El lugar oscuro no es tan bueno como ver la realidad, como su mano firme se posa sobre mi cabeza y la otra traviesa se aventura para dejarme libre de cualquier atadura… mi debilidad capturó sus labios en un beso profundo y pasional, no pude reprimir el gemido que salió para arrancarme el llanto tan patético que formaron mis ojos con sólo ver su interior, tense toda partícula vibrante, pero cada vello de mi cuerpo se pone de punta al sentir como su miembro crece más al ver mi cuerpo sumisamente desnudo ante él, lo que pasaría después, sólo es la punzante sensación del olvido.
Una propuesta… sólo que nunca fue escuchada, Reita no lo pensó dos veces cuando me arrastró hacia su regazo y me sentó a horcajadas sobre sus muslos, dando su espala de lleno contra el respaldo desgarrado del supuesto sofá. Me hice a su merced, me hundí en un sueño del cual no podré escapar, su semblante me contempla apaciblemente, y mi cuerpo desnudo se alejó un poco para mirarlo de abajo hacia arriba, concluyendo al fin mi tarea de retirarle la camisa molestosa… me di el paso al delirio con su torso y brazos bien formados cuando mis manos se apoyaron, sin dudas al el ejercicio nunca lo dejo de lado… lo pude sentir cuando me rodeó por completo con uno de ellos, me atrajo mucho más y mejor acomodando la posición… acaricio mi espalda y tomó con su mano libre todo mi erguido miembro que reposaba sobre su abdomen… la cálida sensación y lo dulce de sus palabras en mis oídos eran una mezcla tan tentadora…
–Eres el sueño que muchos quieren tener. –Nunca en mi vida pude haber obtenido capacidad para comprender tan fuertes palabras que se oyeron como un susurró lejano, y sus labios tan callados capturando uno de mis pezones entre sus dientes para soltarlo con desfachatez; me hicieron darme cuenta del peso de lo anteriormente dicho.
–Pero cada vez que te tengo me doy cuenta que sucede en verdad y no es porque esté sumido en un sueño, soy afortunado, ¿Verdad? –Que piensa que le voy a responder con un SI!, cuando tengo su mano masajeando insistentemente mi pene, que poco le falta para terminar… que mis caderas ya se mueven sin mi propio control sobre su abultado pantalón… que tengo el trasero a su maldita disposición cuando lo único que hace es apretujármelo con su mano y este ya de una nalga debe estar rojo, piensa que con todo lo que esta haciendo obtendrá un SI! Como respuesta, debe de estar loco…
Ahhaa!!!...
…Ammgh!!! -Me liberé sin pensarlo.
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Arqueó su espalda y soltó el más despreocupado gemido de sus labios, con sólo eso gruñí lo cual provocó un contraste de sonidos, mi gemido ronco, diría que no soy músico pero todo lo asocio en su entorno.
–Reitaaah! Chot…to, chotto…matte, onegaishimasu… –Mi nombre salía de sus labios entre suspiros entrecortados y jadeos espontáneos... informe ESPERAR QUE! La sangre subió a mi cabeza y no presiento que baje, porque allí prácticamente rebalsa en aceptación, es querer liberar mi erección… ya estoy al limite por perder la poca cordura que me queda.
En mi mano yacía su espeso semen… mientras Uruha se tumbó sobre mi pecho y se posicionó ladeando su cabeza hacia un costado, me sentí morir cuando sus labios comenzaron a descender por mi cuello para volver a repetir otra ves la acción, su pecho se agito más de la cuenta, y su vientre jugó un ritmo desesperado, lo podía sentir, su intimidad chocaba contra la mía. Contuve el aire todo lo que pude hasta que un grito ahogado salió de mi garganta…
-Ahhag…mmhh
…Uruhaaa! –Maldita la hora en que se puso a jugar con sus encantos, maldigo el día en el cual me resistí a sus besos y me aleje de su cuerpo por estar con Ruki, pero no me arrepiento de seguir perdiendo la cabeza por él… no me sorprende que sus manos sean tan diestras que consiguen liberar mi hombría y sujetarlo para estimularlo, sin darme el lujo de hacerlo lento y torturante, cuando eso a mí no me gusta para nada.
Sentí como sonrió contra sí y al sexo opuesto… al ser capaz de provocar ese tipo de reacciones en mí, su mayor placer es verme disfrutar y lo está logrando. Uruha tuvo que aferrarse a mis hombros con ambas manos y todas sus fuerzas, cuando ni lento, ni perezoso uno de mis dedos largos y selectos se adentró en su cuerpo comenzando a dilatar lentamente.
Ahora retomando su tarea, nuestras erecciones están justas en movimientos combinados por sus manos y los gemidos no tardaron en inundar por completo la habitación, pero otro gemido de Uruha me secó de pensamiento dejándolos olvidados y completamente solo se concentraron en el hombre frente a mí, con sus movimientos torpemente desesperados y fuera de control, todo estaba siendo absorbido en el deseo sexual.
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–Para... para por favor! –Suplique tenia tres de sus dedos dentro mío, mi cuerpo se abrirá en dos si no paró para respirar, al parecer Reita no entiende tan simples palabras, así que un poco de “sadomasoquismo” no viene mal, deje de tocar nuestras extremidades y tiré de su cabello mal teñido como siempre, hacia arriba… Sus ojos rojizos chocaron autoritarios sobre mí… retiró sus dedos, alejándose de mi algo confundido y con sus labios brillantes a causa de… de… sonrió, miró su mano, para relamer con su lengua lo poco de mi… mi semen. Si mis ojos esperaban una explicación necesaria, oh no la quiero escuchar…
Lo peor de todo es que no emitió sonido alguno, solo se enderezó y me obligó a girarme sobre él, gimió obscenamente, al darle mi espalda perdí total visión de su encantador cuerpo, y me sumergí en el placer silencioso de sus manos tomando mis rosados pezones ya erectos entre sus dedos. No pude pensar, Reita sólo actuó, los pellizcó y masajeo como si fuese lo más entretenido del mundo o como si por ello ganase un premio… entre tanto se reía contra mi espalda.
Sus dientes y lengua viajaron por mis hombros, más ahora sus manos tocaban mis muslos los cuales separo para hallar lo que busca, mi erección y entrada trasera fueron asaltadas nuevamente, lo más descarado de todo es que siento su pene erguido refregándose contra mi espalda sin pudor alguno, no tendría porque sorprenderme, ni que decir cuando por “sin querer” casi se introduce en mi cuerpo… hubiera reclamado a los mil demonios si en está posición aguantaría una intromisión de tal magnitud y protestar sería desatar al mismo demonio, que ni con tragarse mi alma le bastaría para saciarse.
Me alejó con un impulso, estaría jugando como si fuera una película porno, realmente no lo sé, pero tomó mis caderas para girar mi cuerpo a la posición dictada anteriormente… pegó mi cuerpo y el calor corporal aumento en consistencia, su cuerpo empapado por el sudor se pegó al mío de una manera inexplicable.
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Lo obligó a girase de nuevo, y sus piernas dobladas quedaron separadas a cada lado de mi cadera… nuestros sexos se rozaron nuevamente recuperando el calor más la presión que se sentía por la sangre hirviendo dentro de ellos. Uruha comenzó a moverse lentamente, de adelante para atrás, haciendo que nos arrancáramos gemidos y siseos incontrolados. En un movimiento desprevenido se dejó caer hacia atrás y se sostuvo de mis rodillas con sus manos haciendo fuerza en sus brazos, para así mantenerse y no caer hacia el suelo polvoriento, aproveché el momento para comenzar a deslizar sus caderas hacia adelante y elevarlas hasta dejar su sexo a la altura de mi cara, me encorvé un poco. Y para que darle tiempo a pensar, se veía te excitado que el agua apareció en mi boca deseando tenerlo sólo para mí, así que me lo introduje por completo en la boca, tenía experiencia y sé que le encanta, pero con mira hacia arriba, ver su expresión cuando recorro de abajo hacia arriba su miembro, no tendría palabras para pensar en que todavía tengo su corazón en mis manos… quiero probar que sigo siendo el primero en todo, me detuve.
Al instante apretó los dientes con fuerza para acallar el gritó que emprendía por nacer y terminar con sus cuerdas vocales…
-¡Reita ummh! –Soltó de golpe, música en mis oídos.
Pienso que la postura debía estar siendo un tanto cansadora, pero para que cambiar si mi vista desde este punto es la mejor, veo el valle que se forma es su cuello y la montaña que sube baja agitada, cuando por fin consiguió centrarse un poco atacó de lleno mi boca con su legua mezclada a la mía, ninguna tenía salida y sus dedos se enredaron en mi cuello, soltando sus labios para presionarlos en contra…
–No aguanto… no aguanto más, si lo vas hacer… ¡Hazlo ahora maldito seas! –Gimió… gimió como nunca lo debió hacerlo, con la dureza bruta acerqué mi pene a sus entrada, lo que provocó que Uruha contraiga sus músculos contra mi glande, haciendo que volviese a gemir descaradamente, aferro sus uñas contra mis hombros… duele, duele mucho...
-Así, así nooo!... –Aunque consiguió decir lo que no quería escuchar con palabras, si por mí fuera entraría de la manera más salvaje posible, partirlo en dos sería lo único que me permitiría hacer en esta vida, y él no quiere que fuese así, entonces prefiere hacerlo normal en la extraña posición del misionero, presentir sus planes me vuelve loco... te das cuenta me estás haciendo perder la cabeza de a poco.
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Y para que hablar, para que decirle que no, el demonio existe lo tengo frente a mí…
–Si digo que quiero estar contigo por siempre ¿Que responderías?– Juegos… juegos y más juegos, si no estuviera en mis cinco sentido le diría que entre en mí a su manera, para callar la estúpida pregunta que me hizo. Pero en verdad yo “no” pienso jugar… pienso jugar… sucio simplemente porque ya me cansé…
–Otra pregunta… en estos momentos, si Ruki y Yo nos estuviéramos ahogando ¿A quién salvarías?– Fue el detonante como la primera bomba nuclear que atacó la zona… tener cuidado con las palabras es una advertencia nada más que eso…Una punzada me dejo saber que lo había hecho
–Ahhha, mierdah…
… duele, dueleeh baka–
Estoy sobre él bien! punto a favor, tengo manos, pies, ojos… veo, me da gracia, lo peor de todo que le importó tres cuartos y se introdujo con su miembro de golpe en mi entrada dando en los 5cm para llegar a mi próstata, que si arrancarle la cabeza era un idea lo hubiera pensado mil veces antes de haberle pedido una respuesta… lo siento pero ya he cruzado la línea que nunca debí cruzar. Creí que había gritado, pero sólo gemí junto a Reita, en cuanto se quedó inmóvil unos segundos, ajustándose lentamente a mi cuerpo para así poder recibir su tamaño por completo…
–Ahah unh~ estoy es… esperando una sutil respuesta. –Esperar… ¿Qué piensa que estoy haciendo?… encima lo dice con una voz lasciva.
–Yo… yo –ohh por dios, muévete maldito…– también estoy esperando una idiota. –Me estoy por derretir lentamente, sobre el calor que desprende su cuerpo… siento como si nos fuéramos a quemar ambos de la misma manera… la penetración es tan… como decirlo tan –nn…hah…ah! –Profunda…me va a doler como los mil demonios si comienzo a moverme, porque no creo que Reita tenga esa decisión… bien esto es así, tomar aire para llenar mis pulmones y entonces…
–Entonces, déjamelo a mi… quieres, aquí voy… listo!– Tomándose de mis caderas, ayudándole a llevar el ritmo, y cuando sus ojos se cruzaron con los míos, diseñó una sonrisa tan sensual y llena de esperanzas que hizo dar de pleno un latigazo de excitación en mi vientre.
–Oh mi dios!, tengo tantas marcas rojas que con sólo mirarme se dará cuenta, eres un imbécil te la había dicho ya… Así arreglas las malditas cosas…
… -silencio rasgado por un papel- …
–Si quieres le digo que fueron hachas por mi... -tsk- to… todavía no me respondes, Ummmng un pocoh… más ra-rápido! –Comenzó a moverse, lentamente al principio y acelerando el ritmo poco a poco, no saliendo del todo pero sí profundizando cada ves más... Yo me pregunto si el mundo que esta allá en el exterior, se revuelca por saber donde estamos, pero me acabo de dar cuenta que importantes somos…
...Continuará?
