Llegaron hasta una mansión elegante y enorme, 2 de los acompañantes de la señora Shiroyama estaban sorprendidos y anonadados viendo el lugar donde pasarían los próximos 4 días.
- Aoi-san- llamo el pelinegro menor- ¿tu vivías aquí?- pregunto con mucha curiosidad mientras su mirada estaba clavada en el aludido.
- Hai-respondió sin mucho interés
- Sean bienvenidos a su hogar- dijo la señora Shiroyama mientras intentaba de llamar la atención de sus invitados, el auto parqueo justo en frente de la entrada a la gran mansión. Todos bajaron del auto para luego entrar al hogar de los Shiroyama, era tanto como por dentro y por fuera una belleza total, muebles enormes de calidad, pinturas preciosas, adornos florales y retratos de la familia eran algunos de los componentes que conformaban la decoración interior del lugar.
- Mamá- llamo Aoi a su progenitora- ¿Cómo sabias que vendríamos?
- Yut-san contacto conmigo hace unos días-respondió con serenidad mientras los guiaba hasta la sala de estar y una joven sirvienta se acercaba con varias tazas de té para cada uno- gracias Kaede-san – agradeció la señora de la casa a la criada, esta hizo una reverencia y se retiro
- ¿asi que fuiste tú?- pregunto el mayor a su mejor amigo
- Hai pero no del tomo- tomo una de las tazas de té que reposaban en la mesa y soplo el borde de esta- shima-chan me lo propuso luego de comprar los boletos- tomo un pequeño sorbo del humeante té
- Tengo un nuero muy atento- dijo con una sonrisa en sus labios la señora Shiroyama y volteo a mirar al aludido- Arigatou por traerme a mi hijo, Takashima-san
- No es nada señora-respondió para luego tomar un sorbo de su taza de té
- Bueno- miro a su hijo- Yuu-chan, ¿Qué tal las cosas en Tokio? ¿Cómo va la florería?- pregunto con mucho interés
- Bastante bien, aunque a duras penas es un pequeño establecimiento en el centro de Tokio- comento con algo de decepción- jamás se comparará a la original
- Pero Aoi-san-intervino Miyavi- ¿Quién en Tokio no conoce Ai no Hana?
- No creo que sea tan así-respondió
- Miyavi tiene razón Yuu- participo en la conversación Uruha- antes de que los conociera mucha gente me hablo sobre la florería y del…-frunció el seño mientras recordaba- chico lindo que atendía
- Jajaja – soltó una leve risa la señora de la casa- ¿asi con que el chico lindo que atendía?
- Hai, me lo comento una de mis hermanas mayores- respondió el castaño- la matare…- susurro por lo bajo
- No creo que sea tan asi de conocida- volvió a tomar la palabra Aoi
- Créelo Aoi-san – contradijo Miyavi- mi abuelita es una de sus clientas más frecuentes
- ¿ah sí?- miro sorprendido al pelinegro- ¿Quién es tu abuelita?
- Yukiko Ishihara-contesto
- Ishihara…-se quedo pensativo por unos instantes hasta que- ¿¿¿¿ISHIHARA???-exclamo
- Si…-respondió con miedo el más alto
- E-ella es una de nuestras mayores compradoras-tenía los ojos totalmente abiertos- diría una de nuestras clientas más importantes
- Y yo su nieto preferido-sonrió de oreja a oreja
- Porque será…-susurro Kai
- Porque soy el más lindo-respondio Miyavi quien había alcanzo a escuchar el susurro del menor
- Por lo visto Ai no Hana es un éxito en Tokio- volvió a tomar la palabra la señora Shiroyama
- Tengo una pregunta- dijo tímidamente Uruha
- Adelante, pregunte takashima-san- le animo
- ¿Por qué se llama “Ai No Hana”?-miro con interés a la dueña de la mansión quien se limito a sonreír
- Dime tu takashima-san…-miró con atención al castaño más alto- ¿Por qué le darías una flor a alguien?
- Para demostrarle mi afecto hacia ella- se limito a contestar bastante extrañado por aquella pregunta
- Ok, y dime-hizo una breve pausa- y si sientes “afecto” por esa persona, ¿significa que?
- Siento amor por esa persona- contesto
- Exacto, allí tienes tu respuesta- dijo finalmente
- ¿eh? No entendí- dijo el castaño
- Lo que quiso decirte es que con una flor puedes representar el amor que sientes hacia aquella persona que se la estas entregando- intervino Kai- aquella flor es un símbolo, es una flor de amor
- Ahhh…-musito mientras parpadeaba varias veces
- También puede significar muchas cosas más, como agradecimiento, desear felicidad, etc.- tomo la palabra la señora Shiroyama- cada color representa una cosa distinta como el blanco representa la pureza e inocencia
- El rojo es amor y pasión- dijo Miyavi
- Esta en lo correcto Takamasa-san- miro a su hijo y pronunció- y las azules…
- Significan confianza, reserva, armonía y afecto- respondió mientras veía a su madre
- Pero esas rosas no existen- dijo con tristeza el más alto de los castaños
- Aun no-respondió la señora Shiroyama- algún día el sueño de Yuu-chan se hará realidad
- ¿Cuál sueño?-pregunto con interés Miyavi
- Tener entre sus manos una rosa azul
- Hey, mamá no andes diciendo cosas- dijo el pelinegro
- Es la verdad- sonrió ampliamente- ¿me lo vas a negar?
- No, pero es un sueño estúpido
- Para mí no lo es- respondió Uruha y tomo la mano de Aoi- es un sueño lindo
- Takashima-san, ¿Cuál es la rosa que más le gusta?- pregunto la señora Shiroyama mientras veía a su hijo y a su “nuero”
- Las rosas violetas-respondió sin duda alguna
- Wow…-musito kai y miro al Uruha- esas significan calman, autocontrol, dignidad y aristocracia
- ¿enserio?-pregunto sorprendido Uruha
- Si-contesto la señora de largos cabellos azabaches
- No sabía- contesto
- Hay muchas cosas que no sabes shimita- respondió Kai y todos rieron un poco
- Bueno, será mejor llevarlos a sus habitaciones- la señora Shiroyama se levanto y se dirigió al segundo piso del lugar, sus invitados de inmediato la siguieron hasta el pasillo superior donde habían miles de habitaciones de las cuales en la primera ubico a Miyavi- esta será su habitación Takamasa-san- le dijo mientras abría la puerta de la primera habitación
- Gracias- respondió Miyavi mientras entraba a la habitación
- De nada- la señora Shiroyama se acerco a la siguiente habitación y repitió el mismo procedimiento- esta será la suya Yut-san
- Gracias-contesto y entro a la habitación
- Y esta…-miro a su hijo antes de abrir la puerta de la siguiente habitación
- No me lo digas- dijo Aoi mientras sonreía
- No he entrado, asi que no te preocupes- abrió la puerta y de inmediato el pelinegro entro a la habitación llevando consigo a su novio
- Tal y como la deje-susurro mientras miraba la habitación que era bastante amplia, las paredes pintadas en tonalidades azules, un escritorio en la esquina, una cama de dos plazas y varios posters eran algunos de los componentes de la decoración
- ¿esta es tu habitación, Yuu?-pregunto el castaño mirando la habitación
- Sí, siempre ha sido mi habitación desde que nací- sonrió y miro al castaño
- Bueno-ingreso la señora Shiroyama- los dejo solos- se dio la media vuelta pero de inmediato se regreso- Takashima-san dormirá con Yuu-chan- sonrió y miro a la pareja que se volteo a verla
- ¿eh?- apenas musito algo sonrojado
- Pero si quiere le puedo dar otra habitación
- N-no es-está bien-tartamudeo
- Confió en que no harán mucho escanéalo- rio levemente – no me hagan nietos demasiado pronto- sin más salió de la habitación cerrando la puerta
- Hablare seriamente con ella- dijo un totalmente sonrojado Aoi
- Déjala, es bastante agradable- contesto el castaño el cual se fue a sentar en la cama de dos plazas
- Pero habla de mas- dijo el pelinegro mientras le hacía compañía a su novio
- ¿y quién habla?- rio un poco mientras miraba a Aoi el cual obviamente frunció el seño
- Eso no es verdad- se defendió
- Si tu lo dices- contesto con ironía
- Eres muy malo- contesto con enojo fingido
- Eso no es cierto-tomo el rostro del pelinegro entre sus manos- soy muy bueno contigo- cerro los ojos y acerco sus labios a los del pelinegro rosándolos de manera sutil
- Puede ser…-contesto mientras correspondía el beso. Ambos se abrazaron mientras el beso se volvía un poco mas fogoso; estaban tan metidos en su mundo que no escucharon cierto golpeteo en la puerta hasta que esta se abrió.
- Disculpe joven Yuu…-y de la nada entro un hombre algo mayor con las maletas de ambos, por reflejo al escuchar aquella voz Uruha abrió desmesuradamente los ojos y empujo al pelinegro, este fue a dar contra el respaldar de la cama y luego como acto final fue a parar al suelo golpeándose la cabeza.- su-sus maletas-contestó algo asustado el hombre que apenas dejo las maletas en la entrada y salió por allí mismo no sin antes hacer una rápida reverencia
- Gra-gracias Mamoru-san…-contestó un adolorido Aoi en el suelo que se sostenía fuertemente la cabeza
- Yuu- dijo preocupado el más alto mientras iba al lado del mayor- ¿estás bien?
- Estoy…perfecto-contesto y se apoyo en uno de sus codos mientras su otra mano la mantenía en el lugar del golpe
- Gomen ne…-se disculpo el menor con la mirada baja
- Solo fue un reflejo- sonrió levemente y se sentó para luego colocar su mano en la cabeza de Uruha- no importa
- Si importa- contestó y levanto su mirada
- Está bien-contesto
- No lo haré la próxima vez…-prometió
- Sé que no lo harás –acaricio el rostro de Uruha- ne
- ¿mande?- cerro los ojos mientras sentía las caricias de Aoi
- Aquí puedes ser tu mismo, nadie te va a juzgar-le dijo con seguridad
- Ok…-contesto y luego ayudo al pelinegro a levantarse.
- Será mejor que ordenemos un poco aquí-miro su alrededor- no lo deje tan organizado la ultima vez
- Vamos!- exclamo el castaño y luego ambos se pusieron a organizar un poco el lugar, claro que también tuvieron que desempacar mientras conversaban sobre cosas sin mucha importancia.
Y asi pasó el día, los 4 huéspedes de la señora Shiroyama desempacaron y bajaron para almorzar todo un banquete.
- Esta deliciosa la comida-decía Miyavi
- Verdad que si-contestaba Kai
- Solo lo mejor de lo mejor para mis invitados de honor-contesto la señora Shiroyama
- Mamá…-llamo el pelinegro algo extrañado
- Dime…-miro a su hijo
- ¿Dónde está…?- su madre no lo dejo continuar
- ¿tu padre?- el pelinegro asintió- salió de viaje, llegara pasado mañana
- Ya veo…-contesto mientras observaba su comida a medio comer
- Todo estará bien-dijo su madre al ver la preocupación de su hijo
- Eso espero-sonrió levemente y el resto de la comida paso sin contratiempos.
Aquel día todos la pasaron bastante bien, rieron, conversaron, se molestaron y se conocieron (respectando a Miyavi y a la Señora Kimiko). Llegando la noche cenaron y después se fueron a sus respectivas habitaciones a descansar.
*habitación de Aoi y Uruha*
Ambos ya se encontraban acostados luego de darse un baño.
- Fue un hermoso día…-dijo Uruha luego de un buen rato de silencio
- Si…-contesto con una sonrisa
- ¿podemos quedarnos más días?- pregunto mientras se acercaba mas al pelinegro y se acurrucaba en su pecho
- Jaja claro que no- beso al frente del castaño- debemos volver
- Pero…¿podemos volver?- volvió a preguntar mientras sus ojitos brillaban
- Si, podemos volver- revolvió los cabellos de su novio
- Yay…-murmuro Uruha y se acerco a besar los labios del mayor
- Te amo Shima…-dijo mientras ambos se besaban
- Yo te amo mucho mas- separo sus labios del otro- y por eso jamás te dejaré
- ¿lo prometes?-pregunto el pelinegro mientras miraba directamente a los ojos al más alto
- Lo prometo-entrelazo sus manos- nada me hará separarme de ti
- Es lo que más deseo- contesto
- Así será- se volvió a acomodar en el pecho de su amante mientras este lo rodeaba con sus brazos y besaba su cabello.- Oyasumi Yuu- le dijo y cerro sus ojos
- Buenas noches, Patito- respondió y luego de varios minutos ya ambos habían caído en brazos de Morfeo.
*mientras en otra habitación- horas más tarde*
En otra habitación, de un lado a otro caminando se encontraba la señora Shiroyama vestida solo con una bata.
- Kami-sama- detuvo su caminata y miro hacia la ventana- te ruego que esta vez….-hizo una pausa- Yuya-kun entienda a Yuu
La mirada azabache de la señora demostraba la tristeza que invadía su corazón al recordar aquel triste día de hace un año.
*Flash Back*
Un día normal en la vida de los Shiroyama. El jefe de familia, Shiroyama Yuya, todo un hombre trabajador, uno de los mayores exportadores e importadores de flores de todo Japón, su florería “Ai no hana” era una de las más famosas del país del sol naciente a demás de poseer las más exóticas flores que se podían conseguir.
Su esposa Shiroyama Kimiko por su parte era toda una mujer de negocios y sabía más de un idioma, tenía ese don de la persuabilidad en las venas que la ayudaba a realizar los negocios más fructuosos que alguien podía imaginar.
Ambos tenían 3 hijos, el menor y el único que vivía con ellos dos aun era Shiroyama Yuu, un joven inteligente, elegante y apuesto, ante los ojos de su madre era el hijo perfecto pero para su padre no era asi.
Siempre había sido un hombre estricto, no le gustaba la manera que veía las cosas su hijo menor y peor cuando le confesó su condición sexual.
Ese día Yuu había ido al despacho de su padre que se encontraba en el tercer piso de la elegante mansión, entro con sumo cuidado para no molestar a su padre y se acerco al escritorio.
- Padre….-pronunció e hizo una reverencia ante su progenitor
- ¿Qué deseas Yuu-kun?- pregunto el señor Shiroyama mientras revisaba unos papeles que se encontraban en su escritorio
- Habla con usted- hablo con el debido respeto, su padre volteo a mirarlo con algo de fastidio
- Lo que sea, dilo de una vez- hablo con severidad- estoy ocupado
- Es un tema delicado- contesto
- Ve al grano, no estoy para juegos de niños- Yuu simplemente suspiro y cerró fuertemente los ojos. Estaba allí para decirle algo tan importante a su padre y este solo lo trataba con fastidio, había tomado fuerzas gracias a su madre que lo apoyo en la decisión de decírselo a su padre pero estas poco a poco iban desvaneciéndose.
- Yo…-no sabía cómo comenzar
- Dilo de una maldita vez- respondió molesto
- Padre, soy Gay- soltó de una y de inmediato incomodo silencio reino en el lugar
- ……..- pronto solo unos pasos se escucharon y luego un golpe en seco- ¡PERO COMO PUEDES VENIR A DECIRME ESO!
- Pa-padre-respondió Yuu temeroso mientras se sobaba su mejilla adolorida
- Yo no soy padre de ningún maricón- volvió a abofetear a su hijo- ¿TE ENCANTA QUE TE LA METAN POR EL CULO?- pregunto mientras seguía gritando- ¿O TE ENCANTA METÉRSELO A ALGUIEN?
- Deja de ofenderme- respondió Yuu mientras su mirada se volvía fría ante su progenitor
- ¿OFENDERTE? TU OFENDES A LA FAMILIA SHIROYAMA, NO ERES MERECEDOR DE TAN PRESTIGIOSO APELLIDO- y nuevamente otra bofetada
- ME IMPORTA SI LO LLEVO O NO- respondió furioso Yuu
- PUES QUÉ BIEN, DESDE HOY DEJAS DE SER UN SHIROYAMA- empujo al menor mientras seguía gritando- SOLO SERÁS UN MAL PARIDO QUE LE ENCANTA QUE LE DEN CON UN “PALO DE ESCOBA”
- ¿Qué sucede aquí?- entro a la habitación la señora Shiroyama algo angustiada por todos los gritos que se escuchaban venir del despacho del jefe de los Shiroyama
- ¿Qué sucede aquí, mujer? RESULTA QUE TU MALDITO HIJO ES UN MARICÓN – contesto
- No le digas asi-se acerco a abrazar a su hijo antes de que su esposo volviera a golpearlo
- LE DIGO COMO ME VENGA EN GANA, ESTA ES MI CASA Y ÉL SE VA- volvió a su puesto detrás de su escritorio
- Pero Yuya…-intento contradecirlo
- SE VA- no dejo continuar a su esposa
- YUYA- contesto más que molesta la señora Shiroyama
- Déjalo mamá- Yuu se abrazo a su mamá y luego se separo de ella- me largaré con mucho gusto- sonrió y salió del despacho.
- Yuu…-intento ir detrás de su hijo pero su esposo se lo impidió
- Déjalo Kimiko- le dijo con voz severa
- ….- ella simplemente no contesto nada solo las lagrimas eran quienes expresaban sus sentimientos.
Después de aquella discusión Aoi fue a su habitación, tomo su maleta donde metió varias cosas entre necesarias, cosas importantes y unas no tan importantes. Luego tomo su teléfono celular y llamo a un viejo amigo.
- A los años que te dignas en llamarme- escucho una voz al otro lado del auricular
- Necesito tu ayuda Kai-acorto el pelinegro
- Estoy para servirte- respondió un Kai bastante extrañado
- Consígueme un lugar donde quedarme en Tokio
- ¿Por qué?
- Me acaban de echar
- ¿le dijiste?- hubo un largo silencio- ya veo…
- ¿podrás?
- ¿Cuándo llegas?
- En unas horas
- ¿Partirás de una sola?
- Me golpeo y me dijo que me largara- comento con algo de dolor en sus palabras
- Te espero acá Amigo
- Gracias Kai…-susurro al borde de las lagrimas
- De nada Aoi, apenas salgas de allá, Llámame
- Lo haré-sonrió un poco
- Te iré a recoger y te vendrás a vivir conmigo hasta que consigas un lugar
- Está bien, nos vemos Kai
- Hai, nos vemos, ten cuidado por favor- esto último lo dijo con suma preocupación
- Lo hare, sayonara
- Sayonara- corto la llamada
Después de aquella llamada, tomo su maleta, se despidió de su madre y salió directo al aeropuerto para luego partir hacia Tokio donde le esperaba su amigo de toda la vida, Kai.
*fin del flash back*
- Yuya…-susurro mientras salía de su habitación y bajaba hacia la sala de estar- aunque sea lo último que hagas en tu vida, espero que te arregles con tu hijo- le hablaba al aire y se sentó en uno de los sofás.
- ¿con quién habla, señora Shiroyama?- aquella voz sobresalto a la señora quien de inmediato miro de donde provenía
- Takashima-san…-dijo algo asustada- me dio un gran susto
- Lo lamento, me desperté porque tenía algo de sed- se acerco a la señora y se sentó junto a ella en el sofá
- No se preocupe, ¿consiguió algo de beber?- pregunto
- Si, gracias, una criada me vio entrar a la cocina y me brindo un vaso- contesto- pero…-¿Qué hace usted aquí?
- No podía dormir muy bien- respondió al cabizbaja
- ¿Por el tema de su esposo y Yuu?
- Si, ¿me escucho hablar?- pregunto con interés
- Si, lo lamento mucho- respondió nervioso
- No se preocupe, supongo que Yuu si le conto que sucedió- Uruha asintió- me preocupa como reaccione nuevamente mi esposo al ver a Yuu
- Es su hijo, deberá entenderlo tarde o temprano
- Sus palabras son muy sabias Takashima-san, espero que Kami-sama lo escuche- respondió con un deje de tristeza
- Lo hará-respondió seguro de sus palabras
- Eso espero- sonrió
- Su hijo es un ser maravilloso-sonrió ante sus propias palabras- el señor Shiroyama ha de saber entenderlo en algún momento
- Já, no es tan fácil, mi marido es un hombre terco y necio
- Entonces ya veo de donde salió esa parte de Yuu-ambos rieron
- Sí, creo que es algo hereditario- respondió – pero su carácter es mucho más parecido al mío
- Si me he fijado en ello- contesto Uruha
- ¿y cómo?-pregunto con interés
- Yuu cuando habla expresa muchas emociones, siempre sonríe, el emana una calidez muy singular, con solo una palabra de aliento él puede marcar la diferencia, aunque como bien dice usted es terco y necio a millares surgir pero es una buena persona, tiene muy buenos sentimientos al igual que usted- comenzó a hablar como si estuviera describiendo a un ser de otro planeta
- Se nota cuanto amor siente por mi hijo…-sonrió mientras que el castaño se sonrojaba, pero debido a la oscuridad de la sala no se notaba
- El me ayudo a salir de un mal momento…
- ¿así se conocieron?- pregunto
- Eso desencadeno una serie de cosas y una de ellas fue que terminara justo en frente de la florería
- Entiendo, puede que el destino lo haya guiado hasta allí
- Creo en ello, recuerdo que la primera vez que vi a Yuu, fue con una rosa, la cual me regaló
- ¿de qué color era?- volvió a preguntar
- Roja…-recordó con nostalgia
- Qué hermoso… y es algo extraño-susurro
- ¿Por qué?
- Una rosa roja como dijo Takamasa-san en la tarde significa “amor”, nadie te regala asi de fácil una rosa de ese color, por nada del mundo más que seas alguien importante para esa persona- sonrió y tomo la mano de Uruha entre las suyas- Takashima-san eres especial, ¿sabías?
- No…-dirigió su vista hacia la señora Shiroyama que aunque estuviera oscuro podía distinguir su silueta
- Lo eres y sabes…-hizo una pausa- no hay persona más indicada que tu, para estar con mi hijo así que te pediré un favor muy grande
- ¿Cuál?
- Que cuides a Yuu, siempre intenta hacerse el fuerte…
- Lo he notado
- El no demuestra debilidad pero no significa que sea fuerte- suspiro
- Lo cuidaré, lo prometo- apretó la mano de la señora Shiroyama
- Gracias- sonrió ampliamente aunque el castaño no pudiera verla. Luego de aquella conversación se quedaron un ratito mas charlando hasta que el sueño se hizo presente en ambos y cada uno se fue a dormir a su respectiva habitación.
Continuará?....