Capitulo 11 Miedo, desolación y sufrimiento
Después de su encuentro con Himiko. Mido se apresuro y llego a la fortaleza ilimitada y de allí apresuro sus pasos al departamento de Kazuki.
-Tengo que hablar con El.
-Tengo que hablar con El. Se decia mientras subia velozmente aquella escalera que iba a directamente a la residencia del maestro de los hilos.
Al llegar y abrir la puerta respiro tres veces, para asegurarse de estar relajado y poder hablar con calma, es difícil llegar con tu pareja y decirle...Lo siento ya me di cuenta que soy el idiota mas grande del mundo.
Voy a reconquistar a Ginji. (Reconquistar se escucho heroico) Gracias por participar.
Al entrar al departamento el delicioso aroma a te de naranja, reinaba en el ambiente.
-Ah huele delicioso, Ginji nunca me recibiría con algo tan delicioso. Pensó mientas se dirigía a la recamara.
Giro el picaporte y abrió la puerta. Lo primero con lo que se encontró fue la maravillosa y sensual imagen de su Kazuki semidesnudo solo cubierto por ese kimono de seda rojo decorado con pagodas doradas y flores de cerezo.
La tela resbalaba sutilmente como si estuviera entrenada para aumentar su erotismo.
Se iba deslizando lenta y sensualmente por ese par de hombros maravillosos, perfectos, exquisitos que se antojaba acariciar, besar, morder.
-Rayos es hermoso se dijo para si en un susurro mientras permanecía estático como encantado observando la maravillosa visión.
La luz de la lámpara del tocador, hacia resplandecer la Nivea piel del maestro de los hilos.
Kazuki ausente de los pensamientos de Mido se cepillaba su larga y sedosa cabellera, agitándola como bandera de vez en cuando para que se acomodara sola.
Al hacerlo las feromonas en el joven perfumaban el ambiente con un olor a jazmín y naranja.
Mido aspiro el aroma y termino encantado, solo deseaba abrazar y poseer a tan hermoso joven.
Su mente se perdió por completo y no volvió a recordar al menos esa noche cortar su relación con Kazuki.
Esa noche Mido y Kazuki hicieron apasionadamente el amor tal y como ambos lo disfrutaban fuerte, ardiente y lleno de besos.
Habían pasado una semana aproximadamente en el que el rubio, había mejorado drásticamente con los cuidados de su medico personal.
Ese día el rubio sabía que después de las siete de la noche su amado iría como cada miércoles a visitarle a la cafetería y se quedarían platicando hasta que Paúl cerrara.
Amano estaba muy emocionado por la cita de ese día. Y había planeado darle una sorpresa.
Sabía que a Jubei le encantaban los bombones de chocolate, rellenos de cereza o de licor.
Y pidió permiso para ir a una confitería que no quedaba muy lejos e ir a comprar una caja.
-Había comprado la caja mediana con un cuarto de kilo. Y la Señorita pensando que era para la novia del chico, emocionada por el lindo detalle se esmero en envolver con papel dorado y al final un hermoso listón de color rojo.
-Espero que le guste mi regalo a Jubei, el es siempre tan lindo conmigo, siempre me trae algún regalito, me manda mensajes, me habla, merece estos chocolates y mucho mas. Iba pensando el chico emocionado con la caja bajo el brazo, cuando se percato que como siempre se había terminado perdiendo.
-Rayos!
-Me perdí.
-Es para allá o para allá? Se preguntaba, intentando decidirse por un camino mientras se rascaba la cabeza, como si en esa forma iba a deducir más rápido.
Después miro hacia el cielo y al reloj que se encontraba decorando la iglesia que estaba al cruzar la calle.
-Seis y media!
-Me tengo que apurar. Y tomo el primer camino, por que era el más cercano.
En su camino se topo con un callejón sin salida.
- Rayos!
- Se hace tarde me tengo que regresar. Se dijo para si.
Cuando una voz conocida le hizo volver en si.
-Vaya vaya, vaya!
- Que agradable sorpresa!
- Hoy debe ser mi día de suerte.
- No piensas lo mismo mi Querido Ginji?
El chico al reconocer la voz trago duro y empezó a temblar. Y a sudar a chorros.
-Sorpresa si.....Agradable no...Esta frase se la dijo para si mismo.
Akabane empezó a caminar en dirección al menor que por unos minutos sentía que se encontraba sembrado al piso. Sus piernas se negaban a moverse. Hasta que por fin lo logro. Pero era un callejón sin salida. Y estaba atrapado.
Kuroudo levanto la cara del menor por el mentón, mientras le sonreía. Aunque para el chico no era para sonreír era peor que una película de terror.
- Es un gusto verte Ginji.
- Señor Akabane....Que haces aquí?
-El destino nos permitió estar aquí juntos.
-Muy juntos Ginji.
-Señor Akabane...Alcanzo a decir, para después volver a tragar duro.
- Se me hace tarde Señor Akabane, seria tan amable de dejarme pasar. Externo Chibi Ginji.
-Ya te quieres ir Ginji?
-El que no quieras pasar un rato a mi lado me hace sentir triste.
El tono de voz tan frío por parte del transportista le Congelo la sangre al rubio.
-Además tú sabes que cuando algo deja de divertirme, me puedo volver muy peligroso.
-Sr. Akabane....Yo no quiero que Usted se moleste. Externo el rubio preocupado, con ambas manos afrente a su cuerpo, como barrera para que no se acercara más.
-Ginji...Externo Kuroudo en un susurro.
Saco de su mano de mano derecha tres brillantes escalpelos y empezó a recorrer la cara del rubio por su mejilla derecha, para después ir bajando por su mentón por el cuello resbalando por su cuello lentamente, hasta llegar a la base de mismo y fijar su mirada en el cuello de su playera.
Cuando lo hizo desvío su mirada para encontrarse directamente con los de su victima el cual estaba sudando frío y su mirada mostraba terror. Después del encuentro visual, el transportista mostró una mueca que parecía una sonrisa en su rostro y se escucho el ruido que hace la tela al ser rasgada.
- Por favor no lo haga.
Como respuesta solo se encontró con la mirada de Kuroudo que denotaba perversión y victoria.
-No debía hablar. Se dijo para si el rubio y golpeo su cabeza contra la pared en recriminación hacia su estupidez.
Kuroudo continúo deslizando el escalpelo rasgando la tela hasta la altura del ombligo.
-UPS!
- Lo lamento. Comento el transportista en un tono que dio la apariencia de broma.
Y de la herida en el pecho del joven brotaba un hilo de sangre y se agacho para lamerlo.
El rubio al sentir la húmeda lengua de Akabane, sintió su corazón acelerarse.
-Ay dios! El chico se conocía y sabía que ante el sexo era débil, bastante débil.
-Por favor Señor Akabane déjeme ir, se lo suplico. Externo armándose de una fuerza que le costaba sacar. Empujándolo con ambas manos, para alejarlo de cuerpo.
El joven golpeo al transportista alejándose unos dos metros de El.
Amano sabia que, esa distancia no era suficiente tendría que enfrentarlo, así que se giro para golpearlo con todas su fuerzas, pero Kuroudo no solo esquivo el golpe, de un rápido movimiento quedo exactamente atrás del joven.
Y le tomo desprevenido atrapándolo manteniéndole a raya quedando con uno de sus escalpelos justo a la altura del menor. Mientras le susurraba al oído.
- Mi querido Ginji....El problema para ti es que me gustas y mucho.
-Pero no te preocupes no te voy a violar en este momento, ni aquí.
El rubio exhalo un suspiro de alivio.
-Vas a ser Mio en mi casa. Y saco de su abrigo un pañuelo empapado en una sustancia volátil, que se uso a principios del siglo pasado para anestesiar en el proceso quirúrgico. Se lo coloco en la boca y nariz al joven que empezó a luchar pero la fuerza del mayor le impidió zafarse de El y termino perdiendo el conocimiento.
Al desvanecerse, el transportista lo tomo en sus brazos mientras una mirada de triunfo se reflejaba en su rostro. Y empezó a abandonar el callejón.
-Querido Ginji, hoy tendrás dos opciones o será la mejor noche de tu vida o tu peor pesadilla. Le decía mientras avanzaba.
-Se puede saber a donde vas pervertido. Una voz a sus espaldas le hizo pararse en seco y girar el rostro para enfrentar a quien le retaba,
-Vaya, vaya, vaya veo que esta noche quieres formar parte de mi diversión Ban Mido.
- Con Ginji me divertiré violándolo y marcando su piel. Pero contigo Mido la diversión será mayor. No solo serás Mio, además te rebanare en pedazos.
-Tú serás el que será dividido en pedazos, maldito Jackal.
- Deja a Ginji y enfréntate conmigo....O quieres que te despedace con mi fuerza?
-Eres divertido Ban Mido, nunca pensé que tuvieras sentido del humor. Externo mientras su mirada reflejaba odio y lujuria.
El transportista deposito al rubio inconciente sobre el suelo de la calle y se lanzo en una carrera contra el recuperador mientras lanzaba una lluvia de escalpelos hacia El.
-Lluvia sangrienta.
Mido con su acostumbrada velocidad inimaginable fue capaz de pasar entre los escalpelos, sin recibir ni un rasguño.
Llego de inmediato contra Kuroudo y le desgarro parte del hombro con su fuerza de agarre.
El transportista disfruto el dolor del desgarre. Sin embargo tampoco iba a morir por un chico, cuando tenía un trabajo.
Agradeció la diversión y se marcho.
Ban al notar que el transportista se retiraba, corrió hacia al lado de su ex pareja. Se puso a su nivel y lo levanto un poco del suelo sosteniéndolo en su brazos.
-Ginji
-Ginji!
-Ginji!
-Despierta! Al principio le grito, como no reacciono empezó a cachetearlo.
El menor entre abrió ambos ojos, con la vista desenfocada.
-Ginji. Externo en un susurro sonriéndole.
El rubio completamente adormilado. Confundido.- Jubei?.......
-JUBEI!! Es lo único que se te ocurre decir
-En lugar de decir Gracias Ban....Te amo....Eres el amor de mi vida.
-Idiota debí dejar que te llevara el Jackal.
Mido continuo gritando, gesticulando y manoteando. Pero el chico una vez más cayo en un profundo sueño y nunca lo noto.
-Maldito Ginji...Yo rescatándolo y el recordando al fantoche de las agujas.
Mido cargo sobre sus espaldas al chico que seguía durmiendo.
Y se lo llevo mientras iba aun cuestionándose por que el Idiota había mencionado a Jubei.
Lo subió al auto, con un poco de trabajo, por que el chico no cooperaba.
Una vez en el auto.
-A donde lo llevo?
-Tiene toda la playera rasgada, y una cortada superficial en el pecho, no es gran cosa.... Se puede curar.
- Si lo llevo al Honky Tonk....Puedo encontrarme con el mal nacido De Jubei....Y eso @#&% ...
-Mejor me lo llevo a un hotel, allí le puedo curar y vendar....y una que otra cosa....
Mido emprendió el camino hacia un motel. Porque el rubio no era equipaje y se vería extraño que lo subieran a una carretilla. O que los subir al cuarto lo tuviera q llevar sobre la espalda.
Así que la opción de un cuarto en un motel era lo mejor.
Llego y saco al rubio del cuarto y lo acostó sobre la cama.
Estaba bastante oscuro para su gusto.
Vio el menú de películas y ofrecían aparte de las películas tradicionales, algunas XXX.
-Mmm... este lugar, es un nidito de amor. Se dijo para si mientras se reía.
-Que buen lugar para ti Ginji. Externo rodando la vista hacia el chico.
Mido se sentó al borde de la cama le retiro el calzado, dejando las medias, para que estuviera mas cómodo y acto seguido le acaricio el cabello.
Después le acaricio el rostro y se quedo jugueteando con los labios del chico, recorriéndolos con dos dedos de su mano derecha.
-Ah Ginji....Me encantas!
Después bajo su mano por el pecho y la herida de unos cuarenta centímetros la recorrió con el dedo índice, manchándolo de sangre.
-Akabane se estaba divirtiendo contigo Ginji. Externo hacia el rubio, aunque el otro no le oyera.
Tomo material de curación y empezó a desinfectar. Al contacto con la piel, el ardor le hizo emitió un pequeño quejido.
-Mnn... Entonces no estas tan dormido como pensé Ginji.
-Esto empieza a ponerse bueno, el pequeño idiota y Yo en un cuarto de motel.
Mido dejo de curar la piel lastimada y regreso a poner su atención sobre la cara y labios del menor.
Se aproximo ye le dio un beso, mordiendo el labio inferior para obligarle a abrir la boca y responder al beso. El beso fue prologado, por lo que el rubio empezó a quedarse sin aire.
Lo cual le obligo a reaccionar.
Una vez mas entreabrió los ojos, al principio la visión era borrosa y la mortecina luz no ayudaba mucho. Sin embargo poco a poco se le fue aclarando. Hasta reconocer el rostro de Ban Mido.
-Ban?
-Que estas haciendo aquí en mi cuarto?
-Este no es tu cuarto pequeño Idiota. Externo con un tono suave y a la voz calida, como quien se ríe de una broma.
-EN DONDE ESTOY? Pregunto con un tono que reflejaba ansiedad.
-Ginji no recuerdas que te encontraste con Akabane?
-Si lo recuerdo.
-Bueno el muy bastardo te puso a dormir. Yo lo enfrente y te rescate y te traje a este lugar para poder curarte la herida. Externo Mido con un tono heroico.
-Y por que no me llevaste al Honky Tonk?
-Jubei me pudo haber curado. Ahora debe de estar preocupado por mi.
-Ginji deja de hablar del maldito, mal nacido del fantoche de las agujas.
-Y agradéceme que Yo te salve.
-Gracias Ban, pero .....Jubei debe de estar muy preocupado por mi, es tarde.
-Ginji si vuelves a mencionar a ese bastardo, te mato y no estoy bromeando. El tono del poseedor del Jagan era amenazante. Además de que tomo el cuello del joven sobre la traquea con su mano derecha firmemente.
El rubio comprendió que debía cerrar la boca. En realidad estaba en peligro?
Después de unos minutos de un pesado silencio el rubio volvió a tomar la palabra.
-Ban por que me trajiste? Pregunto con calma, evitando enfurecer a Mido.
-Por que te quiero Ginji, sigo amándote y necesito otra oportunidad.
El rubio bajo la cara para ocultar la mirada.-Ban tú sabes que Yo te ame demasiado. Pero tú te encargaste de matar lo que sentía.
-Lo se y lo siento.
-Estoy dispuesto a cambiar por ti Ginji y dejar a Kazuki. Y regresar contigo Ginji.
-Ban no puedo.....Yo tengo a Ju...
-TE DIJE QUE NO VOLVIERAS A MENCIONAR SU NOMBRE!
-Lo siento Ban...Yo..
-Vamos a olvidarnos del fantoche de las agujas. Mido se inclino hacia el rubio y lo intento besar.
El menor desvío la cara, lo que hizo que Mido se enfureciera aun mas. Tomo con su mano derecha la cara del menor por el mentón y lo beso con furia y pasión y deseo, mordiendo los labios del joven. Ocasionando una herida y empezó a escurrir un hilo de sangre.
El dolor hizo que abriera la boca, y Mido invadió la cavidad del chico.
Amano se sentía miserable. Intento quitarse a Mido de encima y lo empujo tan fuerte como pudo. Logro derribar a Mido.
Se levanto lo mas rápido que puedo, pero un mareo le hizo perder el equilibrio, haciéndolo caer de espalda de nuevo hacia a cama.
-Que estas intentando hacer Ginji?
-Huir o quedarte? Pregunto con un tono frío al igual que su mirada.
-Ban déjame ir, por favor.
-Te gusta rogar Ginji?
-Ban por favor....
-Pues me vas a rogar que regrese contigo.
Mido tomo al chico una vez más y lo beso a la fuerza. Las lágrimas empezaban a desbordarse de los ojos del rubio. No estaba seguro si era por que le dolía la actitud de su ex compañero o por que sabía que iba a lastimar a Jubei.
Aprovechando que la camiseta había sido rasgada Mido recorrió la piel del menor. Y a juguetear con sus tetillas.
-Ban por favor n.....Volvió a callar su boca con otro beso.
El joven continuaba en la cama, era una presa tan fácil.
Eso sin tomar en cuenta, que aun estaba débil y mareado. Y tenía un terrible dolor de cabeza que no le permitía pensar correctamente.
Mido empezó a sacarle lo que quedaba de la playera. Y después le soltó el cinturón para continuar con el pantalón. Rompiendo el botón y el cierre.
Mientras observaba al chico llorar y reclamar que no lo hiciera.
- Termino arrancándole la ropa interior que el menor intento afianzarse a ella.
La ira de Mido aumentaba, desde cuando el idiota de Ginji se resistía a tal grado. Que tenía Jubei para luchar por no ser tomado por El.
Mido ciego por la furia que sentía lo levanto y lo giro ya no deseaba seguir viendo sus lagrimas.
Y mientras lo sujetaba empezó a aflojar su cinturón, el botón y cierre de su pantalón.
-Me importa poco lo que tú quieras Ginji.
-Vas a volver a ser Mio.
-Y me rogaras por que te siga poseyendo.
-Me importa poco si amas o no al fantoche aquel.
-Ban, por favor....
-Abre las piernas idiota. Dando un fuerte golpe sobre el tobillo en su parte interna. Recibir un golpe fuerte con calzado cuando lo único que tenía eran las medias. Le ocasiono un nuevo dolor intenso.
Mido le había agarrado por el cabello para inmovilizarlo. Y estaba dispuesto a actuar.
Fue cuando vio su reflejo en el espejo del tocador.
Toda la rabia reflejada en sus ojos.
Ese tipo no era El.
Amaba a Ginji, que estaba haciendo?
Fue cuando se detuvo y lanzo al joven sobre la cama.
-Vete Ginji.
-Ban?
-Vete ya te lo dije. Si sigues aquí voy a volver a perder el control.
El rubio aun muy mareado. Se puso de pie y empezó a recoger lo que quedaba de su ropa y a vestirse tan rápido como el vértigo se lo permitía.
-Ginji lo siento, creo que esta vez si te perdí.
-Ban, ya me habías perdido. El menor abandono la habitación medio vestido. Con las prendas desgarradas.
A media noche llego al Honky Tonk. Jubei aun permanecía le había estado esperando.
Al abrazarlo, noto los golpes en la cara, la herida en el pecho y los moretones y rasguños que tenia en la cara, el cuello y la espalda.
-Ginji, déjame que te cure.
-Después me contaras que te paso. Externo mientras e ayudaba a caminar.
-Me atropello un auto Jubei.
-Un auto?.
-Estas seguro?
-Si solo fue un auto.
-Discúlpame Jubei me tengo que dar un baño.
Tan pronto como entro abrió la regadera. El sonido del chorro del agua apago que hizo el sonido mientras vomitaba sobre el inodoro.
Una vez bajo la ducha, se derrumbo en el suelo quedando de rodillas, sentía que temblaba habían demasiadas emociones a punto de explotar y las lagrimas se desbordaron. No importaba si gritaba el agua opacaba cualquier sonido. La actitud de Mido le habia lastimado demasiado, como decia que lo amaba y a la vez habia intentado matarlo y violarlo, pero lo peor era que reconocia había una parte de su corazón que pertenecía a Mido. Y esa parte nunca seria de nadie más.