Todo estaba perfecto, la película era demasiado demotrativa pero romántica dandole el ambiente adecuado al lugar. TaeMin se entregaba a cada beso que Key le daba, y el que dió en ese momento, cuando lo tomó del mentón, no fue la excepción hasta que...
- Te amo... -le escuchó decir entre besos.
TaeMin quedó helado ante aquellas palabras tan dulces, pero también soprendido. ¿Le amaba?
- Key... yo -le miró apenas separandose lentamente de él-... te quiero mucho, pero no estoy seguro que te ame. Yoo...
Key colocó sus dedos en sus labios callandole, sentía ganas de llorar viendole con los ojos tristes pero debía ser honesto. Sabía que sus sentimientos estaban cerca del amor, pero tenía miedo. Terror a que todos los abandonaran, como su padre y su madre que se olvida que tiene
un hijo.
No quería oírlo.
-Con oírte que me quieres es suficiente para mí...- Decía Key volviendolo a abrazar dulcemente, apoyando su cabeza sobre la de TaeMin. Se sentía triste... Pero por una parte lo entendía.
Nadie se enamora ni ama tan rápido a otra en tan poco tiempo.
Dejó un pequeño suspiro, acariciandole el pelo, dandole un dulce beso en el pelo, tenerlo tan cerca era más que suficiente. Oírle respirar... Inspirar el mismo aire. Volvió a mirar la pelicula que estaba ya por el final. O eso creía.
Sabía que aunque Key aparentar estar bien, no lo estaba. Lo conocía lo suficente para saberlo, pero no podía hacer nada. El era el causante de todo. Siguieron mirando la película o lo que quedaba de ella. Finalmente cuando todo terminó TaeMin apagó el dvd y cambió de canal.
El final le había hecho pensar mucho, ¿y si se equivocaba como ella?
Como la chica, por tener miedo a amar perdió al chico que la amaba desde hace mucho. No era similar, pero el sentimiento entre ella y él eran el mismos, ambos con miedo y confundidos. Sintió como Key se levantana del sofá, quizás a buscar algo.
- Espera... -le detuvo tomandole de su muñeca, mirándole- Key... cuando dijiste que yo era.... tu nuevo, ¿te amaba?
Si decía que sí, el sentimiento no podía cambiar así no más por mucho que no le recordara. Si él (antes de que pasase lo del anillo) le amaba tanto ni el destino podría interponerse entre ellos.
Se levantó del sofá para coger alguna bebido pero notó como su mano era cogida por TaeMin girandose viendolo ¿preocupado?
Abrió los ojos tras las palabras de TaeMin cuando empezó a recordar cuando salían juntos.
-Claro... Me lo dijiste una vez.- Sonrió Key. -Aunque no me lo dijeras a menudo, tus ojos me lo decían cada segundos que me mirabas.- Dijo Key acariciandole el rostro mirandole a los ojos.
¿Sus ojos se lo decían sin que lo dijera con palabras?
Antes de que se diera cuenta Key ya se encontraba en la cocina, y él estaba allí en el sofá aún pensando en sus palabras. Se paró de allí para irse tras a él, abrazandole por la espalda cuando se servia un jugo.
- Siento que estar conmigo.... te hiere Key -le dijo escondiendo su rostro- ¿Aún así quieres permanecer conmigo?
Dejó a TaeMin en el salón, entrando en la cocina cogiendo un refresco de la nevera, tomando un trago cuando sintió lso brazos de TaeMin en su cintura.
Se giró dejando el refresco sobre la mesa de la cocina, mirando a TaeMin.
-Quiero permanecer a tu lado por siempre. Al menos el tiempo que queda quiero pasarlo contigo.- Dijo Key abrazandolo dulcemente cerrando los ojos respirando profundamente.
No podía creer las palabras dulces que decía Key, aún en una situación critica como esa quería permanecer a su lado. No le abandonaría como los demás. Tras conversar unos minutos más, subieron a su habitación (no sin antes apagar la televisión).
- Key... -le dijo mientras se sentaba en su cama, golpeando levemente a su lado- Échate conmigo aquí, ¿si?
Preguntó tímido. Mañana era la gran noche esperada y no tan deseada a la vez, la obra a ambos le causaba gran emoción pero... era el tiempo límite para deshacer el hechizo. TaeMin en sus sueños lo diría, practicaría allí.
Diría aquellas palabras que le costaban salir: "Yo también te amo, Key"
Y pensando en ello quedó rendido durmiendo en el pecho del mayor.
Key con una dulce sonrisa, se tumbó al lado de TaeMin pasando su mano por la nuca de TaeMin, hasta que este puso su cabeza en el pecho del mayor. Key comenzó a acariciar el pelo de TaeMin con suavidad, cuando de pronto notó que se había dormido.
Lo miró unos minutos.
-Eres tan condenadamente lindo...- Rió Keycomenzando él también a cerrar los ojos, quedandose completamente dormido.
TaeMin apenas se levantó de su cama, con cuidado de no despertar a Key, bajó corriendo hacia la cocina viendo una nota allí de su madre. Como esperaba, había llegado en la madrugada y se había vuelto antes de que saliera el sol.
- Tengo que preparar algo rico para Key -se dijo así mismo mientras buscaba algo en la nevera- ¿Qué puedo hacer?
Seguía durmiendo, cuando en sus sueños apareció ese chico que le contó todo sobre el anillo.
-Hoy es tu último dia para que TaeMin consiga sacarte ese anillo sino todo habrá acabado.
-¡Lo sé! No hace falta que me lo recuerdes... Tsk...- Key se entristeció. -Confío en TaeMin...
-Pasará lo que tenga que pasar.
-¡Cállate!- Key se despertó gritando, viendo que a su lado no estaba TaeMin, salió
del cuarto oliendo algo desde la cocina, sí, Key tenía buen olfato.
Se fue a la cocina, asomandose por la puerta viendo a TaeMin haciendo el desayuno. Era tan tierno...
Miraba una y otra vez la sartén, no quería quitarle los ojos de encima si no se le quemaría. Ya se conocía lo bastante bien cuando se trataba de cocinar. Colocó el fuego a mínimo y rápidamente busco en la nevera jugo, sirviendole en un vaso. De los cajones buscó algo en que llevar el desayuno, encontrandose con un tablita pequeña, colocó allí la bebida y también un rosa.
TaeMin lo sabía, pero no podía evitar poner aquella flor allí. Esperaba que Key no le tomara tan cursi, volvió hacia el sartén apagandolo para sacar el paqueque de allí y ponerlo en un plato. Estaba acomodando las cosas cuando giró sonriendo hacia las gradas, quería ver la sonrisa que pondría Key al llevarle el desayuno.
- Oh.... -pero su sorpresa fuera para él, Key estaba mirandole- Pensé que seguías dormido -le dijo tímido mientras levantaba lo que había preparado- Pensaba llevarte esto a la cama... no cocino muy bien, pero lo hice con cariño.
TaeMin sonrió esperando la voz melodiosa de Key.
Key miró a TaeMin con una tierna sonrisa.
-Gracias TaeMin.- Dijo lo más sincero que pudo. -Seguro que está riquisimo.- Cogió la bandeja, poniendose en la mesa observando el desayuno.
Cogió un poco probandolo.
-¡Mmmm! Esta riquisimo.- Decía Key comiendo más. -No se te da nada mal cocinar.- Sonreí Key desayunando.
- ¿En serio? -preguntó feliz, tomando un poco con el tenedor, probandolo.
TaeMin puso una cara de decepción al probarlo viendo que Key le sonría.
- Pero si le falta un poco de sal... esta sin sabor -le dijo colocando su mano en el plato- será mejor que no lo comas.... pensé que lo había hecho bien.
Key inchando los mofletes dejó la bandeja sobre la mesa.
-He dicho que esta rico y lo está.- Decía alzando una ceja. -¿Vas a negarme?
Siguió comiendo el desayuno que le había echo a TaeMin sin decir nada más. Cuando finalmente acabó, cogió las cosas poniendolos en el fregadero, pero con la ayuda de TaeMin acabó antes.
Se giró a mirar a TaeMin, tocandole la nariz dulcemente.
-Te haré clases de cocina.- Sonreía.
- ¿De verdad? -preguntó TaeMin ante la invitación de Key.
El mayor sonrió asintiendole. Aún tenían todo el tiempo del mundo para llegar a clases, además de que podía irse junto a Key teniendolo para el solo unos cuantos minutos antes de separarse.
- Si me ensañas tú... seguro no aprendere nada -dijo bromeando, notando como Key le miraba indignado- Es broma... bueno no tanto, si me ensayas no sabre a quien atender... si a ti y tu sonrisa o a como preparar comida decente.
TaeMin no pudo evitar reír y sonrojarse con sus propias palabras.
Abrió los ojos mirando a TaeMin. Amaba que lo piropearan, pero la forma de Tae siempre era la mejor de todas. Lo abrazó dulcemente por la cintura, mirándolo.
Cuando en sus labios apareció una sonrisa. Acercandose a labios de TaeMin besándolos tiernamente.
-Será mejor ir a prepararnos. Hoy... es el gran día.
Otro beso dulce dado por Key, le gustaba que le besara así. Con delicadeza, temiendo hacerle daño.
- Si, vamos por nuestras cosas -dijo TaeMin corriendo hacia las gradas, subiendo hacia su habitación.
Key le seguía desde atrás, y cuando ambos ya tomaron sus respectivas mochillas estaban ya listos para irse, pero TaeMin pidió que se adelantara que no encontraba algo. Buscó entre sus cajones, encontrandolo en una cajita. El último día, lo era. Y así las cosas podrían salir mal quería darle a Key algo de él, una cosa muy preciada para él. Lo tomó y lo metió en su mochilla para luego bajar.
- ¿Nos vamos? -preguntó mientras tomaba su llave, saliendo ambos por la puerta.
Estaba nervioso de todo, la obra, lo que en sus sueños había practicado y
sobre todo.... como terminaría todo por el dichoso anillo.
Asintiendo esperó a TaeMin en la puerta principal, cuando este estuvo listo los dos salieron fuera caminando hacía el colegio.
-Seguro que haremos la mejor obra que habrán visto jamás.- Sonreía orgulloso Key. Quería estar tranquilo. Sin más preánbulos cogió la mano de TaeMin por el camino, entrelazando sus dedos.
En todo el camino tenía la mano de Key unida a la suya y aquello no le podía dejar pensar en que momento darle su obsequio. Y antes de que se diera cuenta habían llegado al colegio encontradose con MinHo en la entrada.
- Buenos días MinHo -saludó acercandose a ellos.
- Buenos d... Oh, ¿y aquí que pasa? -preguntó el más alto mirandole a ambos, apuntando al medio de ellos.
- ¿Qué? -TaeMin bajó su vista para encontrarse aún con sus manos entrelazas- Pues... -la campana había sonado interrumpiendole- Te lo contaré después... de la obra.
TaeMin sonrió a Key dulcemente separandose de él. Cada quien debía irse a su aula, para después
recontrarse en la obra. Solo tenían clases las primeras horas hasta el receso, después tendrían que alistarse para actuar.
Key se despidió de TaeMin con una dulce sonrisa, con las palabras de TaeMin le entró cuirosidad. ¿Qué quisó decir? Fue a sus aula, sentandose en su pupitre, como aquel misterioso... Pasaría lo que tuviera que pasar.
Respiró hondo cuando la profesora entró comenzando la clase, una tras otra hasta la hora del recreo . Saliendo de su clase con una bonita sonrisa, que hasta las chicas del pasillo se quedaban
mirandolo, estaba tan guapo cuando sonreía tan dulcemente.
Viendolo... Sonriendo.
No podía creerlo, todo había pasado tan rápido. La campana ya había sonado y TaeMin tenía que salir corriendo para actuar. Debía vestirse, maquillarse y muchas cosas más para estar lista a la hora de presentar la obra. Dejó sus cosas encargandosela a MinHo, esquivando sus preguntas sobre la mañana y salió hacia al pasillo encontrandose con Key.
- Key, debemos apurarnos -le dijo tomandole de su mano para salir corriendo- Tienen que maquillarnos y tenemos que ponernos la ropa de la obra.
Key corría con TaeMin, ellos eran los actores principales, no podían hacerse esperar. Cuando llegaron al lugar, vieron aquello lleno de gente que había ido a ver la obra, yendo donde estarian los otros actores.
Viendo al director.
-¡Venga chicos! Preparaos.- Asintieron yendose a cambiarse cuando la maquilladora, los empezaba a maquillar.
Al cabo de media hora todos estaban listos, el escenario a punto, la gente en sus butacas para ver la obra, las cortinas echadas. El director los llamó a todos para que se reunieran.
-Chicos... Hoy es el dia.- Key miró a TaeMin de reojo. -Tenemos que hacerlo bien, además, ¡Sé! que lo váis a hacerlo genial. Confio en vosotros.- Todos asintieron tras las palabras del director.
No estaba acostumbrado a tanto polvo, el maquillaje le era algo molesto para TaeMin pero era necesario. Después de las palabras alentadoras del director, todos se dispusieron a hacer la primer escena. Él aún no salía, pero se sentía nervioso.
Llevo una mano a su cuello, tocando aquella cadenita que tenía. La que pronto tendría dueño, levantó la vista viendo la actuación de Key. Lucía hermoso y espledido al actuar, pronto llegaría su turno.
- TaeMin... ¿listo? -preguntó el director- Sales en la segunda escena.
Asintió exhalando, los nervios aún le comían pero saber que no estaba solo en ello le hacía sentirse mejor. Su aparición estaba por salir, cuando Key le debía mirar bailar.
Key salió en la primera escena, haciendolo genial. Como siempre.
Actuanción su novia en la obra, solo quería pasar a la siguiente. Cuando sin decir mal ni una palabra, siguió la segunda escena.
Viendo bailar a TaeMin, se esforzaba tanto que le había quedado mejor que ayer, sonrió haciendo lo que le tocaba en ese momento. Siguiendo así escena tras escena, pronto llegaría la más importante.
Bajo miles de ojos mirándolos.
No había errores. Todo iba perfecto. Pronto llegaría la escena final, y tambiél el destino... de ambos. Todo dependía de él. Tomó su cadena para besarla y relajarse después, pronto entraría a escena con Key.
Los gritos ya se escuchaban de las chicas, las cortinas se abrieron dando paso a ambos. TaeMin estaba sentado en un banco sorprendido después de haber escuchado todo.
Cuando apareció Key a su lado, sentandose. TaeMin se levantó de allí queriendo irse.
- Espera -Key le dijo agarrandole de la muñeca para mirarle-... déjame explicarte MyungSoo.
- ¿Explicarme qué? -gritó el soltandose fuertemente de su agarre.- ¿Qué... has estado engañandome? ¿Qué te acercabas a mí... cuando tienes prometida? ¡¿Eso querías decirme!?
- No... El compromiso se rompió hace mucho. Ella y yo no tenemos nada que nos relacione -explicó Key acercandose a él, TaeMin recorrió hacia atrás.
Era el momento, sabía que era un riesgo. Pero lo había decidido, improvisaría por ambos, era el momento para darselo.
- Mentira, los he escuchado claramante -dijo mirandole- Te casarás pronto... ¿cómo pudiste hacer esto? ¡Me enamoraste... y ahora descubro que solo jugabas conmigo!
Unas cuantas palabras más, se podía escuchar los gritos del director detrás de la escenografía, cuando terminara la obra recibiría una gran bronca. Estaba improvisando y cambiando los diálogos originales.
- Y pensar que yo... -se acercó a Key quitandose la cadena, para mostrarsela- Quiera darte esto... y decirte que también te amo -se acercó a su oído para susurrarle- Es verdad, te amo Key.
Estaba seguro que lo que decía era real, algo dentro suyo le hizo decir las palabras.
Amaba a Key, aún si fuera antes o después del anillo... lo ama.
¿Eso estaba en el papel? Se sorprendió cuando TaeMin comenzó a decir
cosas que no estaban en el guión. De pronto el menor se acercó a Key, quitandose una cadena. Era realmente bonita...
-Quiera darte esto... y decirte que también te amo -se acercó a su oído para susurrarle- Es verdad, te amo Key.
Abrió los ojos de par en par. No se podía creer lo que estaba oyendo, era real, no estaba soñando. Tenía a TaeMin no al personaje. Se miró la mano cuando TaeMin le cogió esta, quitandole sin problema el anillo.
No se lo podía creer.
Miró a TaeMin con lágrimas en los ojos abrazandolo por el cuello besándolo dulcemente lentamente aprofundiendo el beso. Haciendo que la gente de las butacas se levantara.
Se separó un poco mirando a TaeMin cayendole una pequeña lágrima.
-Yo también te amo... TaeMin.- Sonrió.
~*~
- Key... Key.. ¡Key!
Gritó TaeMin finalmente llamando la atención del mayor.
- ¿Lo haras a o no? -preguntó, sabía que su novio era orgulloso pero que su orgullo fuera más importante que él le dolía- ¿Qué anillo?
TaeMin no estaba comprendido nada de lo que pasaba. Key miraba una y otra vez sus manos, buscando algo.
- Key... yo no te regalé eso sino -TaeMin se acercó a Key buscando entre su camiseta, su obsequio- Esto... esta cadena.
Abrió los ojos lentamente. ¿Dónde estaba? ¿Qué pasaba? Miró a su lado a TaeMin. Mirandose la mano como el anillo no estaba.
-¿Y el anillo?- Se sorprendió al ver que TaeMin no entendía.
Todo... ¿Había acabado?
Miró la cadena recordando la escena de la obra, la obra... Sonrió cogiendo la cadena diciendole a TaeMin que le ayudara a ponersela.
-Gracias TaeMin.- Sonrió Key, cogiendo la nuca de TaeMin para acercarse a sus labios besándolos dulcemente. Abrazandole por la cintura, apoyando la cabeza en su hombro. -Te amo TaeMin.-
Apenas susurró deseando que nunca más pasara por lo que había pasado...
Nunca más.
Otro aniversario más estaba llegando a sus vidas, no faltaba mucho para que terminasen las clases y sabía que Key se graduaría el año que venía. Aún así TaeMin lo vería, estaban destinados a estar juntos... a compartir su vidas.
- Key... -habló abrazandole por la espalda. Estaban en aquel parque, el lugar especial de ambos- Quiero... regalarte esto.
Key se dió la vuelta y TaeMin le agarró de la mano para ponerle su regalo.
Un anillo, tan pronto lo vió el mayor dió un saltito y quitó su mano.
- Tranquilo... este anillo no es el mismo de tu cuento, no lo es -aclaró mostrandoselo, para luego ponerselo- Key... cuentame una vez más... lo que nunca debió pasar con nosotros... -pidió dandole un dulce beso.
A TaeMin le gustaba que le contase aquella historia de la obra, el anillo y como lo enamoró por segunda vez. No sabía si era verdad, pero confiaba en él. Y así como en ese cuento Key lo volvió a enamorar, lo podría miles de veces. Porque TaeMin lo amaba y sabía que era para siempre.
Cuando se giró viendo el anillo que iba a ponerselo a TaeMin se asustó apartandose.
- Tranquilo... este anillo no es el mismo de tu cuento, no lo es- Asintió dejandselo poner. -Key... cuentame una vez más... lo que nunca debió pasar con nosotros...
Correspondió al beso de TaeMin cogiendole de ambas manos, mirándolo con una pequeña sonrisa. Por una parte le gustaba contarle la historia viendo que creía en ella, además no mentía pero por otra parte no le gustaba mucho porque recordaba como Taemin se alejaba de él, cuando no podía abrazarlo y menos besarlo. Recordadno cuando lloró tanto por él...
Pero le contaría la historia las veces que quisiera si se lo pedía de esa manera. Nunca más volvería a hacer o pensar una tontería como aquella.
THE END