Cuando escuche el sonido de su voz, mi corazón se freno por un momento, luego sentí como ella me abrazaba, era como si el dolor y la culpa se hubieran ido, sus palabras me reconfortaban el alma.
- Sabes que odio verte llorar, y sabes que no fue tu culpa, así que olvidemos lo que paso y vuelve conmigo – tenia una voz totalmente serena, me hablaba con amor –
- Te amo, prometo ser mas cuidadosa la próxima vez – aun algunas lagrimas se escapaban de mis ojos, pero ya no como antes, ahora podía estar mas tranquila –
- Vamos, Kat nos espera afuera – me tendió su mano, yo la miraba y realmente esplendia un aura mágica, era como si me estuviera guiando al cielo – Primero vamos a lavarte la cara por que estas muy fea después de tanto llorar – ella sonreía, y era tan amable, hasta podría decir que dolía un poco –
- Daiana…
- ¿Si?
- De verdad, lo lamento mucho, yo…
- No te disculpes mas, no hiciste nada, y es literal, no se besaron ni nada parecido, aunque debo confesarte que no confío mucho en esa amiga tuya, y creo que hay una posibilidad de que ella estuviera buscando terminar en una situación así – sonaba un poco preocupada por eso, y su expresión se tormo un poco seria en un momento, yo sabia que lo que decía sobre Andrea era lo mas cercano a la verdad –
- No lo se, es posible, pero ella y yo solo somos buenas amigas, y no va a llegar mas allá de eso, y tendré que decírselo mañana cuando la vea
- Esta bien, pero también es posible que aya sido un simple accidente, no deberíamos sacar conclusiones tan rápido, ¿No crees?
- Tienes razón, te amo mas que a la vida misma Dai, nunca me dejes sola
- Jamás lo haría, tu tampoco me dejes nunca, pase lo que pase, siempre vamos a estar juntas
En ese momento nos abrazamos y nos besamos, renovamos ese juramento que hicimos hace años ya, nunca alejarnos una de la otra, nuestras almas se complementan, son una sola.
Yo no quería soltarla mas, mi corazón, mi espíritu se elevaron hasta el cielo donde están los de ella, Grecia nos esperaba faltaban solo 10 días, y aun teníamos que hacer varios preparativos.
- Bueno, supongo que ya solucionaron el problema – desde la barra como siempre Kat nos hablaba, como una madre –
- Si, por supuesto – ella estaba feliz, se le notaba el la cara –
- Camila, ¿Estas mas calmada ahora?
- Si, lo estoy
- ¡Que suerte! Casi me das un infarto cuando entraste así toda histérica llorando y gritando casi, pensé que algo muy grave había pasado
- Perdón, no fue mi intención asustarte, pero bueno sabes que siempre exagero mis reacciones y así termino – Kat sonreía desde la puerta de la cocina, y nos trajo el desayuno después de todo el problema de esa noche ya había amanecido eran cerca de las 7:30 AM y ella abría el bar a las 6:00 AM –
- Ay Cami el sábado te necesito aquí para que pongas un poco de música, se esta haciendo muy popular esa banda que vienen a veces y tu tocando la guitarra entre las mesas, parece que a la gente les gusta
- OK, eso es bueno, significa que mas clientes vendrán aquí, el boca a boca lo esta haciendo famoso supongo
- Si es evidente, y si seguimos así tendré que contratar meseras, recuerdo cuando recién abrí este lugar, era una pocilga, y ahora mira en lo que se fue convirtiendo
- Si y yo hace años desde aquella noche que vengo siempre acá
- Es verdad, ya pasaron tantos años desde aquel día – se veía como se quedaba recordando cada momento y en algunas ocasiones parecían buenos recuerdos en otros los malos momentos que paso el bar económicamente, y yo siempre ahí sentada en el mismo lugar que la primera vez –
- ¿Quieres venir a Grecia con nosotras? – no podía irme y dejar a Kat aquí, realmente quería que viniera conmigo y con Daiana –
- ¡¡ ¿Qué?!!
- Si, vamos ven a Grecia, Camila tiene razón ven, ¡Dale!
- ¿Están locas? ¡¿Y yo como voy a paga un viaje a Grecia?!
- ¡Lo pago yo! ¡Esta todo listo vamos a sacar los pasajes mañana!
- Ya estas delirando, Camila, no me sentiría cómoda yendo a Grecia con ustedes, y además sin pagar, no puedo aceptarlo
- No me importa, mañana hay que ir a sacar los pasajes, así que ya no te puedes negar, eres mi madre y yo te invito a Grecia, vamos las tres, ¡Es como un viaje familiar!
- ¡Si! ¡Es una excelente idea! Vamos a hacer las maletas para tener las cosas casi listas
- OK, nos vemos Kat, ¡Recuerda mañana temprano! – nos fuimos corriendo a casa, y la dejamos sin poder negarse –