Luego de esa tarde no la volví a ver en unas dos semanas, estaba realmente preocupada, no atendía mis llamadas y no la podía encontrar en ningún lugar, era como si hubiera desaparecido.
Esa noche recibí una llamada de ella.
- Camila, tengo poco tiempo así que escúchame, mis padres nos vieron en el parque esa vez, no me dejan salir, me sacaron el teléfono móvil, y no puedo verte, estoy bien no te preocupes por mi – dijo totalmente agitada, yo me sentía demasiado asustada –
- ¿Cómo que tus padres te tienen encerrada? Ya eres grande deberían dejarte vivir como quisieras – le conteste en un tono muy indignado –
- Lo se, lo se, pero no tenemos otra alternativa por ahora, esperemos a que se calme todo y luego vemos, adiós amor. – ahí corto la llamada, yo no podía creerlo.
Corrí al bar de Kat, tenia que decirle eso, necesitaba su consejo. Entre abrumadísima, ella enseguida lo noto.
- ¿Que paso?
- Es Daiana, sus padres nos vieron besándonos en parque y ahora no la dejan verme, no la dejan salir. ¿Kat que hago? – le pregunte desesperada y entre lagrimas –
- OK, tranquilízate, ¿Ella se comunico contigo?
- Si, hace un rato me llamo por teléfono a escondidas y me dijo que por eso ella estaba desaparecida estas dos semanas
- ¡Increíble! No puedo creer que sus padres sean capaces de privar a su propia hija de libertad y de felicidad, es indignante
- Lo se, pero tengo que sacarla de ahí
- ¡Espera! ¡No te arrebates niña! Debes entender que tendrían graves problemas si dos menores se fugaran juntas, en especial yo
- Tienes razón Kat, ¡Nos iremos a la casa que tengo yo en aquel pueblo!
- ¡Te dije que no huyeran!
- Y que hacemos, con los padres de ella seria imposible razonar
- Tenemos que buscar la manera de hacerlos entrar en razón, si se fugan dirán que tu pones en peligro la vida de su hija, y en parte es cierto, hay que pensarlo bien antes de actuar
- Kat…
- ¿Si?
- Sírveme algo
- No empieces
- ¡Hazlo!
- Camila, se que esto es difícil para ti pero debes evitar tomar, ahora es cuando mas fuerte debes ser
- Lo se pero no puedo evitarlo – me sentía totalmente desesperada, estaba apunto de llorar, no podía resistirlo -
- Yo te ayudare, tenemos que demostrarle a los padres de ella, que tu le haces bien a su hija, y hacerles ver cuanto sufren las dos si las separan
- Es una buena idea
- Lo se, ¿Que harían ustedes sin mi?
- No se, probablemente huiríamos, hasta el fin del mundo
- Si, ustedes dos están muy locas – en ese momento Kat logro sacarme una sonrisa, me sentía mejor. Espera un poco más Dai, solo un poco más.
Me sentía realmente impotente ante esa situación, ni Kat ni yo sabíamos que hacer, estábamos perdidas. No quería imaginar como se sentiría Daiana, la extrañaba mucho, aunque no podía evitar también sentirme culpable, ella me advirtió sobre esto y yo no la escuche. Fui a mi casa… a nuestra casa, me deje caer en la cama y me dormí…