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Eien no ai por mOny-san

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Notas del capitulo:

hola a tod@s... creo que no demore en actualizar o si?.

bueno pues me dijeron algo sobre lo de Akira y Kohara...  pero se lo arreglamos abajo si..

 

nos vemos en las notas finales.. o(*o*)b

 

CAPITULO 2 ~Encuentros y reencuentros~

 

Prácticamente la tarde y noche se pasó volando, ya había amanecido y era hora de que tomaran su equipaje y se mudaran de una vez por todas a Tokio. Los cinco chicos junto con Gackt se encontraban en la puerta de la casa, con un miedo rondando por su cuerpo, miedo a salir a la luz del sol. Gackt al ver lo nerviosos que se encontraban decidió abrir las puertas mirando como rápidamente retrocedían pasos atrás para ocultarse, Gackt salió y les hizo una seña con la mano.

 

- Vamos, pueden salir. – dijo.

 

En ese momento aun dudando Yuu fue el primero que rápidamente salió junto al otro y los demás al ver que no le pasaba absolutamente nada al pelinegro, salieron lentamente cubriéndose los ojos, tallándolos al nunca habían sentido tanta luz sobre ellos.

 

- Sonó-san, los lentes por favor. - llamo a uno de sus sirvientes.

 

- Aquí tiene Gackt-sama. – extendió cinco pares de lentes que rápidamente fueron entregados a los chicos.

 

- Shinji, Yutaka y yo nos iremos juntos, así que ustedes vayan solos. – apunto a Yuu, Kohara y Akira. - Yuu ¿sabes el camino verdad? - pregunto.

 

- Sí,  no hay de qué preocuparse. – Contesto - Y ahora ustedes dos suban al carro. – ordeno a sus próximos acompañantes. - siento que me quemo – dijo en susurro dándose aire con su mano.

 

- Será mejor que se apresuren. - ordeno - Sono-san, te esperamos en casa ¿bien? – El nombrado solo asintió - Que no falte nada de equipaje y cierra todo bien en la casa. - Gackt solo cerró la puerta del carro y arranco.

 

Poco después entro el pelinegro al carro, despidiéndose del sirviente  con un “Nos vemos en casa”. Después de varios minutos y de una acelerada a aquel deportivo ya estaban prácticamente a mitad del camino, hartándose un poco de que Kohara no dejaba de hablar sobre lo genial que se veían los lugares tan iluminados. No dijo nada.

 

- Mire Akira-sama que genial. – decía tomándolo del brazo para girarlo a mirar la ventana.

 

- Kohara deja de decirme “Akira-sama” ya lo hemos hablado.

 

- Sera mejor que dejes de decirnos a todos así, y solo dinos por nuestro nombre ¿bien?, o ¿quieres que Akira se moleste? - dijo Yuu.

 

- No. - bajo su cabeza - Es solo que no… puedo hacerlo. - contesto avergonzado - ¿Puedo agregar solo el san? - miro al rubio.

 

- No. - dijo serio - Dime A-ki-ra, repite conmigo A-ki-ra. - decía mientras toma a Kohara del mentón y lo acercaba a su rostro sonrojándolo.

 

- E-Esta bien… - contesto nervioso - Akira. -

 

- Que rápido entiende… - se burló Yuu.

 

- Tú deja de hablar y sigue manejando. - ordeno el rubio.

 

- Si, si, como lo ordene el señor. - se volvió a burlar.

 

Siguieron su camino hacia Tokio, faltaba poco para llegar y Kohara no guardaba silencio para nada, se encontraba diciendo cosas como “¿ya viste eso?”, “¡mira qué lindo se ve!” o demás cosas por el estilo a lo que el pelinegro solo se dedico a reír y el rubio a desesperarse.

 

- Kohara, guarda silencio por un momento. – Dijo con fastidio.

 

- Pero todo es… tan genial…

 

- Si, ya lo sé pero, guarda silencio por un rato.

 

- Pero es…

 

No pudo terminar su frase, sus ojos se abrieron expectantemente, en ese momento Akira había juntado sus labios sin moverlos, regalándole uno de esos tiernos besos con los que el castaño se perdía.   Solo pudo guardar silencio.

 

- Si vuelves a hablar es porque querrás otro. - dijo acercándose a su oído susurrándole, provocando que el castaño se quedara callado y con un sonrojo inevitable.

 

Todo el camino permaneció callado mirando sus piernas, aquel color rojo en sus mejillas no se le quitada. Yuu solo se reía con burla, en ratos Akira le callaba para que dejara en paz al aun nervioso castaño, pero prácticamente al no hacerles caso así fue todo el camino. Llegaron a la casa y atravesaron un jardín hermoso no por nada era una mansión, mientras que  Gackt los esperaba fuera en la entrada, recargado en la puerta. El pelinegro estaciono el coche y bajaron rápidamente, se adentraron a la casa.

 

- Bien ya estamos aquí, así que a sus habitaciones a arreglarse que está noche tendremos una cena. - dijo Gackt con una sonrisa de felicidad que rápidamente fue percibida por todos.

 

- Y ¿Con quien se supone que será? - decía con mirada picara Shinji.

 

- Eso no te importa. – contesto de la misma manera - y ahora a sus habitaciones y arréglense, Yutaka compro ropa para ustedes que se supone los jóvenes de aquí utilizan, así que andando. - empujaba a todos hacia las escaleras.

 

- Esta me la debes, no contestaste mi pregunta. - grito Shinji desde las escaleras mientras Yutaka lo jalaba.

 

- Si como quieras. - Contesto con burla, mientras miraba como todos se dirigían a sus habitaciones, ya no era necesario decir de quien se trataba, si aquella persona ya era conocida por ellos, ya habían vivido en esa mansión años atrás.

 

……………………………………………………

 

Se encontraba en su recamara mirando la ropa que Yutaka había comprado para ellos, sacaba camisa tras camisa, jeans tras jeans, zapatos, botas, todo lo que se suponía estaba de moda en Tokio, su cejas se elevaron en total confusión, demonios, ¿se suponía que tenia que ponerse todo aquello?

 

- ¿Pasa algo Kohara? - pregunto desde el armario al haber escuchado a este entrar.

 

- Hum~ te quería asustar.

 

- ¿Y crees que no te escucharía?

 

- La próxima vez no me escucharas. – el castaño se acercó lentamente abrazándole por detrás recorriendo sus manos por el pecho, justo sobre su ropa.

 

- Kohara basta... - dijo calmado.

 

- Solo un momento ¿si? - Kohara metió sus manos bajo la camisa, lamia el lóbulo de su oreja con sumo cuidado, con aquellas intenciones de calentarle al máximo - Sabes que yo te amo… - bajo su mano a la entre pierna del otro - Y quero estar contigo a cada momento. -

 

- Pero yo no te amo y eso lo sabes. - Akira retiro la mano de Kohara y se giró para quedar frente a el - ¿Porque no puedes entender eso? -

 

- ¿Entonces porque correspondes a mis besos?

 

- Porque llevo años haciéndolo, es como una costumbre – hablo despacio – Además, eres como mi hermano, entiende eso por favor… -

 

- Si lo entiendo, pero yo hare que me ames, lo intentare. - Volvió a acercarse a él, abrazándose a su cuello, dándole un rose en los labios. – Yo sé que sentirás lo mismo que yo. –

 

- Eso no es posible, sabes que no sucederá. - contesto retirándole de su cuerpo.

 

- No me daré por vencido tan fácilmente. - Sonrió dando un último beso fugaz, para después salir de la habitación rápidamente.

 

El rubio sonrió de lado, era claro que Kohara no lograría nada, para el aun no era tiempo de amar, no tenia tiempo enamorase de absolutamente nadie. Pero por lo menos aun seguía pensando que alguien llegaría a robarle el corazón, aquellos pensamientos cursis que siempre tenia por su cabeza, tan anticuados, tan nada a la actualidad, pero eso será imposible, pensaba, nadie, para el, podía llegar a interesarle tanto, absolutamente nadie.

 

…………………………………………………………………

 

Ya eran prácticamente las seis de la tarde y todo estaba listo.  Su sirviente era muy rápido, tan apurado y calculador en su trabajo, tenía dos horas de haber llegado con las maletas de todos y ya había barrido, trapeado, limpiado absolutamente todo con detalle, terminando la cena que Gackt le había mando hacer para sus invitados.

 

……………………………………………………………

 

Eran ya las más de las seis de la tarde y los dos hermanos se peleaban por su turno para obtener el peine, gritándose, fulminándose con la mirada el uno al otro.

 

- Tienen veinte minutos para bajar. - ordeno frustrado, sentándose uno de los sofás de la sala, cruzándose de pies, cruzándose de brazos. Vestía uno jeans algo oscuros y deslavados, unas botas combinando con aquella chamarra de cuero mostrando aquella camisa desabotonada, dejando su cabello suelto caído por sus hombros. Después de unos momentos el timbre sonó y Hyde se levantó con rapidez, dirigiéndose a abrir, encontrándose con el que pensó seria el chofer.

 

- Es hora de irnos, han llegado por nosotros. – Elevo la voz para después ver bajar las escaleras a sus dos hijos.

 

Takanori llevaba puesto unos jeans con tenis y una sudadera que le quedaba bastante bien, sus cabellos rubios lucían genial además de que el delineado en los ojos hacían que estos resaltaran y se vieran ligeramente hermosos, mientras que Takashi vestía un poco más formal con unos jeans, zapatos y una camisa a medio abrochar dejando relucir su pecho, su cabello muy bien peinado y acomodado a detalle haciéndolo ver bastante bien.

 

- Pero que bien se ven~ - dijo Hyde con una sonrisita traviesa.

 

- Hyde-sama es hora de irnos al señor Gackt no le gusta esperar.

 

- Bien pues ya escucharon así que vamos.

 

Todos salieron de la casa atrás de aquel hombre de traje quien rápidamente les abrió la puerta del carro para que entraran, giro el coche con sutileza mirando hacia todos lados, entrando y cerrando la puerta del asiento de conductor, comenzó a manejar. El viaje hacia la mansión fue un poco largo pero no aburrido. Hyde se había encargado de explicar que su buen comportamiento era necesario en aquella casa.

 

- Takashi quiero que no hagas enojar a Takanori ¿ok?

 

- Pero si es él, el que empieza primero. - contesto ofendido.

 

- ¡Pero si yo ni te digo nada! – se defendió - ¡tu eres el que me dice enano a cada rato! - lo apunto amenazante.

 

- ¡¡Basta!! - regaño - A esto me refiero. No quiero que estén a si en la casa ya que vamos de visita ¿me entendieron? Deben de comportarse aunque sea unas horas. - dijo autoritario – Acaso no les da pena que el joven los esté escuchando. - decía refiriéndose a el chofer.

 

- No se preocupe Hyde-sama, ya estamos acostumbrados a esto en casa – hecho una risita divertida - los hijos de mi señor suelen ser iguales. Y no me diga joven, me llamo Sonosaki, y créame que no soy para nada joven mi señor. -

 

- Ah~ ya entiendo, eres igual a Gackt ¿verdad? - pregunto con una sonrisa.

 

- Si se refiere a eso, así es, Hyde-sama.

 

Aquellos dos se la pasaron todo el camino platicando de cosas sobre la otra mansión y de cómo es que había llegado según Sonosaki con Gackt, mientras que Takanori y Takashi se miraban con ojos de total confusión, ¿iguales? ¿Gackt?, eran muchas las preguntas que daban a entender con su simples miradas.

 

Llegaron a su destino y rápidamente Sono bajo a abrir la puerta del coche dando paso a que salieran, una vez todos fuera fue fugaz a abrir las grandes puertas dándoles el paso. Caminaron hacia la gran sala observando como Gackt se encontraba sentado discutiendo algo con uno de los pelinegros.

 

- Gackt-sama hemos llegado con sus invitados. - dijo Sono en una reverencia para después ver como los otros dos se levantaban al instante.

 

- ¡G-Gackt-san! - Grito Hyde al verle  acercarse, le abrazo con fuerza mientras el otro  correspondía por igual - Ha pasado tanto tiempo sin verte. - dijo sin cortar el abrazo.

 

- Si… ha pasado mucho tiempo. - Gackt se separó un poco para mirarlo a los ojos, aquellos que tanto extrañaba que lo miraran. - Sigues igual que antes mírate. -

 

- Yo digo lo mismo por ti. Mírate, no has cambiado en absolutamente nada. - lo volvió a abrazar con fuerza, buscando las palabras adecuadas - Te extrañe… - susurro sobre su oído.

 

Gackt no supo incluso de qué manera reaccionar, no sabía que contestar ante aquello, maldición, ¡también había estado extrañándole! Tanto que pudo sentirse morir, estaba totalmente nervioso pero sabia ocultarlo bastante bien. Había extrañado sus abrazos, sus caricias ligeras de esas que le daba cuando según el, se enfadaba. Tanto que había esperado por volver a verle, tanto que había necesitado por sentir esa calidez que solo él podía transmitirle.

 

- Yo igual… - contesto por fin, también susurrándolo a su oído, se separó dándole una gran sonrisa.

 

- M-Mira ellos son mis hijos. – dijo nervioso mientras apuntaba a los otros dos.

 

- Mucho gusto, yo soy Gackt. – Sonrisa - Él es uno de mis hijos, Yuu. –

 

- Mucho gusto Hyde-san, mi padre me ha hablado maravillas de usted y es un verdadero placer conocerlo. - Yuu estrecho su mano con la de Hyde, mirándolo con una sonrisa excepcional - y bien ¿ustedes son? - miro a los otros dos - Oh un momento, aquí vienen los demás. -

 

En ese instante bajaron tres de los chicos restantes entre bromas y risas para después mirar a las visitas. Dejaron sus juegos a causa de la mirada del moreno pelilargo bajando  rápidamente para saludar.

 

- Ellos son mis otros hijos, Shinji, Yutaka y Kohara, pero disculpa falta uno. - dijo con fastidio. - ¿Donde esta Akira? -

 

- ¿Pero no me habías dicho que solo tenías tres? - Pregunto confuso.

 

- Si, es verdad pero ellos dos… - apunto a Yutaka y Kohara -  son como si lo fueran, son ahora de la familia. –

 

- Ah, ya entiendo pues es un gusto, soy Hyde. - regalo una sonrisa a todos - ellos son mis hijos. – Repitió – vamos, preséntense. -

 

- Soy Takanori, pero pueden decirme Ruki un gusto en conocerlos. – sonrió.

 

- y yo soy Takashi, pero díganme Saga, nuestro nombre es parecido y pueden confundirnos por  Taka”. - rio apuntando a Ruki, este rápidamente asintió.

 

- Un gusto yo soy Yutaka, y bueno, pues por el apodo creo que solo Yutaka… - rio rascándose la cabeza.

 

- Yo soy Kohara, un gusto en conocerlos.

 

- Me llamo Shinji.

 

- Y yo soy Yuu, es un placer conocerlos. – hizo una reverencia.

 

- Bueno… pero dijeron que faltaba alguien ¿no? - pregunto Ruki.

 

- Oh vamos~ Tan temprano y ya empiezas de preguntón. - regaño Saga.

 

- ¡Oye! - se quejó despacio.

 

- Si – rio leve - Falta Akira, pero no sé dónde se metió. - contesto Yutaka.

 

- Esa Iguana mal teñida donde se habrá metido. - dijo Shinji.

 

- Shinji me caerá bien. – susurro Saga a Ruki.

 

- ¡Oye! A quien diablos llamas Iguana mal teñida. –

 

Akira en ese momento llego de improvisto, apareciendo prácticamente por la el marco de la sala, pero a diferencia de los demás, este seguía llevando aquellas ropas negras de siempre, con ese favorito gran abrigo.

 

- A ti... - contesto el pelinegro con simpleza.

 

-  Akira, por que llegas tarde. - hablo Gackt con enojo - Ven y saluda, ahora. -

 

- Si… - Akira camino con desgano hacia su padre sin percatarse de los dos chicos recién llegados y saludo a Hyde. - Buenas noches, usted debe de ser Hyde-san ¿Verdad? realmente es un gusto conocerlo. –

 

- El gusto es mío… ¿Akira-kun verdad? - pregunto.

 

- Así es, mi nombre es Akira. - extendió su mano que fue estrechada por Hyde.

 

- Ellos son mis hijos…

 

Akira se acercó hacia los dos chicos para saludar pero uno de ellos estaba completamente de espaldas, hablando de cualquier cosa con Yutaka.

 

- Mucho gusto. Soy Akira.

 

- Me llamo Takashi, pero dime Saga… - Akira le regalo una sonrisa dirigiéndose ahora hacia el otro mas bajito.

 

- ¿Y tú te llamas?

 

- ¿Eh? - Ruki giro a ver a aquel rubio quien le hablaba quedándosele mirando, se quede prácticamente estático, aquello ojos, su piel completamente blanca, todo en el Ruki en ese momento lo vio perfecto. Tenia que ser broma ¿Verdad? algo como lo que veía, no podía ser humano.

 

- ¿Te llamas? - pregunto una vez más.

 

- Ah, yo… me llamo Ruki…. digo, me llamo Takanori pero me puedes decir Ruki. –este se puso absolutamente colorado, ni el mismo entendiendo el porqué.

 

- Un gusto, Taka-chan, yo me llamo Akira. - extendió su mano y Ruki solo la miraba 

 

¿Taka-chan? Acaso le había dicho Taka-chan, ¿Quién se creía? Iba a replicar pero se vio interrumpido.

 

- Vamos no te hare nada.

 

Ruki extendió su mano con timidez tomando la de Akira estrechándola en un apretón, aun seguía con su ceño fruncido, sintiendo como en ese momento un escalofrió recorría su cuerpo y por un momento se quedó perplejo sin soltar la mano del rubio mientras este solo sonreía al ver su actitud.

 

- Vez como no pasó nada. - Akira al momento de hablar saco de sus pensamientos a Ruki que soltó su mano rápidamente.

 

- Akira mira como pusiste a Ruki… - se burlo Yuu – No juegues con él. Lo has puesto nervioso. –

 

- Pero Akira también lo está, mira. - dijo Shinji apuntando al rubio que efectivamente lo estaba justo con un leve rosa en sus mejillas.

 

- Pues como no si Takanori es muy mono. - dijo Yuu - Míralo nada mas así sonrojado lo es aún más. -

 

- Ya cállate Yuu. - dijo entre enojado y a la vez pena el rubio - yo no estoy nervioso. –

 

- Si, si, lo que tú digas… - rio Yutaka.

 

Gackt y Hyde solo reían ante lo que miraban.

 

Era más que obvio que el rubio estuviera nervioso o hasta sonrojado, aunque no lo quisiera reconocer las palabras y burlas de los otros dos siempre lo ocasionaban. Mientras que Kohara solo miraba con furia al más bajo del lugar, tragándoselo –literalmente- con la mirada ¿Por qué Akira se comportaba de esa manera? Porque nunca lo había hecho cuando estaban los dos junto. Ruki, por lo visto, había llegado solo a joderle la existencia. Frunció el ceño con enojo.

 

 

Notas finales:

y bien? 

espero les haya gustado...

bueno sobre lo de Akira y Kohara se arreglo en este capitulo... ya se dieron cuenta en este capitulo quien sera su parejita despues...

bueno esto lo digo porque me lo preguntaron en un reviews... 

y hablando de reviews muchas gracias por que recibi unos lindos 

que me levantan lo animos.

espero que este les haya gustado asi que me retiro.

cualquier comentario, aclaracion, pedido solo diganmelos siii

nos vemos

besos y gracias por leer...


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