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Amor encubierto II por Mitsusuke19

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Notas del capitulo:

los personajes de pot no son mios sino son de konomi-san

 

Después de que los policías apresaran a Atobe, lo llevaron a la clínica militar de Tokio, en donde lo curaron y vendaron las heridas que tenia en su espalda y el resto de su cuerpo. Luego, lo llevaron a la jefatura de policía para tomarle fotos, huella digital y declaraciones. Lo enceraron en prisión preventiva hasta el día de su juicio.      

Mientras tanto, los cuatro héroes, se despiden entre ellos; cada uno debía cumplir una misión muy importante y personal: reencontrarse con sus familias después de seis largos años de estar lejos de sus antiguos hogares.   

------------------Tezuka-------------------

Tezuka salió de la mansión de Atobe hacia la casa de sus padres, sin embargo, él no tomó ninguna clase de locomoción dado que prefirió caminar todo el trayecto. Necesitaba pensar en la forma de explicarle a su tradicional familia, la razón de su huida hace seis años atrás. Luego, de caminar por casi cuatro horas, había llegado a su antiguo hogar; tomó aire muy profundamente y entra en el. Al ingresar adentro de su casa, caminó hacia la sala donde vio a su madre, la cual al mirarlo frente a ella, no puedo evitar ponerse llorar, pararse y correr abrazar a su pequeño.

Kunimitsu responde el gesto con fuerza, se quedaron así por varios minutos hasta que llega su padre quien también se emociona al ver su único hijo de vuelta en su hogar; provocando que el igualmente se acercara a ellos y los abrazara. Al terminar con aquel tan largo ademán de cariño, los tres se sentaron en distintos sillones de la sala a conversar sobre el tema en cuestión.

-      ¿Por qué huiste de la casa?- Cuestiona su padre con mucha intriga, por saber el motivo que provoco que su hijo se fuera.

-      Por que tuve que vengar la muerte de Lian- Serio.

-      Deja de bromear- dice su madre, soltando una risa estruendosa.

-      No, madre. En verdad el, fue asesinado- Mas serio que antes.

-      ¿Cómo murió?- Pregunta al hombre de la casa con preocupación.

-      Lo mato el Jefe de la mafia- menciona Tezuka con una mirada aun llena de rencor por la muerte de su amigo ya que a pesar de que se vengaron del susodicho, eso no traería a su mejor amigo a la vida.

-      ¿Cómo supiste?- duda su madre con curiosidad.

-      Lo estuve investigando por mas de tres años- anuncia Tezuka mas serio que antes pero con un pequeño temor en su mirada.

-      ¿Lo espiaste?- preguntan sus padres al mismo tiempo y el de lentes asiente con su cabeza.

-      ¿Cómo pudiste hacer eso?, si no tenias los implementos adecuados- Cuestiona su papá sorprendido ante las palabras de su primogénito.    

-      Me los conseguí - dice Tezuka en forma cortante para terminar rápido con esta tensa conversación

-      ¿Cómo? - Pregunta su mamá con más curiosidad.

-      Me hice policía y el departamento de la PDI, me los presto las herramientas para hacerlo - menciona el de lentes a la vez que mira a sus padres a los ojos con miedo para ver cual seria la reacción de estos ante tal noticia.

-      Entiendo, permiso - se retira su padre y se va a su habitación ya que no le podía ver de nuevo la cara de su hijo después de escuchar eso, dado que siente que su único descendiente lo vía deshonrado al convertirse en policía.

-      Me alegra que la muerte de Lian-kun, allá sido vengada- comenta su madre a la vez que pone su mano en el hombro de su hijo y este asiente con la cabeza.

-      No te preocupes hijo ya se le pasara- dice su mamá con una sonrisa tranquilizadora.

-      Si, madre con su permiso, me iré a descansar- hace una reverencia y se retira de la sala.

-      Ve- habla su madre y ella se vuelve a sentar en la sala.

Tezuka se va su cuarto, se cambia de ropa, se tira en su cama y se queda profundamente dormido dado que estaba se encontraba agotado tanto físicamente como psicológicamente.

------------------Fuji-------------------

Fuji también se fue caminando hacia su casa tranquilamente, con una sonrisa en su rostro, ya que volvería a ver a su familia liberada de las garras de Atobe. Luego de haber caminado por mas de tres horas, llego a la puerta de su hogar, ingreso en el y corrió como un niño perdido a abrazar a su madre, quien lo abrazo muy cariñosamente.

Dos minutos después llegan los hermanos y el padre del recién llegado quienes también lo abrazan. Luego de aquel rico abrazo familiar, todos se sientan en la sala de estar, para saber como el ojiazul pudo salir de ese infierno llamado mafia.  

-      ¿Cómo lograste liberarnos y liberarte hijo?-  cuestiona su padre lleno de curiosidad por saber tales datos.

-      Con la ayuda de unos amigos que también sufrieron injusticias en las garras de ese desgraciado. Nos juntamos y vengamos lo perdido por él- cuenta Fuji con una sonrisa, la cual no se borraría por mucho tiempo.

-      ¿El sigue libre?- pregunta su hermana con temor.

-      No, esta preso - dice el castaño con tranquilidad, como si estuviera en un sitio lleno de paz y armonía.

-      Que alivio - menciona toda su familia a la vez.

-      Mi amor, ¿tienes hambre?- duda su madre con curiosidad maternal.

-      Si y mucha - sonríe y se toca el estomago, el cual no deja de rugir como un león enjaulado.

-      Entonces vamos todos a comer- dice su mamá a la vez que se de vuelta para volver a la cocina.

-      Si, mama - dicen los tres hijos al mismo tiempo que se paran de la sala.

-      Si, querida - menciona el hombre de la casa quien hace la misma acción que sus hijos y se va al comedor.

Y  así Fuji se sienta a la mesa para comer la deliciosa comida de su madre en compañía de su familia. Después de aquello, tomaría un descanso, ya que estaba rendido de todo y solo quería dormir tranquilamente como antes que todo esto pasara.

------------------Sanada-------------------

Sanada se fue caminando solo hacia la estación de trenes donde compra un pasaje para su ciudad natal, lo recibe y se va sentar a esperar que el tren llegue para ir a su destino. Pasó una hora para que el pelinegro pudiera subir al ferrocarril, el que partió veinte minutos después. El viaje fue tranquilo hasta que el transporte se detuvo en la estación de Kanagawa, donde desciende y comienza a caminar hacia su casa.

Al llegar a su hogar, entró en ella sigilosamente, pero un fuerte abrazo de su madre detuvo su caminar, Sanada se gira para responder aquel gesto. Al soltarse, recibió los abrazos del resto de casi toda su familia. Sin embargo, los ademanes de cariño se vieron interrumpidos por su padre quien lo miraba con una seriedad profunda y con una mirada que pone los pelos de punta a cualquier ser humano.

-      ¿Dónde rallos, te habías metido?- Pregunta su padre molesto.

-      Fui a Tokio - contesta Sanada con temor a que su papá le pegara.

-      ¿A que fuiste?- cuestiona su padre con intriga sin quitar su mirada de seriedad hacia su segundo hijo.

-      Hacerme policía- dice el pelinegro mirando el techo como punto fijo para no caer en el temor y la desesperación y pueda cometer alguna locura de la que se arrepintiese por el resto de su vida.

-      ¿Por qué te convertiste en esa bajeza?- pregunta su padre mas molesto que antes, casi furioso.

-      Por que un mafioso mato a mi novia- menciona serio Sanada, mirando nuevamente a su papa fijamente.

-      ¿Te vengaste?- cuestiona su padre con intriga y su hijo le responde asistiendo con su cabeza.

-      ¿Lo mataste?- pregunta su papá con sadismo.

-      No, pero si lo torture- serio y con miedo, al saber que el hombre que le dio la vida lo dejaría para ir al hospital sin escalas.

-      Eres una deshonora para lo Sanada, vete de mi vista - dice su padre en forma de orden y le da la espalada a su hijo.

El pelinegro sólo baja la cabeza y se va a su recamara. Se tira en su cama a llorar en silencio por lo cruel que había sido su padre con él. Su llanto cesó por quedarse profundamente dormido, estaba cansado de todo lo que había tocado vivir en estos años.

-----------------Yukimura-------------------

Seiichi se quedó ahí esperando que saliera su hermanita. Cuando ella salió y lo vio, no pudieron evitar derramar lagrimas y abrazarse tan fuerte como si sus vidas dependieran de ello. Al soltarse, se tomaron de las manos y salieron de la mansión de Atobe hacia la estación de ferrocarriles para tomar un tren que los llevase a Kanagawa.

Al llegar a su destino, caminaron tranquilamente hasta llegar a su casa, donde los recibieron con abrazos, lágrimas de alegría y besos por parte de sus padres y su abuela. Al terminar con los abrazos cada uno se retiró a su habitación, los hermanos estaban tan cansados que no quisieron hablar del tema y mucho menos comer, sólo querían dormir y eso fue lo que hicieron.

Pero, esta historia de estos dos policías y estos dos mafiosos aun no termina

 

Continuara 

 

Notas finales:

espero que les guste 

cuidenese

nos vemos

adios


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