Pasaron los días, los días se convirtieron en semanas y así transitaron en total cinco semanas, cinco largas semanas. Por decisión casi unánime, ya que la mayoría se aburrió de sus vacaciones, los santos dorados optaron por volver al santuario y ocupar sus puestos, al menos la gran mayoría. También por el estado “especial” de Kanon, Afrodita, Shura y Camus, todos estaban, o al menos hacían el intento, de cooperar para ayudarlos en todo lo que necesitasen, aunque no era nada fácil. Los dioses guerreros de asgard esperaban a los santos atenienses con gran expectativa, sabían perfectamente por lo que pasaban y antes de la llegada de los dorados habían preparado todo para su regreso.
Kanon era el que tenía el embarazo más notable y con más tiempo, según los médicos y curanderos esperaba dos gemelos, varones, los dos estaban creciendo acorde a los esperado, aunque uno de ellos, el que siempre estaba a la derecha, crecía con un centímetro de diferencia a su hermano. En jamir, dado su pronóstico, permanecía en cama gran parte del día, acompañado siempre de su gemelo y padre de sus hijos, Saga, Kiki también le hacía mucha compañía llevándole hierbas que lo relajaban para estar tranquilo durante su estadía en la torre de Mu. Saga, para cuidar de Kanon, dejo sus tratamientos en las aguas milagrosas, no le importaba más nada que poder pasar las semanas siguientes esperando a ese par de gemelos que lo tenían ilusionado.
Afrodita aun no sabía si esperaba una niña o un niño, desconfiaba de lo que le habían dicho en Italia sobre que su primogénito, a las diecisiete semanas de gestación era varón, no era razón para no querer a ese bebe, lo esperaba con muchas expectativas, pero había algo que para él no estaba encajando con todo. Al igual que Kanon, aunque siendo el más “dramático” que el ex general de Poseidón, Afrodita también pasaba todo el tiempo en cama, según por qué le dolían los pies, las manos y le molestaba estar parado. Por más absurdo que fueran los caprichos y pedidos de Afrodita, Death Mask los cumplía, si quería agua mineral corría a comprarla, si quería masajes en los pies, sin pestañear comenzaba a darle masajes, si quería chocolate a las dos de la madrugada, medio dormido y en pijama iba a una tienda de una estación de servicio, que casualmente siempre estaba abierta y le compraba el bendito chocolate, anhelado que pronto naciera su hijo para así poder volver a dormir.
Shura aún estaba en tratamiento de rehabilitación con su implante, tenía que acostumbrarse a llevarlo y era algo molesto en un principio, pero volver a escuchar la voz de Aioros y que este le hablara a su vientre era el consuelo más hermoso. Shura estaba emocionado, una ecografía reciente le había asegurado que esperaba un varón, por lo que él y Aioros no cabían de alegría, al mismo tiempo el santo de capricornio intentaba no ser una molestia para el de sagitario o para ningún otro, prefería estar tranquilo en cama, sin pedir nada. Aioros en cambio quería consentirlo, le preguntaba a cada dos segundos si necesitaba algo o le dolía algo, a lo que el español siempre negaba, pero el heleno no se rendía y seguía preguntando, hasta que se distraía hablando con su primogénito, o al menos hablándole.
Camus permaneció en casa de sus padres hasta que lo inevitable pasó, que sus padres se enteraran de su embarazo, aunque Elizabeth le aseguro que al verlo llegar meses atrás ya sabía que estaba en la dulce espera. Tanto Arthur como Elizabeth no escatimaron en comodidad para Camus, Milo y Hyoga en el tiempo que estuvieron en Francia, aunque cuando estos les dijeron que requerían volver al santuario, dudosos los apoyaron, asegurándoles que para lo que necesitasen siempre estarían presentes. Milo aún mantenía sobre su ala al santo de acuario, no quería que se lastimara o deprimiera otra vez, el embarazo ya era muy notable y él estaba encargado de mantener tanto a su amado santo de acuario feliz, como el sobre valorado alumno de este y evitar causar estrés en su futuro bebe.
Finalmente la cereza del pastel fue cuando todos se enteraron, en pleno viaje de vuelta al santuario, que el santo de virgo estaba esperando un hijo y el flamante padre era ni más ni menos que el santo de Leo, Aioria, quien en todo momento aseguro que su estadía en la india fue para la investigación de una cura para los que tenían sentidos de menos, pero las casi las cinco semanas de embarazo de Shaka decían lo contrario. Shaka pasaba gran parte del día llorando alterado y era que cualquier palabra no cambiaba, que si estaba gordo, que si su bebe crecía lento hasta el simple hecho de aun tener culpas por lo ocurrido en la batalla contra Hades eran sus razones para llorar. Aioria se veía obligado a estar a su lado, no solo para consolarlo, sino para animarlo, para asegurarle que él bebe crecía bien y lo más importante, que no estaba gordo, solo tenía un bebé de encargo y muchas veces esas sencillas palabras solo hacían llorar más amargamente al santo de virgo, por que daban la razón a que estaba gordo.
Cuando al fin llegaron al santuario algunos se sentían más que tranquilos y lentamente subieron las doce casas, Aldebarán se quedó en su templo, mientras Mu continúo con todos en su afán de ayudar a los gemelos géminis. Kanon permanecería en Géminis hasta el nacimiento de sus hijos y fue llevado por su hermano en brazos y ayudado por la psicoquinesia de Mu. Al entrar vieron un cartel de bienvenidos gemelos y un por dos. Syd y Bud estaban en el gran pasillo con dos moisés esperando, eran de color blanco y tenían un cartel de bebé 1 y bebé 2, lo que causo una risa en todos.
-No debieron molestarse- dijo Kanon cuando lo bajaron al suelo.
-La bienvenida siempre es provechoso, no es fácil si estas solo- exclamo Alcor- Lo sé por experiencia propia, más si se tienen gemelos.
Todos miraron con sorpresa ante las palabras que dijo Bud, Syd sonrió y saco de detrás de un pilar a dos bebés, los cuales, un poco asustados miraron con temor. Eran exactamente idénticos aunque uno más alto que el otro por escasos milímetros.
-Vengan- exclamo Alcor levantado en brazos a uno de ellos y sonrió- di hola- el pequeño se ocultó en el pecho de Bud asustado al ver gente nueva, por lo que este sonrió.
-¿Tuviste gemelos?- fue la pregunta de los santos de fénix y Andrómeda al verlos.
-Después de la batalla en la que fui derrotado, por ti fénix, regrese con Syd en brazos a mi hogar, la cabaña donde crecí, cure las heridas de Syd y al poco tiempo de este comenzar a recuperase ellos llegaron a mi vida.
-Son fruto de una relación anterior que tuvo mi hermano- aclaro Mizard-al parecer la madre creyó que Bud murió en la guerra y los dejo en la cabaña, posiblemente para que al igual que el padre ellos murieran, según las tradiciones si uno muere en la casa de sus padres y en el caso, es un bebé de pocos días de vida, Odín lo lleva al Valhalla y Hell no puede tocarlo, pues su alma es inocente y pura.
Saga miro a Bud con desconfianza, sabía perfectamente al ver a esos bebes que no daban los tiempos, primero si esos bebes nacieron poco después de la guerra tendrían cuanto mucho dos años de vida, pero eran dos infantes que apenas sabían mantenerse de pie. El y Aioros sabían perfectamente la apariencia de un bebé en su crecimiento, tenían siete años cuando nació Aioria y lo vieron crecer, claramente esos niños no llegaban al año de vida, pero estaban por cumplirlo. Saga hizo una seña que solo Bud capto, una seña con las manos y Alcor asintió con vergüenza.
-¿Cómo se llaman?- pregunto Shun viendo al que Syd tenía de la mano y se agacho para estar a su altura, por lo que el pequeño se escondió tras los pies de Syd y Andrómeda sonrió.
-En virtud de querer que ambos vivan juntos y ya que yo no poseo riqueza como que para que se cumpla el mal presagio de que se mataran por ser el único heredero, opte por nombrarlos con nombres no nórdicos- explico mirando al pequeño en sus brazos- al mismo tiempo realzando naturalezas opuestas.
-En español- dijo Death Mask en burla.
-Él es Lowell- culmino presentando al pequeño en sus brazos- su nombre es de origen inglés y su significado es pequeño lobo, el que tiene Syd se llama Leonel, su nombre es de origen griego y es una variante de león.
-¿no crees que al ponerle nombres opuestos ellos se vean como opuestos y enemigos?- pregunto Kanon mirando con intriga al par de gemelos.
-No, el lobo y el león no conviven en el mismo lugar, el león vive en climas cálidos mientras el lobo puede soportar el frio, y ambos son los que mandan, les puse nombres contarios para que ellos vean que son contrarios entre sí pero a su vez iguales, el lobo suele ser muy activo, siempre está en manada, ataca en grupo, camina sigiloso, el león es todo lo contrario, un gran animal que ataca a su presa hasta que esta cae, camina sigiloso solo para poder atrapar a su presa y luego la atrapa con su fuerza y garra, quiero que cada uno tenga eso, que son iguales pero diferentes a la vez.
-Hola bebé ¿te divertiste en mi casa mientras no estaba?- le pregunto Kanon al pequeño Lowell, el cual siguió escondido en los brazos de su padre y luego acoto- ¿los trajeron cuando vinieron?
-Sí, no podía dejarlos solo en Asgard- aclaro y seguido e l pequeño Lowell tosió con fuerza.
-Es muy pequeño para toser así- dijo con sorpresa Milo.
-Siempre se enferma de algo, tose mucho- explico mirando con tristeza y luego beso la frente del pequeño- según lo vio un curandero, cuando nació Lowell él no tenía la capacidad de poder respirar con la que nacen los bebés, Lowell moriría pronto y yo...
-No digas más- le interrumpió Ikki- si es como su padre, seguro es un fuerte guerrero, no importa lo que lo enferme, presentara batalla y sin lugar a dudas ganara, si es como tú, ten por seguro que es un luchador y sobreviviente.
-Los Moisés son de Bud, él los construyo cuando llegaron los gemelos y como no los necesitamos pensamos que serían un lindo primer regalo para sus hijos- explico Syd acercándose con el pequeño Leonel.
-Quédate, quédate- dijo Kanon traduciendo las señas de su hermano.
-No abusare de su hospitalidad, cuidamos las doce casas en su ausencia y yo…
-No, quédate, debes enseñarnos como cuidar a nuestros hijos, ya que tienes experiencia de sobra, Aioros, Milo, DeathMask y yo necesitamos una guía, alguien que nos señale que es lo que se hace y que no - dijo Kanon traduciendo las señas de Saga- eso es verdad, necesitamos una guía y eres el mejor, tuviste que comenzar a criar solo a dos.
-No suena mala idea Bud, a los gemelos les gusta estar aquí.
-Míralos, quieren quedarse- interrumpió Shun tomando a Lowell el cual miro con ojitos tristes.
-Muy bien, nos quedamos, pero solo mientras sea de ayuda, no me gustaría importunar- aclaro el guerrero de Alcor Z.
Mu regreso a Aries sonriendo, recordaba tener algunos remedios tradicionales en su templo, por lo que esperaba ayudar a los dioses guerreros con los pequeños. Los demás siguieron subiendo, cada quien esta llegar a su templo, Aioria permaneció con Shaka en León, para poder cuidar del santo de virgo, Milo se quedó con Camus en el templo del escorpión celeste, ya que consideraba que Camus que la altura podría lastimar al bebé como a Camus, Shura y Aioros se quedarían en sagitario, el templo más cercano y por orden de Afrodita, él y Death Mask se quedarían en piscis. Kanon se recostó en su cama y segundos después Syd les dejo a los pequeños Lowell y Leonel a su lado para que le hiciera compañía, mientras él se encargaba de ir a cocinar. Leonel juagaba contento moviendo un carrito de madera por la cama, haciendo de los pies de Kanon la autopista y su muy notorio vientre una montaña. Lowell en cambio se quedó al lado de Kanon, mirándolo, se puso su chupete y se quedó en la misma posición, mirándolo, como si esperara algo, pero luego se durmió.
Saga había llevado a Bud al cuarto de huéspedes, donde los gemelos Z se quedarían de ahora en más. Bud se sentó en la cama de una plaza y miro una foto que tenia de sus hijos cuando eran más pequeños, quizás recién nacidos.
-Son tuyos y de Syd- escribió Saga en un traductor que había conseguido idéntico al de Camus.
-¿Cómo lo supiste?- pregunto Alcor impresiono.
-Porque no llegan al año pero pasan los seis meses- respondió con el aparato.
-¿puedes escuchar?
-No, pero se leer los labios, muy bien- aclaro escribiendo-¿Syd sabe?
-Sí, ellos lo animaron a seguir viviendo, Syd quería morirse, dejar de luchar- explico mirando tristemente- cumplí su último deseo, intimar con él, nueve meses después llegaron ellos, al principio temí, temí por la vida de Syd pero luego, vi su sonrisa, vi su alegría y supe, supe que tenerlos fue mi mejor decisión.
-Un hijo es un regalo divino- sonrió Saga escribiendo- desde que he vuelto a la vida sin oído y voz no he querido seguir viviendo, ¿para qué vivir si ya no podría cumplir el objeto por el que nací? mi vida no tenía sentido, cuando me entere de los embarazos de Shura, Camus y en su momento de Mu, estaba contento pero eso no era suficiente para mí, luego llegó la noticia de Kanon, mi alegría fue indescriptible, ahora tengo una razón para vivir, un nuevo objetivo en mi vida, cuidar de mis hijos por nacer y Kanon, protegerlos.
-Lowell y Leonel son lo mejor que me ha pasado- acoto- de ser el hijo abandonado, el hijo que debió morir al nacer, la sombra de mi hermano, pase a ser bendecido con mis hijos, con la salud de mi hermano que mejoro, dejando de ser su sombra y él está a mi lado, el dinero es lo de menos, la riqueza de mi familia no me importa, ahora tengo una familia, una familia por que luchar y que adoro.
-Eso está bien… ¿Qué le pasa a Lowell?
-Así nació- respondió mirando tristemente- Lowell nació primero, corría una muy fuerte ventisca aquel día, con Syd estábamos los dos refugiados en el que ahora era nuestro hogar, cuando Lowell nació su piel era de un tono azulado, dejaba de respirar por largos ratos, respiraba fuerte pero poco aire le entraba, lo supe cuando compare su respiración con la de su hermano cuando nació, tenía problemas para respirar y cuando dormía roncaba, los recién nacidos no roncan, con Syd nos asustamos…estábamos aterrados, no quería pensar en perder a un hijo tal como aquel día en que nosotros habíamos nacido y mi padre, y mi madre, tuvieron que tomar la dolorosa decisión de separarse de mí, Syd me hizo jurar, que pasara lo que pasara, si tenía que elegir entre la vida de Lowell y la de él, que eligiera al bebé, yo le prometí, que cuidaría a nuestros hijos con mi vida y que él no iba a morir, pensamos que Odin nos iba a dar a elegir.
-¿Y qué hiciste?
-Aun en plena ventisca, cuando Syd y Leonel se durmieron al fin, lleve a Lowell con un curandero, que estaba a horas de mi cabaña, estaba aterrado, no quería perderlo, no quería cumplir con aquello que la ley de asgard manda, aun contra mi voluntad, el curandero me dijo que no llegaría al año, Lowell no era como los demás bebés, nunca lo seria, su cuerpo no resistiría…yo quede devastado ¿sabes lo que es saber que tu hijo se va a morir? Vivir cada día con esa preocupación de que si mi hijo no despierte…
Saga le dio la mano en sentido de apoyo y luego lo llevo a su habitación, donde Kanon dormía abrazado al pequeño Lowell y Leonel seguía jugando. Kanon lo había acogido entre las sabanas y tapado de tal manera que solo la cabecita del pequeño sobre salía, y el pequeño respiraba bastante fuerte aun con el chupete puesto.
-Lowell está bien y va a seguir estándolo- dijo a través del aparato- es como su padre.
-Quisiera creerlo, solo le quedan dos meses de vida.
-Yo lo veo muy sano, ten fe, Odín no lo separara de ti ni de Syd- acoto con el aparato.
Los dos entraron a la habitación, Leonel vio a su padre y contento se bajó de la cama para pedirle que lo levantara, lo cual Bud no tardó en hacer, Saga sonriente miro la escena, Kanon dormido abrazando al pequeño que respiraba de manera agitada. Syd entro después, tenía una mirada vacía, no se detuvo a ver a su hermano ni a Saga, solo se acercó a donde estaba aquel pequeño, se agacho poniéndose a su altura y lo tomo en brazos, segundos después comenzó a llorar desconsolado. Kanon despertó al sentirlo y se acongojo, entendía lo que pasaba, sintió dolor, esperaba que eso no les pasara a sus hijos, no sabía que haría si algo como eso le ocurría.
-Lowell- lloro desconsolado al sentirlo toser nuevamente, esta vez más fuerte que la anterior vez.
Saga fue a donde estaban los muebles, saco una pequeña mantita de color azul con patitos y pollitos estampados, se la dio a Syd y acobijo al pequeño.
-Abrázalo fuerte- escribió en su traductor, el cual luego saco una voz robótica y continuo escribiendo- no llores, lo asustaras.
En la casa del escorpión celeste, Camus estaba recostado en la ahora cama de dos plazas y media, que Milo había comprado meses atrás y aún no había estrenado, escuchaba música suave, mientras pasaba su mano por su ya formado vientre, soñando con los ojos cerrados como seria su hijo. Hyoga y Hagen se encontraban en el templo de acuario haciendo algunas cosas, que no le quisieron decir y Milo terminaba de darse un baño cuando vio entrar a su templo a DeathMask y Aioria.
-¿A ustedes que les pasa?
-Milo… ¿Cómo lo haces?- pregunto el de Leo- Shaka está muy sensible, llora por todo lo que le digo…
-Quiero descansar…Afrodita no me ha dejado dormir en semanas.
-Paren ¿Cuál es el problema?- pregunto el santo de escorpio mirando a ambos, segundos después Aioros llego a su casa.
-Hola Milo…iba a Leo, bueno me ahorraron las molestias ¿Qué hacen aquí?
-Camus es peor de mañoso ¿Cómo le haces?- pregunto el santo de cáncer.
-He, ¿Cómo que mañoso? Paren ¿Qué les pasa?- pregunto secándose el cabello.
-Shaka no deja de llorar…ya no sé qué hacer, eres mi amigo, debes ayudarme.
-Hermano, dejaste solo a Shura.
-No, Seiya y Siegfried lo están cuidando, Sigfried estaba por irse y le pedí de favor que junto a Seiya cuidaran de Shura, no me tardaría mucho, iba a ir a buscar a Shiryu a libra para que él se encargara de cuidarlo- se excusó sonriendo.
-¡Tan pronto ya se van!- dijo Milo sorprendido- pensé que se quedarían un poco más, Syd y Bud dijeron que nos enseñarían cuidados para con los bebés.
-No estoy muy seguro quienes se van, Sigfried dijo que como ya cumplieron con los que se les pidió deben regresar a Asgard- acoto Aioros- ¿Cuál eran los problemas de ustedes a todo esto?
-Shaka no deja de llorar- respondió Aioria.
-Hace semanas que no duermo y como Camus es más mañoso por ser más chico…Milo danos un consejo.
-No sé en qué les puedo ayudar, tengan en cuenta que Camus tiene muchas limitaciones, como que no habla ni ve, solo escucha…
-¿Y no te pide nada con ese aparato que usa para hablar?- preguntaron los dos santos al mismo tiempo.
-No suele pedir nada, solo que le ponga música que lo relaje, antojos no tiene, salvo que odia el hielo, no suele decirme si siente dolor- respondió Milo terminando de secar sus cabellos.
-Shura es igual, le puedo preguntar mil veces si necesita algo y en todas me responde no, pero al tener la voz si escucho cuando se queja y desde que me escucha me responde al menos.
-No sé qué hacer ya con Shaka- exclamo el santo de leo como abatido- llora todo el día…por todo.
-Bueno, cuando Camus llora normalmente lo hace porque se deprime, suele sentirse devastado al recordar lo pasado en la guerra contra Hades, su traición y toda la cosa, llora por ello y tiendo a abrazarlo, a repetirle que es un santo ejemplar.
-Tan ejemplar ya no tanto, hizo una técnica prohibida, en un combate desigual, mato a un camarada y también se puso contra nosotros.
-Aioria, sabes que él no usaría la exclamación de Athena bajo ninguna circunstancia, mucho menos se pondría en un combate desleal- le reclamo el de escorpio- lo que paso tenía que pasar, era necesario que pasara para que Athena ganara la guerra, tú lo sabes, yo lo sé, todos lo saben.
-Lo sé, pero perdió su honor, al igual que Shura y Saga al usar la exclamación, solo te lo recuerdo.
-Concuerdo con Milo, yo estuve, aunque fingiendo lealtad, del lado de Hades, y te aseguro que no es algo de lo que me sienta orgulloso, estábamos contra reloj, la intención era llegar a donde Athena pasara lo que pasara, sin importar a quienes debíamos enfrentarnos, recuerdo que Afrodita y yo les preguntamos a Shura y Camus de que serían capaces…
-¿Qué te respondió Camus, Death Mask?- pregunto asombrado Milo.
-Que no quería enfrentarse a ti, que le dolería el alma hacerlo, que sacrificaría esas doce horas que le habían dado por no llegar a la casa del escorpión celeste, Camus era el más dolido de todos por lo que pasaba, aunque no lo aparentaba- respondió- ¿Cuándo el llora que haces?
-Me quedo a su lado, le hablo…cuando se culpa por el pasado me siento impotente y no dudo en decirle nuevamente cuanto lo amo y cuanto me importa, el caso de ustedes es totalmente diferente, Shaka no siente culpa o remordimiento, lo suyo es sensibilidad por el embarazo.
-Si siente, siente culpa porque él fue quien dejo solo a Camus con el oído y que cuando volvió a la vida solo podía escuchar.
-Pero Shaka le quito cuatro, no solo dos- acoto Milo- el siente el tacto y el olfato, miren- los llevo al cuarto donde Camus estaba aparentemente dormido, se acercó y acaricio su mano, por lo que el santo de acuario sonrío- Hola, buenas tardes, ¿dormiste bien?- Camus asintió con la cabeza, saco de un mueble un perfume y se colocó un poco en la muñeca, para después permitirle a Camus sentir su aroma- ¿esta rico? ¿Quieres que te ponga?- Camus negó con la cabeza y luego se recostó.
-Camus ¿tu sientes los olores? ¿O solo aparentas sentirlo?- pregunto Death Mask acercándose.
-Mira- dijo Sonriente Milo dándole el juguete con el que se comunicaba y luego comenzó a pasarle cosas para sentir, primero fue el vaso que estaba al lado de la cama- dime ¿Qué olor tiene?
-Naranja- dijo la voz robótica- Milo le paso el perfume- ese perfume fuerte que usas Milo.
Aioria decidió buscar algo que Camus no reconociera y que mejor que su media sudada, veloz como el rayo se quitó un calcetín y se lo puso delante de Camus- a ver esto…
-Aioria ¿hace cuánto que no te bañar?- pregunto la voz robótica.
-¿Qué tal esto?- exclamo Aiorios acercando su mano, donde en su muñeca había una pulsera revestida con cera.
-Huele a cera…pero no es cera de vela…- dijo Camus a través de su aparto.
DeathMask busco que darle a Camus que no reconociera con facilidad, decidió entonces que mejor que su cabello, se acercó con sigilo poniéndose delante del de acuario, mientras Milo miraba molesto.
-Manzana…
-Ja, es la cabeza de Death Mask.
-Uso Shampoo de Manzana, a Afrodita le gusta ese aroma, significa que Camus si siente aromas y los reconoce, sabe escribir con ese aparato porque siente las letras, por lo que su tacto y olfato están intactos…pero Camus ¿Por qué cuando te lastimas con cubiertos por ejemplo es como que no sientes dolor?
-Por Milo.
-He- dijeron todos a la vez.
-Si me lastimo y demuestro dolor Milo se desespera y de inmediato me ayuda a comer, por ejemplo- explico con su aparato- no me gusta que Milo se ponga mal por mí.
-¿Cómo quieres que no me ponga mal?- pregunto besándolo en la frente- te amo, no me gusta que te lastimes, si te lastimas es culpa mía y por eso te cuido.
Mientras tanto en los aposentos del patriarca, Shion y Athena se encontraban con el resto de los santos de bronce y los dioses guerreros acabando unos detalles para un evento que estaban organizando próximo.
-Gracias por cooperar Shiryu, es muy amable de parte tuya- dijo el pope sonriendo.
-Si puedo ayudar me siento feliz de hacerlo- exclamo sonriendo.
-¿Shion estás seguro de esto? Es decir…no creo que estén listos para hacer eso…- interrumpió el santo de libra.
-Hay que hacerlo cuanto antes, no sabemos si están preparados para cuando los bebés lleguen, Dohko, y es importante comenzar a guiarlos en el largo camino que será para todos la crianza de sus hijos- exclamo pensante- además de todo, creo que con los primeros no serán los últimos.
-Es lo más posible que las doce casa se pueblen con más de doce niños- interrumpió Shiryu sonriendo.
-Nosotros estamos para ayudarles, supongo que Hilda no le molestara que nos quedemos un tiempo para serles de ayuda- exclamo Mime- pero, me preocupa algo… ¿Por qué recién ahora nos enteramos de la existencia de los hijos de Bud de Alcor? Somos sus compañeros.
-Yo si sabía- interrumpió Phenril.
-Bud de Alcor es el hijo que debió morir, que se convirtió en la sombra protectora de su hermano, solo hay dos razones que juntas explican por qué- intento responder Alberich- primero que nada, al ser el que debió morir, él no podría tener descendencia, no podría seguir su línea familia, eso estaría contra los designios de Odín y en segunda, por lo que nos han comentado, los infantes son hermanos gemelos, por lo que uno debió morir al nacer, por ser los gemelos un mal presagio…
-No es por eso que los ocultos- interrumpió Phenril pero no fue escuchado.
-¿Y cómo hicieron los gemelos Syd y Bud, para traer a los bebés y que ustedes no se dieron cuenta de ello?- pregunto el santo de dragón.
-Con la edad que tienen…podría ser que los niños en cuestión durmieron todo el viaje, podrían haberlos traído inadvertidamente en las maletas que todos trajimos, pero ninguno actuó de forma sospechosa durante el trayecto, nadie desconfio…
-No hicieron eso…- volvió a interrumpir Phenril.
-¿Creen que Hilda sabe de la existencia de los dos?- pregunto Thor sin salir de su asombro.
-No lo creo, si nosotros, que pasamos gran parte de nuestro tiempo con Syd y Bud no nos hemos dado cuenta de la presencia de esos niños, mucho menos Sigfried que es amigo incondicional de Syd, ambos se confían todo pero Mizard no fue capaz de decirle algo a Dubahi, quien menos enterada esta es Hilda- Respondió Alberich pensante.
-Hilda si sabe- volvió a intentar hacerse escuchar Phenril, pero fue de vuelta su comentario fue eludido.
-Bien, Shiryu, en cuento lleguen nuestros pequeño ayudantes llamare a los santos dorados que se reúnan aquí, hasta entonces, por favor les pido, ni una sola palabra de esto- pidió el patriarca- quiero que todo sea una sorpresa.
-Sí, no se preocupe-Exclamo Alberich, seguido todos se fueron a paso lento.
Molesto por no ser escuchado Phenril se cruzó de brazos caminando y fue detenido de golpe por las fuertes manos de quien lo derroto, quien lo detuvo en su caminar.
-¿Por qué esa cara?- pregunto mirándolo serenamente.
-Odio que no me escuchen, también soy un parte de los dioses guerreros y ellos…
-El camino a casa de libra es largo y no hay prisa, podemos bajar tranquilamente yo te escucho- le interrumpió el pelinegro usando dos dedos para silenciar los labios del dios Guerrero de Epsilon.
- Yo sé todo- respondió sacándole los dedos de sus labios- se cuando nacieron los gemelos, siempre supe de su existencia, de porque los han ocultado, como los trajeron y te aseguro, sé que Hilda sabe de su existencia, ella me pidió no decir nada.
-Entiendo- dijo tomándole la mano- vamos a casa de Libra, Lobo inteligente y me comentas como sabes todo.
-Gracias…gracias por escucharme dragón- dijo tranquilo.
-Nunca dejaría de escucharte- respondió antes de besarlo en la mejilla- vamos, quiero saber todo con lujo de detalles.
-El día en que los gemelos nacieron- explico mientras comenzaban la larga caminata- ya había pasado mucho tiempo desde que Odín nos permitió volver, Syd y Bud nunca habían vuelto al castillo, todos asumimos que habían sobrevivido a las batallas y se encontraban refugiados hasta que el clima mejorara…
Continuara