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Alexandra y yo por Katita Amane

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Notas del capitulo:

Reeditado

 

No puedo más con esto, ya han pasado 3 días y la sangre me hierve como en el primer segundo que confirme mis sospechas, no puedo creer que esa mujer sea tan tonta, no soporto la indignación.  Estoy de vacaciones ahora por lo menos no tengo que ir al instituto en este estado emocional tan deplorable, me pongo triste de repente, de un momento a otro me daban arranques de locuras, ira y no sé qué cosas más, en estos días me mantuve en mi cuarto encerrada con la excusa de que me sentía un poco mal. Luego de unas horas de estar pensando en mi cama llegue a la conclusión de que estaba pendiendo el tiempo y no estaba haciendo más que frustrarme innecesariamente y amargándome la vida en vez de buscar una solución al asunto.

Me arregle para salir, le dije a mi mamá que iba a comprar un material para hacer una manualidad, y me fui a la clínica.  La serenidad moraba en mí, pensar en frío era mejor para mí, porque en un impulso de locura podía hacer cosas de las que me arrepentiría, y me podían descubrir referente a mis sentimientos por Alexandra.

 

Llegue a la recepción y pues ya conociendo a la secretaria aproveche las influencias y me dejo pasar para el consultorio de Alex sin una cita, ella estaba es su descanso, no podía ser mejor el momento.

 

Entre a su sitio de trabajo, pero no estaba en esa habitación, escuche el grifo del lavamanos abierto y deduje rápidamente que estaba en el baño, me senté en la silla aterradora de los odontólogos (la silla de la tortura como le llamo yo) me senté en el medio con la piernas colgadas a un lado y con la cabeza gacha pensando que era lo primero que le iba a decir. Y sentí como la manilla de la puerta giraba, mi corazón se aceleró levemente, y un par de segundo después la divise en la comisura de la puerta, ella levanto la cabeza levemente y se sorprendió un poco al verme.

 

Alex: Victoria, ¿qué haces aquí? ¿Cómo estás? ¿Y tu mamá?

Vict: Estoy aparentemente bien gracias, mi madre está en casa. 

Alex: Y en que te puedo ayudar.

Vict: Solo pasaba a saludar, y disculparme por todo lo que dije, a veces digo cosas que no debo,no quiero molestarte más, así que me voy, hasta…

Alex: No te vayas, espera.

Vict: En serio.

Alex: Si, yo quiero hablar contigo.

Vict: ¿Sobre qué?

Alex: Lo del otro día. 

Vict: Ya te dije que no tienes por qué explicármelo.

Alex: Pero yo siento que debo hacerlo.

Vict: No tienes que, de verdad.

Alex: ¡Quiero hacerlo! Deseo hacerlo, será que tienes tiempo para hablar.

Vict: Bueno, hablemos. –dijo sorprendida-

Alex: Pero aquí no, vamos a otra parte ¿quieres?

Vict: pero, yo iba a comprar unas cosas para una manualidad.

Alex: bueno eso se puede resolver.

Vict: Pero tengo que pedirle permiso a mamá.

Alex: Está bien, vamos bajando al estacionamiento.

 

Salimos del consultorio, pasamos el pasillo, llegamos a la recepción y Alexandra le dirigió unas palabras a la secretaria.

 

Alex: Vanessa, por favor, cancela mis citas de hoy, tengo que salir.

Vanessa: Está bien, doctora que le vaya bien, hasta el lunes.

Alex: hasta el lunes Vanessa.

Vict: señorita Vanessa, que tengo un lindo fin de semana.

Vanesa: igual, saludos.

Vict: con gusto.

 

Bajamos al parqueadero, ella saco las llaves de su bolso y desactivo la alarma de su auto, era impresionante, una camioneta del año, rojo sangre. Hacia bonita combinación según mi criterio con sus ojos color miel y su cabello castaño, ella estaba en armonía con todo, me monte en su vehículo, ella lo encendió y salimos del centro comercial, se formó un pequeño tráfico y ella saco su celular y me lo dio.

 

Alex: Por favor, márcale a tu mamá.

Vict: Esta bien.

Le marque a mi mamá, repico varias veces. 

Vict: si contesta que le digo.

Alex: me la pasas.

Thuuu, thuuu.

Mamá: alo.

Le pase el celular a Alex, ella apretó un botón y me lo devolvió, lo puso en alta voz.

Alex: Hola Mónica, es la doctora Alexandra.

Mamá: Hola, ¿cómo estás?

Alex: Muy bien gracias, oye sabes me conseguí casualmente a Victoria y le pedí el favor que me acompañara para buscar un pedido que había hecho para mi trabajo. ¿Será que le das permiso?

Mamá: Tratándose de ti, pues claro, le doy permiso.

Alex: Muchas gracias, es que no quería ir sola, y no te preocupes que yo la llevo para allá, no voy a permitir que se vaya sola a su casa.

Mamá: Eso sería de gran ayuda, porque ahorita está muy peligrosa la calle.

Alex -viéndome unos instantes-: y con lo hermosa que es tu hija, imagínate, más peligrosa aun es la calle para ella.

Yo me sonroje mucho con ese comentario.

Alex: Bueno, yo te la cuido muy bien, y gracias.

Mamá: De nada, y dile que se porte bien.

Alex: Mónica, eso no hace falta, tú y yo sabemos que ella es una chica bien portada y muy tranquila.

Mamá: Bueno nunca está de más.

Alex: Te llamo cuando vayamos para allá.

Mamá: Está bien, hasta luego.

Alex: Hasta luego.

 

Yo me quede en shock nunca había podido sacarle permiso a mi mamá, y menos otra persona, yo no salía sino con ella, pensándolo bien, Alexandra podía todo según yo.

El camino se hizo un poco largo por el tráfico, pero con esa compañía, y por mi fuera, estaría todo el día esa cola.

 

Alex: Bueno, hablemos de algo que este silencio no me gusta.

 

Vict: ¿De qué quieres hablar?

Alex: cuéntame algo de ti anda.

“Mi momento llego, no metas la pata”, pensé.

Vict: No sé qué decir, no acostumbro a hablar de mí “¿Dios ¿es que no pude meter más la pata?”.

Alex: Edad, tu edad no la sé, que estudias, cuantos novios tienes, lo que te gusta hacer en tus ratos libres, cuando es tu cumpleaños, esas cosas.

Vict: Bueno, tengo 21, estudio... No, actualmente no, me gradué de secundaria pero aun no ingreso a la universidad, no tengo varios novios, tampoco tengo ningún novio, en mis ratos libres pues… yo siempre estoy en mi casa, mi cumpleaños es el 24 de marzo, ¡ahora tú!

Alex: Okey, mi edad 28, actualmente no estudio nada, pero pienso hacer un posgrado el año que viene, a mi novio lo deje hace 2 días, gracias a alguien que me puso a reflexionar, más tarde te cuento los detalles, en mis ratos libres, compongo canciones, toco la guitarra, voy al parque a pasear y ver los animales, tomar fotografías, ir de compras como buena chica que soy, escucho música, bueno muchas cosas, mi cumple es el 17 de noviembre.

Vict: que persona tan interesante eres -me reí por lo bajo-

Ya íbamos llegando al estacionamiento de un gran centro comercial, y pues nos tocó aparcar el auto en el sótano 4, yo me estaba asfixiando no podía estar tan abajo y sin ventilación adecuada menos.

Vict: Alex, me siento mal.

Alex: ¿¡Que tienes!?

Vict: estoy mareada subamos pronto.

Alex: respira profundo, camina despacio.

No dirigimos al ascensor y yo no me di cuenta, ella me agarro por los hombros y me ayudo a caminar -soy claustrofóbica- cuando me percate se estaba cerrando las puertas, y allí exploto mi malestar.

Vict -murmurando fatigada-: Sácame de aquí, sácame de aquí, por favor.                      

Alex: Ya vamos a llegar no te preocupes.

Vict -comencé a respirar agitadamente-: ¡¡¡Alexandra sácame de aquí me asfixio, sácame!!!

 

Me estaba muriendo, me sentía horrible, se me iba la vista, me quite el suéter no sé cómo me quería arrancar la ropa me estaba sofocando y en ese momento de desesperación creí que era lo mejor.

 

Narra Alexandra.

 

Me asusté mucho no sabía qué hacer, y repetidamente le daba al botón del ascensor para que abriera en cualquier piso, pero de repente se paró, -¡demonios! ¿y ahora qué hago con ella?-

 

Narra Victoria

 

Esto es una pesadilla no puede ser cierta, me asfixio y no hubo mejor momento para que esto se detenga.

Me tire en el piso del elevador, ya no podía sostenerme sobre mis piernas.

Estaba demasiado desesperada, de pronto sentí que ella me abrazo y me recostó sobre su pecho. En segundos mi miedo disminuyo al mínimo escuchando esas palabras “tranquila estoy aquí para ti, para protegerte, ten calma” recupere mis sentidos, me percate que me faltaban varias cosas, porque las vi en el piso, respire profundo, me aliviaba estar con ella, tuve la oportunidad de sentir su aroma muy de cerca, dicen que “no hay mal que por bien no venga”, y que bien estaba yo, respire profundo repetidamente, solo esperando que ese escena tan horrible de mi vida terminara.

Por fin el desgraciado ascensor se abrió, nos levantamos del suelo, ella me ayudo a parar por su puesto, ya habido recogiendo mis cosas, salimos de esa porquería de sitio.

 

Alex: No sabía, que eras claustrofóbica, lo lamento mucho, lo que hago es cometer errores contigo.

Vict  -riendo un poco apagada-: Tú no lo sabías, además no digas “cometer errores” suena raro.

Alex: Eres increíble acabas de tener un ataque, y puedes hacerme bromas.

Vict: No es tú culpa, más bien debería darte las gracias, si no hubiese sido por ti me hubiera arrancado la ropa, ¿te imaginas? – se ríe-

Alex: ahí no, qué vergüenza que todos te vean así –se ruboriza-

 

Íbamos caminando a algún sitio cerca para sentarnos, y ella me sostenía de hombros.

 

Vict: No hace falta que me ayudes, ya me siento bien.

Alex: Tú no digas nada, y mejor vamos a comer algo dulce para que te sientas mejor.

Me sentó en una mesa y me dijo que no me moviera, que iba a tardar poco.

Llego unos minutos después.

Alex: ¿Cómo te sientes?

Vict: Me siento bien enserio –Dijo con una sonrisa-

Alex: yo te traje para hablar y casi te mato.

Vict: ¡No digas eso!, tú no tienes culpa de nada, cuantas veces te lo tengo que decir, por favor no seas tan fatalista, si te sientes tan culpable mejor empieza a contarme todo.

Alex: No es momento.

Vict: Si lo es

Alex: Cuando llegue lo que pedí ¿está bien?

Vict: Y que pediste.

Alex: Un heladito - se ríe traviesamente-

Vict: Entonces voy a ir al baño y vengo.

Alex: ¡Te acompaño!

Vict: No hace falta, quédate y espera el heladito –dijo sabiendo que seguro no era nada pequeño-

Alex: ¿Estás segura?

Vict: ¡Que si mujer!

Alex: Me gusta que me trates con tanta confianza.

Vict: ¿Enserio? –Se ríe- no es a propósito, ya vengo.

 

Me fui al baño… por el amor a cielo, como era posible que eso pasara, era  casi irreal que estuviera así de cercana a ella, es como una virgen milagrosa, hasta me quita los traumas, es esplendida.

Después me lave la cara y las manos, y me dirigí rumbo a la salida del baño, y choque con alguien… Era ella (?)

 

Alex: ¿Estás bien? Que torpe soy.

Vict: Estoy bien, y no eres torpe, solo estas donde no debes.

Alex: Oye, que mala eres.

Vict: ¿Para qué viniste?

Alex: Emmm, emmm, a lavarme las manos.

Vict: Si claro.

Alex: Y a retocarme el maquillaje.

Vict: A ti no te hace falta, estas linda tal cual.

Alex: ¿De verdad?

Kate: Si.

Alex: Bueno me lavo las manos nada más.

 

Ella término, y nos fuimos a la mesa, unos minutos después se confirmaron mis sospechas, titánico el helado, el más grande que he podido comer.

 

Vict: Te pasaste.

Alex: Es muy poco, no te gustan los sabores, o no te gusta.

Vict: ¡Stop! No es muy poco, es demasiado.

Alex: Solo son 2 kilos de helado y unas frutitas.

Vict: ¿Cómo piensas que vamos a comernos este helado?

Alex: No te gusto -con cara de regañada-

Vict: Quiero la parte de ron con pasas -con una sonrisa-

Alex: Pelearemos por ella.

 

Las dos nos reímos juntas y comimos mucho helado y frutas y como era de esperarse ese gran helado se derritió antes de que pudiéramos comernos la mitad.

Vict: Bueno puedes empezar a contarme todo ahora sí.

Alex: bueno, después de que te fuiste, yo me quede pensando en todo, analice con detalle, y tenías razón, mi novio no me quería en lo más mínimo, ni siquiera me consideraba un poco. me fui a mi casa, y me vi en un espejo, todos esos moretones que tenía, encima no me los merecía, que desde hace tiempo me había estado maltratando, me era infiel, me hacía sentir mal, siempre, me puse a pensar y era absurdo seguir con esa relación, pero no quiero hablar de esa bestia, y le pido a Dios que nunca me vuelva a encontrar con él, y todo gracias a ti, tengo una duda enorme contigo, me hiciste recapacitar, me hiciste abrir los ojos, tienes total razón, una persona no sería capaz de maltratar a el ser que ama, recupere mi voluntad, mi auto respeto y consideración por mí misma, gracias.

 

Vict: Las amigas estamos para ayudar, así no nos pidan ayuda.

Alex: ¿Eres una persona adorable sabias?

Vict: No exageres, pero de verdad no sabes lo feliz que me siento por haberte podido ayudar a cambiar ese lado tan oscuro de tu vida.

Alex: Ninguna de mis amigas me dio un consejo bueno, al contrario me decían que siguiera con él, que era una persona buena, pero había que comprenderlo.

Vict: Creo que solo lo hacían por maldad, esas personas así, no son amigos de nadie,

Alex: Ves, eres muy dulce, hasta me haces sentir feliz, me desahogue y de paso me haces reír.

Vict: Pues tú cuentas conmigo para lo que sea.

Alex: Hasta parecemos amigas de toda la vida.

Vict: Me hubiese gustado conocerte antes.

Alex: A mí también, a lo mejor teniendo una amiga como tú no hubiese tomado tantas decisiones malas.

Vict: ¿y tu familia?

Alex: Murieron hace unos años en un accidente aéreo, unos días después de mi graduación en la universidad.

Vict: Lo siento mucho, no debí preguntar, siempre hablando lo que no debo.

Alex: No te preocupes.

Vict: Gracias por el helado estaba muy rico, pero no puedo comer más, te lo juro –dije tratando de cambiar el tema-

Alex: gracias a ti por acompañarme y por escucharme.

Vict: Disfruto mucho estando contigo

Alex: Estuvimos predestinadas a conocernos y ser amigas.

Vict: ¿Tú crees?

Alex: Si.

Vict: La vida no es tan mala como yo pensaba.

 

Luego fuimos a comer sushi y no sé dónde lo metí, con tanta chuchería que comimos. Hablamos y hablamos durante mucho tiempo, hasta que ella se percató de la hora.

 

Alex: ¡Rayos! Van a ser las 9 de la noche, mejor llamo a tu mamá.

 Se levantó con el celular en la mano hacia una ventana para mejor recepción y hablo con mi madre. Unos minutos después volvió.

 Alex: Tu madre estaba un poco preocupada, pero ya le dije que íbamos para allá.

Vict: …

Alex: Mira espérame en la entrada principal mientras bajo a buscar la camioneta, no voy a dejar que bajes a ese sitio otra vez, quédate cerca de los guardia de la entrada y en un sitio con iluminación.

Vict: vale entendí, sitio no oscuro, y cerca de los guardias.

Alex: anda preciosa, nos vemos ahorita.

 Me dio un beso fugaz entre la mejilla y los labios, me quede de piedra, seguro que por la rapidez no se dio cuenta pero yo lo sentí perfectamente, y estaba feliz, estaba todo de maravilla. Camine rumbo a la entrada principal y uno 10 o 15 minutos después llego ella, me toco corneta, y camine hacia el auto, me subí, y partimos rumbo a mi casa.

Alex: Se que vives cerca de la clínica ¿más o menos dónde?

Vict: Vamos a acercarnos por allá y te voy diciendo.

Alex: okey.

 Estuvimos en silencio parte del camino, solo comentando una que otra cosa, indicándole el camino llegamos hasta mi casa.

Vict: Bueno ya llegamos, muchas gracias por todo.

Alex: No, al contrario,  gracias a ti por tan lindo día.

 

Me abrazo y obvio que correspondí, me dio un besote en la mejilla, pero fue como de una hermana mayor. Nos separamos, ella me quita unos mechas de cabello de la cara y me dice; eres increíble.

Vict: Gracias, lo sé –dijo con falso egocentrismo-

 

Me baje de la camioneta y antes de cerrar la puerta me dice;- te llamo mañana para quedar en estos días, si estás de acuerdo-.

 

Vict: Si claro, cuídate.

Alex: Tú igual, preciosa.

Cerré la puerta del auto. Mi mamá salió a la entrada de la casa, y yo pase a mi “ahora” dulce hogar.

 Mamá: ¿Cómo te fue?

Vict: Muy bien, me divertí mucho. A pesar…

Mamá: ¿De qué?

Vict: De que tuvimos que esperar un rato lo que la doctora fue a buscar luego fuimos a comer helado y hablamos mucho, cenamos Sushi, “y entramos a ver una peli al cine por eso se nos hizo tarde”

Mamá: Que bueno hija.

Vict: Fue un día entretenido.

Mamá: Bueno a acostarse pues.

 

Me metí en la cama luego de bañarme, estaba cansada pero muy feliz, el día más feliz de mi vida hasta ahora.

 

 

Notas finales:

Me esfuerzo por reeditar para poder continuar la historia, le cambie los nombres a algunos personajes, no es nada personal.


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