En la base de la mafia cerca del monte Fuji. Tezuka y Syuusuke, se encontraban pensando en un plan malvado que les ayudase poder vengarse de Atobe. Ambos llevaban mas de una semana tratando de tener alguna idea vengativa, sin embargo a pesar de sus grandes esfuerzos a ninguno de los dos se les podía ocurrí ese pensamiento maléfico.
El de lentes se encontraba leyendo un libro sobre pensamientos sádicos hasta que leyó la siguiente frase "Sin venganza no hay paz", la cual logro que él se prendiera su foco y sonriera con sadismo. Tezuka dejó el libro sobre la mesa y fue a buscar a Fuji, quien había salido a tomar un poco aire fresco ya que se encontraba sofocado en su oficina.
Fuji al ver a Tezuka correr hacia donde el estaba, lo hizo suponer que él ya tenia una idea sádica en mente, logrando que el ojiazul sonriera de la misma manera. Syuusuke esperó que el de lentes llegara a su lado para después ir juntos a la oficina para conversar sobre esta idea con tranquilidad y sin interrupciones.
Luego que rubio llegara a su lado, comenzaron a caminar en silencio hasta que llegaron a la agencia para sentarse en sus respectivas sillas. Fuji miraba a Tezuka fijamente y con algo de ansiedad, se moría de ganas por escuchar aquel plan maligno, mientras que el otro tomaba aire para poder hablar con fuerza y claridad en sus palabras.
- ¿Cuál es tu idea?- pregunta Fuji con intriga.
- Que vayamos a casa de ese sujeto disfrazados como ladrones, al estar dentro, lo busquemos hasta que lo encontremos, lo amarramos y azotamos hasta que suplique por su vida y luego llamamos a la policía para que se lo lleve a prisión- relata Tezuka su idea con un toque de sadismo.
- ¿Qué te pareció?- cuestiona el de lentes con curiosidad
- Excelente y nunca imaginé que alguien tan serio como tu podría tener una idea tan sádica como esa- menciona Fuji sonriendo con una sonrisa verdadera.
- Ni yo- lo enuncia de forma cortante.
- Bueno, ¿que te parece si vamos con tu idea a la otra base de la mafia?- manifiesta el ojiazul parándose de la silla.
- Bien, además ellos también quieren vengarse de el sobre todo Sanada- mirando seriamente a los ojos del otro.
- ¿Por qué quiere vengarse?- pregunta el castaño confundido.
- Muertes de dos seres queridos- baja la mirada y mira el suelo.
- Ya veo, ¿nos vamos?- cuestiona Fuji mirando a Tezuka fijamente quien levanta su mirada y dice que si con la cabeza.
Y así, salen de la oficina hacia el estacionamiento para subirse a uno de los autos y parten rumbo hacia la otra base la mafia. Mientras en aquel lugar, Sanada y Yukimura se encontraban pensado en un plan para cobrar toda su ira en contra de Atobe.
Sin embargo, al que se le ocurrió la idea no fue Yukimura si no a Sanada.
- Ya tengo una idea- dice Sanada con seriedad pero a la vez con una pisca de alegría.
- Pues dímela- menciona Seiichi sin mucho ánimo ya que estaba más aburrido que un chiste sin sentido.
- Que vallamos a casa de ese bastardo, nos infiltremos en su casa y le apuntemos con un arma en la cabeza hasta que rugue por su vida y te devuelva a tu hermana, luego de tenerla contigo llamamos a la policía y se lo lleven preso, ¿Qué te pareció?- cuenta su plan con un aire de cuenta cuentos que ni el se lo creía.
- Bien pero yo preferiría golpearlo hasta matarlo- declara Yukimura con una mirada tenebrosa y una sonrisa sádica.
- Lo se, pero si lo haces así, irías preso - dice el moreno seriamente a la vez que niega con la cabeza.
- Lo se, oye salgamos de aquí, necesito aire- se para de la silla y abre la puerta.
- Si yo también- comenta Sanada haciendo el mismo acto que su compañero y ambos salen del lugar en silencio.
Al salir de su despacho, comienzan a caminar hacia el estacionamiento pero ambos se detienen su paso, al ver que uno auto que nunca habían visto acaba de entrar sin autorización previa. Este vehículo se detiene y estaciona en frente de ellos; se abren las puertas y de ellas salen Tezuka y Fuji.
Después que los vieron bajarse del auto, Sanada y Yukimura se acercan a ellos a saludarlos e invitarlos a su oficina ya que los cuatro tenían mucho que platicar y una venganza en común que planear. Luego de aquel saludo, el cuarteto comenzó a caminar hacia el despacho donde se sientan cómodamente y esperan que uno de ellos comience la plática.
- ¿A que debo su visita Fuji-san?- cuestiona Yukimura con desconfianza e intriga.
- He venido a que nos juntemos, para una buena causa- sonriendo con su típica sonrisa.
- ¿Cuál seria?- pregunta Seiichi con cautela pero con algo de interés en el asunto.
- Vengarnos de Atobe- dice Fuji abriendo sus donde hay dolor y rabia.
- ¿Esta seguro?- interroga con algo de mas confianza pero no era la suficiente.
- Completamente, además todos sabemos perfectamente que ese sujeto ha jugado con nosotros como quiere, nos quita a seres queridos matándolos o raptándolos o ¿me equivoco?- relata el ojiazul mirando a los ojos de los otros tres.
- Pues no- dicen los de Osaka al mismo tiempo.
- Entonces ahora debemos crear un plan para hacer sufrir a ese tipo y mandarlo a la cárcel- menciona el ojiazul con sadismo a la vez que golpea la mesa.
- Espero un minuto Fuji-san, ¿Cómo sabré si usted esta con nosotros y no es un espía de Atobe?- consulta el peliazul con algo de sospecha hacia el castaño.
- No lo soy, por que el tiene secuestrada a mi familia y usted Yukimura-san?- responde Fuji con seriedad.
- Ese monstruo tiene secuestrada a mi hermana menor y tu Tezuka?- dice Seiichi con odio en su mirada.
- Mato a mi mejor amigo y todos sabemos el motivo de Sanada- menciona el de lentes con dolor y ira en su mirada.
- Yo no- interrumpe el castaño con intriga.
- Mato a mi novia y a mi hijo que estaba en su vientre- cuenta el moreno con una mirar lleno de rencor.
- Ve Yukimura-san todos le tenemos odio a ese sujeto y los cuatro queremos vengarnos de el - mirando con seriedad al mencionado, este no dice nada solo asiente con la cabeza.
- ¿Cuál es su plan?- interroga Sanada a la pareja de Tokio.
- Que vayamos a casa de ese sujeto, disfrazados como ladrones, al estar dentro, lo busquemos hasta que lo encontremos, lo amarramos y azotamos hasta que suplique por su vida y luego llamamos a la policía para que se lo lleve a prisión y ¿el suyo?- lo relata el mismo creador con sadismo en cada una de sus palabras.
- Que vallamos a casa de ese bastardo, nos infiltremos en su casa y le apuntemos con un arma en la cabeza hasta que rugue por su vida y te devuelva a la hermana de Yukimura-san, luego de tenerla consigo llamaremos a la policía y se lo lleve a la cárcel- lo cuenta Genichirou con sadismo pero a la vez con odio.
- Son muy parecidos - dice Yukimura sacando una conclusión después de haber escuchado ambos planes.
- Si mucho pero podemos tomar algo de cada uno y crear uno solo- menciona Fuji haciendo su típica pose de tensai.
- Estoy de acuerdo con Fuji-san- comenta Sanada cruzándose de brazos.
- Primero que nada es entrar en esa casa - dice Tezuka de forma rápida y precisa.
- Segundo buscar a ese maldito, si no despertar sospechas, eso será duro ya que tiene muchos sirvientes cuidándole las espaldas, como si fuera la reina de Inglaterra - menciona el ojiazul después de recodar como era la mansión de Atobe.
- Que insoportable- dicen los otros tres al mismo tiempo.
- Si, bueno el tercero es encontrarlo y dormirlo con una droga especial - propone el peliazul con una sonrisa mas malvada que sádica.
- Cuarto amárralo, esperar que se despierte para después golpearlo hasta cansaros y que nos devuelva lo que nos debe a cada uno - anuncia Sanada a la vez que le pega a la mesa con uno de sus puños y los otros tres le quedan mirando y niegan con la cabeza.
- Y por ultimo llamar a la policía para que se lo lleve a prisión -sonriendo con su típica sonrisa.
- ¿Qué les parece este plan?- pregunta Yukimura en general.
- Muy bien- dicen los tres a la vez.
- De acuerdo entonces esto lo llevaremos a cabo la próxima semana, ¿alguna objeción?- menciona con una mirada que dice que si dicen que si, los mato a los tres, al ver eso en aquellos ojos crueles los otros tres negaron con la cabeza sin ni siquiera pensarlo dos veces.
- Perfecto, entonces nosotros nos vamos - dice Fuji con una sonrisa nerviosa a la vez que se para de la silla y abre la puerta.
- Nos veremos en una semana - dicen al mismo tiempo la pareja de Osaka.
- Adiós
Luego que Tezuka y Fuji se despedirán de sus nuevos amigos, se subieron a su auto y se fueron a su base en silenció. Dado que cada uno se imaginaba como seria su venganza cuando se llevase a cabo ya que cuando eso ocurra muchas vidas inocentes podrán descansar en paz.