Secretos, mentiras y sentimientos.
Desclaimer: lo personajes de Naruto no me pertenecen.
Capitulo 15.
La molesta Uchiha menor.
OoOoOoOoOoOoOoO
Naruto despertó cuando escucho como una dulce y hermosa voz lo llamaba en sus sueños, al abrirlos levemente sus ojos se encontraron con otros ojos, igual de azules que los suyos los cuales le miraban fijamente, espantado se levanto de golpe pero en el proceso se enredo con las sabanas y callo al suelo.
Solo pudo escuchar una risa burlesca, se levanto del suelo lo mas rápido que pudo, miro la cama en la cual dormía minutos antes para encontrarse con una pequeña persona —"que bueno que despiertas, Papá"— Naruto simplemente suspiro, y se quedo mirando a la pequeña mocosa que lo había despertado de su tan traquido sueño.
De unos tres años de edad, hermoso y largo cabello de color negro, piel muy pálida y unos grandes y curiosos ojos de color azul profundo. La cual se encontraba sentada en la cama con una gran sonrisa —"¿Por qué me despiertas así Mikaru? Que te he dicho de espantarme".
"Pero es que te veías muy gracioso, murmando que querías ramen"— le sonrío.
"Murmurando, Mikaru, se dice murmurando –dattebayo"— Naruto intento corregirla.
La niña empezó a reír de manera alegre, Naruto frunció el seño definidamente debió dejar que Deidara le pusiera molestia porque esa muchachita era un dolor de muelas, al parecer había saco el "tierno" carácter de Deidara, mas sumado a la arrogancia de los Uchiha, además de un poco de el de el tomado por todos lo años juntos. Definitivamente una mala combinación.
Se dio cuenta que se había quedado en el aire al ver que la pequeña se miraba las palmas de la manos. Otra curiosidad de esa niña era que había sacado las mismas bocas que Deidara, eso se supone que no debía haber pasado, pero que iba a saber el ni que fuera genio, aunque la del pecho no la tenia.
Salio de la habitación en la que se encontraba, para llegar a una sala de estar, busco con la vista pero no encontró nada, cuando de repente se escucho un grito. Corrió rápidamente fuera del lugar. Y entonces vio a la procedencia de tan extraño ruido, otra niña de la misma edad que la primera, pero de largo cabello rubio, tres marquitas en las mejillas y unos grandes ojos de color negro.
"Diablos"— fue lo único que murmuro al ver que la pequeña se encontraba sentada en un charco de lodo riendo, mientras una niña la miraba con curiosidad. Esta a diferencia de la anteriores tenia el cabello de color rojo, una piel muy pálida y los ojos de color negro —"Hikaru ten cuidado con el…"— y antes de que pudiera decir nada la pequeña había sido jalada hacia el lodo.
"Lodo"— escucho un grito detrás de el para luego ver a una pequeña azabache correr y lanzarse sobre el lodo. Y entonces Naruto se pregunto deliberadamente ¿Qué había hecho el? ¿Acaso había sido un asesino en su otra vida?
Se acerco al charco y miro como las tres pequeñas mocosas jugaban en el, bueno dos de ellas ya que la pelirroja no hacia nada más que intentar levantarse del suelo, resbalándose cada vez y no lográndolo. Esto era observado por una dulce y tierna niña de cabello rubio igual al de Naruto solo que le llegaba hasta los hombros.
Naruto la miro, esa niña le perturbaba un poco. Ella lo miro fijamente con el rostro inexpresivo. A Naruto inmediatamente le llego la imagen de un Sasuke mirándolo de la misma forma, se desencajo un poco ¡¿Por qué? ¡¿Acaso dios, buda o lo que fuera que estuviera arriba lo odiaba? Si esa mocosa si era digna de llevar al apellido Uchiha, a pesar de ser su hija, y haber vivido con ella desde su nacimiento, no se parecía en nada a el, salvo el físico.
Pero después, las expresiones, la forma de ser, actuar y hablar eran completamente iguales a las de Sasuke. Grito mentalmente, vamos si ella nunca había conocido a Sasuke, entonces ¿Por qué diablos se parecía tanto a el? Y decir que le tenia un poco de terror era poco, esa niña lo asustaba y no es que fuera un cobarde, claro que no después de todo el era Uzumaki Naruto, próximo Hokage de la aldea de la hoja.
Si, aun tenia ese sueño de ser Hokage, vamos que ni aunque lo desterraran a un lugar oscuro del planeta, dejaría de lado aquel sueño, después encontraría la forma de volver a la aldea de la hoja, pero bueno por ahora le tocaba cuidar a la pequeñas enanas molestas.
Miro el lugar del cual había salido, era una pequeña y acogedora cabaña que se encontraba a mitad del bosque, ellos no vivían ahí, simplemente estaban de paso y en cinco días retomarían su camino nuevamente hacia su casa en el país de la ola. Naruto llevo a las tres pequeñas dentro para limpiarles el lodo, las miro, seguro tardaría un buen rato en ello.
Al ver que se encontraba sola la rubia suspiro, ¿Por qué será que a veces sentía que estaba completamente rodeada de idiotas? Miro a su alrededor y sin mas se adentro en el bosque, bueno a pesar de lo que dijera su padre, si había saco algo de el "su curiosidad" ella llegaba hacer muy curiosa y eso le había provocado problemas, bueno no tantos como a su hermana.
Camino durante un buen rato hasta que llego a un lugar del bosque que le llamo la atención, era tranquilo y estaba lleno de hermosas flores de distintos colores y había un pequeño lago, camino hacia el lago y remojo sus manos.
Escucho un ruido, rápidamente se dio la vuelta y no encontró nada, siguió mojando sus manos, al parecer estar tanto tiempo con sus hermanas la había vuelto paranoica —"oye tu "— al escuchar esa voz se levanto de un salto y miro con ojos desafiantes a la persona delante de ella.
Era alto, tenía una piel muy pálida como si tuviera tiempo que no saliera a tomar el sol, su cabello era de color negro y tenía un extraño corte con puntas atrás, pero lo que más le llamo la atención eran un par de vendas las cuales le cubrían los ojos. Levanto una ceja, al parecer estaba ciego.
"¿Quién es usted?´"
"¿Eso debería de preguntar yo?"
"Uhm, me llamo Mikoto, mucho gusto".
"Eso no me interesa"— dijo para luego caminar en sentido contrario y sentarse sobre una roca, al parecer a meditar, la rubia simplemente lo miro interesada y se acerco para sentarse a su lado —"vete"—le dijo cortante el Uchiha al sentir su presencia a su lado. Aunque la verdad era que esa niña le llamaba un poco la atención ya que tenía el mismo nombre de su madre, se llevo instintivamente sus manos a las vendas.
"¿Cómo te llamas?"
"No te importa"— ella lo miro curiosa no sabia porque pero ese sujeto le resultaba interesante. El silencio reino por varios minutos, eso llamo ahora la atención de Sasuke el cual miro a su acompañante, no sabia porque pero el chacra de esa niña se la hacia extrañamente familiar, en ese momento sintió ganas de poder verle la cara.
"Uchiha sasuke".
"¿Qué?"— ella lo miro sin entender.
"Así me llamo".
"¿Y que hace en un lugar como este?"
"Nada que te importe… sabes una cosa niña"— ella lo miro interesada —"preguntas mucho".
"Nunca me lo habían dicho"— comento de manera desinteresada, y entonces la curiosidad la invadió — "¿Por qué llevas esa venda en tu cara?"
"Eso no te importa"— Sasuke dirigió su vista a delante, y se extraño un poco al no escuchar nada mas salir de la boca de la chica. No sabia porque pero la presencia de esa mocosa, le hacia sentir relajado y tranquilo, su chacra le recordaba mucho a… ¡NO! Se grito mentalmente, porque después de tanto tiempo venia a recordarlo a él.
Mikoto miro como Sasuke llevaba sus manos a su cabeza y se mordía los labios, como si un recuerdo doloroso había invadido su mente. Al ver este decidió que lo mejor era dejarlo solo. Sin decir ni una palabra se levanto y se fue del lugar, ese sujeto le había parecido interesante.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
En la aldea de la arena, más específicamente en la oficina del Kazekage, Gaara se encontraba parado en la ventana, mirando la hermosa vista que le regalaba su aldea. Su vista se dirigió al montón de papeles que adornaba su escritorio y luego volvió nuevamente a la ventana.
Instintivamente llevo su mano a su vientre plano, no sabia porque pero desde hacia algunos años que tenia la sensación de que olvidaba algo, y al parecer alga muy importante. Aun recordaba como había despertado hacia no más de tres años en la aldea de la hoja sin recordar exactamente que lo había llevado a ese lugar.
Cuando le pregunto a sus hermanos, estos dijeron que no sabían nada del tema, que el había estado desaparecido durante todo un año. No sabia porque pero necesitaba saber que fue lo que le sucedió durante todo ese año, y el sabia que el único que tenia esa respuesta era Uzumaki Naruto según le había dicho Sai.
Pero para su desgracia Naruto se encontraba literalmente muerto, según había escuchado de sus hermanos el rubio había muerto en una gran explosión, el no estaba del todo seguro de eso, conocía demasiado a Naruto y sabia que no era tan fácil de matar.
El joven pelirrojo se encontraba completamente hundido en sus pensamiento que no se dio cuenta cuando sus hermanos Temari y Kankuro entraron a su oficina, los dos chicos lo miraban un poco preocupados, desde que Gaara había despertado se encontraba de cierta manera melancólico, como si hubiera perdido algo muy importante para el.
Ellos se preguntaron ¿y era posible que alguien que no recordara que era lo que había perdido se sintiese triste? Llamaron a Gaara el cual suspiro abatido y los miro esperando que dijeran algo.
"Gaara, tenemos que decirte algo importante"— se atrevió a hablar la rubia mayor —"según informes que llegaron hace pocos, Madara comenzó a moverse… no sabemos porque a tardado tanto para comenzar esa guerra que nos declaro hace tres años".
Y entonces informo Kankuro —"abra una reunió en la aldea de la hoja… tenemos que llegar dentro de tres días… al parecer la guerra esta por comenzar".
Gaara miro nuevamente hacia la ventana ¿Qué diablos planeaba Uchiha Madara?
OoOoOoOoOoOoOoOOoOoO
En la aldea de Konoha, mas específicamente en la torre Hokage se encontraban todos los Ninjas caminando agitados de un lado para otro. Tsunade, la cual se encontraba en su escritorio gruño de manera molesta.
Ellos estaban relativamente preparados desde hace tres años para una guerra, pero nunca esperaron que esto ocurriera de manera imprevista, en ese momento a la oficina de la Sannin entro Shizune cargando un montón de papeles —"Tsunade-sama, los kages de las demás aldeas acaban de confirmar su llegada, esta decidido la próxima reunión será en nuestra aldea… y aquí le tengo las nuevas listas de los Ninja que participaran en la guerra".
La rubia se dejo caer de manera pesada en su asiento, al parecer todo iba bien. Pero aun estaba preocupada, es verdad que Madara no tenia movimiento alguno desde hacia unos tres años y no estaba segura de porque, se apretó fuertemente las sienes intentando pensar.
La puerta de la oficina se abrió nuevamente pero esta vez la persona que entro fue una hermosa joven de cabellos de color rosa y de ojos verdes —"Tsunade-sama todo se encuentra preparado" — la rubia asintió, y la chica simplemente se dio la vuelta para marcharse pero la voz de la Hokage la detuvo.
"Se que aun estas un poco triste por lo que paso hace tiempo Sakura".
"No se preocupe Tsunade-sama, se muy bien mi lugar como Ninja de Konaha… y aun confío en el no importa el tiempo que pase"— Sakura se cerro la puerta de un portazo.
La joven kunoichi se dirigió hacia su casa, es verdad que desde que Naruto había desaparecido ella había estado muy deprimida, y a pesar del paso de los años aun se encontraba de esa manera. Maldición, suspiro, desde ese día no podía dejar de sentir un gran resentimiento hacia Sasuke, pero no era odio. Sabia que para ella era imposible odiar al Uchiha, le tenía un gran cariño, después de todo el había sido su primer amor, y como dicen el primer amos nunca se olvida.
Ella sabia que Naruto tampoco hubiera podido odiar a Sasuke, el también sentía un gran cariño hacia el azabache, incluso en un momento de su vida tuvo la extraña idea de que esos dos se amaban. Se río al recordar ese pensamiento, ellos no se podían amar, y no por el hecho de que fueran hombres si no por el hecho de que eran Naruto y Sasuke y bueno ellos eran tan…ellos.
Se limpio las pocas lágrimas que habían inundado su rostro, al llegar a la puerta de su casa y se adentro en esta, camino por los pequeños pasillos y con una sonrisa en el rostro se detuvo delante de una puerta, para luego abrirla lentamente y adentrarse por esta.
Con su rostro analizo la habitación, era la habitación de un bebe, con un hermoso tapizado de ositos, muchos cojines y peluches rosados y una cuna en el centro. Se acerco a la cuna miro dentro, hay había un pequeño bebe de varios meses de nacido y de un hermoso cabello de color rosado.
"Hola, Natsu-chan… Mama ha vuelto"— dijo con una hermosa sonrisa en el rostro, y como si la hubiera escuchado la bebe se removió un poco y abrió sus parpados mostrando unos ojos de color negro. Sakura sonrío y agarro a la infante en sus brazos, la aferro contra si y se deleito con el hermoso aroma.
Esto era lo que se sentía ser madre, se dijo. Sintió una gran dicha al darse cuenta de lo afortunada que era al poder sentir algo tan hermoso como aquello —"Sakura"— escucho como una voz la llamaba desde la puerta, se dio la vuelta y se encontró con su gran amiga Ino, la cual siempre estaba hay para ella.
"¿Qué sucede?"
"Hay una reunión, Tsunade-sama quiere a todos los Ninja de la aldea reunidos inmediatamente…"
OoOoOoOoOoOoOoo
Una niña rubia caminaba tranquilamente por el bosque, la pequeña Mikoto se dirigía hacia el mismo lugar en el cual había estado el día anterior, no sabia porque pero esperaba encontrarse con el señor Sasuke en ese lugar, la verdad era que ese hombre le parecía muy curioso.
Cuando llego al lago, busco con la mirada al azabache y se sorprendió al encontrarlo parado a mitad del lago sobre la superficie de este, y lo que le sorprendía no era el hecho de que se encontrara parado sobre el agua, claro que no, después de todo su padre era un Ninja y el pequeño zorro que siempre lo acompañaba les había explicado a todas como era que funcionaba eso del chacra y de las técnicas Ninja.
No lo que le sorprendía era el hecho de que alrededor del azabache se podía ver una capa de energía, la cual se materializaba en forma de electricidad, eso llamo toda la atención de la rubia, así que eso era lo que llamaban el elemente rayo, debía de admitir que era fascinante, y lo que ocurrió después sorprendió mas a la niña. Sasuke blandió su espada con una maestría impresionan, y lanzo un rayo el cual dio contra un árbol el cual se vino abajo inmediatamente.
El Uchiha salio del agua, paso por el lado de Mikoto ignorándola completamente y se sentó en una gran roca, ella se acerco y se paro delante de el para luego decir —"¿quiero que me enseñe ha hacer eso?"
Sasuke simplemente pronuncio —"no".
"¿Por qué?"
"Nunca lograrías hacer una técnica como esa".
"Entonces explíqueme como se hace".
"No".
"Uhm… si lo hace prometo no volver a molestarlo" —dijo tranquilamente, Sasuke la miro, algo le decía que esa mocosa no lo dejaría en paz hasta que le explicara como diablos se hacia un chidori. Pero se preguntaba ¿Por qué? ¿Por qué no podía simplemente matar a la mocosa? Después de todo el ya había matado a muchas personas antes, pero a pesar de no poder verla, el chacra que despedía esa chica le recordaba mucho al chacra de… ¡NO! Debía de dejar de pensar en ese idiota.
Sasuke suspiro —"bien te explicare como se hace… después de eso quiero que me dejes de molestar"— la rubia asintió sabia que no podía perder esta oportunidad, ese tipo parecía de las personas que no hablaban mucho. La niña se subió a la gran roca y se sentó al lado del azabache.
"La técnica que viste antes se llama chidori nagashi, es una técnica de elemente rayo… es muy poderosa, te are los sellos una vez, si no logras entenderlos es tu problema"— Sasuke salto de la roca y luego comenzó a hacer los sellos correspondientes de la técnica. Mikoto miraba atentamente las acciones del mayor, luego de hacer los respectivos sellos, Sasuke comenzó a juntar chacra en su mano derecha y ante la analítica mirada de su acompañante, una extraña técnica se formo en su mano, la chica levanto la ceja al ver la técnica la verdad no se parecía mucho a la anterior.
"Este es el Chidori"— continuo Sasuke —"el chidori nagashi deriva de esta técnica, es una técnica de elemente rayo, rango A"—Sasuke se sentó nuevamente en la roca —"eso es todo… ahora vete y déjame en paz".
Mikoto miro al mayor con el seño fruncido, pero sin decir nada ser marcho del lugar.
Pasaron los días y la pequeña rubia iba a visitar a Sasuke todos los días pronto paso una semana, es decir, siete días. Ese día era en que Mikoto volvería a su casa en la aldea de las olas, así que como ultima cosa quería despedirse de Sasuke, la verdad era que ella no era muy sociable y a veces la tachaban de fría, pero el Uchiha le había agradado.
Cuando llego a la orilla del lago, busco con la mirada pero no encontró a nadie, espero por varios minutos pero el azabache nunca apareció, lo único que le quedo hacer fue volver a donde estaban su padre y hermanas, seguro estarían preocupados por ella.
Al llegar, a fuera de la cabaña estaban Naruto y las tres niñas preparado para irse —"bien, es hora de volver ¿están listas?"— pregunto el Uzumaki y las demás simplemente asintieron, y así las cinco personas se fueron caminando, antes de desaparecer la pequeña rubia no pudo evitar mirar hacia atrás, esperaba en algún momento volver a encontrarse con el tal Sasuke.
OoOoOoOoOoOoOoOoO
En ese momento Sasuke se encontraba en la cueva de Akatsuki, recostado en una cama y al lado de el se encontraba Madara, era ya el momento, el momento en el cual le quitarían los vendajes y por fin podría pobrar el poder de los ojos de Itachi. Una sonrisa de autosuficiencia se coloco en sus labios. Ya era hora el momento de destruir la aldea de la hoja y así restaurar el orgullo del clan Uchiha.
Madara comenzó a quitar las vendas, una vez libres de ellas Sasuke abrió los ojos lentamente, le molestaban un poco ya que tenia tiempo que no veía la luz del día, luego de varios minutos y una vez completamente acostumbrado a la luz no pudo mas que decir satisfecho —"excelente".
Se sentía fuerte, poderoso, invencible y estaba completamente seguro que con su nuevo poder podría destruir la aldea de la hoja y hacer sufrir a todos, lo mismo que su hermano sufrió, activo el Sharingan, era perfecto el mejor Sharingan que nunca había tenido. Miro a Madara ya era momento de comenzar la guerra.
Guerra de eso era de lo que hablaban los cinco Kages, todo se encontraba completamente listo, lo único que faltaba era el ataque del enemigo el cual indudablemente no les llegaría de sorpresa, después de todo estuvieron tres años esperando esta gran guerra que el mundo Ninja nunca había visto.
OoOoOoOoOoOoOOoOoO
Naruto llego a la aldea de la ola, con una sonrisa miro el puente que llevaba su nombre y luego de eso se dispuso a cruzarlo, aun recordaba cuando había llegado ahí por primera vez, de eso hacia como tres años, cuando había intentado contactar con Gaara en la aldea de la arena. Aun recordaba con mucho rencor cuando cientos de Ninja lo habían perseguido ya que a el se lo consideraba un desertor, maldición ni siquiera pudo hablar con Gaara.
Naruto suspiro, pero lo que aun le extrañaba era que su pelirrojo amigo nunca había vuelto por su hija, no entendía porque después de todo el día que la pequeña nació el de la arena se veía de cierto modo feliz. Intento no pensar mas en el tema de Gaara, definitivamente ahora el consideraba que Hikari a pesar de no ser su hija biológica era su responsabilidad.
Luego de varios minutos caminando por la alegre y bulliciosa aldea de la ola, Naruto llego a una hermosa casa de estilo tradicional y se adentro en ella —"de vuelta"— fue lo único que murmuro al tocar el piso de madera de la vivienda.
Era una casa ni muy grande ni muy pequeña, en la parte trasera tenía un hermoso jardín y un gran bosque la rodeaba haciendo que fuera solitaria y tranquila. Naruto comenzó a abrir todas las ventanas para dejar entrar la luz del sol, a el nunca le había gustado la oscuridad. Cuando termino de abrir las ventanas y las puertas, se dejo caer en el sofá.
Los ojos de Naruto se cerraron, se encontraba un poco exhausto, quien decía que ser Ninja y padre a la misma vez era fácil mentía completamente, en momentos como esos era en los cuales extrañaba a la aldea de la hoja, ser una persona completamente desinteresada y que lo único importante era hacerse más fuerte y cumplir sus sueños.
El rubio salio de sus pensamiento cuando sintió como tiraban de su ropa, abrió sus ojos y se encontró con una pequeña persona de cabello de color rojo —"Papá"— fue lo único que salio de los labios de la pequeña, el Uzumaki entendió inmediatamente y se dirigió hacia la cocina de la vivienda, luego de varios minutos volvió con cuatro biberones y tomo a la pelirroja en brazos.
Mientras bebía su leche, la pequeña se aferraba fuertemente a la camisa del rubio, Naruto sabía que eso podía traerle problemas en un futuro, porque claro en algún momento ella debería de volver con sus padres, y el extraño y fuerte apego que tenía con el aria de las cosas más difíciles.
Una vez hubo terminado Naruto despego el biberón de la boca de la pequeña, la cual se había quedado completamente dormida, así que decidió llevarla a su habitación, una vez la coloco dentro de su cuna, se dispuso a buscar a las otras tres, la verdad Mikoto no era tan difícil de tratar ya que era la mas tranquila de todas, pero a veces su miraba provocaba escalofríos.
Kushina, bueno se podía decir que ella era como el, como si todo lo que le faltase de Uzumaki a Mikoto había ido a parar hacia donde ella, aunque había momentos en los cuales se metía en grandes problemas. Y bueno Mikaru como decirlo era muy problemática, lloraba, maldecía y gritaba y eso que solo tenia tres años de edad, además de que desde que le había contado de Deidara, habia agarrado un extraño afán de aprender a hacer figuras de arcilla.
Definitivamente la vida de Naruto no resulto como el esperaba, pero no sabia porque la mas apegada a el era Hikari, bueno eso lo halagaba pero le preocupaba el momento en el cual la tuviera que devolver a sus verdaderos padres, conociendo a su pequeña como la conocía sabia que ese momento no seria nada fácil.
OoOoOoOOoOoOoOoO