Capitulo 30. - Rescate
Caminando ambos de la mano, el atardecer comenzaba a cambiar a un color grisáceo anunciando la llegada de la noche, ninguno decía nada, solo se limitaban a caminar tranquilos, sin prisas.
El más pequeño tenía tanto que preguntar, pero no lo aria, no hasta que estuviera seguro que su acompañante comenzara a hablar.
El rubio más sin en cambio no sabía cómo empezar, tenía miedo de decirle y que cuando supiera la verdad ahora si lo dejara, esta era una mentira más por su parte, no quería que algo pasara a su relación.
-Rei... que pasa… - pregunto preocupado el más pequeño al sentir el apretón de mano que le había dado Reita.
- No sé cómo empezar… - seguían caminando. –te volví a ocultar algo… -
Ruki puso cara de sorpresa, sabía que algo sucedía, pero era tan serio como para que Reita se pusiera de esta manera?
-Ruki… aquella mujer, Miko. – corrigió rápidamente negando con la cabeza. – perdón por lo que le dije… - agacho su cabeza.
- Ahh, es eso!... - sonrió aliviado. – No hay ningún problema conmigo, tienes tus razones… -
- No me estas entendiendo… - paro el paso poniéndose delante de Ruki. – Taka… ella… -
- Te entiendo, no hay problema… - interrumpió.
- Escúchame Taka… ella es… ella es tu madre! –
Ruki al escuchar esto comenzó a reír, como Reita podía ser tan tonto como para pensar tal cosa, además de que él ya estaba por enterado de que su madre había muerto cuando ellos eran apenas unos niños.
-Aki-chan… estas equivocado. – seguía riendo. – Mi madre murió hace mucho, es más ni la recuerdo!... –
- Takanori escúchame!... yo no te mentiría, y mucho menos diría algo de este tipo por broma!-
Ruki lo miro con cierta confusión, estaba claro que no se debería de jugar con estas cosas, pero y si Reita tenía razón?... No, eso lo descarto negando con la cabeza, volviendo a sonreír, pero su sonrisa se borró, recordó las reacciones de su padre y de aquella mujer al verse.
-A-Akira… dime que es mentira… - lo miro serio. – tiene que ser un juego, verdad?... – una sonrisa nerviosa se dibujó en sus labios. – Aki… -
- Prometí no mentirte… -
Ruki en ese momento se desmorono, si Akira tenía razón, entonces porque su padre siempre le mintió, porque oculto a su madre de esa manera, porque ocultársela a sus propios hijos?, y ahí se dio cuenta de otra cosa… Saga, como reaccionaria el al enterarse.
-Saga… - susurro. – Takashi, ya lo sabe?... que pasara cuando se entere?... – tenía cierta desesperación.
- No te preocupes cariño… Takashi lo entenderá, confiemos en Tora, el sabrá calmarlo cuando se entere… -
- Porque quisiste lastimarla!... – hablo serio agachando su mirada.
- Yo… Yo de verdad lo siento… no quiero que se te acerque. –
- Como lo has dicho, es mi madre no? –
- Taka, tu no lo entiendes… tenemos nuestros motivos, y esos motivos los comparte Hyde con nosotros… -
- NO ENTIENDES MUCHAS COSAS!... – grito. – eso es lo único que puedes decir?!... –
Sus ojos comenzaba a irritarse, sentía un gran enojo hacia el rubio, pero más que enojo era un sentimiento de desesperación, había muchas cosas que él no sabía, no comprendía, y tal vez no llegaría a comprender en estos momentos, pero esta estaba siendo algo realmente malo para él, comenzaba a vivir las cosas más aprisa.
-Tala en verdad perdóname… - se abrazó al pequeño no recibiendo respuesta. – ya lo sabrás todo, lo demás no me corresponde a mí. -
- porque Aki… porque?... acaso solo nosotros tenemos que sufrir con esto… me duele, y mucho…-
La voz de Ruki se escuchaba entre cortada, quería llorar, pero si lloraba, que ganaría?, no ganaría nada más que preocupar al rubio, no quería eso, solo se abrazó al otro hundiendo su rostro en el pecho dejándose consolar por Reita.
-Calma… pronto todo esto terminara… terminara y no volverás a sufrir mi niño, yo me encargare de eso.-
Reita beso sus cabellos mientras que en gesto de consolación acariciaba la espalda del otro, quedándose por un rato asi abrazados para después seguir con su camino.
………………………………………………….
-Abre la maldita puerta!... –
Los gritos cada vez se escuchaban fuerte por su sub-consiente, por más que quería moverse no podía, abrió los ojos con rapidez provocando un mareo, para después darse cuenta de que se encontraba amarrado de pies a manos tirado en el piso.
-Ustedes dos!... ya lo despertaron con su griterío!... –
- Lo sentimos Satoshi-sama. - Hicieron una reverencia.
- Imbéciles… - bufo mientras se acercaba al castaño. – Takashima, Takashima~. – canturreo. – pensaste que te pasarías la vida con el estúpido de tu novio?... –
- No hables asi del!... – le defendió, para después recibir una patada. –
- No me hables asi cariño… sabes muy bien lo que puede pasar!... –
Satoshi se agacho para mirar al castaño, levantándole el rostro por el mentón robándole un beso, a lo que Uruha se separó rápidamente provocando que fuera a la fuerza.
Su labio seguía roto y las marcas en la cara no le ayudarían para nada, sentía su abdomen doler, aquella patada propinada le dejo un gran dolor y tal vez un gran hematoma.
-Que es lo que quieres Satoshi… - su voz se escuchaba suplicante, a lo que Satoshi rio.
- Te quiero a ti!... quiero todo lo que tenga que ver con ellos… absolutamente TODO!... –
Uruha abrió sus ojos como platos, esto se salía de control, no sabía qué hacer, ahora su “plan” no funcionaria, había mas hombres de Satoshi en el lugar, no le quedaba ahora más nada, más que rendirse.
Todos los presentes comenzaba a reír había exactamente 4 hombres dentro de aquel estudio, y si bien no recordaba Uruha, faltaban alrededor de otros 4 hombres, tenía miedo.
-Yo no tengo nada que ver aquí… además que hace tu mujer en la mansión de los Camui?... –
Satoshi se sorprendió al escuchar esto, Miko nunca le había dicho nada sobre que iría o que lo hubiera visto siquiera, no le dolía ni nada por el estilo ella al igual que los demás, no le importaba, pero sentía traición.
-Mi mujer?... – hablo con cierta burla fingida. – Miko estuvo con Hyde… me importa en lo más mínimo lo que haga, entiendes?.... no me interesa!... al igual que no me interesas tú, al igual que no me interesa nadie!!... solo el, y nadie más que el… -
Uruha comenzó a asustarse, Satoshi prácticamente lo comenzaba a estrangular, pero se detuvo al escuchar un fuerte ruido en la entrada de su mansión, se levantó rápidamente dejando a un amarrado Uruha en el suelo.
-Satoshi-sama!. – entraron corriendo.
- Que ha pasado Ryo?... porque tanto escándalo?!. – hablo molesto.
- Han entrado a la casa!... –
- SON IDIOTAS O QUE!... –
Todos comenzaron a moverse en el salón, agarrando a Uruha como si fuera a escapar, mientras que otros se posicionaban tras de la puerta, mientras estas se habrían lentamente.
-Cuanto tiempo sin verte Satoshi. –
Aquella voz lo tenso, Satoshi no creía lo que sus ojos miraban, uno de sus hombres trato de atacar pero fue disparado hacia la pared provocando cuarteaduras grandes en ella, se acercaba lentamente haciéndolo retroceder.
-hummm~… deberías de enseñar a tus hombres a no atacar a la persona equivocada… - entro por completo al salón con esa especie de varilla-lanza en la mano, la cual giraba con completa facilidad, encaminándose al asiento principal de aquel lujoso escritorio, dejando su “arma” de lado recargando sus codos en el para poder entrelazar sus dedos, adoptando una pose más que superior ante Satoshi.
- Q-Que mierda haces aquí… - pregunto arrogante, pero se podía notar el tono nervioso de su voz al ver aquellos ojos color azul turquesa que tanto le intimidaban.
- Mide tu vocabulario, recuerda con quien estas hablando… - miro hacia todos lados, como tratando de buscar algo, al dar con el blanco se levantó de su asiento dirigiéndose a él.
Uruha se sorprendió al ver como “aquella” persona se acercaba, tomando por el cuello a aquel que lo tenía atrapado y de un movimiento lo arrojaba a la pared dejándolo completamente inconsciente, fue tomado por el mentón para asi observar las marcas que su rostro tenia por los golpes.
Unas muecas de desagrado se formaban en su rostro, mientras que con su dedo pulgar limpiaba la poca sangre que escurría de la comisura de los labios del castaño, levantándose junto con él y regresar a aquel asiento sentándolo sobre sus piernas.
-Estas bien?.... – pregunto al castaño y este asintió rápidamente, lo desamarro, saco un pequeño pañuelo de la bolsa de su pantalón y comenzó a limpiar las heridas, para después plantar un beso en su mejilla. – Satoshi, Satoshi~ que es lo que ocurre contigo?... mira como lo tienes… -
-Ese no es tu problema!…. – estuvo a punto de gritar su nombre pero fue interrumpido.
- Solo he venido a pedirte, bueno no… - se corrigió. – a exigirte algo. – Satoshi lo miro con odio. –Quiero la cabeza de Kyo, y si no la tengo… vendré por la tuya… – hablo serio. –… y Miko, pienso que la tienes que vigilar más, si la encuentro… la matare. -
- P-Pero qué?... –
- No lo volveré a repetir… - tomo aquello que traía, escondiéndolo bajo la manga de su abrigo, haciéndola desaparecer en ella, para después tomar al castaño en brazos. – Tengo asuntos que arreglar, asi que me retiro… -
- Estas de parte de ellos no es asi?....-
- Sabes que no estoy de parte de nadie, solo busco mis propios beneficios… ellos no me interesan! - se encamino a la puerta dándole la espalda.
- Espera!... Takashima es mío… -
- A si?... pues no lo creo… - la puerta se abrió. – nos volveremos a ver Satoshi… fue un placer volver a verte… - rio malignamente haciendo también asustar al castaño.
- Maldito… - Satoshi solo dio un golpe a la pared, sabía que si lo atacaba perdería la vida al instante, no podía detener tampoco a Uruha, si lo hacía estando con él, tendría las mismas posibilidades de morir, su furia era enorme, tenía que idear algo, o simplemente hacer caso a la petición que se le había impuesto.
Mientras tanto ellos iban por los pasillos de la mansión, los iban siguiendo, pero eso no le importaba en lo más mínimo, al contrario solo se dibujaba una sonrisa en sus labios.
Uruha lo miraba, cuanto había sido el tiempo que no lo miraba de esta manera, años?, décadas?, le era muy extraño como fue que llego en el preciso momento, con ese porte tan intimidante y a la vez aterrador que solo el podía lograr hacer.
- Bájame IDIOTA!... me siento como una princesita~… - chillo el castaño viéndose ya afuera de la gran casa.
- Que escandaloso! – lo bajo.
- No me vuelvas a cargar asi!... –
- Bien, lo que digas… - no le tomo importancia. – y dime… te duele algo?... – claro que estaba preocupado.
- No~ gracias a ti, estoy bien… - lo abrazo infantilmente. – Que aria sin mi Nao-chan. –
- Nada!... eres inservible… - este rio ante el puchero del otro… - anda vamos a casa, tengo que curar esas heridas si es que no quieres un interrogatorio de Aoi… - el otro negó rápidamente con la cabeza… - bien entonces las curaremos por completo en menos de cinco minutos.-
Ambos caminaros a la casa de Nao, iban platicando de cosas sin sentido, de vez en cuando se detenían a causa del dolor Uruha, pero Nao se encargaba de ayudarle a caminar, para los pocos minutos llegar a la casa.
…………………………………………………………………
Estaba completamente nerviosa, nunca se había imagina encontrarse al padre de sus hijos en este lugar, miraba al suelo, no tenía ni el valor de mirarlos a los ojos.
-Que es lo que quieres aquí?... acaso Satoshi te mando?... – pregunto
- No… solo quería ver a mis hijos… - susurro bajo
- Pienso que es mentira… ahora resulta que te importan tu hijos? … -
- Estas equivocado Gackt… no es mentira, en verdad quería verlos. –
- A mí no me engañas…. – hablo Hyde. – porque no te vas y nos dejas solos, estamos mejor sin ti, ve a buscar a Satoshi… que por el dejaste a los que dices llamar tus hijos!... –
La rabia comenzaba a desbordar, Hyde no estaba celoso o dolido porque Miko lo dejara, las bodas entre “nobles” y gente de “sangre pura” eran arregladas, y algo en él, le agradecía infinitamente a Satoshi habérsela llevado de su lado, asi podría esta con la persona que realmente amaba, Gackt…
-No pienso pelear con ustedes… - se levantó nerviosa.
- A donde crees que vas… - apareció Gackt frente a ella haciéndola retroceder. – piensas que podrás marcharte asi como asi? –
- N-No quiero pelear… solo me iré, no diré nada… -
- Tú crees que yo creeré eso?... – Hyde se acercaba lentamente. – Pienso dejarte ir si no dices ni una sola palabra… que te largues y nunca los busques. –
- NO ARE ESO!, AL IGUAL QUE TU, TENGO DERECHO!... –
Su rabia comenzaba a apoderarse de ella, porque nadie le entendía que en verdad no quería una pelea, y que en verdad quería estar por lómenos unos minutos cerca de sus hijos, que le dieran su perdón, y que la quisieran como ella los amaba a ellos.
Gackt se estaba cansando con solo ver su cara de arrepentimiento, no la soportaba, si por él hubiera sido, Miko estuviera muerta en el momento que piso aquella casa, pero se había detenido, Hyde era más importante, obedecería a sus pedimentos, asi fueran el dejarla con vida.
-Sabes una cosa?... no te soporto! – hablo frio, furioso. – Lárgate de una buena vez… no te quiero a los alrededores de mi casa, si te llego a ver, o alguien de mis hijos lo hace… - la miro desafiante. – Date por muerta!... –
Miko se sorprendo ante esto, sabía muy bien que Gackt era de aquellos que cumplían con lo dicho, y esta vez no sería una excepción, no dijo nada solo se dirigió a la puerta, giro un poco para poder ver a Hyde, aun le parecía hermoso, aquel del que llego a enamorarse, y por la culpa de Satoshi, Hyde ahora la odiaba.
-Regresare… - susurro para ella, pero fue escuchada por los otros dos.
No dijeron nada, solo la dejaron salir, al ver que desaparecía por aquella puerta Gackt llamo a Sono para que la vigilara al salir, sintió el abrazo de Hyde, siendo rápidamente correspondido, sabía muy bien lo que sentía en ese instante, pero no lo dejaría doblegar, no lo dejaría que se pusiera triste.
-Todo pasara cariño… calma, ya todo terminara… - acariciaba su cabello.
- Quiero que esto termine ya… - hablaba con desesperación.
Gackt no contesto nada, solo se dedicó a besarlo tiernamente, mientras era correspondido de la misma manera, tenía que hacer que todo esto terminara y que Satoshi pagara caro todo lo que había hecho.
……………………………………………………………
Satoshi seguía con la furia, porque en estos precisos momentos tenía que aparecerse, y porque se había llevado a Uruha?, su rabia pasaba a ser colérica, sus ojos desbordaba ira, aquel que se pusiera en su camino en estos momentos pasaría a estar en el mismísimo infierno.
-Imbécil… mira como dejo a Toshiya por tu culpa!… - reclamaba. – Totshi… estas bien?… - hablaba en susurro moviendo al mencionado.
- Porque llegas en este momento?.... Naoyuki estuvo aquí!... – seguía con aquel enojo, y más al ver que era ignorado.
- Q-Que que paso?... – se levantó del suelo tocándose la cabeza. – Cariño?... –
- serás idiota… cuantas veces te he dicho que cuides tus espaldas!... – por más que quisiera regañarlo no podia. – Levantate!... – ordeno extendiéndole la mano.
- Kyo te estoy hablando!... – hablo molesto Satoshi.
- Te he escuchado!... lo he escuchado, que es lo que quieres que haga?, que lo mate?, o que me deje matar solo para que cumplas con tu cometido?... pues estas equivocado Sato - respondio Kyo ayudando a levantar a Toshiya para dirigirse ambos al escritorio, Kyo en la silla tras el escritorio y Toshiya sobre el escritorio - y NO vuelvas a llamarme por mi nombre… tu y yo no somos iguales!....
Aquella altanería era lo que mas odiaba de Kyo y claro también de Nao, pero tenia que soportarlo, Kyo era la única persona que se podria enfrentar a Nao, y talvez era la persona indicada para darle una muerte definitiva….