-Sasuke, levanta de una vez! Si no te apresuras llegaremos tarde con Sakura-chan. Recuerda que dijo que era una doctora muy ocupada ¡Ora! Levántate de una vez!-
Por mucho que Naruto le gritara y golpeara, su cuerpo no iba a dejar de sentirse agotado. Ahora se arrepentía de jamás haberle tenido interés al sexo.
Si hubiera sido un chico normal, con intereses "sanos"; seguramente no tendría que estar pasando ahora por las llamadas "primeras experiencias".
-Ve tú solo...-
-Ni hablar! Eres tú el que quiere que haga esto, y Sakura-chan dijo que debíamos ir los dos.-
-Vale... ¿Qué maldita hora es que tienes tanto alboroto?...-
-Las diez.-
-¿¡Las diez! Porque demonios no me despertaste antes, usuratonkachi!-
-Ah si verdad! Es mas fácil echarme la culpa ¡Tengo una hora diciéndote que te levantes!-
Era tan típico escucharlos pelear por las mañanas, que a las personas les habría parecido extraño no escuchar los monumentales gritos de Naruto en el aire matutino.
Una vez que el Uchiha terminó rápidamente de vestirse, se dirigieron al hospital donde una malhumorada Sakura los estaba esperando.
-Llegan tarde!-
-No exageres.-
-Tan sólo fueron diez minutos ¡Y fue culpa del teme!-
-Fue TÚ culpa. A ti se te ocurrió practicar ayer, sabiendo que teníamos que hacer esto hoy.-
-¿¡Y cuál es el punto?-
-Que estoy demasiado cansado...aun...-
"practica"
Era la palabra clave que dejaba a Sakura en shock.
-Ya basta! Da igual, ya están aquí. Y los perdonaré sólo porque esto es un gran experimento.-
-...No lo digas así, Sakura-chan..Me sentí conejillo de indias...-
-La verdad, Naruto, eso es lo que eres. Pero no te deprimas! Es algo que podrás echarle en cara a Sasuke-kun por el resto de tus días! Y con pruebas de por medio.
Ahora, tirate ahí para inyectarte y ponte la bata mientras voy por tus "medicinas"-
Así pasó Naruto la tarde y, para desgracia de Sasuke, salió del hospital, a palabras suyas, con tanta hambre que se comería incluso a la bestia del Hachibi.
-Un pulpo vaca...Que buena combinación.-
Como desde el gran descubrimiento, la cuenta de la descomunal y exorbitante cena, corrió a bolsillo de Sasuke.
Quería vivir para ver a sus hijos crecer pero, a ese paso, tendría que irse a cumplir misiones de rango S para poder ganar dinero suficiente para mantener a Naruto.
Por la mañana, Naruto se vio con un enorme y rojo problema.
Sakura lo había obligado a permanecer en su jutsu para poder experimentar si su teoría de que, manipular la menstruación en Naruto era muy fácil. Y resultó que si.
Ella podía inducirla y detenerla cuando se le antojase. Aunque claro, a base de drogas, y para poder procrear debía mantener un periodo estable.
Sasuke agradeció haberlo obligado a dormir en un futón, o habrían tenido grandes problemas de haberse quedado en su cama.
Así, el rubio debió pasar un día entero sintiendo que debería estar pegado a la taza, con la necesidad de ponerse un pañal y olvidarse de todo.
Por ello tuvieron que ir a la tienda en busca de las llamadas "toallas femeninas".
Entonces el Uchiha cayó en la cuenta de que Sakura se había vuelto maléfica; pues había puesto una excusa estúpida y se había negado a acompañarlos.
Entonces compraron una variedad de productos que les eran totalmente desconocidos...
-Oye, teme...-
-... ¿qué?..-
-Dime por qué esta cosa tiene "esa" forma.-
-¿Cómo quieres que yo lo sepa? Tú eres la chica.-
-No estés jodiendo ¿¡Cómo rayos se supone que voy a saber cuál es mejor? ¿Con alas, sin alas, delgada, grande, qué? ¿¡Por qué rayos eso parece un corcho?-
-Deja de gritar! Pon uno de cada uno y vayámonos de aquí. Ya le preguntaras a alguien después.-
Estaba conciente de que, por alguna razón que no terminaba de comprender en realidad, Karin le profesaba cierto odio destructivo a Naruto.
Sin embargo, en aquella situación, no les quedó nadie más a quien preguntarle.
-Karin...-
-Dime, Sasuke-kun-
-Verás...Necesitamos que nos ayudes con algo.-
Aunque tampoco se esperaba que Karin fuese tan servicial.
Simplemente se había mostrado demasiado amable con el rubio cuando le explicaron la situación.
En definitiva, ninguno de los dos se hubiese imaginado que las mujeres la llevaran tan difícil.
Tener que meterse "eso" "ahí" tan sólo para poder ir a la playa si no querían verse expuestas.
-Esto no es muy diferente de un pañal.-
-Esa es la idea, Naruto-kun...Se supone que debe cumplir una función semejante a la de un pañal (Que, cuando necesites aprender a poner, puedes llamarme), Sólo que en un tamaño mas reducido.-
-Ahh...Vaya...-
Y era divertido ver la cara de confusión de su rubia amigo.
De verdad que Karin era todo un compendio de sabiduría cuando le venía en gana.
-Neh, Naruto...- Le hablaba mientras le corregía la forma correcta de colocar aquella "cosa" en la ropa interior adecuada.
-Qué?-
-Cuántos... ¿Cuántos hijos piensan tener?-
-No lo sé...Unos diez...-
-¿¡Diez?-
-Estoy jugando, estoy jugando.-Su forma tonta de hacer una broma, bien se merecía un par de golpes. Pero Karin aun intentaba salir de su sorpresa.-No tengo idea. Supongo que los que el teme quiera ¿Por qué?-
-Esa, Sakura..Ya te explicó al menos de qué va tener un parto?-
-Dijo que me lo explicaría cuando fuera necesario...-Se distraía con el pega fácil de una compresa que, en definitiva, se había arruinado.
-Supongo que está tratando de no asustarte..-
-¿Asustarme?-
-Nada, olvídalo.-
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