Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Institución Yasherville por Yori

[Reviews - 100]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya tengo el siguiente capítuloooo!!

No sé si he tardado mucho en actualizar, la verdad, espero que no!! ^^

Sin más, agradecer vuestros reviews que me hacen continuar esta historiaaaa!!! Espero que os guste el cap!

Mi Nueva Rutina.


 


 


 


Me quedé unos minutos allí tirado, intentando recuperar el aire y mentalizándome de lo que acababa de suceder. Había aceptado un trato que ni de lejos quería cumplir, pero yo mismo sabía que Kyo me obligaría a efectuar; no lo había dicho en palabras, pero seguramente me tomaría por la fuerza si no se lo daba de mutuo acuerdo. Aunque por suerte contaba con tiempo ¿verdad?


Una vez recompuesto, me levanté y volví a buscar la habitación de Taka, la cual no tardé mucho en encontrar. Di unos golpecitos en la puerta esperando a que los oyese y por suerte así lo hizo, ya que a los minutos salió la cabeza de Ruki con expresión dormido y el pelo completamente desordenado.


 


-        ¿Shima?- preguntó, frotándose lo ojos.


-        Sí, soy yo. Sé que he sido un imbécil, pero ¿me dejarías pasar?


-        ¡Claro que puedes pasar!- exclamó abriendo la puerta, aunque luego se asomó para mirar a los lados y cerrarla rápidamente.


-        ¿Y tu compañero de habitación?- pregunté señalando a la cama vacía. Ruki inmediatamente se puso ligeramente más nervioso, mirando al suelo.


-        ¿Shinya? Es-estará encargándose de cosas- respondió.- ¿Por qué no has vuelto a tu casa?- cambió rápidamente de tema. No sé porque se le veía tan nervioso, pero no le di mayor importancia.


-        La paliza que me dio Mao me obligó a ir a la enfermería y la mujer no quiso que me fuera a mi casa en ese estado, así que me obligó a quedarme- resumí.


-        ¡Siento lo de Mao, mira como te ha dejado!- exclamó para acercarse a mí y tocar la herida del labio con extremada delicadeza, un suave escalofrío recorrió mi cuerpo ante ese roce.


-        No pasa nada…Me ayudó, supongo, a entrar en razón- respondí sin alejarme de la cercanía que se había formado entre ambos.- He hablado con Reita y me ha explicado todo lo sucedido…


-        Sí, a mí también me lo contó- murmuró, sentándose junto a mí en la cama de Shinya.- Lo de Mao…él y yo no somos pareja, Uru- dijo de pronto, sonrojándose.


-        ¡No hace falta que me explicaras nada! Enano tú siempre has apuntado medidas…- reí abrazándole por los hombros y apretándole fuertemente.


-        ¡Ay, eres en bruto!- se quejaba, mientras reía e intentaba zafarse. Le terminé soltando.


-        ¿Dormimos?


-        ¡Hai!- aceptó, poniéndose de pie y ofreciéndome su mano.- Duerme conmigo Uru-chan.


 


 


El sueño me sentó de las mil maravillas y no me di cuenta de que había vuelto el tal Shinya, conocido por el prostituto de lujo asesino, hasta que no sentí sus delicadas manos en mi hombro zarandeándome ligeramente. Cuando abrí los ojos vi que hacía lo mismo con ambos.


 


-        Umm…Shinya-chan, ya estoy despierto…- murmuró Ruki, abriendo un ojo. Yo simplemente me levanté de un salto.


-        H-hola- saludé. Ese chico era amigo de Kyo…


-        Buenos días, no nos han presentado ¿verdad?- saludó con una amable sonrisa.- Soy Shinya Terachi, un placer.


-        Encantado, yo soy Takashima Kouyou- correspondí su sonrisa.


-        Pero te gusta más que te llamen Uruha ¿verdad?


-        ¿C-como lo has sabido…?- él soltó una suave y armoniosa risa. Realmente en este chico todo era delicado y agradable, demasiado amable para pertenecer a este lugar, no me extrañaba que fuese el compañero de Ruki.


-        Aquí se termina sabiendo todo, pero tranquilo no soy tan bruto como Kyo o Aoi y menos alzado que Toshiya, aunque en el fondo son todos buena gente...- él lo dijo convencido, pero yo tenía marcas en el cuello de chupetones que demostraban lo contrario.


-        Creo que tú eres el mejor de ellos, aunque Aoi-san también me cae bien- afirmé.


-        ¿Umm…quieres un uniforme limpio?- preguntó, señalándolo cuando se dio cuenta de que estaba manchado de sangre.


-        Por desgracia no tengo otro que ponerme…


-        Tranquilo, seguramente utilizamos la misma talla. Te prestaré uno de los míos- respondió, andando hasta el armario y rebuscando en él.


 


 


Me cambié y peiné rápidamente en el baño de su habitación y los tres bajamos relajadamente al comedor, el cual ya se encontraba lleno de alumnos. No pude evitar ver a Kyo, el cual estaba en la cola de las tortitas y ni siquiera me echó una ojeada. Tal vez lo olvidara con el tiempo.


 


-        Chicos, yo me voy. Espero que nos veamos más Uruha- se despidió Shinya cuando apareció Toshiya por su lado.


-        ¡Espero que anoche te fuera bien!- se despidió Ruki. Yo simplemente lo hice con la mano.


-        ¡Buenos días chicos!- saludó la voz cantarina de Die.- Buff, he pasado una noche horrible…


-        ¿Qué pasó?- le pregunté, mientras me servía un café.


-        Aoi no paraba de gruñir, si a eso se llama lo que hacía, mientras dormía. Además por lo visto ayer también tuvo tr…


-        ¡¡Die!!- exclamó, el recién aparecido Reita, tirándose sobre los hombros del pelirrojo.- Tienes una bocaza enorme. ¿Qué te hizo Aoi?


-        Habló en sueños…- respondió Ruki, cogiéndose un bollo.


-        Por cierto, ¿qué haces desayunando con nosotros, Shima?- preguntó a la media hora Die. Todos se quedaron en silencio y prácticamente me podía imaginar sus gotitas, en plan anime, por lo tonto que podía llegar a ser el pelirrojo.


-        Emm…pasé aquí la noche.


-        ¿Aquí?- inquirió.- ¿Hiciste…algo?


-        Emm…no- respondí confuso ante esa clase de preguntas.


-        Le pegó una paliza Mao y tuvo que ir a la enfermería, ya sabes como es la enfermera, le obligó a quedarse- contó Reita, mientras que untaba mantequilla a su tostada.


-        Luego de iros apareció Gackt…no quería deciros nada ya que suena paranoico, pero no miento. Ese tío, creo que me acosa…- informé avergonzado por el simple hecho de tenerlo que decir mis suposiciones en alto.


-        Uru…- murmuró Ruki, apenado.


-        Mierda, estás jodido…- soltó Die mirándome con lástima.- Hará que tu culo parezca la bandera de Japón- rió él solo ante el comentario, Reita le clavó el tenedor en el costado.


-        ¡Quieres cerrar esa bocaza!- gritó el rubio.- Eres un bestia y hay que ser más delicado con estas cosas…


-        Buah, como si no llevase razón. Mejor que se lo tome con humor ¿no?- se defendió el otro.


-        ¿Tú te lo tomarías con humor?


-        Yo no soy el tipo de Gackt-sensei- le sacó la lengua Die.


-        ¡Queréis dejar de discutir!- pidió Ruki.


-        A la orden Takanori-sama- contestaron los dos haciendo el gesto militar.


-        ¿E-entonces…estáis diciendo…qué n-no son ima-imaginaciones mías?- pregunté asustado, por un momento me aferraba a esa idea.


-        No.


-        Su otro preferido es Kyo…- señaló la mesa donde estaba el rubio.


-        ¿O sea que al se refería en cuanto al otro reto…?- cavilé, en voz alta recordando las palabras de ese tío.


-        Sí, le encantan los tíos difíciles- respondió Reita.


-        Yo creo que es sado y le gusta que le peguen…o pegar…- aportó Die.- ¿Te lo imaginas con un látigo?


-        ¡Calla, Die, que imagen metal más asquerosa!- exclamó entre risas, Reita.


-        Tú tranquilo, Kyo por ahora se ha librado de él… Seguro que tú puedes hacer lo mismo- me apoyó Ruki, abrazándose a mí.


-        ¡Desde luego que me libraré! ¡Y él del látigo seré yo!- anuncié alzando la mano empuñando un croasan como si fuera un arma.


-        ¡Así me gusta!- exclamaron Reita y Die a la vez.


 


 


La campana anunciando el principio de las clases sonó y el comedor se fue vaciando de forma rápida, hacia sus respectivas aulas. A primera hora nos tocaba pintura, supongo que era porque decían siempre que la manifestación artística calma a los presos. Los cuatro nos encaminamos a un pequeño taller de pintura, lleno de caballetes y objetos necesarios para la materia. Me coloqué junto a Aoi, que ya había comenzado a trabajar con su lienzo. Posteriormente el profesor entró con aire despistado y nos mandó continuar, yo no tenía ni idea de que se suponía que debía “continuar”.


 


-        ¡Tss, Aoi!- llamé la atención del moreno.- ¿Qué hay que pintar?


-        El tema de la semana es qué te trajo a Yasherville, yo estoy pintando el camino a mi perdición- contestó con una sonrisa orgullosa, mientras admiraba su obra. Levanté la cabeza para ver una pintura del joven cuerpo desnudo de un chico.


-        ¿Umm…?- no fui capaz de decir nada más.


-        Se supone que es un modelo de desnudos…- me informó. Como se nota que le habían metido en Yasherville por matar modelos.


-        Ya…si está muy bien hecho…- afirmé, la verdad es que estaba con un realismo absoluto.


-        ¿Qué dibujarás tú?


-        No me veo capaz de hacer a mi profesor de matemáticas ardiendo, ya que no me acuerdo de su cara, así que haré fuego y un coche tal vez…


-        ¡Genial!- exclamó levantando los pulgares.- Por cierto Uruha, normalmente no se invita a un novato que todavía no está en Yasherville interno, pero haremos una excepción…


-        ¿Para qué?- interrumpí, comenzando a llenar mi brocha de pintura roja.


-        Este fin de semana hacemos una fiesta, así que si te quieres pasar, pídeme los datos del lugar y tal ¿vale?


-        ¿Podéis hacer una fiesta, aquí?- pregunté sorprendido, bajando la voz.


-        En teoría no, y si nos pillan estamos muertos, pero algo tenemos que hacer para evadirnos de esta mierda ¿no?- me dedicó una sonrisita.- El lugar no se sabe hasta el mismo día de la fiesta y se va pasando con discreción unos a otros, cada uno debe llevar una cosa, que la economía aquí dentro está muy mal, así que ya sabes.


-        Bueno…ya te diré si vengo…- murmuré. No sé si lo que más me apetecía un fin de semana donde no tendría que pasar por Yasherville, venir a una fiesta. Pero por otro lado, ahora que había solucionado todo con Reita y Ruki, y Die ni se había dado cuenta de nada de lo que pasaba; no me importaba celebrar una fiesta como antiguamente para beber y pasar de todo. Lo tendría que pensar detenidamente.


 


La hora de pintura se me pasó rápida, entre dibujar y hablar con Aoi de tonterías, me hizo el transcurso de la hora como si fuesen minutos. Ruki se enganchó a mi cintura en cuanto salimos.


 


-        ¿Qué nos toca ahora?- preguntó Die, el cual estaba lleno de manchas de pintura.


-        Gimnasia- respondió en una mueca Ruki. Nunca le había gustado el ejercicio físico.


-        ¡OHH, por fin una hora en la que descargar adrenalina!- exclamó feliz Reita.- Ojala hagamos futbol.


-        Tú y el futbol, no sé como te pueden gustar los hombres, no encaja con tus gustos…- mascullé en broma, con una risita.


-        Yo creo que en realidad juega a las Barbies cuando vuelve a su habitación y mientras que está con nosotros se intenta hacer el macho- se burló Die.


-        ¡Seguro! ¡Seguro!- me reí.


-        ¡Más quisierais! En todo caso, solo utilizaría la Barbie para ver la anatomía femenina- contestó el aludido.


-        ¿O sea que no lo niegas?- inquirí entre carcajadas.


-        ¡Seguro que les cambias los vestiditos o les cortas el pelo para que estén monas!- dijo Die, pasándole su brazo por los hombros del rubio.


-        Callaos, tú eres una cerilla con patas, Die y tú, Uruha, eres un proyecto de mujer que terminó siendo hombre. ¡No os permitiré meteros con el gran Reita-sama!- exclamó alzando la voz y apartando al pelirrojo de un empujón.


-        ¿¡Qué nos has llamado!?- exigimos los dos a la vez, con la intención de lanzarnos contra él.


-        Chicos, chicos, relajaos o sino llegaremos tarde a gimnasia y todavía tenemos que cambiarnos- intervino Ruki, como siempre, poniendo paz.


-        Por supuesto, pequeño- respondí abrazándolo.


 


 


Llegamos a los vestuarios que estaban realmente lejos de lo que era el campus central, pero es que este lugar era realmente enorme. Ahora me parecía normal que pudieran dar una fiesta allí sin ser encontrados, realmente era posible.


Ruki me llevó hasta mi taquilla, donde estaba guardado un chándal escolar de mi talla. Lo tomé y miré a los lados, Kyo estaba un poco más allá desnudándose sin importarle mucho, de hecho todo el mundo lo hacía. En ese momento la paranoia regresó a mi mente, ni muerto me cambiaba delante de posibles ojos pervertidos. Como pude y sin ser notado, me escabullí a uno de los servicios y me cambié, dificultosamente, en el angosto cubículo.


Cuando salí Taka era el único que me esperaba sentado en uno de los bancos que había situados frente a las taquillas.


 


-        Lo siento…es que no me acostumbro…- murmuré avergonzado por mi comportamiento, bastante psicótico.


-        No pasa nada Uru-chan- me dedicó una cálida sonrisa, que me animó inmediatamente.


 


Ánimos que me abandonaron tan rápido como habían venido, cuando vi el percal que me esperaba en el campo de futbol. Allí estaban todos los alumnos de la clase, firmes y en fila esperando instrucciones de no podía ser otro que Gackt. En cuanto me vio aparecer, clavó su asquerosa mirada en mí, aunque no pude verle mucho porque bajé la vista y me escabullí entre el resto.


 


 


 


++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ 


 


 


Estaba esperando tranquilamente en el despacho principal a que llegase Yoshiki-sama, me había hecho llamar hace cinco minutos y no sabía muy bien cual eran sus intenciones. ¿Tal vez, más trabajo?


Estaba repantigado en la butaca y comiendo una de las pasas que tenía en un pequeño recipiente, cuando se oyó la puerta abrirse.


 


-        Buenos días, Mao- saludó la voz cordial, pero de aquella que sabía que cada palabra era antes increíblemente pensada para que todo llegase a sus deseos.


-        Buenos días, Yoshiki-sama. Me ha extrañado que me llamase…- dije sentándome bien, ante su imponente presencia.


-        Sí, sí, es normal que te sorprenda, querido Mao- dijo con una sonrisa, mientras que se sentaba en su asiento.


-        Puedo preguntar ¿para qué quería verme?


-        Desde luego- afirmó con voz alegre y calculadora.- He observado cierto acercamiento entre tu amado Kyo y nuestro apreciado nuevo alumno…


-        ¡Kyo y Uruha, no, nunca se acercaría a él!- exclamé perdiendo la compostura por la ira.


-        No me interrumpas Mao- ordenó con voz suave, pero peligrosa.


-        Lo lamento Yoshiki-sama- dije con miedo, disculpándome en una reverencia con la cabeza.


-        No pasa nada, no pasa nada Mao- se había vuelto a levantar y acercado a mí, para acariciarme con suavidad mi cabello. Su tacto me daba asco, pero sobre todo miedo, miedo, que me hizo permanecer quieto ante su roce.- Yo entiendo tu pesar, Kyo es muy amado para ti… ¿cierto?- Afirmé con la cabeza.


-        ¿Qué desea que haga Yoshiki-sama?- Se alejó para volverse a sentar, esta vez con una sonrisa de triunfo en sus labios.


-        Creo que ya va siendo hora de que nuestro alumno nuevo forme parte de nuestra gran familia, que es Yasherville. No hace falta que te diga lo que necesito, si me lo consigues, te reduciré los trabajos de todo este mes además de otros premios. Sabes que sé como compensar a los buenos chicos, ¿verdad Mao?- habló con una fina sonrisa en los labios.


-        Délo por hecho Yoshiki-sama.


-        Puedes marcharte a tu clase de gimnasia, espero que en la fiesta de este fin de semana cumplas mis expectativas.


-        Desde luego- dije antes de marcharme.


 


 

Notas finales:

WooW Yoshiki controlando y Mao se pondrá en caminooo!!XDD

Espero que os hya gustado y ya lo veré con vuestros reviews!Gracias por leer!!! ^^

Byeee


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).