Mientras salía de la facultad, escuche a dos chicas hablar sobre su sexualidad, se interrogaban a ellas mismas, parecían no estar satisfechas con cada respuesta que ellas mismas se daban, quizás era algo nuevo para ellas, una no parecía muy preocupada por ello, aunque la otra se angustiaba por como decírselo a sus padres, temor a decepcionarlos, parecían pareja, las mire disimuladamente para escuchar que mas decían, cuando al momento de despedirse se besaron confirme que realmente eran pareja, tal como Daiana y yo, pero algo le esta pasando a ella, y me preocupa mucho.
Decidí ir a una florería y comprar un ramo de rosas blancas con algunos jazmines, también fui y compre la caja de chocolates más cara que encontré, supongo que hace bastante que no le demuestro cuanto la amo, y eso debe tenerla un poco así. Camine hasta donde se encontraba mi moto, pero me di cuenta de que no podría llevar el ramo e ir en la moto, así que se me ocurrió volver al local y preguntar si hacia envíos a domicilio, al decirme que si, le explique mi situación entonces la dueña me propuso, ir a la par de la camioneta que llevaría mi ramo y yo la seguiría en mi moto, los chocolates no eran problema cabían perfecto en mi mochila, así que al llegar a mi edificio el repartidor me dio mi ramo y se fue, yo deje mi moto donde siempre, y subí en el ascensor, preguntándome como tomaría ella esta sorpresa. Me sentía nerviosa, como en nuestra primera cita, ese día estaba súper nerviosa, Daiana estaba con una polera sin mangas color blanca y unos jeans negros muy ajustados… y pensar que en ese momento tan solo teníamos 17 y 18 años yo siempre fui un año mayor que ella, pero ciertamente a veces ella era mas madura que yo, recuerdo perfectamente que ese día mi amada luego de ir al cine quería quedarse a dormir en mi departamento, y yo complaciente como siempre, accedí. No hicieron 3 minutos desde que habíamos entrado que ella se me tiro encima y comenzó a besarme, sus intenciones eran claras, aunque ella es tranquila, casi siempre toma la iniciativa cuando hacemos el amor, incluso aquella primera vez en el pueblo… ¡Dios ya hacia mucho tiempo desde eso! Hermosos recuerdos ahora volviendo a mí en ese ascensor hasta el 7mo piso de ese edificio, o como decimos mi novia y yo “El séptimo cielo” y así era, vivimos ahí, en el cielo. Al llegar a mi piso correspondiente las puertas del ascensor se abrieron dándome paso, salí cuidadosamente para no arruinar las flores, camine hasta la puerta, pero no la abrí, siquiera tome mis llaves… ¡No podía! Tengo las manos ocupadas… ¡Joder! Estuve unos 10 o 15 minutos intentando tomar mis llaves, pero aun sentía nervios así que estuve un tiempo mas tomando coraje, mi miedo era que a mi Daiana le estuviera afectando algo y yo no pudiera hacer nada… suspire y me digne a abrir la puerta de mi hogar, de el cielo donde residía junto a un ángel… mi ángel, la mas hermosa de todas las criaturas que pudieron existir alguna vez… Daiana…