- ya ¬¬ . . . vamos tengo hambre -el pelinegro arrastro a su adorable niñero hacia la cocina- que haremos ?
- pizza -sonrió-
- QUE?! Y para que la haremos si podemos comprarla?
- para que la haremos si podemos comprarla? -dijo burlándose del pelinegro- simple, para divertirnos ^^ y saldrá más deliciosa ya veras
- ¬¬ . . . no me convences muñeca
- -.-U ni modo, tendrás que hacerme caso, NIÑO, y ahora, tráeme la harina, la levadura
El castaño siguió dictándole los ingredientes para en 10 minutos ya tenerlos todos sobre la gran mesada, Uruha se había puesto un delantal morado con volados negros y una calaverita en el bolsillo mientras que Aoi se había puesto uno atado en la cintura negro con rayas rojas verticales
- eres toda una niña -dijo el menor-
- y tu todo un amargado ¬¬ me dirás que no me veo bien -dijo posando muy gaymente ( normal en Uruha no? xD )-
- pues… -lo miro de arriba a abajo y si, evidentemente su niñero era un chico muy lindo, piernas muy deseables, piel tersa, y esos labios que se veían exquisitos -
- Aoi? Yuu…? SHIROYAMA!!
- ah?! Eh!?! Que?!
- eres un baboso ¬¬
- ¬///¬ idiota
- ya, vamos a preparar esto ^^ pásame la harina -una sonrisa macabra se formo en el rostro de Yuu al ver como Shima se volteaba para poner las manos sobre la mesada y acomodaba algunas cosas, abrió el paquete de harina, metió su mano y tomo un puñado de harina para aventárselo a su niñero-
- QUE DEMONIOS?! - el más alto se toco la nuca, de hecho toda la espalda la tenia blanca- NIÑO DEL DEMONIO! -tomo otro paquete de harina para abrirlo y aventarle un poco -demasiado- harina a Yuu en la cara-
- oye!! Yo te lo tire en la espalda!
- y? yo te lo tire en la cara -sonrió lleno de satisfacción-
- esto . . . sabes cómo se llama verdad?
- mmm~ no lose… NIÑOS envueltos? -tirándole mas harina-
- LA GUERRA!
Y así se inicio una guerra de huevos, harina, condimentos, agua y todo lo que se les cruzara por la cocina, rieron tanto y se divirtieron tanto. Terminaron de hacer la pizza todos sucios y comieron en la cocina, no querían ensuciar el comedor también
- bien~ es hora de limpiar
- TU debes limpiar, después de todo… eres la niñera no?
- ¬¬ Yuu Shiroyama me ayudaras si no quieres despertar pelado y sin tu preciado anzuelo
- anzuelo owo -dijo tocándose su adorado pelo largo-
- esa cosa que llevas en el labio, cuando eras pequeño tus padres te llevaron a pescar, caíste al agua y algún pescador te confundió con un pez, y tu como muy idiota mordiste el anzuelo y el pescador como muy cruel te dejo el anzuelo en la boca ^^
- . . . deberás tienes 21 años? PIENSAS COMO IDIOTA
- tu eres un idiota -.-U
- que me has dicho? -dijo el pelinegro tirándole un vaso de agua de lleno en la cara-
- YUU!
Y así comenzó otra guerra de todo lo que tuvieran enfrente hasta que se hicieron la 1:30 pm y el niño Shiroyama comenzaba a bostezar
- ya~ está bien, tu ve a bañarte y a acostarte que yo limpiare esto - Yuu sonrió victorioso- VETE ANTES DE QUE ME ARREPIENTA DE SER BUENO CONTIGO! - y sin mas palabras el pelinegro salió corriendo al baño-
-ah~ -suspiro para comenzar a limpiar la cocina-
Una vez terminado de limpiar toda la cocina decidió que iría a bañarse el también, después de todo, los señores Shiroyama le dieron el permiso de usar su habitación para dormir, y que estuviera como si fuera su casa, asique subió a ver si el niño que tenía a su cargo ( Aoi ) estaba dormido, y efectivamente estaba acostado y con las luces apagadas, sonrió, porque no podía ser así de tranquilo cuando está despierto? Se le quedo viendo, su pausada respiración, su pecho que subía y bajaba lentamente, su cabello largo negro azabache, su piercing en esos carnosos labios, era un chico muy atractivo, en fin, entro a la habitación y lo arropo bien con las sabanas para sonreírle y salir de su cuarto entrando al baño para comenzar a bañarse
Por su lado, Aoi no estaba dormido sino que estuvo consiente cada momento en el que Uruha, su niñero, lo miraba y lo arropaba, decidió despertarse e ir a ver en que estaba ese castaño, entro al baño algo inseguro y vio algo que lo hizo delirar, la suave espalda de su niñero desnuda, mientras en agua caía sobre ella, ese cabello castaño también mojado, sus finos brazos recorriendo su cuerpo no pudo ver más, ya que una pequeña puerta tapaba de su cintura para abajo, pero en definitiva, lo que había visto lo había llevado hasta las estrellas embobado por semejante belleza no se había dado cuenta en qué momento Uruha se había volteado, con sus ojos cerrados para que no entre agua en ellos. Ese pecho tan bien formado, esos pezones rosados tan apetecibles según él, ese cuello que devoraría en cualquier momento, nuevamente cegado por tal belleza, no reacciono al momento en el que el castaño abría sus ojos lentamente…