EL MUCHACHO DE OJOS TRISTES
Capitulo Uno: Recuerdos dolorosos.
[Konny]
El despertador suena por tercera vez, creo que ya es hora de dejar de ignorarlo, de un manotazo lo hago callar. Me levanto con toda la pereza del mundo y me dirijo hacia el baño, me lavo la cara y miro mi reflejo en el espejo. El mismo de siempre, sí, ese chico de piel clara, cabello negro y de ojos de color azul profundo, sí ese soy yo… o como me llaman los demás: Konny.
Bajo a la sala donde seguramente estará mi hermano menor, Teddy, viendo el televisor como todos los domingos. Y no me equivoco, ahí está aquel chico delgado de cabello castaño oscuro, piel clara y ojos del mismo color que los míos. Sí, ahí está Ted. El chico más quejicoso que pueda existir.
-Hora de desayunar – le comunico mientras me dirijo hacia la cocina, pero antes de desaparecerme de su campo visual y de responderme un ‘ya estoy desayunando’, me envía una mirada de desaprobación.
¿Será porque aún ando vestido solo con el pans del pijama?
-¡Eso no es desayuno! – le aclaro desde la cocina, pues él cree ingenuamente que no lo vi esconder el enorme tazón de cereal.
-Claro que ¡sí! – me reclama, claro como el ‘señorito’ ya tiene 14 años cree que sabe qué es lo correcto y lo incorrecto. Dejando de lado eso, preparo el desayuno para ambos y me encamino a la sala.
-Desayuna – le ordeno y él me envía una mirada fulminante.
-Lo acabo de hacer – me dice en un gruñido.
-No empieces Teddy, sabes lo que te dijo el nutriólogo – mi ‘hermanito’ bufa y a regañadientes toma su porción de comida (mientras murmura algo como soy ‘Ted’ no ‘Teddy’) y comienza a desayunar, le envío una sonrisa orgullosa.
-Esto sabe asqueroso Konny, me pregunto ¿Cuándo aprenderás a cocinar? – me dice mi hermano en forma de reproche. Yo solo le sonrío, pequeño demonio, todavía que le preparo de comer.
-No te quejes Teddy, solo los domingos es cuando tienes que ‘sufrir’ por mi pésimo gusto en la cocina – le recuerdo, porque es verdad, los demás días nos prepara la comida Lali, que es la que hace todo el quehacer en la casa, la que prepara la comida, la que lava, saca la basura. En pocas palabras, la señora del servicio. Y el domingo es su día de descanso y yo la suplo, bueno lo intento. Aparte de cuidar a mi hermano tengo que llevar el negocio familiar, ya que mis padres murieron hace tres años y yo al cumplir la mayoría de edad, me he puesto al frente del ‘Lemus Cinema’(1).
-Me quejaré con mi nutriólogo, se supone que debo recuperar mi peso, no perderlo al vomitar con esta asquerosa comida que sabe a…
-Si no quieres comer no lo hagas – le digo serio y sí, debo reconocerlo un poco molesto ¿Por qué se tiene que quejar de todo? Llevamos medio año solos sin el tutor y me atrevo a decir que somos más felices, aquel Spencer (que se hacía llamar nuestro tutor) enfrente de todos los demás era la persona más amable, gentil y bondadosa, pero aquí en estas cuatro malditas paredes era el peor, si existiera una ser tan maligno y despiadado, ese no sería Spencer, ese sería un ángel a comparación de él.
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Nota de autor:
He decidido retirar mis fanfics de algunas plataformas. Oficialmente estarán en Fanfiction, El foro del Dragón y en mi blog. Estos son los foros oficiales, todos mis fanfic bajo el Nick de Pislib Nott. Si una de mis historias anda por ahí rondando bajo otro Nick, agradecería infinitamente que me avisaran para comenzar la cacería (muajaja). Como le dije a una de las que me plagió, “simplemente me cansé de ser amable”. Si quieres continuar leyendo esta historia, la encuentras en los siguientes links:
Blog Pislib Nott. https://pislibnott.blogspot.mx/search/label/Historias%20Originales
Besos
Pislib Nott.