, pertenece al otro lado de la humanidad, al lado bondadoso, al lado del amor, al lado correcto.

-Lo que deben ver es la lucha, la dedicación, Milo de Escorpio no dejo de lado a Camus de Acuario por sus deseos,  el cazador se trasformó en ciervo ¿Qué paso con él? Se preguntaran- acoto la Perséfone- el, necesitaba ganar algo, pero no había forma que lo consiguiera conscientemente, al quitarle dos sentidos al santo de Acuario, ambos se pasaron al lado correcto, demostrando que Athena tenía razón, el santo orgulloso y petulante dio paso a un hombre nuevo, un hombre dedicado, que piensa en sus actos, un hombre que al morir ira a los campos Eliseos.

-No es un alma pura propiamente dicha, pero Milo de Escorpio se ha ganado sus alas.

-¿Qué hay con los demás?- pregunto pensante Minos.

-Afrodita de Piscis ya había aprendido su lección al enfrentarse y ser derrotado por Shun de Andrómeda, noble, inteligente, amable y bondadoso, ese santo dejo de lado su petulancia, su ego y mostro que no solo existía belleza en su exterior, sino también en su interior- explico Perséfone cambiando la imagen de aquella gran bola- Shura de Capricornio, el santo que se culpó por trece años la muerte de su mejor amigo, que cargo el estigma de asesino, orgulloso y tozudo, este santo aun revivido seguía teniendo el resentimiento de aquellos actos que lo habían marcado, la culpa jamás lo abandonaría y en su adentro el perdón de sí mismo a sus actos no existía, por más que le habían dicho en cara que había sido perdonado.

-Entendemos que todos los santos han aprendido entonces una lección con el quitar de los sentidos, pero, señor Hades- interrumpió nuevamente Minos- ¿Por qué eligió a esos tres santos específicamente?

-Para demostrarles que a mí no se me traiciona- dijo soberbio cruzándose de brazos.

Todos lo miraron con una gran interrogante en sus cabezas, no era que no entendían, habían entendido las razones para quitarles sentidos a los santos revividos pero no entendían exactamente porque solo tres fueron escogidos y aquella respuesta, salvo para Perséfone, le parecía algo infantil.

-Saga de Géminis, Shura de Capricornio y Camus de Acuario, demostraron un gran valor por cumplir sus metas, una gran determinación, no les importaba            que tuvieran que hacer, en la guerra fueron capaces de hacer lo imposible, lo que no debía hacerse con tal de llegar ante Athena, y, aunque sufrieron terriblemente, nunca dudaron de lo que hacían.

-Pero me traicionaron, de manera despreciable, por eso los castigue por un tiempo- explico Hades- pero, fueron sus faltan de más de un sentido lo que logro ese milagro de que los santos dorados que estaban corrompidos igual  a la humanidad cambiaran para bien, eso me devolvió mi fe en que puede existir una humanidad cambiante.

-Los niños nacidos son las semillas de esa nueva sociedad que nace- acoto Perséfone.

-La esperanza de que una humanidad mejor puede ser posible.

-Aun pienso lo mismo, señor Hades, cuando llegue el momento de juzgar a los santos dorados, solo cambiara el destino final a donde irán sus almas para ser castigadas, En el pasado,  Saga de Geminis y Camus de Acuario, cuando llegaron, no se puso en duda donde debían ser castigados,  fueron al segundo valle, el bosque infernal, el segundo peldaño, el bosque de los suicidas, ya que claramente ambos se habían suicidado, uno de manera directa y el otro de manera indirecta- explico Minos.

-Pero- replico Hypnos- Minos, tu que lo sabes todo ¿A qué prisión serán enviados ahora los dos que has nombrado, si han de morir ahora en varios años más y mantienen su rectitud?

-Sera diferente- respondió Hades- Los pecados que cometieron antes, claramente los están enmendando, algunos, como los de Death Mask de Cáncer no puede ser corregidos, para dar un ejemplo, los dos santos que se suicidaron, disfruten su nueva oportunidad de vivir,  teniendo en cuanta uno de ellos dio vida, mantienen sus ideales, son el claro ejemplo del hombre templaste, justo, prudente y fuerte,  su final será diferente al primero.

-Posiblemente, serán los primeros en mucho tiempo en llegar a los campos Eliseos- acoto Perséfone- tengamos en cuenta que Zeus querrá a su copero.

-Dudo que Milo de Escorpio lo quiera soltar- bromeo Aiacos- vieron como lo tiene entre ceja y ceja.

-En ese caso, ambos irán a los Eliseos- marco Minos leyendo su libro.

-Y no es el único, Aioros, santo dorado de Sagitario, no soltera a Shura de Capricornio- acoto Radamanthys.

-Posiblemente, Shaka de Virgo no logre llegar al Nirvana- continúo Pandora.

Hades sonrió, miro de nueva aquella esfera que le permitía lo que pasaba en el santuario, en cierto modo se vio en la obligación de revivir a los santos de Atenea, pero con el pasar de los años, a pesar de todo lo que reclamo a Zeus y el consejo de los doce, a pesar de todo lo que había dicho sobre que ninguno de los santos dorados merecía vivir, el tiempo se había encargado de decirle que estaba equivocado y que su esposa tenía razón por la decisión tomada. Perséfone le dio la mano, conocía perfectamente aquella mirada, una sonrisa que pocas veces el dios del inframundo sacaba a relucir, cuando él se daba cuenta de sus errores a pesar de haber cometido el error imperdonable.

-Esto es, como la era del mito- le replico- todos merecen una segunda oportunidad.

-Los dioses también cometen errores, Perséfone- exclamo- Durante miles de guerras estuve a punto de cometer un error imperdonable y Athena siempre me detuvo de cometerlo, ciego por mi ambición de justicia y venganza, no vi aquello que la diosa de la sabiduría veía.

-Tengo una pregunta- interrumpió Minos- ¿Por qué se les permitió dar vida a seis de los santos de Athena?

-Bueno es una situación no muy agradable para mí- sonrió Hades en burla y luego se tensó ante la mirada seria de Perséfone.

Flash Back.

Había una especie de revuelo, todos los dioses se encontraban en el gran templo debatiendo, gritos, discusiones, rayos que no cesaban de sentirse. Los dioses no estaban contentos, ninguno lo estaba y Zeus era el único que escuchaba, que mantenía silencio mientras los demás dioses gritaban.

-Silencio- Grito con euforia Zeus, por lo que todos se callaron.

-Padre- interrumpió Artemisa- el venerado cuerpo de Hades destruido, Poseidón sellado, el inframundo destruido, el destino de las almas de los muertos es incierto, Padre, nunca hubo un descontrol tal.

-La culpa es de Athena- señalo Ares.

-Ares, has querido destruir a los humanos por milenios- interrumpió el Centauro- ¿Quieres más destrucción?

-Ya es suficiente, he dicho- grito nuevamente Zeus- No existe muerte, el equilibrio se ha roto y ustedes ahora pelean por las guerras y sangre derramada.

-Yo he defendido a la humanidad- aclaro la pelimorada- Poseidón y Hades…

-Eso no justifica nada- grito nuevamente el dios mayor- No hay muerte, los seres humanos se creen inmortales, no tienen un castigo, no tienen quien juzgue sus acciones, a pesar que siempre han sido egoístas, violentos… el mundo se ha corrompido completamente, aquellos que no lo están corrompidos, pronto lo estarán.

-¿Qué sugieres?- pregunto Deméter- para regresar el equilibrio que se ha perdido ¿revivir a Hades y que todo vuelva como antes? ¿Qué se vuelva a derramar sangre?

- De haces eso, he aquí al principal culpable de todo, Hades y sus extremos, el revive a quien quiere, sus espectros, volverá a atacar contra la tierra y esta vez no hay quien lo defienda, los santos de Atenea, que podían hacerle frente han muertos, los sobrevivientes están mal heridos, muchos de nosotros no tienen guerreros a su merced porque jamás los hemos requerido - Acoto Apolo- no es justo ¿y las vidas por defender la pureza de la humanidad se han perdido?

-Como señora del Inframundo, creo que tengo que tener cierto poder de decisión ante esto- exclamo finalmente Perséfone mirando a Hades, el cual se cruzó de brazos- desde que comenzaron las guerras, siempre cuando estas se han desatado he estado en el Olimpo, cuando es mi deber estar un tercio del año en el inframundo desde la época del mito, soy señora del Inframundo.

-Pero hija, pasas tres meses en el inframundo cada año, cuando el invierno cae en la tierra, y regresas después, cuando empieza la primavera- Le interrumpió Deméter.

-Hades me esposo, tengo dos hijas con él, por tanto soy señora de las tinieblas- sonrió- ¿no tendría yo poder decisión en esos tres meses que paso en el inframundo?

-Perséfone ¿nunca has interferido en las guerras?- pregunto Zeus.

-Jamás se me ha permitido, normalmente las guerras dan comienzo en momentos en que me yo he regresado al olimpo, cumpliendo mi tiempo en el inframundo y han terminado para cuando debo volver- acoto- Padre, así como Hera, Señora del Olimpo tiene poder por sobre los dioses ¿no debería to tener también poder en el inframundo como su señora?

-No- exclamo Hades- Por jerarquía mi criterio es superior.

-Silencio, que lo que está pasando ha sido por tu mal criterio- exclamo dando orden- Hades tener clemencia en una ocasión, dame una razón para darte poder.

-Yo mostré clemencia con lo de Orfeo, cuando Hades persiguió a Mente, la trasforme en menta…

-Porque tus celos, mujer, al igual lo fuiste con Leuce transformándola en un álamo, no me hagas traer aquí lo que paso con Adonis, que pasa cuatro meses contigo, cuatro meses con Afrodita y cuatro solo- acoto el pelinegro.

-El inframundo no tiene un solo amo y señor, tiene dos, por tanto, durante los tres meses que pasa Perséfone, ella deberá reinar en el-ordeno Zeus sonriendo maquiavélicamente.

-He- todos miraron son entender el porqué de esa sonrisa, hasta que Perséfone sonrió igualmente junto a Deméter.

Después de la reunión de los dioses, todos regresaron a sus aposentos, Hades revivió a sus espectros para comenzar la reparaciones del inframundo y que este volviera a andar como debería ser, con el tiempo volvería a armar a su ejército y volver a cumplir con su gran objetivo. Hades se sentó finalmente en su trono, miro soberbio mientras escuchaba los gritos de las prisiones volver a sonar.

-Los Santos de Athena merecen una segunda oportunidad- escucho la voz de Perséfone tras él.

-¿Qué haces aquí?- pregunto mirando incrédulo.

-Son mis tres meses, por tanto tengo poder.

 -Perséfone, eso no debe hacerse.

-Hades, la sangre derramada ha sido de ambas partes, si de tu parte vuelve a levantarse, lo justo debe ser también del otro lado. Mi padre, nuestro señor, el dios de dioses, Zeus lo ha decretado, en los tres meses que debo pasar aquí, yo debo reinar.

-Yo soy el amo y señor de este mundo…

-Yo también tengo poder, Hades, como tu esposa, y ordeno que los santos de Athena regresen.

-Los viles traidores, santos despreciables…

-Como ama y señora del inframundo, mi capricho es una orden, mi orden se ha de cumplir- dijo seriamente.

Fin Flash Back.

-Eso no responde a la pregunta- Interrumpió Pandora.

-Debido a que cada año, por tres meses Perséfone tomaba decisiones en el inframundo y estas pesaban más sobre las mías, durante esos tres meses, cada año, de alguna manera, hizo prevalecer sus decisiones- aclaro Hades- como bien saben, las almas más puras son aquellas de los niños que murieron sin cometer su primer pecado, estas almas siempre van a los campos Eliseos.

-Durante esos tres meses que debo permanecer en aquí, escojo a las almas inocentes que se convertirán en los bellos hijos de los dorados, tengo muy bien criterio debo admitir.

-¿Pero?- pregunto Minos- Los hombres no pueden engendrar… ¿Cómo hacen para que esas almas se desarrollen dentro de los dorados?

-Por ello, mientras yo permaneciera en el inframundo, durante esos tres meses de mi ausencia, Mi madre, Deméter, en cierto modo preparo a los Santos dorados para que pudieran engendrar,  cuando regresaba al olimpo, lo hacía con las almas elegidas, yo elegí las más puras y les destinaba a los mejores padres, y como la decisión era absolutamente mía, Hades no podía interferir.

-Por eso mejor no tener esposa- Bromeo Aiacos hablando en susurro con los otros jueces.

- Señor Hades- interrumpió Pandora nuevamente.

-¿Qué Ocurre?

-El tercio está por terminar- dijo mirando con una sonrisa.

-Perséfone, cuídate mucho- exclamo besándole la mano- ¿Ya has elegido las almas para los siguientes al nacer?

-Mu de Aries tendrá gemelos, Shion de Aries y el santo de Libra mellizos- sonrió.

-¿Por qué te gusta enardecerme?

-No es culpa mía que cuatro niños murieran antes de cometer su primer pecado- sonrió alejándose-  y sus almas merecen estar entre los vivos nuevamente.

En las gélidas tierras de Asgard, el sol ya estaba ocultándose, tras la amenaza de tormenta y una corta visita a sus amigos, Sigfried y Mime se fueron junto a sus hijos a sus residencias dejando a los gemelos Z solos en su hogar junto a los pequeños, quienes se habían dormido después de la cena frente a la fogata.

-Los llevare a la cama- exclamo Syd mirando dormir a ambos pequeños en el gran sillón.

-Pueden esperar, están bien cobijados- exclamo Bud abrazándolo por la cintura.

-Bud…por favor…ahora no…los niños…

-Dormirán con nosotros esta noche- le susurró al oído-Déjalos soñar, debemos de ocupar el tiempo entre nosotros ahora.

-Hermano- susurro- ¿Crees que está bien lo que hacemos?- pregunto intrigado.

-Syd, hermano mío, fuimos separados al nacer, criados por padres diferentes por una superstición que hasta la fecha no se ha cumplido- exclamo abrazándolo- ¿Qué los gemelos traen desgracia porque se sacaran los ojos? ¿Qué estoy viendo yo? Lowell y Leonel se quieren, Leonel es capaz de escaparse de casa para traerle un obsequio a su hermano y Lowell, nuestro pequeño lobo, niño más listo, bueno y amable no has de conocer, inocente y de corazón puro, Odín nos bendigo con su nacimiento, Odín quiere que estén a nuestro lado.

-No me refiero a eso, me refiero a lo nuestro- recapacito- hermano, no niego que aquello que te pedí, lo hice pesando en que iba a morir, quería entregarte algo valioso, después de todo lo que tú has sufrido y lo único en que pude pensar, estando débil, moribundo, a un paso de dejar este mundo, fue entregarme a ti…

-¿Te arrepientes de lo que hicimos aquel día?- pregunto sin apartar su mirada de él.

-No, no puedo decir que lamento la decisión que entonces tome, tampoco lamento lo que paso, Odín nos bendigo con dos hermosos regalos- respondió- Pero ¿crees que esta bien el ejemplo que a nuestros hijos le estamos dando?

-Syd, hermano- exclamo tomándole las manos, mirándolo fijamente- Fuimos separados injustamente al nacer, tu, fuiste criado con lujos, cumpliéndose cada uno de tus caprichos, yo en cambio, fui criado por un hombre trabajador, bueno, humilde pero dueño de un gran corazón ¿Qué ejemplo malo le estamos bando a nuestros gemelos?, tu, eres el alma sensible de esta casa, el inteligente, el que cumple con cada deseo de los chicos, mostrándoles que no hay nada que ellos no puedan hacer o tener, que son amados pase lo que pasen, y yo ¿Qué ejemplo es el mío? Les enseño a cuidarse entre sí, a defenderse mutuamente, a trabajar duro, a nunca mendigar,  a ser autosuficientes cuando ninguno de nosotros este ¿de qué clase de mal ejemplo me estás hablando?

-Tú sabes  a lo que me refiero.

-Hacemos lo que debemos hacer- replico- no existirá nunca hermanos más unidos.

-Bud, Lowell y Leonel pensaran que está bien amarse entre hermanos y sabes que eso está mal, no es bien visto a los ojos de ningún dios- dijo con desanimo- nosotros tenemos nuestros motivos, tenemos nuestras razones, pero ellos no.

-Syd, escúchame, Lowell y Leonel son hermanos muy unidos, nada más, nada menos, lo único que nos debe importar es que sean felices y apoyarlos en los caminos que escojan, como hizo mi padre conmigo.

-Nuestros padres, de enterarse de lo nuestro, de nuestros gemelos, de todo, estarían muy despilonados de mi- sonrió- Al final, creo que si hay una desgracia en tener gemelos.

-¿Por qué dices eso?

-Porque para mí no hay mayor desgracia que estar lejos de mi hermano y mis hijos.

La puerta los interrumpió, Bud sonrió, miro al suelo, buscando algo que Sigfried o Mime se hubieran olvidado, algún juguete de los pequeños, pero solo vio al conejo blanco saltando por el frio suelo de madera,  pero al no ver nada fue a ver a los pequeños gemelos. Syd fue a atender la puerta con una sonrisa, imaginándose que sería lo que se habían olvidado, pero quedo sorprendido por lo que vio.

-Padre…Madre- exclamo sin perder su asombro.

Al escuchar eso Bud se escondió como pudo, usando el enorme sillón como un fuerte o algo que bloquear la vista. No sentía vergüenza alguna de sus actos, muchos menos de la vida que llevaba, pero si no quería ver a sus progenitores por el simple hecho del que dirán cuando conocieran a sus hijos.  Syd invito a entrar a sus padres, quienes no tardaron en abrazarlo ante los años que habían estado sin saber nada de él, Bud permaneció oculto, manteniendo el mayor sigilo mientras vio como sus progenitores entraban y hablaban con Syd. Lowell y Leonel se habían despertado y veían a su padre lo que hacía, les parecía extraño como se movía, ni siquiera en los días en que su padre Syd se peleaba mal con él se ocultaba de esa manera.

Lo siguiente que vieron fue a su padre caminando lentamente para ocultarse en la habitación y ambos gemelos miraron con intriga, sus padres siempre le decían que debían enfrentar los problemas valientemente, y lo que veía que hacia su padre estaba mal, por lo que ambos se levantaron del sillón.

-PAPA- gritaron los dos al mismo tiempo y fueron contra él.

-Ha- dijo asustado cayendo al suelo ante el susto.

-Puedo explicarlo- interrumpió Syd poniéndose delante de su hermano y los niños.

-Ese señor quiso cambiarme a Copito por monedas- señalo Leonel al hombre mayor-¿Vinieron por Copito?

-Copito es mío- exclamo Lowell tomando al conejo-.

Un incómodo silencio se apodero de la habitación,  Bud y Syd se quedaron tiesos, sin poder  reaccionar  y no eran los únicos, los dos ancianos y los pequeños se quedaron en silencio. Lowell abrazo posesivamente a su conejo, no queriéndolo soltar, no sabía para que esas personas querrían a su conejo, pero no permitiría que lo lastimaran.

-Copito no es comida-comenzó a llorar.

-Lowell, hijo, nadie lastimara a copito- actuó rápidamente Bud levantándose y llevándoselo a sus brazos- no llores, nadie va a separarte de copito.

-Yo defenderé a Copito- acoto Leonel sacando de su cinturón las dos dagas.

-Nadie va a lastimar a nadie- exclamo Syd tomando las dagas- Padre, Madre…ellos son…bueno…

-Lowell y Leonel son nuestros hijos- interrumpió Bud a su hermano-Lowell, no llores hijo, nadie te quitara a copito, mucho menos tus abuelos.

-¿Abuelos?- pregunto secando sus lágrimas.

-Si campeón, ellos son nuestros padres- aclaro Syd- no derrames lágrimas.

Leonel se acercó hasta sus abuelos y los observo, los cuales no salían de su asombro, luego de un momento de examinarlos, los cuales se pusieron a su altura- ustedes son muy viejos.

-Leonel- tomo Syd al pequeño- eso no se dice.

-Pero si tienen pelo blanco.

-¿No se llevaran a copito?- pregunto Lowell desde los brazos de su padre.

-No- exclamo finalmente el mayor- Syd…

-Yo los presento- dijo nervioso- padre, madre…ellos son Lowell, Leonel y mi hermano…Bud-

Fin

Notas finales:

Muchas gracias por leer, por dejar Reviews y por su apoyo, gracias especiales a Mahome, kaligeminis, Elena G, Krista, Cris, Karazusama, Guillian, y bueno, todos los que me apoyaron para yo poder terminar este fic, que después de casi dos años sin actualización al fin puedo decir, Este es el fin. No me arrepiento de haberlo dejado para terminar ahora, ya que quizas ninguno lo hubiera leido hace dos años, asi que el cap se los dedico a ustedes.

Entre los planes de este año, terminar muchos de mis fics que aun no tienen final, si les gusta Horóscopo, Locuras en la Mansión Kido, Abuso Policial, tendrán pronto las continuaciones de los fics.  Pronto también el final de Despertando de la oscuridad, amantes del Saga x Mu, no les aseguro el lemon, pero tendrá un buen capitulo.

Me despido hasta el próximo fic que actualice, de nuevo, mil gracias a todos los que me apoyaron en estos meses, desde febrero, para poder terminar al fin este fic.

 


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