Capítulo 4
Definitivamente odiaba las matemáticas, pero música era una materia que lo hacia despertarse. Le encantaba la música, cantar, bailar... y que el profesor comunicara que dentro de unos meses se haría una obra musical en el instituto le alegro el día. Algo que le gustaba por fin.
No dudó en apuntarse cuando pasaron la lista, anotó su nombre y luego la pasó a la siguiente fila sonriendo cuando el timbre anunción.
El primer día había terminado. Tomó su mochila, metió sus útiles allí y salió del aula.
- ¿Te apuntaste verdad? -escuchó una voz detrás de él.
- Si, ¿tú? -preguntó a MinHo mientras caminaban hacia la salida.
Definitivamente el ánimo se le había subido.
Key apenas estaba en la clase, sus compañeros tenian que llamarle bastante la atención para que el profesor no le castigase. Así salieron de la clase cuando Key vio como muchos alumnos estaban en el tablero de anuncios.
-¿Qué pasa?
Se acercó viendo como era para una obra musical. Se acercó viendo el nombre de taeMin entre los apuntados. Sin pensarselo dos veces apuntó el suyo.
De pronto recordó cuando TaeMin le enseñaba siempre que se aprendia un nuevo baile a Key, esa forma de bailar que era tan única.
-TaeMin...- Susurró, saliendo del instituto caminando hacía su casa.
Llegó a su casa, caminó hacia su habitación dejando tirada su mochila en su cama.
- Ya estoy aquí~ -gritó al aire caminando hacia la sala para encender el televisor con control remoto.
Como esperaba nadie estaba en su casa, su mamá se perdía todo el día en su trabajo y su padre.... pues ni el sabía donde estaba luego de la separación.
- Mmm... no hay nada que ver -dijo mirando el televisor hasta que encontró un canal que le llamó la atención- Ya.. quiero que empiecen los preparativos... quiero actuar.
Cuando llegó a casa, su madre le saludó con una amplía sonrisa, su padre estaba trabajando. Se diriguió a su habitación, entrando en ella tumbandose en la cama.
Cuando miró su mesita de noche, no encontró la foto que tenía de TaeMin. Había desaparecido.
Ahora si que estaba claro, todo lo que le tenía relacionado con TaeMin, había desaparecido. Se volvió a tumbar cuando de pronto recordó el anillo.
-El anillo... No ha desaparecido.- Murmuró, intentandoselo sacar. -No puedo... Asshh... ¿Por qué no puedo sacarmelo?
Realmente estaba aburrido allí en su casa solo, no tenía nada que hacer... ninguno programa que ver. Nada de nada.
Suspiró apagando el televisor para luego irse a su habitación. Miró su mochila.
— Lo menos que quiero hacer ahora... es la tarea —dijo tomandola para luego ocultarla en su armario— Mmm... creo que....
Caminó hacia su pequeño estante donde tenía un aparato pequeño, lo encendió y de elo desprendió música bailable que TaeMin no tardó en encontrar el ritmo y comenzar a bailar.
Key fue a por jabón poniendoselo en el dedo, y luego intentandoselo sacar, pero era inútil. Nunca antes le había pasado algo así. Lo raro era que no le apretaba.
-Asshh...- Era lo único que aun le relacionaba con TaeMin. Key decidió darse una siesta, haber si así se calmaba pro todo lo que le había pasado hoy.
La tarde pasó, su madre le levantó para ir a cenar. Key abrió los ojos, diciendole que no tenía hambre. Así girandose comenzando a mriar por la ventana, el cielo oscurecido.
-TaeMin...
— Ya estoy en casa —escuchó gritar a su mama y luego unos pares de zapatos chocando con el suelo— ¿TaeMin?
— ¿Si, mamá? —preguntó este apagando su equipo de su música y saliendo de su habitación.
— ¿Puedes ir a comprar la cena?
— Pero....
— Estoy cansada, de camino a casa se fue imposible —la vió dejar su chaleco en un perchante y sacar de su cartera dinero— Ve por favor.
— Esta bien —dijo suspirando.
Caminó hacia la puerta lamentandose el no poder disfrutar una cena normal con su familia.
Key se apoyó en la ventana viendo desde su ventana los coches pasar. Tenía que empezar a asimilar que ya no volvería a abrazar, ni besar los labios de TaeMin, tenía que asimilar que no volvería a verle con esos ojos que siempre se sonrojaban.
-Asimilarlo...
Dejó un suspiro.
Con mucho sueño se levantó de su cama para comenzar un nuevo día en el instituto. Sacó su uniforme de su ropero y también su mochila -la que no había vuelto a tocar desde ayer- y se puso en marcha.
No tardó mucho en llegar al instituto, después de todo le quedaba cerca de su casa, con su mochila apoyada en el hombro estaba a punto de cruzar las puertas cuando divisó a unos de sus hyungs desde lejos.
— Buenos días Ke... ¿Key-hyung?
Saludó apenas parandose al frente del mayor, no sabía si llamarme por su nombre después de todo no se conocían, no tenían la bastante confianza para llamarle como MinHo lo hacía.
Key salió de la cama, diriguiendose al espejo, lavandose la cara para que su fina piel estuviera bien limpia. Poniendose despues el uniforme del Instituto.
Así se dirigió caminando sin muchas ganas, cuando una linda voz le llamo. Al oír las palabras no pudo girarse con una dulce sonrisa para ver a TaeMin.
-Buenos días TaeMin.- Dijo así entrando los dos en el isntituto. -Espero que no pienses muy mal de mí, por lo de ayer. Hagamos borrón y cuenta nueva. ¿Sí?- Dijo Key dandole la mano a TaeMin con la sonrisa en los labios.
Estrechó la mano del mayor y sonrió.
— Claro hyung... —ambos soltaron sus manos y se adentraron al instituto.
Apenas dieron unos pasos cruzando algunas palabras sobre como era la escuela, y que quería conocer los alrededores ya que era nuevo.... una voz los llamó a ambos. Corriendo llegó hacia ellos para saludarlos.
— Buenos días Minho-hyung —saludó TaeMin cuando la campana comenzó a sonar— Creo que mejor nos apuramos.
Key asintió.
-Nos veremos en el recreo.- Decía separandose de ellos dos para irse a su clase. El plan iba bien, TaeMin ya no pensaba tan mal de Key. Así TaeMin estaría a su lado.
Se sentó en su pupitre mirando el cielo por su ventana. Hacía buen día. Solo espero que la clase siguiera y esta vez intentaría no pensar más en el asunto.
TaeMin esperaba con asias en el receso, últimamente encontraba todas las clases casi aburridas. MinHo se había sentado a su lado, cambiando asiento con unos de sus compañeros, así le tenía más cerca para entablar conversación durante las clases.
— MinHo hyung —lo llamó.
— ¿Mmm? —este ni le miró, solo pretendía mirar al profesor para no ser encontrados.
Había algo que lo tenía inquieto desde ayer. Y quería sacarse la duda de la cabeza para estar tranquilos, después de todo... ambos concordaron comenzar desde cero.
— ¿Tú le dijiste a Key-hyung mi nombre antes de conocerme? —el mayor negó dejandolo pensativo también— Entonces....
— .....y Lee TaeMin —anunció el maestro haciendo saltar al menor del susto—... Los que acabo de nombrar se los necesita en el salón de teatro.
Los nombrados asistieron. Incluido él, suspirando con alivio caminó hacia la salida viendo como MinHo lo despedía. Quizás sabía que se tardaría mucho tiempo allí como para no verlo en el receso.
De pronto apareció un profesor anunciando a los alumnos que tenian que ir al salón de teatro. A Key se le iluminaron los ojos, sabía que TaeMin estaría allí, así que no pudo evitar sonreir.
Cuando esa hora acabó, se diriguió al salón, con los otros. Una vez allí comenzó a buscar a TaeMin, viendolo a un lado solo. Acercandose a él.
-TaeMin... Hola.- Dijo con esa sonrisa coqueta tan suya. -Tu también te apuntaste.- Dijo haciendose el sorprendido.
Caminó con todo el bulto de compañeros de su aula hacia el teatro, en el recorrido pasó por la sala de música, los baños... pudo divisar el patio trasero, sin duda había mucho lugares que no conocía aún.
Finalmente llegaron y las puertas se abrieron de par en par, eran los primeros en llegar a su parecer. TaeMin se alejó de los demás esperando que comenzara cuando alguien se le acercó. Se trataba de su hyung.
— Si... y no hace falta preguntarte a ti tambien ya que estás aquí —sonrió mirando alrededor— Somos muchos aquí, la competencia estará dura por el papel principal —su mirada volvió a caer sobre Key—.... ¿También te gusta actuar?
Key asintió dulcemente.
-Hay gente que dice que soy muy bueno actuando, además mi voz es muy linda.- Decía presumiendo sin separarse de TaeMin.
-Chicos, empezaremos con las audiciones, les iremos diciendo nobmre y le daremos un nuemro, para despues empezar.- Explicó el profesor.
Así fue, como los alumnos fueron yendo uno a uno para coger su número, podía verse que algunos estaban nerviosos de otros no tanto.
-Seguro que te cogen, bailas muy bien, TaeMin.- Sonrió Key, de pronto se llevó una mano a la boca.
TaeMin escuchaba cada palabra de Key. Tenía tanta confianza en si mismo, eso lo hacía mas agradable. Tampoco es que el dudara de sus habilidades, solo... estaba nervioso. Un poco.
Se alegró al ver que su número no estaba tan cerca, así podría ver a que clase de talentos se enfrentaba, pero tan pronto escuchó lo que dijo su hyung lo miró.
— ¿Cómo sabes que.... bailo también? —preguntó viendo como Key giraba su rostro—.... Solo dije que me gusta actuar, pero no bailar. ¿Hyung..?
Ahora confirmaba más curiosidad. Primero su nombre lo sabía sin que nadie se lo dijera, y ahora el baile. Nadie lo conocía en esta escuela. TaeMin se sentía asustado al respecto.