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RECUPERANDO EL CORAZON por sunshine1

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Notas del capitulo:

HOLA EN VERDAD NO SABEN CUANTO AGRADEZCO POR SUS COMENTARIOS....POR MOTIVARME

CAP DISFRUTADO A CADA UNO DE USTEDES Q ME MOTIVA LEYENDO Y SOBRE TODO DEJANDO COMENTARIOS.

 

 

Capitulo 9   Intento

 

 

 

 

Habían pasado tres días, de haber  terminado con otra recuperación con  éxito del cien por ciento. Cuando Mido se apareció por el Honky Tonk.

 

 

El telépata portaba  un cabestrillo por los daños recibidos en la batalla. En el rostro un aposito. Pero orgulloso y arrogante como siempre.

 

El sonido de las campanillas, alertaron a Paúl y a Natsumi de la llegada de un cliente.

 

-Hola Ban, gusto en verte de nuevo. Saludo Natsumi.

 

Paúl levanto la mirada del periódico. - Ban, si vienes a pagar eres bienvenido.

 

El telépata solo respondió con un gruñido  y tomo asiento en la barra. La joven  se aproximo coloco una taza y le sirvió café sonriéndole.

 

Mido tomo la taza y la llevo a los labios.

 

Paúl se aproximo y se acomodo en la barra próximo del recuperador.

 

- Y....? Pregunto con curiosidad el dueño del lugar.

 

-El maldito de Shinojara Misuki estaba en bancarrota y nos pago con vales. Mientras compartía lo sucedido Mido tomo un papel que saco del bolsillo lo comprimió y lo lanzo  hacia atrás.

 

-UN MALDITO VALE SIN NINGUN VALOR!

 

-Llévate tu basura Ban....Yo necesito que me pagues en efectivo no con un papel que no sirve para nada Ban.

 

-Ya te dije el muy maldito nos engaño.

 

- Ah la diosa de la fortuna te odia Ban.  .....Y por consecuencia yo me voy a ir a la bancarrota con clientes como tu que no pagan nunca.

 

El telépata continúo tomando su café muy quitado de la pena. Mientras observaba a Wang como lloriqueaba.

 

- Por cierto y Ginji?

 

-Debería de estar trabajando en este momento no?. Pregunto mientras recorría el lugar con la mirada.

 

-Ginji no se encuentra hoy. Respondió Wang con indiferencia aumentando la curiosidad del telépata.

 

-Paúl tú eres un negrero, no creo que le vas a dar el día libre a la anguila eléctrica por su linda cara.

 

Wang  rodó la mirada hacia Mido y suspiro. - Esta bien, se que no me dejaras en paz hasta que te lo diga.

 

Mido se reacomodo en su asiento, para  escuchar lo que su tío adoptivo tenia que contar.

 

- Ginji esta enfermo, por eso no esta aquí.

 

- En serio?. Pregunto con fingida indiferencia.

 

-Si, es solo un resfriado, pero Jubei me pidió si podía ir a  darle una vuelta, esta en su casa, pero como el salio para una cirugía me vino a dejar la llave.  Paúl saco la llave del bolsillo de su pantalón y la sostuvo en la mano derecha jugueteando con el llavero sobre el dedo índice haciéndole girar.  Mientras contaba la historia con Mido.  Grave error, si se estaba en frente de alguien como Ban.

 

 

-Así que cerrare temprano y le iré a dar una vuelta..... Aun no terminaba de hablar cuando se dio cuenta la llave había dejado de girar en su dedo índice.  Había desaparecido y Ban también. Solo el sonido de las campanillas retumbaba en el lugar.

 

 

 

 

Mido tomo su auto y se dirigió lo más veloz que pudo a la fortaleza ilimitada.  Estaciono su auto a una cuadra y se lanzo corriendo a la casa de maestro de las agujas.

 

 

Se apresuro y al llegar abrió la puerta, antes pregunto si podía pasar. Tampoco se quería enfrentar a la furia del medico, por si había llegado a su casa.

 

Pero como nadie le respondió metió primero la cabeza y volteo hacia todos lados, después ingreso el cuerpo.

 

- Este cuarto tiene cara de consultorio, todo blanco y pulcro, medico tenia que ser.

 

Después de recorrer el cuarto vio la siguiente puerta la abrió y entro a una estancia no muy grande decorada al estilo japonés.

 

- El samurai tiene complejo de Nipón. Externo, continuo su camino  y se encontró con  un pequeño pasillo que daba lugar a una cocineta    y el pasillo continuaba a otra habitación que servia de recamara.

 

-Bingo se dijo.

 

En el suelo había un futon y tapado hasta las orejas el rubio dormía.

 

Mido se agacho y recorrió  la cubierta para descubrir al chico el cual dormía, completamente ausente de la presencia de su anterior compañero.

 

- Duerme  tan tranquilo. Pude ser una asesino  y adiós Ginji. Que bueno que estoy aquí.

- Jubei es tan descuidado. Comentaba para si mismo, dramatizando.

 

Pero no vine  para verlo dormir. Pensó para si mismo.

 

- Ginji.....

 

- Ginji....

 

- GINJI!!!!

 

-QUE  PASO!  Externo el rubio a la vez que sentía que su corazón abandonaba su pecho.  Y se incorporaba quedando sentado en el futon.

 

-Hola Ginji!

 

- Como sigues?

 

- Que estas haciendo aquí Ban?  Pregunto mientras se arrinconaba  contra la pared y se cubría con la manta.

 

- Oye vine a cuidarte, deberías de estar agradecido. Respondió fingiendo molestia. Para después hacer contacto con la mirada del rubio. Con esa mirada que Ginji conocía tan bien como del gato que se comió al ratón.

 

Haciendo que el rubio tragara duro.

 

- Jubei, donde esta Jubei?

 

- No esta Ginji, no te estoy diciendo que vine a cuidarte.  Comento mientras posaba su mano  derecha sobre la frente del rubio.

 

- Tienes fiebre Ginji.

 

- Es que he estado un poco enfermo. Respondió el menor.

 

- Lo se por que crees que estoy aquí. Comento el castaño aproximándose mas al rubio gateando, quedando a escasos centímetros del chico, haciendo que se ruborizara.

 

- Ban tu.....No deberías estar aquí......Si viene ..Ju....

 

-Ginji no deberías de preocuparte por algo así. Comento mientras sujetaba la cara del menor por el mentón.

 

El  rubio sintió como su corazón se aceleraba cada vez más. Lo mismo que su respiración. Y se acorralo aun más contra la pared. El aun amaba a Mido no lo podía negar. Pero actualmente Jubei, ocupaba un lugar especial en su corazón y no podía lastimarlo.

 

-Ban  fue un placer verte....

 

- Ginji la fiebre no te deja pensar  bien. Debes descubrirte un poco.  Y le arrebato la manta.

 

-Traes puesta una Yukata?. - Ese Jubei es un pervertido.

 

-No, no es un pervertido, el es amable y caballeroso y ....

 

-Te digo, la fiebre no te deja pensar.

 

- Como ves si te das un baño.

 

- Noooooo!!! Pegándose más a la pared si eso fuera posible y cerrando la Yukata hasta el cuello.

 

- Ginji te he visto más veces desnudo, que el fantoche que tienes por novio. No tienes por que ser tan remilgoso.

 

El rubio sabia que si Mido intentaba besarle o desnudarlo, ya no podría contenerse y terminaría lastimando a Jubei y echando a la basura su relación.

 

- Ban por favor, no lo hagas por favor.

 

Mido empezaba a impacientarse, desde cuando el idiota de Ginji, no se arrojaba a sus brazos y le suplicaba que le  hiciera el amor.

 

- Ginji que te pasa? Pregunto molesto.

 

- Que me pasa? Pregunto el rubio con las lágrimas a punto de  desbordarse.

 

- Si tú no eres así. Ya no me quieres?. Pregunto con tono de victima.

 

- si,,,,

 

- Que dijiste ....No te escuche.

 

-si.....si te quiero....Pero.....

 

-Ginji ....Yo vine a cuidarte, me preocupo por ti...Y Tú en lugar de agradecer el que este aquí, actúas como si te quisiera violar.

 

-Perdón Ban.......Es que .....

 

Mido fingió que estaba molesto y se alejo del rubio, la menos al otro extremo de la habitación. Dándole la espalda.

 

El menor se sintió miserable, de lastimar a su amigo. Y a gatas se fue aproximando a Mido. El cual aunque le daba la espalda, le vigilaba acercarse y sintió como su corazón  se aceleraba. El chico empezaba a caer en su red.

 

Un paso mas Ginji, un paso mas y tan pronto como estés conmigo, te arrebatare la Yukata y luego te meteré a bañar conmigo. Y te voy a poseer, me dejaras poseerte. Me vas a suplicar por ser Mio.

 

 Vas caer Ginji...Me amas demasiado y además te rendirás ante mi. No puedes dejar de adorarme. Pensaba Mido, mientras observaba como el rubio se aproximaba poco a poco. Con los ojos llorosos por lastimar a alguien como Ban.

 

-Ban perdóname si te lastime. Externo el rubio abrazándolo por la espalda. Y hundiendo su cara en la espalda de Mido.

 

Ginji no era capaz de ver la sonrisa de triunfo de su anterior compañero. Y como frotaba las manos listas para arrancarle la ropa y hacerlo suyo.

 

-Gracias por preocuparte por mi y venir a ayudarme Ban.

 

-Ban en verdad te lo agradezco, y te quiero mucho, nunca dejare de quererte, pero en este momento estoy enamorado de Jubei. Y si lo lastimara, desearía morirme. El rubio permanecía abrazando a su antiguo compañero por la espalda y lloraba mientras abría su corazón.

 

-Además Ban, se que si me tocas o besas, no me voy a poder contener y cuando te vayas me voy a derrumbar y ya no creo que nada me pueda ayudar. Jubei me ha ayudado demasiado, sin El me hubiera suicidado. Y si lo lastimo, me quedare solo, no puedo Ban, por favor a menos que tu regreses conmigo, pero si no es así, me voy a morir ya no podré soportarlo, por favor entiéndelo Ban, por favor.

 

Mido al sentir el dolor en la voz de su amigo, se sintió miserable. Después de todo había sido por su culpa, el que ambos estuvieran en ese lugar.

 

 

- Ginji  perdóname, por todo. Respondió girándose hacia el rubio.

 

  Observo las lagrimas en sus ojos, su mirada llena de luz, siempre le gusto esa mirada, esa sonrisa, esa dulzura y ternura en Ginji.

 Era un estupido por haberlo dejado, pero, ya no jugaría con El. Cuando llegara el momento de cortar con Kazuki, lucharía por recuperar a su Ginji. Pero ya no jugaría con El lo dejaría ir. Si el chico estaba enamorado de alguien como Jubei  dejaría que lo amara. En su momento el lucharía por El.

 

 El castaño se puso de pie. Dejando confundido al rubio.

 

- Ginji deberías acostarte, te voy a poner un lienzo en la frente para que se te baje la fiebre  y luego me iré. Kazuki me debe de estar esperando.

 

El rubio le obedeció y le sonrío dulcemente agradeciendo a su anterior compañero  su actitud.

 

Minutos más tarde  se marcho.

 

Cuando Mido se encontró en la calle empezó a caminar mientras fumaba con las manos en los bolsillos pensando en lo ruin que era. Por lo que había pensado hacerle a su amigo.

 

 

Mientras caminaba  se encontró frente a frente a Jubei, si antes su presencia le molestaba ahora lo aborrecía. Pero tenia que agradecerle por la forma de cuidar de Ginji.

 

- Jubei.  ....

 

- Si Mido?

 

- Cuida de Ginji. Y le lanzo la llave.

 

- Lo haré no te preocupes. Mientras pescaba la llave en el aire.

 Y vio alejarse al castaño y como tomo  dirección hacia la casa de su antiguo amor Kazuki.

 

 

El medico llego a su casa y busco al rubio. Lo encontró acostado sobre el futon.  Se bajo a su nivel y toco su frente y cara.

 

- Ya no tienes fiebre Ginji.

 

- No  ya estoy bien. Chibi Ginji se lanzo al cuello del medico.

 

- Ya estoy bien!

 

- Ya estoy bien!

 

-Si ya estas mucho mejor. Ginji.

 

-Jubei  Ban, vino y me bajo la fiebre con lienzos húmedos.

 

- Me alegro Ginji. El maestro de las agujas se relajo cuando vio a su chico, tan fresco y feliz. Conocía a Ginji y si hubiera pasado algo entre El y Mido. El menor  se lo hubiera dicho, era demasiado transparente y honesto.

 

 

 

 

Ban continuo su camino hasta llegar a la casa del maestro de los hilos saco el llavero del bolsillo.

 

Tenia ganas de golpear su cabeza contra la pared, desde cuando era sensible y le importaban los sentimientos de los demás, Ginji le había adorado y le seguirá adorando, suicidarse nunca, El se encargaría de mantenerlo esperanzado para que deseara seguir viviendo.

 

Rayos deseaba tanto poseer al rubio y por su estupido sentimentalismo, había perdido la oportunidad y para colmo, todavía le dijo a Jubei que lo cuidara. Era un idiota.

 

Giro la llave y abrió la puerta, ingreso al departamento  vio una pequeña nota en el refrigerador, la tomo   el mensaje  decía ; " Ban deje tu cena en el horno, Salí de compras te amo"

 

Iba a sacar el plato del horno de micro ondas cuando sonó su celular.

 

- Ginji pensó y una sonrisa le ilumino el rostro.

 

Aunque cuando vio el nombre en la pantalla, ya no le dio tanto gusto.

 

-Si? Respondió.

 

- Ban como estas?

 

-Que te parece, si nos vemos hoy.....Yo estoy libre  y que Yo sepa tu también. Externo la voz al otro lado de la línea.

 

-Esta bien. Comento el telépata con fastidio. Después de todo su día había sido malo, por que no continuar siendo malo.

 

-Excelente te veo a las nueve de la noche en un café en el centro. Externo la voz del otro lado de la línea con un entusiasmo que Mido desconocía.

 

Ban colgó el celular, prendió el microondas, tomo la nota amarilla y sonrío  mientras volvía a leer una vez más el mensaje.

 

-Kazuki dijo para si.

 

Y se dispuso a cenar.

 

Prox Cap.   La llamada.

 

 

Notas finales:

En verdad mil grax por leer.

Y por sus mensajes.

Besos Sunhine

 


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