A la mañana siguiente recibo una llamada de Kat, pidiéndome que vaya urgente al bar que hay alguien que me quería ver.
- Hola Kat ¿Quien me quería ver tan urgente? - dije aun dormida –
- Hola Cami, hacia bastante que no nos veíamos – dijo una voz conocida para mi, cuando volteo a ver quien era me doy cuenta de que era Florencia –
- ¡Flor! ¿Que haces aquí? – dije totalmente sorprendida –
- Bueno me entere de tu problema con los padres de tu novia así que se me ocurrió una idea, pero tienes que mantenerte lejos hasta que yo te diga, ¿Entendiste? – me la quede mirando un poco extrañada pero accedí a lo que me decía –
- OK dime cual es tu idea
Ella me fue relatando como haríamos entrar en razón a los padres de Daiana para que nos dejaran estar juntas, era simple, teníamos que demostrar que yo le hacia bien a su hija, no solo eso si no que estar separadas nos hacia mucho mal a ambas.
El como lo haríamos era el momento en el que tenia que Florencia lograr hablar con Daiana para decirle que sobre actúe un poco mas su depresión etc. Luego estaba la parte donde yo tendría que aparecer, y que sus padres vean su reacción al verme. Si eso no funcionaba, tendríamos que pensar en otra forma para estar juntas. Por ahora el único problema era lograr contactar con Daiana, tendríamos que vigilar de cerca la rutina de sus padres.
Pasaron dos semanas y no podíamos lograr verla ni dos minutos seguidos, era frustrante y yo sentía que me moría por dentro, cada segundo sin ella era una tortura. Esa misma tarde alguien toco el timbre de mi departamento, cuando bajo a ver quien era, veo algo que me dejo helada, los padres de Daiana en la puerta, cuando los hago entrar a mi hogar, ellos observaban detenidamente todo, yo me sentía nerviosa por su visita totalmente inesperada.
- Bueno supongo que vinieron aquí a decirme algo ¿No? – dije totalmente nerviosa –
- Es cierto, vinimos por que Daiana esta cada día mas deprimida, no come, no duerme, no nos habla, llora todo el tiempo, y esto no puede seguir así, estamos demasiado preocupados por ella y vemos que esta sufriendo mucho al no tenerte – dijeron seriamente –
- Me imagino, yo estoy igual por mi parte, la amo muchísimo, y daría mi vida por ella, yo no puedo vivir sin ella, no quisiera imaginar como debe esta Daiana, yo me moriría si algo malo le pasara – no pude ser mas sincera con ellos, era la verdad, y yo la amaba así que haría hasta lo imposible por estar con ella –
- Nos damos cuenta de que ambas se aman mucho, y aunque no aprobamos su relación, no podemos ver así a nuestra hija, la estamos privando de su felicidad, por eso vinimos a hablar contigo para cerciorarnos de que no tomemos la decisión equivocada al dejarlas verse cuanto quieran, así que si nos permites quisiéramos ver con mas cuidado tu departamento – ellos realmente iban enserio con asegurarse de no tomar la decisión errónea –
- ¡Claro! Adelante por favor – no podría estar mas feliz, seguir el consejo de Kat de no tomar y ser fuerte dieron sus frutos, como no tome nada durante esas semanas que estuvimos separadas no habría ninguna evidencia que me separara de Daiana. Cuando por fin terminaron, estaban satisfechos con lo que vieron y nos dejaron volver a ser pareja, cuando ellos se fueron yo los acompañe, solo para ver a mi amada, y al abrir la puerta de su habitación…
- Hola mi amor, volví – dije emocionada, de verla, ella tenia una cara tristisima, que casi me rompe el alma –
- ¡Camila! – grito ella, y se abalanzo sobre mi entre lagrimas, y besándome como la primera vez, sus padres nos observaban desde lejos, y vieron su reacción al verme, la felicidad de su hija había vuelto y tenia mi nombre evidentemente para ellos. Esa noche Daiana volvió conmigo y se quedo a dormir ahí, ambas estábamos juntas otra vez y ahora no había nada que nos separara.