3 años mas tarde, ella y yo en la facultad, trabajando, ahora definitivamente vivíamos juntas como una verdadera pareja, una mañana simplemente me puse a pensar en todas las cosas que pasaron, buenas o malas me llevaron a este momento, verla a ella desayunando aun medio dormida, me sentía bien al verla, me acerque a ella y la abrasé así como si nada, sentía su calor corporal, podía sentir sus latidos, su corazón palpitando sobre mi pecho, la piel de su cuello contra la mía, sus brazos que rodeaban mi cintura, cerré mis ojos y también podía oler su aroma natural, no su perfume ni nada de eso, si no que podía olerla a ella, cualquier tipo de sonido fuera de nuestra atmósfera en ese momento no se escuchaba, su pelo… tan suave y despeinado en ese momento era mas hermoso que nunca, su voz tan dulce y calmada, con un tono somnoliento me reconfortaba el alma, sus ojos brillando como la primera vez, todo en ella, todo su ser era impresionante, me fascinaba cada día, que bella mujer que era Daiana, me di cuenta de que realmente si alguien me diera la oportunidad de cambiar algo de mi vida, no cambiaria nada, los malos momentos nos unieron mas, los buenos los recordamos en alguna tarde de otoño, y ahora que me doy cuenta ese dolor que antes me hacia sufrir tanto, jamás se fue, esa presión en mi pecho, en mi corazón, ahora me hacia sentir feliz, muy feliz. Es increíble como el amor te puede llevar y pasear tu alma por los extremos de la vida, del dolor a la felicidad, de la vida a la muerte. Que fuerza incontenible que es el amor.
Una vez escuche a alguien preguntar: ¿Qué pasa si una fuerza incontenible choca con un objeto inamovible? Y alguien contesto: nada, si hay algo que no se puede detener es imposible que exista algo que no se pueda mover, y viceversa, ambas no pueden existir. Supuse que era una respuesta muy lógica, pero luego escucho una respuesta muy distinta, “lo que sientes ahora es una fuerza que no se detiene, lo que significa que debo moverme”. Quizás realmente el amor si sea una fuerza incontenible, tal vez no deberíamos luchar contra ella, solo dejarnos llevar, no tiene nada que ver con la física pero creo que esa es la mejor respuesta.
- ¡Hey Camila! ¡Camila!
- Que, ¿Que pasa? – sorprendida me saco de mis profundos pensamientos
- Te quedaste mirando la nada, ¡Date prisa Kat nos espera para almorzar mas tarde! – me sonreía un poco extrañada. ¡Dios que hermosa es ella cuando sonríe!
- ¡Muy bien ya voy! – la mire de reojo, y pensé, realmente ella es una fuerza incontenible. Tome las cosas y fui a lavar nuestras tazas, ella vino desde atrás y me abrazo por la cintura, sabe que eso me vuelve loca, amo que haga eso –
- ¿En que te quedaste pensando durante el desayuno mi amor? – me sonreía desde atrás curiosa –
- jeje, en nada amor, solo pensaba en el tiempo que paso – me di vuelta y la bese tiernamente, sus brazos se fueron posando en mi cuello, mientras mis manos viajaban por su cintura hasta sus muslos –
- Te amo – me dijo y poso su cara en mi pecho, nos quedamos así durante unos hermosos y eternos minutos.