CAPÍTULO 3
La rubia se queda un largo rato pensando en el relato de su amigo. La verdad, no se esperaba nada de eso, aunque ya había notado la actitud de Nev con las serpientes, nunca imaginó que fuera en ese sentido, y menos que fuera hombre.
Algo dentro de ella se comienza a revolver dándole un enorme malestar. Aunque no lo parece, la rubia siente un afecto especial por su amigo y el saber que el ya tiene a alguien a quien querer la hace sentir un poco desdichada.
Aleja esos pensamientos y se dedica a pensar en el otro y en cómo ayudarlo. Sabe que será una tarea difícil pues es meterse en territorio de serpientes con el que es, probablemente, el chico más misterioso de toda esa casa. Pero haría lo que fuera por Neville.
— Creo que es mejor si nos vamos al compartimiento. Ya los chicos deben de estar preocupados.
— Como quieras, aunque como estaban de desconcentrados ni habrán notado nuestra ausencia — contesta el chico divertido mientras sale junto a ella.
Caminan de nuevo en silencio, aunque Neville luce más relajado. A lo lejos, Luna puede observar a cierta serpiente que también está en los pensamientos de su amigo. Lo analiza detenidamente y detecta que sigue al Gryffindor con sus ojos, sin perder un solo detalle. Bueno, tal vez no será tan difícil esa unión.
Llegan al compartimiento y solo ven a Harry y a Ron en él, ambos iguales que cuando habían salido de allí.
— Hola chicos, ¿ha ocurrido algo nuevo? — comenta la chica con su aire soñador al entrar.
— Para nada, Luna. Estoy leyendo y Ron, supongo que pensando — responde el niño-que-vivió-dos-veces sin importancia y vuelve a su lectura del Quisquilloso.
Luna comienza a buscar motivos para el estado del pelirrojo, quien no ha despegado la mirada del cristal por un buen rato. No encuentra nada. Se sienta junto a Harry y decide empezar una conversación con él.
— ¿Sabes dónde están Ginny y Hermione? — Harry se encoge de hombros como si no le importara.
— No lo sé, hace rato salieron. Supongo que a comprar algo.
— Oh, de acuerdo. Espero que nos traigan algo — sonríe emocionada y Harry la mira divertido. Acto seguido sigue con su lectura.
— ¿Desde cuándo lees el Quisquilloso, Harry? No sabía que te interesaba — la chica agarra otra revista de esas que estaba a un lado de Harry.
— La verdad Lu, estoy cansado de leer siempre de lo mismo en el profeta. Y… la verdad la revista es muy buena, aunque no entiendo la mayoría de las palabras — se ríe mientras pasa de página y le muestra a su amiga varias palabras subrayadas por él.
— No te preocupes, cuando quieras me puedes preguntar — el silencio se vuelve a apoderar del vagón y es Neville quien lo rompe.
— Entonces supongo que no han leído las noticias sobre las familias Malfoy y Zabinni que han salido en todos los periódicos — la voz del chico es cortada por el sonido de un libro cayéndose.
Giran sorprendidos a ver a Ron recogerlo con las mejillas ardiendo, aunque sigue ignorándolos.
— Estoy al tanto de lo que ocurre con éstas familias, aunque no quiero leer las noticias sensacionalistas de los periódicos, ¿Qué dijeron ésta vez? — contesta Harry dejando de lado su revista y poniendo toda su atención en sus compañeros.
— Algo acerca de sus grandes fortunas, según parece el ministerio pasará a tomar posesión de éstas dejándolos prácticamente en la…
— No dejaré que pase. Y dejen de hablar de eso — el ronco susurro de Ron calla a Neville.
Luna observa la situación desde todos los sentidos. Sus otros dos amigos no pueden hacer más que callar. Después de la guerra Ginny le dijo ‘sutilmente’ que debía dejar de estar todo el tiempo en otro mundo y que debía interesarse más por los problemas de una adolescente. Ella lo intentaba, y había descubierto que tenía un don en ayudar a los demás inconscientemente. Pero ya no quiere que eso siga así. Era momento de pagarles a esos chicos todo lo que habían hecho por ella y su padre.
— Malfoy y sus amigos volvieron al colegio — comenta como si hablara del clima — supongo que el problema no es tan grave como dice en los periódicos.
— El no tener dinero no les impide que no vuelvan. Aparte, creo que Ron dijo que no deseaba hablar más de eso — Harry aprieta su revista con fuerza.
Luna contempla todo sorprendida. No entiende muy bien a ese chico. Harry ha vuelto muy cambiado de la guerra, y sabe que el chico tiene una aversión hacia Malfoy que supera límites, pero siente que hay algo más. Lo deja de lado por un momento y centra la vista en el pelirrojo. Ahora se ve triste.
— Seguramente Zabinni también volvió Ronald. No te debes afligir; yo sé que tú hiciste todo lo necesario para ayudarlo, y si está aquí, es porque esa ayuda sirvió — Ron la mira alucinado al igual que los otros dos chicos.
— ¿Luna? ¿Tú? ¿Cómo?
— Quiero una varita de regaliz… Oh, y quiero ser capaz de atrapar un Kneazle, ¿Tú que dices Neville?
El aludido la mira y asiente sorprendido. Los otros dos solo suspiran derrotados. Luna ha comprendido ahora una parte de lo que ocurría, y aunque aún le faltaba Harry, prometía esforzarse en descubrirlo. Con respecto a la pregunta de Ron; el chico no había sido el único que había asistido a los tribunales en el ministerio; aunque prefería que creyeran que “algún ser mítico se lo había dicho”. Sigue leyendo su revista, sabe que esos tres tienen ahora mucho de qué hablar.