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Anónimo por Mishogu

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!!

jejeje... etto.. gomen por no actualizar en muchos meses, no era mi intension y pues... la vida se me complico y no pude hasta ahora pero ya me pondre constante, la siguiente actualizacion sera cada dos semanas, asi me dan chanse de hacer los caps bien.

Espero que les guste:

A leer!!!

 

Capítulo VI: Nuevas cartas.

 

No pudo cerrar los ojos en toda la noche, ni por que Hijiri se lo rogo, le dio una pastilla para dormir, toco el violín para dormirlo…pero nada, nada funciono.

 

¿Y por qué?

 

Por las estúpidas cartas que tenía en la mochila, alguien se las metió  con una rosa roja bellísima.-Cortesía de Daion-. Y porque Hijiri insistió en leerlas y no tirarlas.

 

Ahora sabía a ciencia cierta que tenía un admirador secreto, que lo amaba con locura, ese hombre, porque de seguro lo era, incluso estaba dispuesto a morir por él, y eso le quitaba el sueño, al solo tocar el papel, sintió una correntada de emociones.

 

Una especie de alegría, le inundo el cuerpo, al punto de hacerlo reír y saltar sobre la cama abrazando las cartas en su pecho, para después caer de espaldas llorando de tristeza y dolor, sus hermosas gemas esmeralda se nublaron por esos sentimientos tan oscuros y de pronto, sintió deseos de comerse algún dulce, a pesar de que a él, esos platillos lo hostigaban.

 

Paso la noche entera pensando que hacer, se removía en la cama, como si las sabanas fueran de plomo o de metal incandescente, se  quemaba por dentro sabiendo que a su amor lo vería solo en sueños, intentaba formularse una imagen de su rostro…no le importaba si fuera feo o guapo, solo quería tenerlo cerca y decirle que correspondía a su amor, que con solo sus palabras estaba dispuesto a entregarse en cuerpo y alma…imaginaba un rostro varonil…y a la vez delicado…con ojos…amatistas.

 

No entendía el porqué de esa fijación, solo sabía que su amor tenía los ojos amatista…las cartas, le mostraban brevemente esos ojos, que miraban con amor, alegres, sinceros…suyos.

 

-Hisoka, hay que levantarse…-Rogo un cansado castaño.

 

-Sí, ya lo sé…-Arrastrándose llego al baño y se ducho, al salir se miraba cansado, su bello rostro tenia ojeras y estaba pálido. Su hermano lo miro y sonrío con la mano en la boca, para ahogar una risita.

 

-¿De qué te ríes?-Se aproximó encarando a Hijiri.

 

-¿Pues de que más va a ser, si no es de la cara que tienes hoy?...ni siquiera estas bien peinado…-Señalo su cabeza, la verdad Hisoka parecía haber dormido en el suelo y aun peor, que un animal lo ataco y durmió en su cabello.

 

-…-No dijo más, volvió al baño y se preparó correctamente.

 

Todos en el salón voltearon a verlos, era normal el mal humor del rubio, pero…ver como se dormía en plena clase y caminando, eso no todos tenían el placer de ver, después de todo Hisoka era simplemente perfecto, buen estudiante, buen deportista, buen interprete y compositor.-Ejecutaba el violín igual que como lo hace Hijiri y nadie podía compararse con ellos.-…y algunos juraban que buen amante.

 

Recibió las clases como si fueran un castigo, y al salir al receso, los tipos de grado superior, empezaron a molestarlo, por haber salvado a Daion.

 

Ellos no sabían que si se metían con Hisoka iban a terminar en la enfermería, cosa que paso, a pesar de que Hijiri se lo rogo y pidió, Hisoka estaba hecho una furia, completamente fuera de sí…tal vez eran los sentimientos de ira que emanaban y contagiaban al pobre, nadie sabía a decir verdad que sucedía, en un descuido del profesor de kendo que entrenaba con sus muchachos fuera del gimnasio, grave error, tomo una espada de madera y casi le rompe los huesos a todos a no ser de que Daion, valientemente se interpuso cubriéndose con el falso yeso del brazo, Hisoka volvió en si lentamente, el moreno, sujetaba su brazo, la verdad sentía que se rompería con otro golpe.

 

-Hisoka-sempai…tranquilízate…-Pidió tocándolo, él también estaba asustado pero su valor y tranquilidad pudo más, y eso Hisoka lo sintió.

 

-Lo siento…no sé qué me paso…-Soltó la espada mirando a todos los que se habían reunido, los cuales retrocedieron asustados, molestando de paso a los otros dos, Daion tenía razón para enojarse, a él siempre lo  rechazaron y marginaron por su apariencia y a Hisoka simplemente le enfado como si le molestara desde mucho antes, a pesar no haber pasado por eso, en la vida que llevaba ahora.

 

-Vámonos.- Pidió Hijiri sabiendo que eso en verdad lastimaba a esos dos.

 

Detrás de la escuela, se sentaron, fue entonces que el rubio confió a Daion lo de las cartas anónimas.

 

-¿Qué crees que deba hacer?-Pregunto sacando los papeles que tenía bien doblados muy cerca del pecho…más bien del corazón.

 

Daion fingió pensarlo, puso cara inocente y sonrío como un niño lo haría.

 

-Respóndelas…-La cara de Hisoka adquirió un sonrojo.

 

-¿E-eso lo dices en serio?-Volteo el rostro para que ninguno se diera cuenta de que ello le causaba una vergüenza enorme.

 

-No es mala idea…si él se tomó la molestia de escribirte y darte a conocer sus sentimientos lo mínimo que puedes hacer es responder.-Comento Hijiri traviesamente, por sus verdes gemas no pasaba desapercibida una sola expresión de su hermano menor.

 

-¿Entonces es correcto que responda?... ¿Aun si no lo conozco?-El rubio parecía vacilante.

 

Daion sintió una presencia calarle los huesos, se levantó como pudo, chocando con algunos estudiantes, ambos hermanos se levantaron viéndolo, era extraño ese comportamiento.

 

El pobre sentía que la cabeza le iba a explotar, escuchaba la voz de Akuma hablarle y amenazarle con matar a cuanto humano se cruzara en su camino a no ser que le permitiera arrastrarlo al infierno.

 

-¡Déjame en paz!-Rogo de rodillas en el piso, escupiendo sangre, por la cantidad de energía con la que el pelirrojo lo atacaba.

 

Chikara que estaba un poco lejos logro mirar a su nuevo compañero de habitación sufrir por algo y no dudo en acercarse para auxiliarlo. Antes de tocar a Daion, este lo aparto de un empujo, por no poder distinguir la esencia de la persona que pretendían tocarlo y tener los ojos cerrados.

 

-Asato-san…-Susurro el moreno mayor, Daion utilizaba el apellido de Tsuzuki para no levantar sospechas y hacerse pasar por su hijo-… ¿Qué te pasa?

 

Esa voz pudo tranquilizarlo un poco, elevo la mirada, sus ojos estaban bañados en lágrimas haciendo que se vieran más brillantes y a cualquiera asustar, pero Chikara sabía que Daion no podía hacerle daño.

 

-Por favor…-Rogo, de sus labios descendía un hilo de sangre.-…Chikara, aléjate…-La advertencia le resbalo al moreno, el que esos labios pronunciaran su nombre fue toda una nueva experiencia.

 

Daion se desesperó, si Akuma sabía de la existencia de Chikara, este estaría en peligro. Volvió a rogar, pero sus ruegos eran un imán para el otro, que al verlo indefenso y adorable no podía ni moverse, solo sentía el corazón latirle rápido y un calor bajarle a la entrepierna. En un impulso, quiso abrazarlo para besarlo, siendo alejado por un furioso pelirrojo que le estampo el puño en el rostro.

 

Los gemelos Kurosaki miraban todo con ojos impávidos, Hisoka deseaba ir en su ayuda, pero la mirada de furia que le lanzo Daion le hiso desistir, el moreno menor como pudo se levantó, sujetándose de la ropa del pelirrojo, que complacido se volvió tomando entre sus manos el rostro ahora pálido de Daion, lascivo lamio el hilo de sangre que descendía de entre la  comisura de sus labios.

 

-Mío…-Susurro en dirección a Chikara, dándole a entender de que le pertenecía.

 

El moreno mayor sonrió con autosuficiencia, camino a la parejita y tomo a Daion de la cintura arrebatándoselo a Akuma.

 

-Si claro…Daion será de tu propiedad cuando el sol deje de alumbrar…-Era una extraña lucha entre semes.

 

Molesto el menor se apartó de ambos, no sin antes caer de rodillas al piso, esta vez Hisoka y Hijiri si intervinieron, los gemelos ayudaron a Daion a levantarse.

 

-Chikara…-Susurro con el rostro ladeado, cubierto por algunos mechones de su negro cabello que en ciertas partes parecían tener un tinte rojizo.-…deja de discutir con mi novio…-Apretó los puños lo más que pudo, al escuchar la horrenda risa del pelirrojo en su cabeza. Su tortura recién iniciaba.

Notas finales:

Qué tal?

Les gusto?

Vale para un rw?... espero que si...

Comente!!!

Gracias a: Nee-chan, este fic es tuyo!!!

Adios a todos, hasta la prox...


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