Sasuke se quedó mudo por unos minutos. Entonces pensó en 'algo' que Sakura le había dado. Se puso de pie y fue hasta donde su pantalón, regresando con un pequeño tubo en la mano.
-Si eso es lo que quieres... vas a tener que dejarme hacer algo que.. tal vez te incomode un poco...-
-... ¿va a doler?-
-No te voy a mentir. No tengo idea.-
-..¿Me tengo que transformar?-
-No. Tan sólo tienes que hacer lo que yo te diga. Si te molesta, pararé.-
Naruto se tumbó sobre la cama, tras una gran bocanada de aire. Como dándole la señal de que podía comenzar.
Sasuke se acercó y le bajó los bóxer.
-Dobla las rodillas, Naruto. No me preguntes qué voy a hacer, porque ni yo mismo estoy seguro. Levanta un poco la cadera...-
cuando el rubio estuvo acomodado, de manera que el azabache creía poder 'alcanzarlo', abrió el "regalo" que Sakura le dio y puso un poco sobre tres de sus dedos. Se acomodó bien sobre la cama, sostuvo una de las rodillas de Naruto y comenzó a introducir el primer dedo.
-Qué rayos...-
-te dije que no preguntaras...-
-Duele-
-Te va a doler más si te destransformas y vuelve a pasar lo mismo.-
Naruto se retorcía sobre la cama, sujetándose a la sabana, colocó una mano sobre el hombro de Sasuke. Cuando este introdujo el segundo dedo, le clavó las uñas en la piel.
Era una sensación sumamente extraña. Le dolía, le molestaba...Y, en algún momento, después de que Sasuke comenzó a moverse dentro suyo, empezó a sentirse bien. Realmente bien.
El azabache jugó un rato con su entrada, hasta que notó que empezó a ponerse duro.
-Naruto..Oie, Naruto.- Sacó sus dedos; cosa que al rubio le molestó un poco.
-¿Qué?-
-¿aún estando 'así' puedes transformarte?-
El susodicho abrió los ojos y se miró la entrepierna. Había quedado con un severo problema que iba en aumento.
-No tengo idea. Pero nada pierdo intentando ¿Ya terminaste?-
-eso creo ¿Ya no te dolía?-
-Parece que no.-
-Entonces si.-
-¿Y no podrías seguir hasta que yo quisiera?-
-Si no es un viaje de placer- El maldito usaba las palabras que él le había dicho la primera vez, en su contra.
-Bien...Lo intentaré.-
Aún tirado en la cama, intentando resignarse al dolor que le provocaba que lo hubiese dejado a medias, hizo los sellos, y una rubia despampanante apareció sobre el colchón.
-Parece que si pudiste.-
-No hables innecesariamente, y date prisa, que así como me dejaste, no sé cuánto dure esto.-
Le gustaba Naruto cuando ponía cara de sufrimiento.
Se quitó lo que le quedaba de ropa, se posicionó sobre ella, y le dio un beso rápido en los labios; a lo que la rubia se rió.
-Deja de jugar y haz tu trabajo, idiota.-
-Definitivamente, no tienes cualidades de mujer, verdad usuratonkachi.- Aunque debía admitir que lucía realmente sexy, tirada sobre la cama, un poco sudada, con la playera como única prenda, mal acomodada, dejando ver gran parte de sus atributos, y un poco agitada por la actividad previa.
Si, Naruto sabía como lucir sexy.
Comenzó metiéndole la mano bajo la playera, dándose su propio servicio.
Con los ruiditos desesperados de Naruto, pronto estuvo lo suficientemente duro como para animarse a entrar.
Se acomodó, dejo que la rubia se sostuviera a sus hombros, y comenzó a introducirse lentamente.
-Maldición! No hay forma de que no duela?-
-Te dije que era muy probable...que te doliera...También a las chicas..Les duele..-
-...Ya lo noté..-
Se sujetaba firmemente a la blanca piel, mientras algunas lágrimas salían de sus ojos cerrados.
Después de adaptarse, Sasuke empezó a moverse.
Salió despacio, como si le costara trabajo; y volvió a entrar de la misma manera.
-Relájate.- Para él resultaba satisfactorio cualquier movimiento. Incluso el sentir como Naruto se aferraba salvajemente a sus hombros, le producía un leve placer.
Sin embargo, a la rubia aun le dolía; sentía como algo se rompía en su interior y, aunque la punzada era ligera, e iba desapareciendo con el movimiento armónico del cuerpo del azabache; Naruto no pudo soportarlo mucho.
Entre el dolor y la excitación, cuando Sasuke dio como la quinta embestida, el jutsu desapareció.
Pero esta vez, el Uchiha había quedado, totalmente dentro.
-¡No te muevas!- Le había gritado Naruto después de verle la clara intención de salirse de inmediato.
-..Lo volviste a...-
-Si ya sé, pero no..te muevas..-
-Estas..loco. No puedo..quedarme así...aprietas demasiado...-
-Pues lo siento. Pero si te mueves..en este momento..va a dolerme más. Así que...no, te muevas...-
Aún contra sus instintos, el azabache se quedó quieto, sintiendo como le estrujaba, aun mas que anteriormente. Tenía unas ganas incontrolables de seguir embistiendo sin detenerse hasta que todo terminara.
Sentía como el dolor iba cediendo, haciendo que todo el cuerpo se le entumiera. No podía sentir su trasero, Y Sasuke comenzó a moverse despacio, talvez sin siquiera darse cuenta, pero manteniendo los ojos cerrados, con una expresión de 'abstinencia' en la cara.
Cuando comenzó a moverse, una oleada le invadió.
-Teme...-
-...¿Qué?..- Era él el que se sostenía ahora de los hombros de Naruto.
-Continúa...-
-¿Qué?-Abrió los ojos, mirándole directamente de frente, tan sólo para toparse con una ligera sonrisa, enmarcada en una mueca de dolor.
-Que te muevas...Es, frustrante..quedarse..a medias...-
Sasuke sonrió, y de nuevo comenzó a moverse.
Salía despacio, haciendo gemir de alivio al rubio; y volvía a entrar sin miramientos, haciéndolo retorcerse de desesperación.
Naruto daba pequeños saltos sobre la cama, amoldándose al cuerpo de Sasuke que lo sostenía por la cadera, moviéndose rítmicamente.
Salía y entraba, cada vez más y más rápido, más fuerte, más profundo. Con un aire de desesperación, sin darle tiempo al rubio ni siquiera de respirar; tan sólo gritaba, gemía, jadeaba; y ano sabía si de dolor, de placer, o de frustración.
Quería que aquello terminara rápido, como una explosión; pero quería seguir prolongándolo hasta que él el cuerpo ya no le respondiera.
Y entre aquella contradicción, sintiendo que los pulmones les colapsarían, el Uzumaki se vino, contrayendo el cuerpo, casi colgándose del pálido cuello de Sasuke, contrayendo su entrada, haciendo que el Uchiha entrara en un colapso de desesperación, embistiendo indiscriminadamente, para terminar dentro de Naruto.
Cuando todo hubo terminado, y sus cuerpos estaban acalambrados, al borde de trabarse con el más minino movimiento; el Uchiha se dejó caer pesadamente sobre el casi muerto cuerpo de Naruto.
Y ahí, tratando de acompasar la respiración, se quedaron dormidos sin remedio.
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