Capitulo 6 ~Me gustas~
Porque negarse si eso era suficiente para darse a entender que Uruha le amaba. Al escucharle rápidamente le beso, dejándolo escaso de aire en sus pulmones, extrañaba que le provocara, extrañaba mirarle cada que se ponía a descansar y ahora mismo deseaba estar con el, sentir su piel bajo su cuerpo. No dudo en hacer caso a esa “condición”.
- Extrañe tanto estas piernas. - Aoi empezó a recorres suavemente la extensión de aquellas piernas, saboreándose, relamiéndose los labios.
- ¿Solo mis piernas? - pregunto haciendo puchero.
- Si…
- ¡Quítate!- Uruha se hizo el ofendido tratando de quitarse al pelinegro de encima – Quítate Aoi, ¡Que te quites! -
- Serás tonto. – Le dio un beso fugaz - Claro que extrañaba absolutamente todo de ti, y mas tus berrinches. – Beso sus mejillas con lentitud, bajando a la extensión de su cuello - Y bien, ¿donde estábamos? –
- No, olvídalo, ya se me quitaron las ganas.- giro su rostro poniendo un puchero.
- Pero tu empezaste, quiero estar contigo.
- ¿Si? pues lo siento tu tuviste la culpa y ahora quítate de encima. - Uruha se levanto y dejo a un Aoi muy desconcertado que después de unos segundos solo se limito a reír.
- Bueno, por lo menos dame un beso.
- No... - contesto con enfado Uruha.
- Solo uno… - Uruha le ignoro levantándose de la cama – Vamos Shima, solo uno amor. -
Uruha arrastro al pelinegro junto a él quedando los dos de pie, le abrazo con fuerza, susurrando cerca de sus labios un “Te extrañe demasiado”. Aoi sonrió con felicidad mientras juntaba sus labios con los del otro dándole un apasionado beso, introduciendo una vez más su lengua.
La mano de Aoi se adentro bajo la camisa de Uruha tocando cada parte de su cuerpo haciéndose recordad todo aquello que le había pertenecido y ahora le volvía a ser suyo. Comenzó a bajar su mano hacia las piernas del otro provocándole jadear.
- Aoi, aquí no... - gimió al sentir las manos del pelinegro en su entrepierna.
- ¿Porque no? Te conozco y sé que lo estas deseando.
Aoi se encontraba prácticamente devorando su cuello y Uruha con dificultades trataba de separase de aquel “ataque”
- Necesito… terminar todo con Takashi.
- Hablando de ese bastardo. - dijo con fastidio Aoi - Dime que estuviste haciendo con el todo este tiempo. –
- Nada…
- ¿Nada? – enarco una ceja.
- Nada. – Repitió el castaño - Y si piensas que me acosté con el, no lo hice… - sonrió.
- ¿Y porque debería de creerte eso?
Aoi le dio la espalda, saber que Uruha no era un reprimido y que cuando le decían cama no la utilizaba precisamente para dormir, no le hacia pensar otra cosa mas que el que tal vez había aprovechado, solo pudo sentir los brazos de Uruha rodearle por la espalda, con su mentón recargado a su hombro.
- No dejaría que nadie me tocara mas que tu. - le susurro en el oído.- solo quiero ser tuyo y de nadie mas y hablo en serio Yuu, es por eso que tengo que terminar con Takashi. –
- ¡¡Eso ni lo sueñes Takashima!! – Aquella voz no era precisamente alguna de ellos dos, aquella había venido de fuera la recamara, una voz seria y demasiado grave. Uruha solo miro a Yuu con sorpresa, miedo, quedándose tras el escondiéndose, mientras que Aoi solo se limitaba a rodar los ojos.
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Los dos iban caminando a una distancia considerable por las calles de regreso a sus respectivas casas mientras que hacían una plática un poco “interesante”. Uno tan sonriente como siempre y el otro, simplemente escuchándole.
- Hiro-chan, a que son lindos los amigos de Taka… - dijo un Nao animadamente.
- En primera no me digas “Hiro-chan”, y en segunda no, nadie era lindo.
- Pero Hiroto, ¿no viste al chico de la sonrisita? Era lindo.
- No, no lo vi y no me interesa… - bufo.
- Como sea… - elevo las manos no tomando importancia al enfado del rubio - ¿Crees que a Yutaka-san le gusten los hombres? –
- Pero que dices, ¿porque me preguntas eso a mi? pregúntaselo a él.
- ¡No seas tonto! ¿Cómo se lo voy a preguntar? Además, no soy capaz de preguntárselo.
- Si casi le gritas que tenia una sonrisa “hermosa” que no le puedas preguntar eso.
Nao paro en seco al escuchar esas palabras dejando a su amigo desconcertado, claro había pensado que aquellas palabras estaban en su cabeza y que no las había dicho, pero ahora de solo recordarlo comenzó a ponerse completamente rojo, lo cual Hiroto solo dejo salir una carcajada.
- Si que eres lento Nao, hasta ahorita te diste cuenta de lo que dijiste. - rio mas sueltamente.
- ¡Cállate! ¿Y ahora que voy a hacer cuando lo vea? – chillo.
- ¿Y que tal si no lo vuelves a ver? – acelero un poco mas el paso.
- Pues, pues… - Nao guardo silencio por un momento, la verdad es que aquel chico con el hoyuelo le había llamado la atención y no le dejaría escapar tan fácilmente - yo quiero verlo otra vez… -
- Pues le dices a Ruki que lo lleve con cualquier escusa a la escuela y ya.
- ¿Y si no quiero ir?
- ¡Pues que mas da! – Grito haciendo ademanes con las manos, con frustración - Si no va, tú lo buscas, de verdad que si no te callas me matare. – bufo una vez mas.
Pasaron varios minutos caminando por la acera de la calle, Hiroto callando con unos audífonos puestos y Nao insistiéndole sobre lo mismo aunque no le escuchara. Hasta que por fin llegaron a la casa del más alto, y Hiroto solo levantando la mano en forma de saludo, se fue directo a su casa. ¿Indignado? Tal vez, el rubio ni siquiera se había despedido, asi que con un suspiro y una sonrisa en sus labios entro a casa, pensando que aquel Yutaka tenía algo de diferente a todos.
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- Yutaka-san tu carro es tan genial…
Saga venia completamente fascinado hablando de lo lindo que era viajar en aquel carro. No era que antes nunca lo hubiera hecho sino que hasta la manera de manejar en el pelinegro era excepcional.
- No es para tanto, no es tan genial como el de Yuu o Shinji. - sonrió - Y sin formalidades, solo dime Yutaka. –
- Bien. – Por unos momento un silencio reino en el interior, el castaño comenzó a tronar las articulaciones de sus dedos, Yutaka solo le miraba de soslayo con una sonrisa ladina – Yutaka, ¿te puedo preguntar algo? -
- Claro, lo que quieras.
- ¿Tu hermano siempre es asi? - Pregunto Saga mientras desviaba la mirada.
- Con “Mi hermano” te refieres a Yuu ¿verdad? - volvió a sonreír.
Y es que Saga era tan evidente, a leguas Yutaka podía olfatear su enojo, sus celos, pero lo que mas le daba risa era su comportamiento, apretando sus puños, chasqueando los dientes con enojo.
- Si, a ese Idiota – escupió con furia - como se le ocurre hablarle a Uruha de esa manera. –
- Lo sabía. - comenzó a reír - eres bastante celoso ¿no Saga? -
- No soy celos… - hablo mas serio - Para serte sincero nunca eh tenido celos de que alguien se le acerque y mucho menos él los ha tenido por mi, lo quiero pero… - se quedo callado
- ¿Pero?
- Creo que aun no lo quiero lo suficiente como para celarlo. - dijo lo ultimo muy despacio pero por supuesto Yutaka lo había escuchado perfectamente, aunque aun no entendía el porqué de las palabras del castaño.
- No sé que es lo que pasa o hay entre ustedes pero, si él se enamorara de otra persona, ¿dejarías que se fuera?
Por supuesto que estaba interesado, había observado los movimientos de Aoi, los de Uruha y también las últimas palabras que se habían dedicado tanto como el que se hubiese ido rechazando a Saga. Sabia que entre el pelinegro como el castaño seguían esos lazos fuertes y bastante blindados.
- Creo que si fuera en estos momentos, lo dejaría ir, lo único que quiero es que sea feliz, aunque no sea conmigo… - sonrió y Yutaka le regreso una sonrisa hermosa.
- Eres muy bueno Saga.
- Si, lo se, pero no le digas a nadie, mucho menos a Ruki, porque se burlaría de mi. – hizo ademanes moviendo las manos al aire.
Ambos rieron ante aquel comentario de Saga, y para cuando ya se habían percatado se encontraban fuera la casa de este último. Saga levanto la mano y grito desde la puerta un “Nos vemos luego” para después entrar a su casa, mientras que Yutaka solo sonreía recargando su cabeza hacia atrás.
- Sera mejor que te des prisa Yuu, tienes una enorme ventajas en estos momentos… - hablo para si mismo con un pequeño suspiro y sonrisa triunfa para después acomodarse y arrancar hacia su destino.
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- ¿T-Taka?
Ruki se había acomodado un poco más frente a Akira. Acariciaba su mejilla mientras que acortaba más la distancia entre ambos, casi respirando a pocos milímetros de sus labios.
- Si no quieres que lo haga solo dímelo…
Pero todo había pasado tan rápido, incluso el rubio asi lo había sentido. Los labios de Ruki habían rosado los suyos con delicadeza. Obligo a que aquel helado del más bajo callera al suelo mientras lo atraía jalándole por la cintura, su diminuta distancia se acorto al besarle dulcemente. Ruki sintió que moriría cuando la lengua de Akira pedía paso entre sus labios, delineándolos, mordiéndole. Gustoso abrió la boca haciendo que ambas lenguas se entrelazaran, saciándose de cada beso que le daba el más alto para después de un rato tuvieron que separarse por falta de aire, ambos se miraron regalándose una sonrisa nerviosa, tímida.
- P-Por lo visto si querías ¿verdad? - pregunto Ruki despacio mientras las manos del otro al tomarle por el rostro le volvía a besar, solo haciendo presión en sus labios.
- ¿Porque no debería de querer? - Akira tomo el rostro de Ruki por su mentón haciendo que lo mirara a los ojos – Supongo que ahora no importaría si te digo que me gustas ¿verdad? –
- Nos acabamos de conocer… - Ruki verdaderamente no se esperaba algo como aquello, solo bajo la mirada poniéndose completamente rojo, haciendo que Akira riera por su notorio sonrojo.
- Yo, ¿a ti no te gusto?
Tomo a Ruki por el rostro con ambas manos haciendo que una vez mas sus miradas cruzaran. Este lo miro con sorpresa pero después sonrió con algo de vergüenza, quito las manos de Akira de su rostro haciendo que este último se desconcertara, se volvió a acercar más a su cuerpo y en un movimiento lento subió sus manos por el pecho del rubio hasta llegar a su cuello y abrazarlo.
- ¿Crees que si no me gustaras, te hubiera besado, Akira?
- Supongo, te creeré si vuelves a hacerlo. - Ruki sonrió y volvió a besarle con pasión, era algo maravilloso para Reita, algo que ni con el mismo Kohara había experimentados, como si nunca hubiese sentido lo que ahora sentían, como aquella vez que Aoi le había dicho de aquel sentimiento que el al instante había sentido por Uruha.
- La primera vez que te vi dije que eras hermoso… - decía Akira entre besos.
- ¿Qué? – por supuesto que Ruki corto el beso abruptamente, miro fijamente entre nervioso y apenado al rubio.
- Solo quería decirlo. – Jugaba – Asi que si tú tienes algo que decir, puedes decirlo ahora. –
- No, no tengo nada que decir… - hablo atropelladamente separándose, ocultando sus manos entre sus piernas – Y-Ya es tarde y tengo cosas que hacer ¿me puedes llevar a mi casa? –
- Claro que si, pero primero tenemos que ir por mi carro. - Reita tomo de la mano a Ruki haciendo que de los nervios temblara un poco. Le había encantado como el mas bajo había queda expuesto a todo, como le había hecho sonrojar, ponerse tan nervioso y vulnerable que se le hacia tan mucho mas hermoso - ¿Pasa algo? – rio para sus adentros.
- Si, digo no… - mordió su labio – Demonios, es que me pusiste nervioso… - contesto bajito.
- Pero no muerdo… - se carcajeo - Bueno si pero a ti no. -
- ¿Te estas burlando de mi?
- No, por supuesto que no, es la verdad.
Ruki giro su rostro con indignación fingida, soltando su mano del otro. Asi los dos caminaros uno al lado del otro platicando y haciendo bromas de vez en cuando. Pero era tan increíble, nunca en todos sus años o décadas de existencia, el rubio se la había pasado tan bien con una persona normal, con un simple mortal. Pero no se imaginaba que pasaría cuando Ruki se diera cuenta que todo podía ser una farsa y que el rubio no era de lo mas normal como lo creía.